Maite Rodríguez presenta En el Movimiento
8/10/2015
“Creo que escuchar estas canciones con la atención en las letras, en un espacio íntimo donde uno se pueda permitir emocionarse y transportarse sería lo ideal”.
¿Por qué En el Movimiento? ¿Tiene una explicación?
El disco toma el nombre de la canción En el movimiento, este es un concepto que me describe, no es solo estar en movimiento como algo circunstancial, sino en el movimiento casi como una filosofía de vida, como dice la letra: “en el movimiento encuentro calma”.
También refiere al proceso que dio lugar a este disco, una búsqueda de varios años en los que estuve escuchando, cantando, absorbiendo todo lo posible de distintos estilos y acercamientos musicales y en ese desplazamiento voraz por distintos mundos de la música devinieron las catorce canciones que integran el disco.
Curiosamente, en los últimos años me he estado acercando a la danza, al movimiento y a la integración del cuerpo en la música; fue algo que se dio casi sin buscarlo pero ahora bailar se siente tan natural y vital como cantar.
¿Qué elemento o situación disparó la composición de los temas de este disco debut?
Diría que la vida misma, situaciones cotidianas a partir del día a día. El disco no tiene una temática común, algunas canciones refieren a la distancia y al hecho de que en los años que compuse estas canciones viajé mucho y fui dejando afectos regados por el mundo y esas añoranzas despertaron varias veces letras y melodías.
En el proceso de componer observé que no había temas desgarradores en mi vida y, sin embargo, si me sentaba a escribir, buscando el sentir profundo, dejando la mente en blanco y que hablara el lápiz por sí solo, ahí siempre surgía algo, algo simple, cotidiano pero muy sincero. Puedo sí afirmar que cada canción fue disparada por una emoción real, fuerte, por un estado concreto que me afectaba y que necesitaba volcarlo en una canción para que esta fuera un mantra liberador, una catarsis. Eso es lo que me fascina de la música, cuando encontrás la canción que te permite atravesar lo que estás sintiendo y que en la vibración se manifiesten las emociones…
¿Qué caminos musicales transita el disco teniendo en cuenta tu formación?
Son todas canciones en un estilo de pop personal… pero cada una perfila para lugares distintos, porque en mí misma habitan un montón de tendencias, gustos y pasiones muy diversas. Creo que la heterogeneidad en el disco responde a mi propia vida, donde piro escuchando músicas de Jaime (Roos) y me emociono hasta las lágrimas con una cantata de Bach y ¡todo lo que está en el medio!
Entonces este pop de a ratos tira hacia el folklore, al candombe o hacia el rock, o hacia otros lugares que no sabría definir, que se construyen a través de improvisar con la superposición de voces, de acercarme lúdicamente al piano, de sumar muchas capas de pedales que van delineando la atmósfera…
¿Es un disco para escuchar dónde, en qué momento, con quién?
Mi respuesta va a ser tan poco objetiva… porque yo adoro escuchar música cuando estoy viajando, cuando otro me lleva y sos presa de esa transición, de no estar en ningún lado y entonces puedo estar en la música. Creo que escuchar estas canciones con la atención en las letras, en un espacio íntimo donde uno se pueda permitir emocionarse y transportarse sería lo ideal… pero esta es mi vivencia en la que la música despierta colores, paisajes… entonces en un espacio calmo de estímulos siento que con la música mi imaginación viaja mucho más.
¿Cuáles son los tres temas que más te gustan y por qué?
No te vayas, el último tema del disco, es una canción muy querida para mí, es una canción para acunar a mi padre. Cantarla me da calma y cierta paz de hacer circular el cariño infinito que uno siente como hijo. A su vez, en la grabación participó mi hermano Joaquín Rodríguez en las guitarras y dos amigas que son hermanas de la vida: Irene Kamaid y Alice Méndez para construir las tres voces que se mueven homófonas… es una canción que está cargada de afecto!
Otra que me gusta mucho es Limpiando la cabeza, es mi mantra personal para los momentos de caos mental, y en esta canción me permití grabar un montón de voces buscando distintos timbres, registros llegando a los cientos de pistas grabando una serie armónica con voces.
Y por último Humo se me hace un tema especial. Ya estábamos ensayando con la banda los temas que íbamos a grabar y algunos más que no llegaron a entrar, y en el medio de esa competencia de canciones por quedarse en el disco apareció Humo, una canción nueva; su letra y música son fieles a mi momento afectivo y compositivo, la distancia entre los afectos… es un abrazo, un consejo, un aliento desde la distancia para una amiga querida.
¿Se te ocurre alguna anécdota sucedida durante el proceso de grabación?
