Contrafarsa, La mejor edad son los veinte

9/11/2000

Contrafarsa ha tenido un año de intensa actividad y muchas alegrías. Lo que nació hace veinte años como murga de niños Firulete se ha transformado en un fenómeno de popularidad. Luego de obtener el Primer Premio en Murgas del Carnaval 2000 hizo varias presentaciones agotando entradas en la Sala Zitarrosa y editó el disco El tren de los sueños, que en tres semanas ya había desaparecido de las disquerías. En los últimos meses la murga se ha presentado en diversos barrios y ciudades con singular éxito, incluso cruzó el charco y lo volverá a hacer en diciembre. En el marco de festejos de sus 20 años Contrafarsa editó junto al diario El País el video 20 años no es nada, presentó el libro Contrafarsa: murga, arte, sociedad y está a la espera de la salida del disco 11 canciones en el área, realizado junto a Mauricio Ubal. Detrás de todo esto hay talento, organización y mucho trabajo. También hay una historia para conocer. De esa historia y este presente conversamos con Eduardo Rabelino, encargado de prensa e integrante de la cuerda de bajos de "la Contra"

- Esta murga nació en el año ’80 como murga de niños. Se juntaron unos cuantos pibes de la Cooperativa (de Vivienda) de Mesa 3, ahí en Garzón y Propios, y decidieron festejar el Día del Niño con una murga. De ahí en más estos niños cantaron, siguieron cantando por las Cooperativas, grabaron el Himno de las Cooperativas de Rubén Olivera, que se difundió muchísimo allá por los años ochenta, y llegó un día que decidieron empezar a concursar con los grandes, se quisieron poner los "pantalones largos" y con quince años salieron al ruedo, por el año ’87, cambiando el nombre; porque cuando nació la murga se llamaba Firulete y para concursar no se le permitía usar ese nombre porque ya existía otro grupo así, entonces surgió el de Contrafarsa. Desde ese año ’87 a este 2000 siguen cantando como Contrafarsa y concursando. Yo no estaba en los comienzos, pero cuentan mis compañeros que ellos como niños nunca habían concursado ni en el Carnaval de las Promesas ni nada de eso, salvo en el ’86 que habían ido al Carnaval de Durazno y también fue un poco un puntapié ¿no?, porque ahí les fue muy bien y le encontraron el gustito a eso. Pasaba que los niños iban creciendo y venían de otras murgas, murgas conocidas, y se los iban llevando a estos botijas. Uno de ellos fue el Pitufo Lombardo que era el redoblante de Firulete y un día se fue para la Falta (y Resto), empezó con los platos y llegó a ser director. Entonces antes de que se desmembrara ese Firulete la idea fue empezar a salir en Carnaval, y bueno, se tiraron al agua y acá están muchos de ellos.

De todas formas podríamos hablar de los últimos diez años de Contrafarsa como fenómeno ¿no?. Porque en la década del ’90 tuvieron mucho peso en lo que es el Carnaval Si, ya en el año ’91 Contrafarsa ganó el Primer Premio por primera vez. Fue todo una sensación, porque en realidad era una murga chica, una murga de botijas que el promedio era de veinte años, que salía a competir de igual a igual con los grandes. Ese año por ejemplo el que sonaba para ganar era Araca la Cana, y bueno, Contrafarsa era una murga que no conocía nadie y tenía muy pocas chances. Ganamos ese año y ese fue el despegue ¿no?, ese año también lo marcó mucho el retorno del Pitufo a la murga. Se enganchó en el ’90 para hacer unos trabajos en un disco que hicimos con Mauricio Ubal, y quedó enganchado. En el ’91 salimos primeros y fue una emoción muy grande porque para todos nosotros era la primera vez, salvo para el Pitufo que ya traía dos Primeros Premios.

Después en los noventa yo creo que Contrafarsa se convirtió un poco en un referente, con un estilo propio, un estilo distinto, que por suerte ahora hay muchas murgas jóvenes que siguen ese estilo y para nosotros es todo un orgullo. De ahí en más al volver a ganar en el ’98 y ahora en el 2000 consolidás una propuesta; más allá de que también en el ’96 cuando Contrafarsa no salió, estuvo tres años sin salir en el ’94, ’95 y ’96, doce de los integrantes participamos en La Gran Muñeca y en el ’96 volvimos a ganar el Primer Premio. También eso fue otro puntapié para volver, para que Contrafarsa volviera a salir en el ’97.

¿Por qué no salió la murga en esos tres años?

