Ensamble Jazz Gitano, el niño mimado

5/5/2006

“Este grupo es como el niño mimado de todos nosotros… no es el que nos reditúa más económicamente pero es el que nos da más satisfacciones…”.

En nuestro país, el jazz es un género poco difundido. Sin embargo, existe un grupo de músicos que todavía sigue apostando a que este estilo no muera.

“El Ensamble Jazz Gitano” tiene historia, fue creado en 1989 y, entre otras cosas, homenajea y reivindica a dos músicos de indiscutible trayectoria, no sólo para su generación sino para los posteriores músicos de jazz: el guitarrista Django Reinhart y el violinista Stephane Grappelli.

Hoy son cuatro los artistas que integran el “Ensamble”, que reflejan amor por lo que hacen y que, además de haber participado en más de dieciséis festivales internacionales, han sido premiados con el “Har de Oro 2005”; ellos son: Ángel Varela Rey (guitarra solista y dirección), Edison Mouriño (violín electrónico), Carlos Gómez (guitarra rítmica) y Charlie Cardozo (contrabajo).

¿De dónde se conocen?

Ángel:
Como tocamos también otro tipo de música nos hemos conocido en distintos lugares…

¿Desde hace cuanto tiempo están los cuatro juntos?

Ángel:
El “Ensamble Jazz Gitano” no lo comenzamos nosotros cuatro, nació en 1989. Yo soy el único que queda de esa época. Los músicos del “Ensamble” han ido cambiando pero ahora desde hace cuatro, cinco años, logramos la formación ideal.

¿Por qué crees que recién ahora lograste “la formación ideal”?

Ángel:
Porque los tres aprendieron la estética del estilo, han estudiado mucho, escuchan grabaciones de los gitanos actuales y antiguos… Todo esto es un camino de superación y conocimiento. Tienen amor por lo que están haciendo… (explica convencido).

¿En qué se basa la estética del estilo jazz gitano?

Ángel:
Lo que tratamos de hacer es recrear el estilo del “Hot Club de Francia”, que es un estilo de los gitanos franceses. A partir de la década del ´30 se empezó a desarrollar, sobretodo con el liderazgo del guitarrista Django Reinhart y el violinista Stephane Grappelli.

Entonces el “Hot Club de Francia” los influyó muchísimo…

Ángel:
Sí, el “Club de Francia” era un quinteto en el que junto a Django Reinhart y a Stephane Grappelli, que no era gitano, hicieron una formación musical muy original: en vez de usar percusiones, utilizaron la guitarra haciendo la percusión; en lugar de trompeta y saxo, lo hacían con cuerda, que es el instrumento más gitano.

¿De qué forma hoy ustedes recrean este estilo?

Ángel:
Podés ser un creador, un imitador o un recreador. El recreador no imita, aprende un estilo y se enamora de él. Compone o toca de esa manera y eso hace que se perpetúe, si no, la gente se olvida. Esto es lo que hacemos nosotros con el “Ensamble”.

¿Por esto le pusieron “Ensamble”?

Ángel:
Porque es un grupo que se junta, nació con el nombre de “Ensamble de jazz francés”, pero después, para ser más amplios, le pusimos “jazz gitano”. De esta manera la gente lo puede identificar más fácilmente. Es el jazz de los gitanos franceses, el jazz swing.

¿Qué es el swing?

Ángel:
Como en toda música, hay una evolución. Django Reinhart fue considerado un ícono porque fue un líder, un gran compositor, guitarrista, amigo y patriota. Vivió siempre en plan nómada, como buen gitano. Una vez tuvo un accidente doméstico que le dejó la mano izquierda con sólo dos dedos, pero no dejó de tocar. Se inventó una manera de hacer las cejillas con esos dos dedos y siguió tocando de forma excepcional. Las nuevas generaciones, sus descendientes, si bien evolucionaron, mantienen esa raíz siempre por la forma de tocar: fogosa, apasionada, pero también impresionista. No es un swing frívolo. Tiene mucha profundidad.

“…SE NECESITA UN CORAZÓN MUY GRANDE Y HABER VIVIDO”

¿Qué consideran que es lo más trascendente de este estilo?

Carlos:
La improvisación… (explica sin titubear).

Ángel: Este tipo de música hay que tocarla bien o no tocarla, no hay temas intrascendentes. Tiene mucha dinámica, necesita energía física, fortaleza. Para las baladas se necesita un corazón muy grande y haber vivido. Es un producto muy legítimo, muy puro.

¿Cómo definen el lenguaje musical?

Ángel:
La cultura gitana es nómada y tiene una constante que es el sufrimiento. El gitano ha sido marginado, perseguido, no tiene un puesto en Naciones Unidas. Por tanto, la forma de hacerse oír es a través del arte, de la música, del baile. Es un lenguaje refinado porque ha pasado una depuración de siglos, lo que va quedando siempre es lo mejor…

“ESTE ES UN ESTILO CON FUERZA Y SE SIENTE AUNQUE NO SE CONOZCA”

¿Qué buscan transmitir con su música?

Edison:
Alegría, paz…

Ángel: No me gusta la música frívola, decir cosas sin ningún significado. Busco cierta profundidad. Yo soy admirador de la cultura gitana, oriental, árabe y pienso que el mundo debería reconocer más los valores de donde surgió la civilización.

¿Cuál dirían qué es entonces el mensaje?

