SieteNotas

Expreso Butiá presenta su primer disco

16/11/2015

Expreso Butiá presenta su primer disco

La canción A fuerza de andar ha obtenido recientemente el  Premio Nacional de Música en la categoría Murga Vocal.

 

¿Por qué Expreso Butiá? ¿Tiene una explicación?

 

Mauro Crossa: La verdad es que se trata de un proyecto personal y lo más natural es que le hubiera puesto mi nombre. De hecho Expreso Butiá surgió luego de haber grabado el disco. En sí el concepto musical que manejo lleva más a un sonido de banda y el no ponerle mi nombre a la propuesta me coloca en un lugar de menor exposición y así lo prefiero.

 

Hace un tiempo le comenté a un amigo que estaba en la búsqueda y que ningún nombre me convencía y me propuso ponerle Café butiá. Me gustó lo del butiá en cuanto a que le aporta una referencia geográfica a la propuesta. La palmera del butiá es propia del este de Uruguay y sur del Brasil y como yo llevo media vida viviendo en Madrid me gustaba hacer esa especie de guiño geográfico. El problema es que existen otros grupos con la palabra café, como Café Tacuba o Café Quijano, por lo que hablando en broma comentamos qué tal sería pedir un "café expreso de butiá". De ahí que el nombre mutó y aunque seguramente ni siquiera exista un expreso de butiá, en sí la palabra expreso aporta una sensación de velocidad que quería rescatar. La sonoridad de las dos palabras juntas también me gusta por lo tanto así quedó.

 

¿Qué elemento o situación disparó la composición de los temas?

 

Hay canciones que las tenía compuestas desde hace tiempo y otras que se compusieron cuando la decisión de grabar el disco ya estaba tomada. Por lo general no recuerdo las situaciones puntuales que me llevan a componer, pero en especial la canción A fuerza de andar, que en parte fue la desencadenante de todo este proceso la tengo muy clara.

 

El caso es que estando en Montevideo unos amigos músicos me invitaron a comer un asado un domingo que, como era previsible, terminó en guitarreada donde se tocaron varias canciones de autores uruguayos. Curiosamente al día siguiente me puse a jugar con la guitarra y me sorprendí desarrollando una idea que al rato me di cuenta que tenía ritmo de murga. Yo nunca había compuesto una murga y es evidente que algo me quedó resonando de forma inconsciente de esa reunión. El hecho es que ese día lunes compuse la música y al día siguiente la letra. No tengo idea de ninguna otra canción que haya hecho de forma tan concreta ni tan clara en el tiempo.

 

Más adelante la grabé con Gustavo Montemurro en el estudio que tiene con Rada y al tiempo la presenté al Premio Nacional de Música que convoca el Ministerio de Cultura y me terminaron dando el Primer Premio. Así es que se puede decir que ese fue el paso inicial de todo el proceso posterior.

 

¿Qué caminos musicales transita el disco?

 

Los lenguajes en los que me suelo mover van por el lado del pop, del rock y de la canción de autor, dicho en líneas muy generales, pero me gusta investigar y moverme en terrenos que me lleven a sitios que desconozco de antemano. El caso de la canción que antes te mencionaba es un ejemplo de eso. También en el disco hay un candombe que se llama Por verte volver y que también salió de una búsqueda puntual pero que no es un ritmo con el que haya trabajado antes. Pienso que además de lícito es enriquecedor moverse a veces en estilos que uno no frecuenta. Mientras uno logre dejar su impronta en las canciones, el ritmo a través del cual se exprese, en mi opinión, es algo secundario.

 

¿Es un disco para escuchar dónde, en qué momento, con quién?

 

Creo que el disco soporta diferentes tipos de escucha. Se puede oír estando solo, en pareja, en el coche, con auriculares mientras se hace otra actividad, en fin, no lo veo sujeto a un tipo de situación en particular. Las letras quizá tiendan un poco a la introspección, pero eso no lleva como se podría suponer a una actitud melancólica, es más, el sonido es bastante eléctrico en casi todo el disco. En sí creo que se puede oír sin que se le exija un esfuerzo especial al oyente; pero si se hace con una actitud de búsqueda, se pueden encontrar guiños o sutilezas que en una escucha superficial siempre se pierden.

