Eduardo Mateo, La Máquina del Tiempo

16/8/2000

Eduardo Mateo fue uno de los músicos más influyentes de la música uruguaya. Desarrolló un estilo muy personal e inimitable de cantar y de tocar la guitarra y exploró mundos nuevos con sus músicas y sus letras. Nació en 1940 en Montevideo. Ya en su infancia tomó contacto con el candombe, la murga y la música popular carioca. Aprendió, con familiares y amigos, a tocar diversos instrumentos de percusión, cavaquinho y guitarra. A principios de los años ´60 ya era un respetado guitarrista profesional y un intérprete de bossa nova con pocos iguales en el mundo. Pero progresivamente fue asimilando otras influencias, especialmente la de los Beatles, que lo llevaron a agarrar la guitarra eléctrica y desarrollar una carrera roquera. Junto a Ruben Rada fundó el grupo El Kinto en 1967. El Kinto fue uno de los primeros conjuntos pop uruguayos en adoptar el castellano y sentó las bases del candombe-beat (la fusión de candombe con rock que hasta hoy mantiene su plena vigencia). La propuesta de El Kinto se amplió en las Musicasiones, una serie de cuatro happenings multimedia coordinados por Mateo y Horacio Buscaglia en 1969. A partir de 1970 Mateo se lanzó en carrera solista.

La década del ´70 estuvo marcada por una acentuación de su personalidad difícil, de envolvimiento con drogas, de sospechas de locura, de un estilo de vida que lo apartó de la posibilidad de una carrera regular y con frecuencia lo mantuvo al borde de la miseria material. Por otro lado, Mateo siempre fue intransigente y aventurero en lo estético, y en el momento en que el gran público empezaba a digerir su música, él ya se salía con un estilo distinto y aún más extraño que el anterior. El período dictatorial, además, llevó a que, por reacción, la dimensión política y el estilo dicho folklorista asumieran la preponderancia en la canción popular uruguaya, llevando al segundo de los movimientos llamados "Canto Popular". Mateo nunca fue plenamente integrado por esa corriente, manteniéndose apartado, por lo tanto, del círculo más "prestigioso" de la cultura uruguaya de entonces. Sin embargo, nunca dejó de ejercer una influencia "subterránea" entre músicos. Terminado el período dictatorial, su "ideología musical" ocupaba un buen puesto en la escena montevideana y muchas de sus idiosincrasias ya eran aprovechadas, aquí y allá, como elementos integrados al patrimonio musical uruguayo común, como si fueran "géneros" tradicionales. Fue revalorizado y, ya años antes de su fallecimiento en 1990, era unánimemente reconocido como una figura fundamental de la música nacional.

La obra de Mateo es demasiado variada para ser sintetizada. Mateo incursionó en extremos de sencillez y complejidad, tuvo etapas estrictamente acústicas y otras en las que exploró un sonido "tecno". Nunca tuvo pruritos en fusionar los géneros más diversos, mezclando jazz y rock con candombe y milonga y con influencias árabes, hindúes, africanas, brasileñas, españolas, caribeñas y de la música erudita (es de notar que realizó ese tipo de fusiones ya a finales de los ´60, unos veinte años antes de que se pusiera de moda la World Music). La mayoría de sus creaciones se ubican en el terreno de la canción popular, entre el entretenimiento y la autoexpresión, pero muchas obras suyas de sus últimas etapas (su período "Máquina del Tiempo") reflejan una búsqueda de trascendencia de la dimensión meramente comunicativa, internándose en terrenos de filosofía cósmica que lindan con lo religioso y lo místico.

Guilherme de Alencar Pinto

Guilherme de Alencar Pinto nació en Brasil en 1960 y reside en Montevideo desde 1986. Musicólogo, periodista, arreglador y productor artístico, ha profundizado sobre la vida de Eduardo Mateo. Su libro Razones Locas es, además del mejor trabajo que se ha realizado sobre la vida de Mateo, un documento ineludible para comprender buena parte de lo ocurrido en la música uruguaya en la segunda mitad del siglo 20.

