Mauricio Ubal, Una vida reflejada en canciones
31/3/2007
Por primera vez, uno de los cantautores más destacados dentro de la música popular uruguaya hace su propio “Rezumo” de su extensa carrera musical solista.
Mauricio Ubal pone a la vista parte de su carrera, pasando en el disco por diferentes épocas, con nuevas versiones de temas del legendario grupo “Rumbo” (que integró junto a Laura Canoura, Gonzalo Moreira, Carlos Vicente, Miguel López y Gustavo Ripa) y parte de su repertorio solista. El disco refleja sensaciones, épocas, lugares, momentos, sentimientos, una historia hecha canción.
Mauricio Ubal presenta “Rezumo” (Antología), disco editado por el sello Ayuí dentro de la “Serie del tiempo de cantar”.
¿Por qué “Rezumo” con “z”?
Podría haber sido con “s” también, pero la idea viene por el lado del “rezumo”, eso que queda en el fondo del vaso, la borra del vaso, eso que queda, esa es la idea. Y también viene ligado a la idea de resumo.
¿Te costó mucho trabajo elegir el repertorio?
Sí, quedaron muchos temas afuera, pero no caben todos.
Hay versiones que están dentro del disco que no se editaron nunca y acá aparecen por primera vez ¿verdad?
Hay versiones como “Al fondo de la red” que no está en ningún lado, había salido con la revista Posdata pero se había agotado. Tiene novedades: el arranque, una versión en vivo de “Zumbae”, etc.
Hay un tema en el disco que hasta llegó a tocar Mateo.
Sí, en “El olor del café”. Lo grabé a mitad del ´89. Tiene ese “tumbao” que es muy de él. Yo quería tener ese sonido en ese momento y para mi fue emocionante. Lo fui a buscar a la pensión donde estaba viviendo, se vino con sus tamborcitos y enseguida enganchó con el tema y le gustó.
Tu historia está en las canciones. “Al fondo de la red”, el primer tema, es una de las canciones que le ha pegado a la gente y canción que define al fútbol uruguayo; es repertorio de Rumbo ¿no?
Sí, es una canción del ´83. En esa época no se hacían canciones en fútbol. En esos años la gente no entendía mucho a lo que me estaba refiriendo, pero era una canción dedicada a la belleza del fútbol; no había nada escondido, era una época que a cada letra le mirabas el otro lado, el negativo de la foto. Hoy en día hay una polución del tema futbolero, ya no es ninguna novedad vincular al fútbol con la estética. En ese momento no era sencillo vincularlo. Esta canción cierra un período: Rumbo se disuelve y yo empiezo a hacer esta canción y el tema vive solo unos cuatro años. Cuando retomo la carrera solista, por el ´89, me identifico mucho con esta misma canción. Al no referirse a ningún jugador ni camiseta permite que aquí, en Argentina o Chile, la gente se sienta identificada con la canción. Muchas veces me preguntaron a quién va dedicada y yo prefiero responder: a la belleza del fútbol.
Canción a Montevideo, segundo track de este disco, nació de un concurso de la Intendencia ¿verdad?
Sí. Yo entregué el tema y me olvidé. Después salió y se convirtió en la canción que identifica mi labor como solista; un poco jugó como sello.
Voy a nombrar a todos los que participan de esta canción: Fernando Cabrera, Darnauchans, Lágrima Ríos, Norma Galfetti, Mariana Ingold, Hugo Fattoruso, Carlos Da Silveira, Andrés Recagno, Jorge Malvarez, Fernando “Lobo” Núñez , Foqué Gómez, Gustavo Jiménez, Washington Martirena, Pablo Silva, Edú Lombardo, Mario Carrero, Eduardo Larbanois, Fernando Ulivi, Esteban Klísich, Marcel Keoroglián, Alejandro Balbis, Gabriela Gómez, Pilar García, Lidia Cipas, Pancho Rey, Guillermo Lamolle, Coco Paiva, Darío Reinosa. ¿Cómo fue cuando escuchaste este tema terminado?