 

¿Cuáles son las tres canciones que más te gustan y por qué?

 

Te podría dar las razones por las que me gusta cada una, por lo tanto decir que hay tres que me gustan más sería ser injusto. Creo que todas tienen un lugar ganado en el disco y aportan cosas que no están en las demás, ya sea en lo musical o en los textos. Por nombrar tres te puedo decir A fuerza de andar, porque me gusta mucho como quedó el arreglo de las voces que hizo Ney Peraza y por cómo quedó grabada en su conjunto. Vuela alto me gusta también mucho y por otro lado te diría Frío.

 

Para mí esta canción es como una declaración de intenciones, resume en sí lo que pienso sobre unas cuantas cosas y me gusta el arreglo y cómo va ganando en intensidad a medida que avanza. Aunque nunca me planteé el orden en que aparecerían las canciones hasta el final del proceso, lo que siempre supe es que ésta sería la que cerraría el disco.

 

¿Se te ocurre alguna anécdota sucedida durante el proceso de grabación?

 

Hay una un poco tragicómica que aún no me explico del todo cómo ocurrió. El hecho es que una vez que teníamos una primera masterización de todo el disco me di cuenta de que había tres versos en Vuela alto en los que me había equivocado con la letra. Había cantado un texto que manejé cuando compuse la canción, es decir, que la rima y el significado encajaban bien con ese pasaje, pero luego los había cambiado por otros que redondeaban mejor la idea, pero se ve que cuando fui al estudio canté los versos antiguos.

 

Lo sorprendente es que luego de eso los escuché muchísimas veces  y nunca me di cuenta de que la letra estaba equivocada. Cuando le dije a Daniel Báez -que fue el técnico de grabación y con quien compartimos muchas horas en el estudio- lo que había pasado y que teníamos que grabar esa estrofa de nuevo me dijo que con esa anécdota tenía para reírse durante todo el día. Sorprende cómo uno puede poner el foco de atención en lo musical y pensar solo en notas, acordes y arreglos y perder totalmente de vista lo que se está diciendo cuando lo tiene delante todo el tiempo. Increíble.

 

¿En el disco participan distintos músicos invitados? ¿Qué cosas fundamentales han aportado directamente a las canciones?

 

Sí, es cierto que intervinieron varios músicos. Como invitados están Eduardo Almada, Pablo Stella y Eduardo García, que son músicos con los que yo tocaba hace muchos años y que quería que estuvieran en el disco y que colaboraron todos en Sigue bailando, la tercera canción del disco.

 

Por otro lado, conté con varios músicos de sesión muy conocidos en Uruguay. En la mitad de las canciones yo empecé grabando la batería, las guitarras acústicas y la voz principal y luego Nacho Mateu grabó el bajo. Una vez que teníamos las bases fui agregando algunas guitarras eléctricas y cuando lo vi necesario fui contactando con músicos para trabajar juntos y grabar arreglos que ellos fueron sugiriendo y que yo no tenía resueltos.

 

El que toca en más temas es Nacho Mateu, que grabó en nueve de las once canciones y la verdad es que hizo un trabajo excelente. Al principio de todo, cuando me decidí a grabar A fuerza de andar pensé en Ney Peraza para dirigir el coro de murga y sin duda contar con su ayuda fue una gran suerte.

 

Por otro lado, me gustó mucho el sonido que Martín Ibarburu le dio a la canción Vuela alto. De hecho, Martín tocó en tres canciones y en este tema yo le había propuesto grabar con escobillas o con algún tipo de baqueta con poca pegada ya que no quería un sonido con mucho ataque para esa canción. Él se apareció en el estudio con unas cañas que pensaba que podían ir bien con el tema y la verdad es que apenas se puso a tocar quedó claro que esa era la sonoridad que necesitábamos.

