Sankuokaï, las cosas para donde tengan que ir
5/5/2006
Dream-team, Globetrotters… se los ha calificado con adjetivos hilarantes. Es que a esta altura han hecho méritos más que suficientes para ser apodados de esa manera. Porque no se destacan sólo por el virtuosismo como instrumentistas, que queda evidenciado de inmediato, sino porque están tomando un sonido ya propio, distanciándose, en el buen sentido, de sus maestros.
Candombe y murga, jazz, funk y fusión. Sankuokaï combina todo esto en un armonioso formato-canción lleno de matices bien diferenciados.
Formado por Martín, Andrés y Nicolás Ibarburu (en batería, bajo y guitarra), Walter Nego Haedo en percusión, Gustavo Montemurro en teclados y acordeón, y Nicolás Sarser en voz; Sankuokaï se toma libertades para improvisar, deleitarse, gozar, y, sobretodo, no encasillarse.
A continuación, una entrevista realizada a Gustavo, Martín y Andrés.
Si bien han compartido otros proyectos, ¿hace cuánto están juntándose, cómo arranca esto?
Andrés- Nos empezamos a juntar en el 2001, que fue cuando yo empecé a tocar con Jaime; ellos ya tocaban con él desde el ’94. Cuando vimos que más o menos podíamos coincidir las fechas de los laburos que teníamos, empezamos a tocar y a hacer temas. Hicimos alguna grabación casera, y a partir del año pasado incorporamos a Nicolás Sarser, que canta la mayoría de los temas y toca la viola electroacústica. Igualmente, hay temas que canta Montemurro, alguno que canta Nicolás (Ibarburu)…
Algunos de ustedes ya se venían juntando desde “Pepe González”.
Martín- Claro, empezó bastante antes, y fue hasta el 2001.
Gustavo- Es una banda que nunca se disolvió, pero que ta… dejamos de tocar naturalmente. Ya había cumplido su ciclo; nunca dijimos: “vamos a disolverla”, se disolvió sola. Tocamos alguna vez más, pero más bien aislada.
¿Y en el 2001 ya habían tenido toques o todavía era “casera” la cosa?
M- Sí, hicimos un toque en la Zitarrosa y estuvimos tocando en boliches también. Después hubo mucho trabajo con Jaime, así que hubo un parate. Luego retomamos, ya con la incorporación de Nicolás Sarser, y empezamos a grabar el disco.
Siempre tocando composiciones propias… ¿Nunca algún cover de Cabrera por ejemplo, como hacen en “La Celeste”?
G- Sí, siempre temas nuestros. Hemos hecho un cover de “Opa”.
A- Y en la Zitarrosa hicimos un tema de Jorginho (Gularte).
G- Si tocamos algún tema puntual, es para hacer un homenaje.
A- La idea de la banda es tocar los temas nuestros, y en general estamos tirados… no sé por qué, más al lado de las canciones. Así que si lo compararás con Pepe González, vendría a ser al revés: aquello era casi todo instrumental y ahora cantamos casi todos los temas.
¿Quiénes son los que componen generalmente?
G- Hay canciones de todos los integrantes. La mayoría son de Nicolás Ibarburu, hay un tema de Andrés, uno del Nego, un par de canciones mías, un par de Sarser… también hay un tema con una letra de Fernando Cabrera…
¿Y el proceso cómo fue? ¿Uno traía la canción y la arreglaban todos, o se sentaban a componer?
G- No. Sólo en un caso nos sentamos a componer un tema yo y el Nico, que se llama “Final”. Yo tenía una parte, vino el Nico y lo terminamos juntos. Después, el resto de las canciones se presentaban en el ensayo y entre todos empezábamos a tocarlo para ver hacia dónde iba.
Siempre partiendo de la base de los “sonidos montevideanos” para fusionarlos con el funk u otros géneros.
M- Sí, siempre tuvimos la idea que la cosa no sea muy premeditada, que vaya para donde tenga que ir. El resultado final del disco es bastante variado, tratamos de no acotarlo. Nosotros tenemos experiencia de tocar bastante tipo de música, y como crecimos con esos sonidos montevideanos a los que hacés referencia, nos pareció bien que se viera reflejado en el disco.
Ustedes siempre estuvieron ligados por el lado del candombe y la murga, por todo lo que hicieron con Jaime y compañía, pero hace seis o siete años han empezado a incursionar con el jazz y el funk ¿o ya lo hacían de antes?
G- Sí, de hecho cuando tocábamos en Pepe González, que es anterior a Jaime, era más bien “funkero” el estilo. En Sankuokai, los temas van naturalmente para ahí: para el candombe, la murga, se “folcloriza” inevitablemente. La fusión se da porque también escuchamos otra música, y eso influye consciente o inconscientemente en lo que hacemos.
A- Hay algunas que son influencias para todos, las uruguayas: Jaime, Rada, Mateo, y toda la barra.
Y la fusión del jazz, ¿cómo aparece?
M- De repente tímbricamente no se ve mucho el exponente jazzero, pero sí en la parte de improvisar y tener libertad.