Por lo general tratamos de tener todos los años una propuesta distinta, innovar en algo ¿no?. En el ’93 salieron Mariana Ingold y Osvaldo Fattoruso con nosotros, ellos hacían algunos arreglos también. Aparte Contrafarsa salía vestida de jugador de fútbol; con equipo de fútbol, nada de lujos, pantalón corto, camiseta y championes. Entonces fue todo un movimiento grande, y de ahí en más al otro año no surgió un acuerdo de qué hacer, había dos tendencias: una gente que quería salir de una forma y otros de otra. Entonces como no sabíamos que hacer dijimos "bueno, es el momento de un descanso", que se pensó que iba a ser de un año, pero como pasa siempre acá te dejás estar y pasó otro año y pasó otro y nos fuimos dando cuenta que precisábamos salir juntos, que si nos juntábamos para cantar en otra murga teníamos que juntarnos para cantar en nuestra murga ¿no?, un poco fue eso.

El estilo de ustedes, ese del que hablabas antes, ¿por donde pasa?. ¿Viene de la mano del Pitufo?, ¿se da porque ustedes ya se conocen de hace años y tienen determinada forma de trabajo tanto arriba como abajo del escenario?

Es un poco todo eso que decís. Por supuesto que el Pitufo le da su estilo a la cosa...

Digo, porque ya sabemos que lo del Pitufo es muy bueno, pero hay todo un equipo que hace funcionar la cosa...

Sí, te marcaba a Pitufo porque es la figura artística, digamos, y en cuanto a lo musical el noventa y cinco por ciento de la murga pasa por él, eso es muy importante. Pero lo que decías de que somos un grupo, que hace veinte años que muchos estamos juntos, eso es importantísimo, porque Pitufo sabe con quien trabaja y nosotros sabemos también con quien estamos trabajando, sabemos lo que nos va a pedir y el sabe lo que le vamos a dar. Eso te facilita. También te facilita el estar todo el año trabajando ¿no?, el estar en contacto todos los días con tus compañeros. Sabés hasta donde llegás, sabés lo que podés dar y te da un training que es importantísimo para el Carnaval. Aparte Contrafarsa no es solo cantar, cuando surgió apareció con nosotros Hugo Bardallo haciendo la puesta en escena, que no había mucha puesta en escena en las murgas. El vino en el año ’89 y fue un cambio. Tuvimos la suerte de trabajar con él y él capaz que la tuvo de encontrar un grupo joven, un grupo de chiquilines de dieciocho o diecinueve años, que bueno, es más ductil. La puesta en escena es algo muy importante para Contrafarsa.

La otra "pata" de la murga son las letras; nuestro letrista es siempre el mismo y forma parte de la cooperativa, es Alvaro García. Antes escribía todo y ahora se dedica más que nada a escribir presentación y retirada, que lo hace muy bien. Y bueno, el hecho de ser una cooperativa en la parte económica y ser una cooperativa en la parte artística te da un ensamble distinto que quizá no se vea en otros lados.

¿En qué momento sintieron que dejaban de ser la murga "de Sayago" y empezaban a ser una de las murgas grandes?

Mirá, ya en el ´91 nos empezamos a asustar porque nos empezamos a abrir a Montevideo, y en el ’92 y ’93 pasó lo mismo. Lo que pasa es que ahora desde el ’98 como que le dimos un nuevo impulso a esto; ganar siempre te hace bien ¿no?, aunque creo que Contrafarsa está más allá de ganar o no. Creo que es una murga que está bien parada y por suerte tenemos gente en todo Montevideo, gente que nos sigue muchísimo y gracias a eso es que podemos estar todo el año, hacemos esta movida porque sabemos que hay gente que la pide ¿no?. También pasa un poco por la organización que nos estamos dando, nosotros ahora tenemos una producción que trabaja para esto, tenemos gente dedicada a distintas cosas, tenemos la Comisión Artística que está laburando para Carnaval, tenemos Comisión Administrativa... el otro día nos decían "pero ustedes son como una empresa" (risas), ojalá, si se llegara a ser una empresa en cuanto a trabajar organizado y no perder todo eso que Contrafarsa da por el lado del arte también.

Y vos como murguista, ¿cómo sentís desde adentro eso de estar ahí arriba cantando y saber que tenés un respaldo importante de gente?

Y, te da mucha seguridad. Vos salís sabiendo que sos parte de Contrafarsa y primero no tenés que salir a defraudar a la gente, tenés que seguir haciendo tu show, porque como dicen, dificil no es llegar sino mantenerse. Y es algo muy lindo. Por ejemplo un compañero que entró este año, cuando fuimos al Teatro de Verano y cuando estábamos prontos para cantar con el telón cerrado, cuando nos anuncia el "Boyero" se siente el griterío ¿no? y abren el telón y ves toda esa gente que está apoyando, y el loco decía "bó, esto es como entrar al Estadio con un cuadro grande"; y te agranda eso también. Te agranda en el buen sentido cuando estás actuando ¿no?. Y esa comunicación que se genera en todos lados, porque no es que vayas a un lado y te tratan bárbaro porque vos actuaste como nunca, es que vas a casi todos lados y se crea una corriente entre el público y nosotros que a veces te asusta, decís "bueno, ¿hasta donde vamos a llegar con este amor que hay entre el público y nosotros?", ojalá que sea un amor eterno.