Son tantos los días, las horas compartidas en el estudio, que más que anécdotas se empezaron a generar códigos, lenguajes paralelos, chistes internos donde por ejemplo la darbuka, instrumento de percusión de medio oriente, fue siempre llamado la barduka y partes de letras de las canciones nunca volverán a ser las mismas como en el momento que canto “y ya van días…”, que se resignificó en Djavan Días, probablemente algún pariente del músico… o como cada vez que íbamos a tocar La sorda siempre alguno preguntaba; “¿cuál?”...
¿En el disco participan distintos músicos invitados? ¿Qué cosas fundamentales han aportado directamente a las canciones?
Sucedió que algunas canciones empezaron a pedir un color particular, un toque que intuía que sólo esas personas se lo podían dar, y así fue.
Dany López grabó un teclado para el tema En la ruta. Años atrás Dany me había prestado un disco de Aimee Mann; disco que para mí es ideal para rutas nocturnas y creo que en esta canción quería que estuviera presente esa oscuridad, esa melancolía y lo asocié directamente a Dany. Le aportó una sutileza a la atmósfera, al color que le va perfecto a la canción. Así como en Apenas grabó un acordeón que perfuma la introducción.
Joaquín Pena grabó el contrabajo en dos canciones que son las más recostadas en el folklore, y el sonido del contrabajo en notas pedales, con la paciencia infinita de Joaquín variando en timbres y en maneras de tocar, le dio a esas músicas una flexibilidad en las texturas y en el timbre.
Finalmente, cantar con Alice Méndez e Irene Kamaid fue todo un placer. Sabía que para este tema no quería mi voz repetida en capas y el empaste con ellas fue muy natural. Adoro la manera en que entendieron la canción y se entregaron a cantarla. Joaquín Rodríguez, mi hermano, en las guitarras le aportó un toque muy cálido y creó variaciones que hacen crecer el paisaje de esta canción.
¿Quién se encargó de la producción musical y qué elementos esenciales aportó?
La producción musical fue un trabajo en conjunto con Sebastián Larrosa, quien estuvo presente en las primeras horas de vida de las canciones donde yo ansiosa ya las quería compartir. También participó del proceso de armar las maquetas grabando teclados, percusiones, asistiéndome en los controles mientras yo cantaba coros y más coros.
Luego, en los ensayos con la banda, él fue mi traductor personal para transmitir mis intenciones, mi imaginario sonoro a los demás músicos y poder construir entre todos los arreglos de cada canción y a la vez respetar la esencia propia de cada una de las músicas. No sólo tiene esta capacidad telepática sino que de él brotaron ideas de instrumentación, de arreglos, sugerencias de edición que iban perfecto con las canciones. Sebastián aportó claridad y calma, me daba la confianza de que nada se iba a escapar y que íbamos a aterrizar en el disco deseado.
Y Perro Andaluz es quien lo edita. ¿Alguna razón en especial?
Ángel Atienza me conoce desde niña, aparte conocía de su trabajo por referencias de amigos, sabía de su cuidado con la edición, de su gran esfuerzo y cariño hacia la música uruguaya… y determinismo nomenclátor mediante, fue un ángel para con este disco. Cuando llega el momento de la edición uno ya está cansado, agotado de las miles de horas de estudio, de definir detalles, de tomar decisiones, y sobre todo se siente mucha ansiedad, son las horas previas al parto y querés tener el disco ya en tus manos, que se haga objeto, que se encarne la música… y a todo esto Ángel fue impecable y la edición, con el arte de Sofía Scheps, es así de linda como la imaginábamos.
La última, ¿qué cosas creés que han cambiado en tu música y en el medio musical en estos años de trayectoria?
Mi trayectoria es bastante breve, hace ocho años que estudio formalmente música y un par desde que comencé con determinación a componer… Más que percibir un cambio recién comienzo a ver de qué se trata. Antes era una espectadora y ahora lo vivo desde dentro.
Tiendo a ver que hay un aumento en la producción musical, que hay muchos más autores presentando sus músicas, los avances tecnológicos cambiaron el mundo y lo seguirán cambiando y en algunos aspectos es mucho más accesible grabarse… pero no estoy tan segura de que ese caudal musical se traduzca a un momento fuerte de la música uruguaya.
Ante mucha información es a veces poca la atención y se pueden pasar por alto las profundidades que son significativas, las críticas sinceras, la atención emocional a la música que escuchamos… La música para mi es algo sagrado y veo como los músicos amigos a veces lidian con la indiferencia del público, con la escucha a la ligera, porque total hay música en todos lados y se pierde la conciencia de que eso que está sucediendo en una canción es mágico.
Data
Artista: Maite Rodríguez
Título: En el movimiento
Sello: Perro Andaluz
Año: 2015
Arte: Sofía Scheps
Grabación: Aceituna Brava
Producción: Sebastián Larrosa y Maite Rodríguez
Extras