Jorge Galemire en Sala Zitarrosa

22/8/2002

Jorge Galemire es un caso particular en la historia de la música nacional. Integrante de numerosas formaciones de importancia desde principios de los años 70´, el Gale pasó por El Syndikato, Epílogo de Sueños y Aguaragua por citar sólo algunos casos. Participó junto con Eduardo Darnauchans y Eduardo Rivero del espectáculo “Nosotros Tres” de notable suceso allá por 1976 y que conoció una no menos exitosa reedición en 1993. Fue co-fundador de Canciones para no dormir la siesta y Los que iban cantando y arregló discos claves para la música nacional como “Sansueña” de Darnauchans y “Hoy Canto” de Dino. Como solista editó los discos Presentación (el único reeditado en disco compacto por la revista “Posdata”), Segundos Afuera, Ferrocarriles y Casa en el desierto. Fuera de este currículum sustancioso cabe mencionar que el Gale es un finísimo guitarrista, un compositor de exquisitas melodías y un gran arreglador de bandas eléctricas. Y si alguno se pregunta donde está lo particular de un músico de tan fenomenal carrera, encontrará su respuesta en la cantidad de músicos de renombre que lo reverencian y –paradójicamente- en el muy escaso público que conoce su obra. Y hay más de un motivo para que esto ocurra. Uno muy importante es que desde hace ocho años Jorge reside en España, prácticamente alejado de la escena musical de nuestro país (excepción hecha en su colaboración en el disco “Frontera” de Jorge Drexler).

Lo antedicho estuvo reflejado en el muy buen recital que dio el Gale en su esperada vuelta a Montevideo. Desde la emotiva presentación a cargo de Eduardo Rivero, mezclando el impactante currículum de Jorge con alguna jugosa anécdota que los tenía como protagonistas, ya nos sentíamos parte de un espectáculo al que había que asistir. No solo por la oportunidad de volver a ver (o de ver por primera vez, como es el caso de quien esto escribe) al Gale, sino también por el tremendo combinado de figuras de la música nacional que allí se dio cita.

Acompañado por una banda de notables que tuvo a Gustavo Montemurro en teclado y coros, Federico Righi en bajo, Gustavo Etchenique en batería y al “Pitufo” Lombardo en percusión, Jorge alternó temas de su etapa solista con nuevas canciones de tal belleza que ya habría que pensar en un nuevo disco, sin duda. De estas últimas sobresalieron la bossa-pop “Cartas sin abrir” y una joyita baladística llamada “Trigo y Plata” que tuvo a Hugo Fattoruso en el acordeón a piano haciendo un solo que dejó muda la sala. Antes y después pasaron Mauricio Ubal, Alberto Wolf, Liese Lange, Nicolás Mora y Carlos Quintana acompañando y aportando su voz y sus solos de guitarra (más jazzístico el de Mora, más rockero el de Quintana).

Si de citar momentos destacados se trata hay que hablar de “Tus abrazos” con el hijo de Jorge, Mariano (para quien fue escrito el tema) en batería o de “Claros” junto a Darnauchans (acompañado por sus guitarristas, Ferradás y Peralta). Claro que no fueron los únicos, también estuvo “Vals de Pocitos” con Eduardo Rivero, el ya mencionado tema junto a Hugo Fattoruso, la muy buena versión de ese temazo que es “Fotografías en desorden” junto a su autor, Fernando Ulivi, y el gran momento de la noche: “La costurera” junto a Fernando Cabrera. Y qué decir acerca de la labor de Jorge como guitarrista... sencillamente impecable. Un ritmista fenomenal que también dejó solos sin lujos pero eligiendo siempre las mejores notas. Afortunadamente, en algún lugar de Montevideo volvieron a sonar “Ícaro”, “79”, “Perfumes”, “Va pensando” y “Lana Turner” (otra joya: el solo de platillos de “Pitufo” Lombardo en este tema) aunque la impronta de Jorge Galemire está presente en buena parte de la música nacional de hoy.

La música de este señor va viajando y deja impregnados sonidos al pasar. Sonidos que están vigentes y que dan para pensar. Pensar, por ejemplo, que tenemos una asignatura pendiente con Galemire. Jorge cumplió su parte: volvió y nos dejó una noche imborrable. Queda ahora en todos nosotros (público, periodistas, programadores de radio, encargados de sellos discográficos, padres, madres y miembros de Comisión Fomento) no dejar que estos sonidos se pierdan y así –por placer nomás- darle el lugar que la música de el Gale se merece. Bienvenido Jorge, y volvé más seguido, a ver si un día aprobamos.

Christian Font

Comentarios
20/10/2002 | Leticia Mato
Es verdad, el toque de Gale fue simplemente brutal, y está de más decir que fue un despliegue de músicos uruguayos que colmó las expectativias de todo aquel que estaba ahi sentado por primera vez o no, viendo a un musico de los mejores. Aunque lamentablemente resolvió irse otra vez a España la verdad que hacía falta que viniera un "ratito" para hacer recordar buena música. Yo tuve la oportunidad de verlo en un bar de "canuto" que tocó dos fines de semana después y puedo decir de que a pesar de que ya no eramos 500 personas como en la Zitarrosa, sino que todo eramos unos 20, tocó con las misma pasión y el mismo esmero que siempre. También vale destacar en este ultimo "toque" la excelente presencia de musicos como el Cheche que siempre lo acompañan.
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