 

También te podría hablar de las guitarras eléctricas de Santiago Peralta en Frío que me gustan mucho. En fin, puedo decirte sinceramente que quedé muy conforme con los aportes de todos los músicos que participaron.

 

¿Quién se encargó de la producción musical y qué elementos esenciales aportó?

 

En parte se puede deducir de lo que previamente te decía que la producción musical estuvo a mi cargo. Por otro lado en A fuerza de andar y en Por verte volver estuvo también Ney Peraza durante todo el proceso, e hizo aportes importantes que sin duda potenciaron las canciones. En varios temas partimos de maquetas que yo había grabado previamente y que le pasé a los músicos para que tuvieran como referencia. En esos casos por lo general se grabaron mis arreglos, pero en otros se sumaron diferentes aportes. Por eso si se leen los créditos del disco se ve que hay canciones en las que estoy tocando varios instrumentos y se agrega el bajo de Nacho Mateu y poco más, mientras que en otras hay varios músicos más. De hecho en Sigue bailando llegaron a participar ocho. No olvidemos que todos ellos son profesionales muy solventes y versátiles, lo que facilitó mucho las cosas.

 

Por otro lado, debo decir que las ayudas de Santiago Montoro en las primeras grabaciones y edición y de Daniel Báez más adelante fueron muy importantes. Desde que empecé a trabajar con Daniel, él me preguntó si prefería que se limitara a la tarea de técnico o si le daba carta blanca para opinar libremente. Le dije que no se cortara en decir lo que quisiera, lo cual fue muy positivo ya que eso sin duda también fue de gran ayuda en el resultado final.

 

De hecho yo asumí la producción musical, cosa que muchos músicos no hacen y si lo hacen intentan que no sea en un primer disco, por lo que necesitaba de un técnico con experiencia que me secundara y ese apoyo sin duda lo tuve en Daniel. En definitiva, el disco es el resultado de la suma de los aportes de todos los que en él participaron.

 

La última, ¿qué cosas creés que han cambiado en tu música en estos años de trayectoria?

 

Yo me he dedicado profesionalmente a la música durante muchos años, pero siempre enfocado a tocar un repertorio de canciones conocidas y a las que no tenía que aportarles mucho, sino más bien ejecutarlas lo más dignamente posible. Por otro lado. lo que más me atrae es la composición, además de que me gusta mucho el trabajo de arreglista.

 

Como el primer instrumento al que me acerqué fue la batería y luego vinieron los estudios de armonía y demás, durante mucho tiempo tuve una forma de componer muy basada en el arreglo. Hacía una melodía y ya tenía pensado consciente o inconscientemente lo que iba a hacer la batería y a veces hasta el bajo también. Se puede decir que pensaba en el arreglo a la vez que componía. Sin embargo, con el tiempo tiendo a componer de una forma más minimalista. Me gusta que con pocos elementos la canción tenga la suficiente consistencia sin necesidad de arreglos ni florituras.

 

Da mucho placer tener una canción que uno concibió y que hasta grabó con cinco o seis instrumentos y que luego se sostenga bien solo con una guitarra y una voz. No creo que sea  indispensable que eso suceda para que una canción sea buena, pero cuando ocurre la satisfacción es realmente grande.

 

Data

 

Artista: Expreso Butiá

Título: Expreso Butiá

Sello: Independiente

Año: 2015

Arte: Mauro Crossa y Fernando Pajares

Grabación: estudio Las Manzanas, Aceituna Brava y dBEstudio.

Producción: Mauro Crossa

 

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"...a mí no me gusta hacer esperar a la gente, por eso hablo rápido, por eso las canciones son cortas. No quiero que nadie me espere, a no ser que esa persona esté disfrutando mucho de estar conmigo. Es el tipo de intercambio de comunicación".
Max Capote, 31/3/2007
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