Algunas de sus influencias han participado en el disco, como es el caso de Urbano Moraes, que también es compañero de ustedes en La Celeste. ¿Les dieron libertad o les dijeron cuáles eran los arreglos que tenían que hacer?
G- Les dimos libertad. Nosotros tenemos la suerte que, además de influencias, son amigos.
¿Y libertad de elección del tema o armaron los arreglos para cada invitado?
G- Mirá, en el caso de Urbano pasó por acá un día, estábamos dándole a “Su venir” y se metió a cantar. Nunca pensamos: “acá tiene que cantar Urbano”…
M- Con Ana Toledo pasó que el tema pedía una voz femenina.
G- El caso de Los Mareados era una invitación puntual para que vengan a cantar en “Miércoles de ceniza” y “Murgas”.
Cuando salgan a tocar en vivo, ¿qué van a hacer con los invitados que participaron en el disco?
M- La idea es que en la presentación en Sala Zitarrosa estén la mayor cantidad de invitados posible.
G- Ana viene desde Bs. As. para cantar, a Los Mareados los vamos a invitar...
M- Pero en general, cuando tocamos por ahí, tocamos sólo con el sexteto.
Hay dos invitadas que me llamaron la atención: ¿Susana y Maitena Ibarburu?
(Risas)
M- Susana es nuestra tía.
A- Hasta donde yo sé, ésta es la primera vez que se hace algo así, profesional, fuera de un asado o una fiesta. Creo que cantaba en un coro, ¿no?
M- Sí, está cantando por ahí, pero ésta es la primera vez que hacemos algo con ella. Después, Maitena Ibarburu es mi hija, que está como invitada porque ella tiene un celular de juguete y pusimos la musiquita… (Risas)
A la hora de grabar el disco, ¿lo produjeron entre todos o llamaron a un productor?, porque algunos de ustedes ya han tenido experiencia en la producción artística…
G- Lo produjimos nosotros. Fue todo un tema, a veces pensamos que pudo ser contraproducente.
M- Son muchas cabezas y por momentos sentimos la falta de un productor que guíe, pero también tiene su lado bueno.
A- Sí, capaz que hubiera sido más prolijo si hubiera habido uno. Pero lo que está bueno es que salió más rico, porque vos ves que por momentos agarra más para el lado de uno, y a veces para el lado de otro.
¿Hubo roces en lo momentos que había que ponerse de acuerdo?
(Risas)
A- Tuvimos algún par de discusiones.
M- Incluso en la elección de temas, porque ésto arrancó en el 2001 y nosotros empezamos a armar el disco en el 2005. Había cuatro años de canciones, como treinta o cuarenta, y tuvimos que elegir catorce… es bravo.
¿En cuanto a las letras hay algún eje temático en el disco?
G- No, no lo hay. No hay un compositor que siga un hilo compositivo determinado, todo el mundo presentó canciones, de distintas épocas.
Como canciones cuentan más bien historias, no hay análisis o crítica la sociedad.
G- No hay crítica, son historias.
A- Son como más “colgadas”, no son tan prosaicas en ese sentido. Es una cosa más lírica.
No hay una filosofía que esté latente en todas. Cualquier coincidencia puede ser pura casualidad.
A- Sí, yo creo que sí. En ningún momento pensamos “Somos una banda que tiene ésta personalidad y va para éste lado…”, sino que se juntan todas las cosas y sale algo.
Ahora cuéntenme de la Zitarrosa, ¿cuándo va a ser, va a ser acústico o eléctrico?
(Entradas para el espectáculo: $100 anticipadas, $120 en la Sala.)
M- Me parece que eléctrico, el 13 de mayo.
G- Y están a la venta en… no todas las disquerías. (Risas)
A- En las disquerías más importantes. (Risas)
Van a tocar éstos catorce temas y alguna otra cosa…
M- Sí, algunos temas más.
G- Capaz que no tocamos todos. Hay temas que son para disco y hay temas que son para vivo. La gran mayoría van a estar.
A- A mí me parece que hay temas que con la versión que está en el disco ya está, ¿entendés? Tiene que ser esa versión y así tiene que sonar. Como que en realidad no le aporta mucho el hecho de verlo en vivo.
¿Siempre eléctrico o han probado formato acústico?
A- Tuvimos una sola experiencia de hacerlo acústico y en realidad preferimos mantener un sonido más “power”. Aparte, es más fiel al disco.
Bueno, ¿algo más que quieran decir del disco? Algún mensaje a los que vayan a comprarlo: ¿con qué se van a encontrar?
A- A mí me parece que lo mejor que tiene este disco es que tiene muchas cosas. Es difícil que no encuentres algo que te guste. Tantas sonoridades diferentes, temas hechos por distintas personas, distintas letras, con instrumentos de todo tipo. Es muy rico, tiene muchas cosas y es casi seguro que algo les va a gustar.
M- Yo creo que además es más bien fresco. Hubo una etapa en la que se laburó mucho pero fue para sacarlo adelante. Siempre se trató que haya libertad y espontaneidad, y que vayan las cosas para donde tengan que ir.
Rodrigo Ribeiro