Edison:
Es una música instrumental que el oyente no está acostumbrado a oír. Cada uno lo traduce o interpreta a su manera. Depende de la sensibilidad de cada uno, ahí está el mensaje. Yo tengo que decir lo que quiero a través del violín.

Carlos: Como decía Mc Luhan: “El medio es el mensaje”, y yo pienso que la propia estética del estilo es el mensaje, el sentimiento del estilo. Cada uno decodifica como quiere de acuerdo a sus conocimientos.

¿El jazz es cosa de entendidos?

Ángel:
Necesitás cierta cultura musical que te ayuda porque te da lenguajes…

Carlos: La percepción va en cada uno y depende de las experiencias musicales vividas, pero dentro de jazz en general, el jazz gitano es un estilo refinado y especial que contagia a la gente. Tiene fuerza y se siente aunque no se conozca.

¿Quién es su público?

Carlos:
No creo que haya un público específico. Hay gente que conoce esta música originalmente y la disfruta por recreación. En Europa se conoce perfectamente. Los adultos la escuchan porque nos conocen, la gente joven se deslumbra por la velocidad del estilo.

¿A través de qué cosas ustedes se deslumbran?

Ángel:
Lo que tiene de maravilloso el jazz, es que el elemento del jazz se utiliza en otras músicas. El jazz te habilita para la improvisación, la creatividad, te enriquece armónicamente, rítmicamente. Pero una cosa es tocar temas de jazz y otra es hacer jazz. El jazz es un género musical que genera distintos lenguajes jazzísticos. Hoy está en boga la fusión: lograr un lenguaje nuevo tomando elementos de otros lenguajes. La música de jazz, en general, pasó por distintas etapas: cada diez o veinte años fue cambiando, de ser una música marginada, de prostíbulo, pasó a ser una música de baile…

“CUANDO NOS APLAUDEN, APLAUDEN A DJANGO Y A GRAPPELLI”

¿Qué significado tiene hoy para ustedes el “Ensamble”?

Ángel:
Cada uno tiene actividades musicales aparte. Este grupo es como el niño mimado de todos nosotros… no es el que nos reditúa más económicamente pero es el que nos da más satisfacciones.

Edison: Fue un desafío, desde que empezamos hasta ahora. Actualmente estamos trabajando en un proyecto en el cual incorporamos dos temas (“Los violines de Becho” y un homenaje a “Fosforito”) y seguimos con el swing del jazz gitano que necesita mucho estudio: escuchar músicos que han pasado por este estilo y tratar de adaptarlo a nuestras posibilidades técnicas.

Carlos: Para mí, aprender el estilo, lo que es el jazz gitano, ha sido una experiencia musical muy intensa y muy distinta a otros estilos que venía haciendo. Creo que es un motivo de alegría y energía cuando uno toca. El estilo se realza cuando el público siente que los músicos realmente están entregados a la música, que no están solamente tocando la partitura formalmente.

¿Esto mismo experimentaron en “Don Trigo Matriz”?

Edison:
Durante cuatro jueves tocamos allí y la gente se acercó muy favorablemente. Lo disfrutamos mucho, hablamos con personas de todas las edades. Fue como un taller, un ensayo abierto. La idea era difundir lo que hacemos.

Entonces, ¿se puede decir que existe una movida de jazz en nuestro país?

Ángel:
En Uruguay hay pocos habitantes, somos un país muy pequeño. Si bien existen clubes de jazz, hoy es difícil hacerles conocer el estilo… antes se escuchaba mucho más…

¿Creen que los medios de comunicación son, en parte, los responsables de este desconocimiento?

Edison:
(Se ríe) Son medios escasos… estamos acostumbrados a que la gente consuma lo que le muestran. Hay poca difusión de otros estilos musicales.

Carlos: Sería sano para el público y para los músicos. Es una riqueza que no está difundida suficientemente. Al final, la gente ve lo que le ofrecen, la diversidad sería lo mejor…

Ángel: El jazz precisa músicos, público y críticos… antes habían muchos más críticos…

La crítica internacional los considera uno de los mejores en América por su estilo, ¿ustedes qué opinan?

Ángel:
Hay dos razones: una es que nos esmeramos y otra es que cada vez quedan menos (se ríe)… Algunos han cambiado el estilo, se ha ido perdiendo el sentido, no hacen la versión legítima. Nosotros somos solicitados en los festivales porque nuestro mérito es que cuando nos escuchan, escuchan a Django. Cuando nos aplauden, aplauden a Django y a Grappelli, le hacemos humildemente un homenaje a ellos.

¿Qué significó el “HAR DE ORO 2005” para el grupo?

Edison:
Algo muy positivo… fue el cierre de un año muy bueno… El 2005 fue excelente internacionalmente, tuvimos, entre otras cosas, el honor de ser convocados a Brasil a un gran festival a nivel internacional con teatros colmados… (cuenta con orgullo).

¿Piensan editar un disco este año?

Edison:
Estamos armando un disco para ver a qué sello discográfico le interesa. El beneficio va a ser de todos…

Antes de finalizar la entrevista, ¿cuál es su último deseo?

Que la gente conozca este estilo y que el “Ensamble” no muera…

Antes de despedirme -de la casa de Ángel Varela Rey: un lugar plagado de discos, un cuadro de Django, varios instrumentos traídos de distintos países- tocaron tres temas. Lo sorprendente fue ver como todos, al unísono, movían el mismo pie y mientras improvisaban se hablaban y se contestaban a través del jazz…

Federica Inthamoussu Riet

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