APUNTES SOBRE EDUARDO MATEO

Extractado del libro Razones locas de Guilherme de Alencar Pinto (p. 282-283-284):

En los contactos con las muchas personalidades a quienes recurrí en el curso de esta investigación, mi cuestionario casi siempre incluyó preguntas sobre la importancia de Mateo y su influencia sobre el entrevistado. En esa instancia, el reconocimiento de una gran importancia de Mateo en la música uruguaya fue casi generalizado. Si la persona y la producción de Mateo fueran un libro, sería posible estampar en la contratapa una contundente colección de frasecitas de recomendación. Reconociendo la superficialidad del expediente, no me resisto a un muestreo (creo que no hay nadie tan personalista como para no respetar a unos cuantos de los siguientes opinantes):

DANIEL VIGLIETTI - [...] en el conjunto de su obra me sorprende el original mestizaje de vertientes culturales y, al mismo tiempo, un modo de ser tan musicalmente uruguayo.

HORACIO BUSCAGLIA - Mateo es el tipo que dijo: "Aquí está eso, señores: este es el camino para la música uruguaya".

CARLOS PÍRIZ - Mateo es un puntal básico.

FEDERICO GARCÍA VIGIL - [...] ha producido maravillas. [...] un individuo absolutamente necesario en la historia de la música del Uruguay.

J. A. ZÚÑIGA - [...] un loco genial, [...] Aquel que junto a Dino, los Fattoruso, Rada y pocos más cargara sobre sus espaldas la enorme responsabilidad de dar vida y forma a un sonido, a una expresión musical progresista más auténtica y nuestra. [ZÚÑIGA, 1976]

BUBY PAOLILLO - Mateo no sólo marcó un estilo, sino que impuso, digamos, una síntesis. Lo que él expresaba estaba en lo correcto, estaba todo correcto.

HUGO FONTANA - [...] un genio, un verdadero maestro. [FONTANA, 1990]

RADA - [...] fue el creador de la idea de lo que hoy en día es la música nacional uruguaya.

CHICHITO CABRAL - El tipo era un vanguardista y un adelantado.

LUIS SOSA - Aquellos que tuvimos la suerte o la desgracia de tocar con él te podemos decir que Mateo es el maestro.

URBANO - Mateo fue el tipo que cambió toda la música acá en Montevideo.

ALBERTO MAGNONE - [...] es como decir Charlie Parker para un jazzista.

OSVALDO FATTORUSO - Si se puede ser un poco romántico, Mateo es la luz de la música uruguaya. Es el sol. Tipo así, el gurú. El tipo abre una veta para todos nosotros mamar, no sólo interminable sino muy importante.

VERÓNICA INDART - Me atrevería a decir que todo se reduce a antes y después de Eduardo Mateo.

ESTELA MAGNONE - Lo que te puedo decir es que si Mateo no hubiera existido, la música popular uruguaya hubiera sido diferente. Pienso que de la misma manera, yo que sé, que si no hubieran existido los Beatles la música hubiera sido distinta.

DANIEL MAGNONE - [...] el músico más importante del Uruguay [...] [CABRERA, 1985]

JOSÉ LUIS PÉREZ - Era terrible compositor y tenía un concepto rítmico del carajo.

CARLOS ´PÁJARO´ CANZANI - Mateo es nuestro poeta maldito. Por eso es que es eterno.

JAIME ROOS - Pero en Uruguay todavía no se dieron cuenta de lo que es Mateo. La gran anomalía, no sólo a nivel uruguayo sino a nivel mundial. Es un genio. En Uruguay habría que darle la medalla de honor a Mateo, si hubiera como en Inglaterra la medalla a no sé qué: se la dieron a los Beatles por servicios prestados a la nación. [GANDOLFO, 1991]

JORGE GALEMIRE - [...] si hay un tipo que es coherente, ese es Mateo. [FORLÁN & BALTAR, 1984]

MACUNAÍMA - En general su obra es la obra profunda de un compositor de base, sobre el cual se asienta todo el edificio de la música popular. Sin Mateo la música uruguaya no sería lo que es.