Capaz que hasta ustedes piensan eso de "estamos en Uruguay, esto no puede ser, ¿qué está pasando?"

Es verdad, hablamos entre nosotros en estas actuaciones que hacemos en la calle, cuando termina decimos "bó, ¿qué pasa?". Porque es algo que cuando vamos esperamos que pase pero como que hay una dualidad, lo esperás pero no lo esperás, porque no puede ser que a cada lugar que vamos esté lleno de gente. Por ejemplo nosotros tenemos un mesa de ventas, que es también un poco de lo que estamos tratando de vivir porque muchas actuaciones son gratis, aunque la gente también dice " páh, se están llenando de guita", y no es así; hay cosas que cobrás y cosas que las hacés porque querés estar en la calle. Pero entonces en la mesa de ventas, que tenemos camisetas, discos, llaveros, lapiceras, cualquier cosa ¿no?, todo un merchandising impresionante (risas), hay cola ¿viste?, y decimos: "pero no puede ser".

Se están llenando de guita entonces...

Era verdad (risas)... en la gente como que hay una fiebre de tener cosas de Contrafarsa, igual que las fotos, te sacás fotos con la gente y es algo que lo sentís... es divino, vivir eso es muy lindo. Y no es que sean nuestros parientes como pasaba antes ¿no?, incluso gente que no conocés y te hacés amigo porque te sigue a todos lados. Es muy lindo y te emociona eso, hablar de esto me emociona a mí.

Muchas veces se habla de los Carnavales de antes, que lo de antes fue mejor; sin embargo hoy por hoy hay un interés grande por el Carnaval, o sea, la gente está llendo a los tablados y se siente muy identificada con las murgas en general...

Si, yo creo que la murga está viviendo un nuevo renacer, sobre todo lo ves en la gente jóven, en esos talleres de murga que es impresionante todo lo que hay. En todos lados vos ves que se forman murgas, y bueno, está bárbaro. Y lo vemos en el caso de Contrafarsa en las actuaciones nuestras, que van veteranos pero ves muchísima gente jóven, que antes capaz que no se veía. Entonces ves que le estás llegando a la gente con un mensaje, con una forma, con parte de la cultura uruguaya.

¿Qué cosas cambiaron dentro de Contrafarsa tras estar tantos años juntos?; sobre todo en la parte de la búsqueda de caminos nuevos, también del andamiaje general de la murga, ¿pesa en algo esa historia?

Y, la experiencia te pesa siempre.

¿A favor?

La experiencia pesa a favor, a veces el físico ya te va jugando en contra. Yo te decía que en el ’91 había un promedio de veinte años cuando ganamos por primera vez. Bueno, ahora en el 2000 cuando ganamos por última vez estamos en los treinta de promedio. Tenemos gente que está llegando a los cuarenta y sigue habiendo gente de veinte. Pero lo que te decía hoy, la experiencia pesa mucho, pero pesa mucho en el estar con tu compañero, que es un amigo, tanto tiempo juntos. Eso juega a favor nuestro. Y en contra, no sé, a lo mejor juega en contra el hecho de que te vas poniendo viejo y te vas estructurando en algo y es más difícil cambiar. Pero bueno, por ahora creo que seguimos en el buen camino.

¿Hay algún temor a quedarse estancados en algún momento?

No, por ahora no, porque hemos tenido propuestas siempre distintas y que al público le han gustado. Más allá de que Contrafarsa tiene un estilo yo creo que año a año hace cosas diferentes. Incluso hay gente que viene a decirte "no, no, el año pasado estaba mejor que este", o "este año está mucho mejor" por distintas cosas, o sea, los argumentos son muy distintos. Por ahora creo que no se ha agotado la "cantera" esa de ir creando cosas.

El disco


Este es el tercer disco que saca Contrafarsa en un año; en octubre sacamos Contrafarsa en vivo, en mayo sacamos El tren de los sueños y ahora en noviembre vamos a sacar 11 canciones en el área. Como dice el título, no hay que explicar mucho, son once canciones y hablan de fútbol. Desde distintos puntos de vista. Por ejemplo cuenta la historia de un niño que se subía a un árbol y relataba los partidos que jugaban sus amigos en el campito, que como hecho anecdótico esta canción tiene un recitado al final que lo hace Víctor Hugo Morales, pavada de relator. Hay otra muy linda de un niño que juega muy bien al fútbol y tiene muchas posibilidades de seguir para adelante ¿no?, de llegar a profesional, pero un día se le cruza un redoblante en el camino y el pibe empieza a tocar el redoblante y "pintó" para la murga, y bueno, es uno de esos tantos "futuros cracks" que no son cracks en el fútbol, sino que son cracks por otro lado, en este caso en la murga. Para nosotros es un poco la historia del Pitufo.

