Daniel -Tatita- Márquez, Candombe contemporáneo
2/9/2006
Vinculado al candombe desde su niñez, en el barrio Palermo, aprendió a tocar a los diez años y nunca se detuvo en sus estudios. Con treinta y dos años y veintidós de carrera, luego de haber integrado bandas como No Te Va Gustar, Abuela Coca, El Congo y compartido escenario con Hugo Fattoruso, Samantha Navarro, Rossana Taddei y Jorge Galemire, entre otros artistas, Daniel “Tatita” Márquez presenta su carrera solista con un proyecto denominado “Candombe contemporáneo”.
Espectáculo que “Tatita” presentará todos los viernes de setiembre en La Estada (Soriano y Ciudadela) con invitados especiales como Hugo Fattoruso, Mukunda (grupo de percusión) y La Jacinta (cuerda de tambores); y el jueves 21, en Espacio Guambia.
¿Qué es el candombe contemporáneo?
Es un espectáculo basado en el candombe pero con ingredientes de distintos sitios, por ejemplo, de la India hay mucho material. Aparte de mostrar la música, también quiero mostrar la filosofía hindú dentro de las composiciones. Hay música electrónica en la composición, trabajo con máquinas y elementos de la música electrónica. También hay candombe más tradicional, más folklórico. Utilizo mucho loop de gente hablando que tiene que ver también con el candombe. Todo pasa por el nombre que lleva el espectáculo “Candombe contemporáneo”, es decir, darle al candombe una visión de presente con miradas hacia atrás y hacia delante.
¿En qué cambia tocar solo, comparado con la experiencia de integrar bandas de hasta diez personas?
Tocar solo tiene sus pro, que es hacer solamente lo que uno quiere hacer e ir al lugar donde uno quiere ir y nada más, sin tener que explicarle a nadie por dónde ir. Y desde ese lugar, es para mí un placer tener gente que esté vinculada al proyecto de alguna manera, que realmente se involucre en el proyecto como lo han hecho los invitados con los que he trabajado… surgen músicos comprometidos con la situación. Ellos aportan el conocimiento de cada uno, ideas, su forma de sentir esa música. Al trabajar desde un formato solista, no tengo que estar pensando en que si le gustará o no a la banda, si cuando lo presente me cambiarán algo, etc. En este caso, cuando lo presento es así y si se dan ideas con lo que presento, vamo´ arriba.
¿Cuantas horas le dedicás a la música?
Le dedico diez horas diarias a la música: desde estudiar, ensayar o dar clases. Tengo tres días a la semana que me los reservo para mi.
¿Te llevó tiempo esa organización?
Me llevó muchos años, porque depende no sólo de querer hacerlo sino de que el trabajo te lo permita: poder tener un ingreso que te permita tener algún día para dedicarte sólo a estudiar, por ejemplo. Depende también de un trabajo con la pareja, con la cabeza de uno para no cansarse consigo mismo. Depende de sentirte bien en el lugar donde vivís; son muchas cuestiones que hay que resolver antes para llegar hasta ahí, sobre todo estar bien con uno mismo.
¿Qué papel juega la cultura hindú en todo esto?
Juega el papel más importante. Es la forma de vida que proyecto hace unos años; eso hizo también que cambien mis estilos en la forma de estudiar, de trabajar, de moverme, de estar un poco más concentrado y cuidadoso. Tratar de involucrar el tiempo que tengo lo mejor posible en cosas que me hagan bien. Vengo estudiando Hare Krishna en libros milenarios, lo llevo adelante con un orden, soy novato, pero me da mucho resultado. La música hindú es diferente a la música occidental, sobre todo en los formatos, me dio algunos conceptos diferentes. Lo que compongo tiene ese ingrediente que hace que sea diferente, no tan occidental.
¿Qué beneficios te dan las máquinas?
Es una forma de poder tocar solo, porque uso una máquina que reproduce, o sea, grabo un loop y en el momento puedo grabar cosas encima de eso y tocar también varios instrumentos. Después de ahí, fui incrementando otras máquinas para tener efectos de sonido y así lograr de un solo instrumento varios sonidos diferentes. Eso hace que la música vaya por distintos lugares… y de no ser por esos movimientos sería muy monótona. De repente con una banda lo podes lograr, pero para un solista y en especial para mí, fue fundamental que de un instrumento puedan salir cosas que nunca podés imaginarlo. Como los instrumentos que uso se basan fundamentalmente en la percusión, necesito cosas que me den lo que falta en la percusión, como la melodía, la armonía, sonidos que ondulen, y los logro con esos efectos mediante los mismos instrumentos de la percusión.
Contame cómo es un espectáculo de candombe contemporáneo.
Gira alrededor de candombe, a veces toco candombe con pandeiro, con kalimba, instrumento africano, y con diferentes instrumentos. Por eso, el nombre del espectáculo es más de estos momentos; es como yo lo siento. Hay danza, invitados, Ariel Ameijenda toca el sitar, yo canto cosas hindúes. Tiene esos ingredientes sumado a las máquinas.
¿Qué música escuchás en tu casa?
De todo, mucha música brasilera, jazz, candombe, flamenco, hip hop, mucha música uruguaya, como por ejemplo discos viejos de Rada, Jorginho Gularte, algunos discos de Drexler, Jaime, Cabrera, muchos… bandas más de ahora, No Te Va Gustar, El Congo, Abuela Coca. Me gusta casi todo.
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