Los Shakers, El mejor grupo de rock latinoamericano de la década del ‘60 (Cap.2 - Shakermanía)

16/3/2009

SHAKERMANÍA

Avanzado el 65, ‘Rompan todo’ se ha constituido en un himno y la Shakermanía es una realidad. Una de las presentaciones que produce mayor histeria colectiva ocurre en la ciudad de Mendoza, donde hordas de jovencitos y jovencitas llegan a causar diversos daños materiales. En nuestro país se espera ansiosamente su visita, y algunos medios comienzan a tener en cuenta el fenómeno.

ACCIÓN - La juventud uruguaya debe estar contenta y ello porque Los Shakers - favoritos compatriotas descubiertos en la vecina orilla- aparecieron con su primer long play entre nosotros. Hugo, Osvaldo, Pelín y Caio, en efecto, actuales artistas de la EMI, están ya en infinidad de combinados con los catorce rítmicos temas de una placa en donde la característica esencial queda determinada por una excelente armonización vocal e instrumental de nuestros muchachos. Para celebrar este acontecimiento y para retomar contacto con su núcleo de admiradores locales, Los Shakers regresarán esta semana a Montevideo y se presentarán en el Cine Plaza.

El regreso triunfal se produce el jueves 23 de setiembre de 1965, después de seis meses de estar radicados en Argentina. A su llegada al aeropuerto se les brinda un recibimiento sólo comparable con los que se dan en ocasión de las hazañas futboleras. Una larga caravana los acompaña hasta el Victoria Plaza Hotel, lugar donde quedan alojados. Esa misma noche tocan en el Cine Plaza, junto a la cantante argentina Claudia y el cantante francés Alain Barriere. Pero Claudia sólo puede hacer dos temas ya que, entre gritos y silbidos, el público clama por la banda uruguaya.

En esta ocasión la visita fue sólo de un día, aunque, pasados dos meses de la actuación en el Plaza, ya podemos encontrar en gran parte de la prensa escrita anuncios de media página que dicen: YE, YE, VUELVEN CON RITMO ARROLLADOR LOS SHAKERS, triunfadores, dinámicos y en vivo. Jueves 9 de diciembre a las 21 horas por Canal 4. Previamente, el miércoles 8 a las 15 horas recibimiento en el aeropuerto de Carrasco, con caravana que los acompañará hasta Pocitos, frente al Malecón, en donde se ofrecerá un gran espectáculo al público. En la noche de ese mismo día otra gran función en el Palacio Peñarol, trasmitida por emisoras de capital e interior con CX 8, CX 10, CX 12 y el circuito Cori.

En la misma mañana del miércoles 8 se anuncia por todos los medios un cambio de planes: Los Shakers llegarían recién a las 18 horas. Una artimaña muy astuta que le permite al grupo arribar en secreto al mediodía. Mientras miles de jóvenes esperan en el aeropuerto la llegada de sus ídolos, los melenudos uruguayos ya hace varias horas que están ensayando y probando el sonido del Palacio Peñarol. De todos modos, después de tener todo pronto y almorzar tranquilamente, van hasta Carrasco y permiten que el itinerario establecido se cumpla religiosamente. La espectacular caravana que los conduce hacia Pocitos, y la actuación en la playa al aire libre frente a miles de personas, hace que la jornada del 8 de diciembre de 1965 se constituya en una experiencia única (e irrepetible hasta el momento de escribir estas páginas) para una banda de rock uruguaya.

El nuevo movimiento beatlero va ganando terreno. Bajo el título "Los Shakers invaden Montevideo", la revista Cine Radio Actualidad TV les dedica la tapa de su edición del 10 de diciembre. A la semana, el mismo semanario saca un artículo de dos páginas dedicado exclusivamente a la banda.

Entre fotos y letras de canciones, los comentarios sobre el fenómeno no pasan de ser anecdóticos y se centran en la estética de desparpajo: "Se dice que han vendido medio millón de discos [...] Quien escucha decir que Caio se desayuna con ranas y carne cruda, que Hugo se inspira para componer comiendo pizzas con salsa de tomate, langostinos y pulpitos, que Osvaldo enseña a hablar a un búho y que Pelín no usa toalla de baño porque se seca en el ventilador, piensan que son raros o se hacen, para promocionar sus nombres. Es cierto si, que se han inspirado en Los Beatles, y que tienen la inteligencia de no presumir de normales, pero en verdad lo son, y lo que ocurre es que resultan tan bromistas que se toman el pelo a ellos mismos y de acuerdo a la cantidad que poseen habla de lo bien que digieren. Son, sin duda, la revelación del año. Tampoco faltan los anuncios fantasiosos: [...] entre el 14 y 15 de diciembre estarán en Río de Janeiro y, finalizada esta etapa marcharán a los Estados Unidos de Norteamérica en donde intervendrán en uno de los shows más populares y cotizados del país: El Show de Ed Sullivan.

