Pablo Pereiro, En el momento justo
17/2/2000
Pablo Pereiro, director de A Contramano, elegido Mejor Director en categoría Murgas 1999.
- ¿Qué se siente salir elegido mejor director del Carnaval?
- Eh... bueno es una cosa, es como una especie de reconocimiento al laburo de uno, pero bueno, es algo que uno lo tiene que tomar con mucha precaución digamos, más en mi caso que no tengo muchísima experiencia en el tema, o sea que estoy compitiendo "entre comillas" por un puesto con gente que tiene una trayectoria brutal y que ha sido para mi un espejo en todo esto y de los cuales he aprendido mucho. En mi caso me encuentro con esto un poco... como para ponerme contento y motivarme más allá de que no salga este año siguiente, pero en realidad si que es una motivación brutal. Y bueno, después es alegría nada más.
- ¿Qué función cumple el director de Murga?
- El director... yo creo que también depende mucho de qué director, porque hay un montón como de funciones yo diría más bien psicológicas de alguna manera que podés influir o no. Técnicamente el director escénico lo que hace es: marca las entradas, los cortes, los tonos y va un poco guiando al resto de sus compañeros durante la actuación a modo de ayuda memoria, porque supuestamente está ensayado, y es un indicador único para un montón de gente que si tuviera que tomar decisiones cada uno por su lado probablemente no fueran tan exactas. Y bueno, después hay otro montón de cosas que inciden y que dependen de cada uno, de el hecho de la energía que vos le puedas tirar al grupo y que el grupo te tire a vos ¿no?, se arma una especie de... de remolino de energía muy fuerte y creo que de las cosas más lindas que yo viví dirigiendo murgas es eso ¿no?, lo que sentís que el grupo te genera y que vos estás siendo un poco intermediario entre el público y toda esa fuerza que sale de un coro de diecisiete tipos ¿no?.
- ¿Qué es lo que más te gusta del Carnaval?
- ... Creo que lo que más me gusta del Carnaval es la magia que existe en el folklore del vínculo entre la gente, tus compañeros... de las relaciones que se generan, de las charlas... Pero también me gusta muchísimo la murga, me encanta la murga como género musical, la disfruto muchísimo haciéndola y cantándola, me gustaría hacerlo en otros ámbitos que de hecho estoy haciendo algunas otras cosas, por no salir en Carnaval no significa que no haga nada a nivel de murga, pero como que disfruto mucho de eso: del género murga, el bombo, el platillo, el redoblante... y eso debe ser junto con toda la parte de afectos lo que más me gusta del Carnaval.
- ¿Por qué no salís este año?
- Bueno, es una pregunta muy sencilla de contestar y muy difícil también. Pero creo que en síntesis, yo... hace ya siete años que salía ininterrumpidamente en Carnaval, no dirigiendo por supuesto, primero toqué la batería durante tres y dirigí durante cuatro, los últimos cuatro. Y habían quedado un montón de cosas para atrás de mi vida personal en pos de salir. Yo sabía que en algún momento iba a tener que hacer alguna pausa, digamos, para levantar un poco la cabeza, como en el fútbol ¿no?, y mirar el resto de la cancha. Y bueno, creo que se dio ahora un poco porque el tiempo o las cosas estaban para que se diera, y tal vez porque de última no me voy del todo... mal, digamos. Me voy con ganas de volver, que yo siempre pensé que si me iba después de una gran derrota tal vez corría el riesgo de no querer volver nunca más, y eso me haría cuestionarme un montón de años de mi vida. El hecho de haberme ido tal vez en mi mejor año desde todo punto de vista, en lo personal y por el grupo también en el que yo salía, hace que bueno, uno tenga ganas de volver o vea las cosas con... como que se puede digamos. Eso es motivante.
- A veces me da la impresión de que el público uruguayo es un tanto frío y poco participativo en el Carnaval. La gente como que participa de lejos, muy de lejos en algunos casos. ¿Cómo se siente eso desde arriba del escenario?
- Mirá, yo creo que más allá del público uruguayo o el público no uruguayo, que puede tener su más o menos fogosidad como espectador, yo creo que todo depende de lo que vos tires de arriba del escenario. Yo creo que la gente por no mostrarse digamos sumamente fervorosa ante una actuación no significa que no le haya gustado. O que no lo disfrutó, si no que tal vez vos le dejaste eso ¿no?, ese estado de clima es lo que vos le dejaste. Yo he visto murgas que hacen un montón de agites, digo, si alguna vez fuiste al Carnaval creo que un caso bastante gráfico es la BCG, y la BCG demuestra que el público uruguayo o no es tan frío o no es tan uruguayo, vaya uno a saber. Pero yo creo que está por ahí, creo que la murga también a veces peca un poco de exceso de solemnidad, y eso hace que el público lo reciba como lo reciba y no significa que no le guste. Un poco es eso.
Lo que pasa es que vos como público ves un espectáculo y la participación que podés tener es la que te permite que tengas. Si vos vas a ver un conjunto que está haciendo, para poner el caso de una murga, un cuplé de crítica social muy fuerte, vos lo único que podés hacer como público es mirarlos y aplaudirlos. En el caso de la BCG que baja con colchones como el año pasado, y te tiraba arriba de un colchón y te sacaba la ropa, vos sí podés participar activamente ¿entendés?, pero uno participa en la medida que puede.
- Última: ¿volvés para el 2001?
- Es una buena pregunta. Te podés imaginar que yo por ahora estoy tratando de sobrevivir el 2000... que ya se hace bastante complicado más allá de que la decisión fue tomada a conciencia y que yo sabía que me la tenía que bancar como un señor, son decisiones difíciles y bueno, iba a costarme. Pero estoy un poco en eso, estoy tratando de hallarme de este lado de la cancha y tratar de disfrutar el Carnaval de otra manera.
Juan Castel