De este disco siete de las canciones se utilizaron en el espectáculo El tercer tiempo, una obra de teatro que escribió Juan Faccio y dirigió Jorge Denevi, Contrafarsa fue invitada a hacerla en el Teatro de Verano. Se hizo a fines del ’98, con letras y músicas de Mauricio Ubal. Esos siete temas están integrando el disco más cuatro temas nuevos con letras de Alvaro García y música de Mauricio Ubal también.

Hay solo un tema que es conocido que es Al fondo de la red, es el único tema editado anteriormente, los demás son todos nuevos. El último es una canción en homenaje a Uruguay, que no podía faltar, se llama La más linda.

El libro

El libro Contrafarsa: murga, arte, sociedad surgió de una charla un poco informal con el Psicólogo Luis Carrizo, el dijo "¿cómo es que no tienen un libro ustedes?. Estaría bárbaro escribir un libro". Y tá, la respuesta fue "bueno, escribilo vos". Y ahí jorobando "que sí" "que no" un día hablamos por teléfono y le comento "ché, ¿lo del libro es en serio?" y me dice "y sí, yo tengo ganas", "bueno, vamo’a darle ¿no?".

La idea del libro es mostrar un poco esta historia de veinte años. Se hizo un trabajo especial, que hizo (Daniel) Porteiro, periodista que se dedica al Carnaval entre otras cosas, y bueno, el estuvo por allá por Sayago, por los orígenes de la murga investigando, volvió ahí a las raíces, estuvo investigando con gente del barrio, y bueno, él cuenta un poco la historia de Contrafarsa. Pero el libro no es solo la historia de Contrafarsa sino que está dividido en varios capítulos que abarcan otros aspectos vinculados a la murga.

Por ejemplo un capítulo al que se dedicó Luis Carrizo es el de cómo interactúa Contrafarsa en esta sociedad, cómo el arte que hace Contrafarsa está metido en la sociedad y a la vez cómo se alimenta de ella.

Después hay otro capítulo en el que están los "Contrafans", que ahí toda esta gente que nos sigue, los fanáticos, cuentan qué es para ellos Contrafarsa, qué sienten por Contrafarsa.

También un capítulo especial para aquellos que, no sé si decirles fanáticos, pero que quieren a Contrafarsa y que han llegado a cierto lugar de popularidad en distintas actividades; cada uno de ellos cuenta también que es para ellos esta murga. Tenemos en el libro una historia personal muy cortita de cada uno de nosotros, se llama "Quién es quién".

Otro capítulo lo escribió el periodista Gabriel Kaplún, que estuvo con nosotros permanentemente el día del Teatro de Verano. Llegó allá a Sayago de mañana, cuando empezamos a maquillarnos, y hasta la madrugada estuvo con nosotros; hasta que bajamos del Teatro de Verano. Entonces él cuenta como es la experiencia del día del Teatro de Verano, un día muy especial para los murguistas porque te jugás todo. Entonces él, un poco de costado va mirando qué es lo que pasa ¿no?, metido entre nosotros pero también con la perspectiva de alguien que viene a hacer un trabajo, a hacer un estudio. También en el libro aparecen anécdotas, se hizo una rueda de anécdotas, algunas muy lindas. Hay otro capítulo que cuenta la "cocina" de Contrafarsa y habla de cómo se arma Contrafarsa, pero también de cómo se arma una murga, más allá de que seamos nosotros. Cómo es que de la nada surja ese espectáculo.

En otra parte del libro escribe un periodista español que trabaja para la Agencia France Presse y está acá en nuestro país hace un año. El vio a la murga en el Teatro de Verano y quedó maravillado con eso, se enamoró de la murga; aparte él decía que era "su" murga porque él también era de Sayago, pero de Sayago en España, porque parece que hay un pueblo que se llama Sayago, y decía "yo soy sayaguez y esta es mi murga". Entonces se nos ocurrió que era lindo que contara qué era para él Contrafarsa ¿no?, un extranjero que no conocía nada de Carnaval y que ahora se siente parte de esto. Hay muchísimas cosas más, entre ellas un prólogo de la diputada Daisy Tourné y la participación de Milita Alfaro, que es toda una autoridad en la historia del Carnaval.

Juan Castel

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