Sin entrar en un análisis musical, parecería ser que el público de la época no ve a Los Shakers como una mera imitación de Los Beatles. El propio Coriún Aharonián reflexiona sobre el punto: No creo que el fenómeno de la shakermanía, como usted lo llama, sea posterior al de Los Beatles. Creo que vale la pena investigarlo.

La razonable demora en la consolidación del fenómeno Beatles en el Río de la Plata, sumada a la vertiginosa carrera de Los Shakers –quienes rápidamente han desarrollado un extenso y calificado repertorio propio dentro del estilo beat– motivan a pensar que la conjetura de Aharonián sea, muy probablemente, acertada. De hecho, decenas de declaraciones realizadas de manera independiente recuerdan a Los Shakers como uno de los grupos líderes del momento, con una propuesta propia de gran calidad, y de ninguna manera como una copia de los "Fab–Four".

1966 es el año en el que llegan al pico máximo de trabajo y popularidad. A las agotadoras recorridas por bailes y shows se suman las salidas del país: se presentan en Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil y Venezuela (en este caso, ya a comienzos del 67). Filman dos cortometrajes: Llegan Los Shakers y Guturales, y aparecen en la película Escala Musical interpretando dos temas nuevos: ‘Siempre tú’ y ‘Oh, mi amigo’ (que recién serán incluidos en el tercer LP del grupo). Graban además varios simples, entre los que se encuentran versiones de recientes éxitos de Los Beatles como ‘Michelle’, ‘Muchachita’ (‘Girl’) y ‘Submarino amarillo’ (‘Yellow submarine’).

Pero sin lugar a dudas, estos covers quedan mal parados frente a las interpretaciones originales del cuarteto de Liverpool. Las composiciones propias siguen siendo el fuerte de la banda, lo cual queda demostrado en otros dos muy buenos simples editados en esta misma época con los temas ‘No molestar’/‘Déjame ir’ y ‘¿Quieres por favor?’/‘No está mal’, respectivamente. Y todavía falta el plato fuerte del año. Su segundo elepé, denominado Shakers for you, es más sofisticado que el anterior y muestra a una banda que ha evolucionado.

BP COLOR — [...] Al parecer, este segundo disco del grupo ha suscitado los más encontrados comentarios, pues es opinión de algunos que esta vez Los Shakers se han apartado un poco de la línea comercial para hacer más música. El mismo Astor Piazzolla comentó en un reportaje que le hicieran, que había escuchado un par de temas de los grabados recientemente por ellos y le parecieron muy buenos. Este comentario llenó de orgullo al cuarteto ya que son fervientes admiradores del maestro Astor, al que siguen a través de casi todas sus presentaciones.

GUILHERME PINTOShakers for you incorpora elementos de Los Beatles 1964–1966 [...] La mayor complejidad parecía dejar más a gusto a cuatro pibes de formación jazzística y/o erudita y/o tanguera, y las canciones tienen más vuelo. No podía ser de otra manera en muchachos que tienen como artistas de cabecera a (además de Beatles) Piazzolla, Manolo Guardia y los grandes jazzistas norteamericanos. Su reconocimiento a estos músicos queda patente en el comienzo del cortometraje Shakersral combo, donde, por encima de una interpretación del mismísimo Coltrane, aparece el desopilante anuncio de "JOHN COLTRANE... presenta a... Los Shakers".

La evolución de la banda no impide que se mantenga el nivel de popularidad. De hecho, ‘Nunca, nunca’ (‘Never, never’), canción que abre el disco y que plantea un notable intento de fusión entre el rock y la bossa nova, se constituye en todo un éxito incluso fuera del Río de la Plata.

GUILHERME PINTO — Los conocí en el año 66, pero no sabía que eran Los Shakers. ... ‘Never, never’ fue de esos temas ineludibles en Brasil... Fue un gran hit, fue número uno... La mayoría de los brasileños creía firmemente que se trataba de un grupo inglés o estadounidense.