ELBIO RODRÍGUEZ BARILARI - [el] más grande compositor de la música popular urbana y contemporánea de este país. [RODRÍGUEZ BARILARI, 1990b]

JORGE TRASANTE - El tipo que tuvo el mejor sonido acá, y la claridad más grande en la música, fue Mateo. Eso es así, ¿no?

LEO MASLÍAH - El para mí siempre fue una tumba, pero su música es todo lo contrario, si lo hay. [ROCCA, 1993]

FERNANDO CABRERA - A mí modo de ver, Mateo, junto con Eduardo Fabini, Héctor Tosar y Hugo Fattoruso, son quizá los cuatro más grandes músicos que ha dado esta tierra.

LUIS TROCHÓN - Para mí fue uno de los grandes creadores e intérpretes. [...] Una cosa sumamente adelante, ¿no?

MARCELO PEREIRA - [...] y muchos le reconocen una importancia histórica a su aporte, [...]: pero muy poco se percatan de que ese aporte histórico ha sido y sigue siendo una sucesión de presentes - muchas veces mal comprendidos o que demoraron mucho en asimilarse - en los cuales [...] Eduardo Mateo ha permanecido como un llamado de atención sobre las posibilidades de síntesis nuevas en nuestra música. [PEREIRA, 1987]

RAÚL FORLAN LAMARQUE - [...] Eduardo Mateo, el compositor más genial que ha brindado esta tierra [...] [FORLÁN, 1989a]

POPO ROMANO - Creo que la música que están haciendo ahora está, en un porcentaje altísimo, parada sobre los hombros de Mateo.

MARIANA INGOLD - El tipo estaba adelante [...] sus temas de hace 25 años suenan modernos y así seguirán durante muchísimo tiempo más. [IRIGOYEN, 1990]

MAURICIO UBAL - [...] pienso que Eduardo es el traductor más fino y sensible de toda la belleza, la sensualidad, la fuerza interior de nuestra música mestiza. [PEREIRA, 1984]

FERNANDO ´LOBO´ NÚÑEZ - Si no hubiera sido porque aparecieron esos tipos como Rada, como Mateo, no hubiera surgido después un Jaime Roos, una Mariana Ingold o un Schellemberg. Los Fatto no hubieran hecho el gran cambio de Los Shakers a Opa, ¿entendés? Todos los que escuchan a Mateo tienen después algo de él en la manera de tocar.

MARIANO DEL MAZO - Fue un adelantado en el tiempo y el espacio. Una estrella fugaz cuya música, tanto como su vida, marcó a toda una generación de uruguayos. [DEL MAZO, 1993]

JORGE SCHELLEMBER - Creo que sin Mateo, Rada y los Fatto, y sin Jaime, también, más tarde -en lo que tiene que ver con la parte de murga- , como que la música uruguaya estaría dividida en compartimentos mucho más estancos e incomunicados entre sí, ¿no?

ANDRÉS WELS - El noventa por ciento de lo que yo pude aprender de la música uruguaya, me parece que es básicamente lo que le vi hacer a él.

DIEGO EBBELER - El loco tiró una música que la importancia acá es que le abre los ojos a todo el mundo. Guilherme de Alencar Pinto nació en Brasil en 1960 y reside en Montevideo desde 1986. Musicólogo, periodista, arreglador y productor artístico, ha profundizado sobre la vida de Eduardo Mateo. Su libro Razones Locas es, además del mejor trabajo que se ha realizado sobre la vida de Mateo, un documento ineludible para comprender buena parte de lo ocurrido en la música uruguaya en la segunda mitad del siglo 20.

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