Fue complejo de armar. Cuando hay batería y tambores a veces hay que pelear para que no se corra uno con el otro. Me acuerdo que estaba grabando el disco “Colibrí” y de repente sale esto, que ganamos el concurso, y pusimos el tema abriendo el disco “Colibrí”.
Hubo un año en el que te sacaste el gusto de salir en una murga ¿verdad?
Sí. En el ´83 con Diablos Verdes. El primero y último porque te rompe la garganta para los que cantamos en escenarios y cosas chiquitas. Es bravo subirse al escenario y cantar en la misma cuerda de gente que tiene una bocina en la garganta.
¿Cómo surge la versión “Lugar de mí”, cuarto track del disco, a dúo con Fernando Cabrera?
Surge como una promoción para un espectáculo que hicimos con Cabrera, que se llamó “Noviembre”, y precisábamos hacer algo medio rápido para pasar en la radio previo al show. Y grabamos esto. Lo volví a escuchar después de un tiempo, me pareció que estaba bueno… tiene esa cuestión entre lo coloquial, hecho sin demasiado ensayo pero con mucha introspección.
¿Cuantos años tiene esa letra?
Es del año ´82. Yo estaba amorosamente inspirado en esa época.
Ese fue un período tuyo de autor bárbaro ¿no?
Gracias a dios, sí. Es lo que pasa cuando uno se enamora. Cuando le mueven el piso, a veces se transforma todo en canciones.
Vayamos al séptimo tema “La verdad que si”, otro tema murguero.
Sí. Esta culpa la tiene Trochón, que me hizo hacer un tema para terminar un espectáculo en el Estadio Centenario. Hicimos varias versiones y quedó. Es un tema que para mi es infaltable en los espectáculos en vivo, es un tema muy para arriba que te exige cantarlo con mucha energía; me sirve mucho como contestación con el público.
Zumbae también es un repertorio de Rumbo ¿verdad?
Sí, pero esta versión es diferente. Hay un trabajo muy lindo solista del Popo, hace un solo en el contrabajo. Es una versión que hicimos en Puerto Luna, un teatro que ya no existe más, y tiene un calor bastante particular y un desarrollo distinto a la canción que se hizo en “El clavel del aire”.
El último tema es “A Redoblar” que está cantada y tocada con un criterio diferente a la versión original de Rumbo, suena más moderna.
Sí. La versión de Rumbo es la que generó todo lo que generó en esa época. Esta es una versión reciente, en vivo, y es un poco más reflexiva.
Debe ser muy fuerte lo de “A Redoblar”, una canción que fue un himno de la restauración democrática en el Uruguay. Hasta comités de base del Frente Amplio llevan ese nombre, pasó a ser una frase que la dicen políticos, aparece en carteles del 1º de mayo…
Sí, sin duda es muy lindo. Y sí, rebota en cosas insólitas. A veces la ves en titulares de diarios o aparece en el lenguaje futbolero; para un autor es maravilloso que te pase eso.
Sos el presidente de la Cámara del disco, no debe ser fácil en estos tiempos donde Internet se pone al frente.
Siempre fui un tipo que me gustó pelear y participar por las cosas a nivel gremial, fui presidente del gremio de músicos en la época de la salida de la dictadura. Hoy en día nos ha tocado pelear en un momento complicado para el disco físico, antes era el vinilo luego el CD. La gente que hoy tiene cinco u ocho años se va a criar en un ambiente que el objeto de disco no tiene ni cerca la importancia que tiene para nosotros. Yo me acuerdo de ir con mi madre y con mi hermano a la Tristan Narvaja y volver con el disco de vinilo nuevo o de segunda mano abajo del brazo; son discos que te acompañan toda la vida. Hoy en día la perdurabilidad se ha ido un poco deteriorando, el disco perdió estatus. Pero en Uruguay creo que tenemos unos años más por delante y mientras, vamos viendo qué sucede en el resto del mundo. En Argentina el tema de las bajadas legales no ha tenido éxito aún.
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