Tiene que pasar exactamente un año para que Los Shakers vuelvan a visitarnos. Notoriamente agotados por su reciente gira por Asunción, llegan a Montevideo el 7 de diciembre del 66, para presentarse esa misma noche en El baile del año, evento organizado por CX 36 Radio Centenario y realizado en el club Sporting. En esta oportunidad comparten el escenario con Combo Camagüey, Los Delfines y The Knacks. Para el día siguiente, Canal 4 tiene programado un espectacular show auspiciado por la marca Opaline, que sería televisado en directo desde la playa Pocitos: A partir de las doce se levanta por esta vez el programa de Héctor Coire y pasará a televisarse desde Pocitos a la altura del Malecón el denominado "Show desde la playa". A Los Shakers, seguirán Los Piccolinos, José María, Panchito Nolé y su orquesta, la banda de la aeronaútica y un desfile de modelos. Lila González e Imazul Fernández tendrán a cargo la animación. En el mismo "Día de las playas", el mal tiempo juega una mala pasada, la actividad se suspende, y Los Shakers deben hacer su actuación en las propias instalaciones del canal.

Dejando de lado las presentaciones en estudios de televisión, este toque en el club Sporting se constituye en el cuarto y último del grupo en nuestro país, en lo que es su trayectoria pos–puntaesteña. Estos únicos cuatro eventos masivos (Cine Plaza, 23/IX/65; Playa Pocitos, 8/XII/65; Palacio Peñarol, 8/XII/65; y Club Sporting, 7/XII/66), contribuyen a afianzar la percepción que tienen los uruguayos de la banda, un sentimiento muy parecido al que deben haber experimentado los nativos de Liverpool con "sus" Beatles.

Hugo, Osvaldo, Caio y Pelín son uruguayos y aquí se formaron. Pero el "producto" Shakers es indiscutiblemente argentino. Sin el poderoso aparato publicitario y comercial de las multinacionales instaladas en Buenos Aires, no hubieran podido trascender. De todos modos, el mérito es de los muchachos, quienes, haciendo gala de un talento descomunal, logran encauzar la atención de los empresarios hacia una propuesta más progresiva, e influyen decisivamente en toda una generación de futuros músicos rioplatenses de rock.

CHARLY GARCÍA — La primera vez que escuché una música parecida a la de Los Beatles, o algo así, fue a Los Shakers, que fue el primer grupo al que yo seguí.

LUIS ALBERTO SPINETTA — Yo iba a ver las actuaciones de Los Shakers y lloraba. Eran algo muy fuerte loco, muy impresionante. Además, siempre buscábamos la oportunidad de manguearles cigarrillos y hablar algo con ellos cuando bajaban... Y la balanza comienza a inclinarse en favor de la estética beatlera. Ya en enero de 1966 se preguntaban los promotores musicales: ¿qué hacemos con la Nueva Ola en el 66? De los nombres que hace dos años tanto importaban, sólo Palito Ortega evidencia aún cierto gancho, a pesar de que el interés de la juventud por su figura y sus canciones ha decaído considerablemente.

EDUARDO RIVERO — En el 66 fue el estreno en el cine Trocadero de la película ‘Help’. Como correspondía fui el día del estreno y a la primera función. Estaba repleto y luego de la escena inicial de los hindúes, aparecen ellos cantando ‘Help’ y creí que se venía abajo el cine. Los pibes se paraban arriba de las butacas y las paredes vibraban. Creo que nunca volveré a ver una cosa igual.

Para fines de ese año, puede considerarse que el género beat se ha constituido definitivamente en un fenómeno masivo en el Río de la Plata, y ha desplazado de los primeros lugares de popularidad a toda la corriente nuevaolera argentina. De la investigación realizada por Rogelio Falca en octubre del 66 para el diario Época sobre las preferencias musicales del público montevideano en ese momento, Guilherme Pinto saca las siguientes conclusiones:

GUILHERME PINTO — [...] La música beat, liderada por Los Beatles, era el género más consumido en Montevideo. Se señalaba un creciente "interés hacia los conjuntos uruguayos de inspiración beatle", y el segundo puesto en el beat lo disputaban Los Shakers y Mamas and the Papas. Dentro de las confusas que son las distinciones de géneros de los diversos encuestados por Falca, parecería que sólo entra en el beat (o sus sinónimos) la música en inglés. [...] Parecería que si se suman todos los otros géneros "modernos" (Nueva Ola argentina, Roberto Carlos, "melódicos" y "románticos" italianos y franceses), podrían disputar el primer puesto con lo beat, y por lo menos agrupados en "canción eurolatina" y "Nueva Ola argentina-brasileña" ocupaban, alguna de las dos categorías, entre el segundo y el quinto puesto como géneros más escuchados y comprados. [...]. [PINTO, p. 44].

Aun manteniéndonos dentro de un clima de "guerra civil" generacional, lo beat empieza a ser tenido en cuenta por los adultos. El programa La hora de la verdad, que conduce Julio Cabot todos los jueves por canal 10, realiza una sesión especial para debatir sobre el tema. A los pocos minutos de salir al aire, es Carlos Martins quien enciende la polémica al afirmar: "la música beat educa...", frase que es interrumpida a gritos por un integrante del panel opositor: "eso es lo más novedoso que se puede llegar a escuchar, ¡que la música beat educa! Gracias a esa música beat, el estudiante ¡no estudia!".

Obviamente, no pudieron ponerse de acuerdo. Para explicar esta suerte de apertura, hay que tener muy en cuenta que el fenómeno ha pasado a constituirse en un negocio de grandes dimensiones. Así, puede verse en la prensa escrita un gran anuncio de media página dedicado a promocionar una nueva línea de lanas Ildu, en donde el símbolo de "modernidad" viene dado por una hermosa joven que (luciendo su flamante buzo de lana) aparece tocando una guitarra eléctrica en una pose estrictamente roquera.

El 5 de agosto de 1966 se pone a la venta en Inglaterra el larga duración Revolver. Este hecho marca un profundo cambio de cabeza musical dentro del rock mundial y de la música popular toda. Tres meses después ya está editado en Uruguay. En su comentario sobre el mismo, y bajo el título de "El Sensacional Revolver", el diario Época afirma: En suma, un disco imprescindible para adolescentes, jóvenes y viejos. Sobre todo si tienen el entrecejo arrugado.

La "moda de melenudos que pasará" se ha convertido en una fuerza incontenible, y emprende un camino sin retorno de búsqueda, experimentación y hallazgos creativos. Ya es hora de empezar a tomarla en serio. Y es precisamente desde nuestro país que surge uno de los primeros artículos periodísticos "en serio" sobre el fenómeno Beatles. Se trata de "Algo más sobre Revolver. ¡PUM!", una extensa nota de dos páginas publicada en Época, en donde el joven Coriún Aharonián realiza un recorrido argumental –que va desde la defensa del valor cultural de la música popular hasta el análisis concreto del disco–, para concluir de manera contundente:

En el mismo espíritu de Rubber Soul, el absurdo, el juego humorístico fino, la travesura, se hacen presentes desde el nombre y desde la carátula. El nivel de calidad es muy elevado [...] Por ahora, y para la gente seria y respetable, recordemos que el producto Beatles ha logrado imponerse por encima de barreras de "especie" musical y que ha adquirido una proyección universalizante de gran envergadura. Y esa proyección de carácter universal es confirmada por Daniel Viglietti, quien, además de tener en esa época un gran póster de Los Beatles en su casa, declaraba:

DANIEL VIGLIETTI — Los Beatles son para mí una alegría constante, una inyección de vida, de confianza en las cosas. Hace unos días asistí a una demostración de títeres en el Galpón. En una de las obras, la guerra arrasaba lo que antes era sol, pájaros, niños. El sol era arrojado en un tacho de basura hasta que tímidamente reaparecían los niños, restauraban los pájaros, los árboles y finalmente liberaban al sol de su encierro. Cuando uno oye a Los Beatles siente esa convicción de que la vida seguirá adelante a toda costa. No puedo sólo quedarme en el sonido al hablar de ellos, veo un algo más hondo y palpitante en todo esto que han construido esos cuatro niños terribles de cabellos largos. Bueno, y cantan y tocan muy bien, pero sobre todo son auténticos creadores. Son los capitalistas más simpáticos del mundo. Es una suerte que no hayan nacido en los Estados Unidos, sino menudo dilema para muchos de nosotros, ¿verdad? Además Los Beatles forman parte de una lucha que cada día deseo más tenaz, una lucha contra los prejuicios y los modelos, contra las cosas establecidas. En ese sentido han sido revolucionarios. He oído todos sus discos pues mis alumnos me los prestan. Sentiré nostalgia el día que se vayan.

Los Shakers no estarán ajenos a estos nuevos rumbos sonoros que llegan desde el norte.

Fernando Peláez

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