Mateo x 6, Máquina del tiempo, primera parada: Universo Mateo
7/1/2006
Creador del candombe-beat, pasando por la bossa nova hasta llegar a los Beatles. Percusionista y reconocido guitarrista. Ideólogo de una estética musical única e inimitable basada en la fusión de distintos géneros, rozando los límites entre la complejidad y la sencillez para desembocar en la síntesis de un arte dominado por un único objetivo: la búsqueda.
El “Príncipe” siempre vuelve, esta vez de la mano del proyecto MATEO X 6, una barra de amigos que, desde hace trece años, se reúnen con la simple pretensión de que el mágico bohemio aventurero siga sonando.
¿Cómo comienza a tomar forma este proyecto?
Ney Peraza- Arrancó cuando empecé a hacer el cancionero de Mateo. Había una cantidad de canciones que el tipo no había hecho nunca en vivo, que las había grabado y nunca más las había tocado, y de meterme en el mundo del tipo me dieron ganas de que esas canciones siguieran sonando. Incluso en esa época, Guilherme de Alencar Pinto estaba escribiendo un libro sobre la vida de Mateo y recopiló material inédito, muchas canciones que ni siquiera las había hecho en vivo, ni las había grabado y que eran hermosas, y digo: “estas canciones tienen que conocerse, tienen que vivir”. Me dieron ganas de armar un repertorio basado más que nada en la veta acústica de Mateo, que a mí me gusta, me gusta muchísimo; y bueno, empecé a pensar en la gente que más o menos podía andar y a los cinco que les dije me dijeron que sí, de una, y somos los mismos seis que estamos desde hace trece años.
La idea, cuando arrancamos, era hacer un espectáculo en un teatro y hacer un ciclo de cuatro funciones, y ese era todo el objetivo. Y se fue estirando, estirando, fuimos pasando de una sala a otra, de un boliche a otro y pasaron los años y todavía sigue yendo gente a vernos; además gente nueva.
El disco salió hace unos años por un sello que se llama Perro Andaluz, pero no es un sello que tenga gran difusión y mucha distribución, entonces sacó una tanda chica de discos que se agotaron bastante rápido, y quedó por esa, quedó parado. Y Montevideo Music Group estuvo interesado en reeditarlo y nos pareció bien, y se está vendiendo muy bien, estamos re contentos.
¿Cómo se conforma ese grupo de artistas?
La parte de percusión… originalmente no había batería, era solo percusión; Pitufo Lombardo y Juan Carlos Ferreira estaban laburando mucho juntos, tenían mucho feeling entre ellos, estaban muy colgados los dos. Yo los veía en el TUMP (Taller Uruguayo de Música Popular) ensayar y me encantó el cuelgue que tenían los dos y la química que se armaba, entonces ya esa parte estaba solucionada por ese lado. Por otro lado, también quería que el cuadro que se armara cualquiera pudiera agarrar una guitarra en algún momento y encarar un tema solo, y bueno, tanto Edú como Juan Carlos son tipos que cantan y componen y tocan la viola muy bien, además de ser muy buenos percusionistas.
Después, Mandrake Wolf y Jorge Schellemberg, que son dos tipos conocidos por su trayectoria, que me gustan como intérpretes cualquiera de los dos y los dos con mucha afinidad con Mateo. Los dos son tipos que lo seguían a los shows y toda esa historia, como yo y todos los de la vuelta. Me parecía que ellos dos podían hacer una muy buena complementación; son dos palos muy diferentes, pero que para mí equilibraban mucho el show, como me lo imaginaba. Además, a medida que vas escuchando temas y decís: “este tema quiero que vaya”, te ponés a pensar interpretado por quién. Y entre ellos dos había mucha cosa que me sonaba bien.
Y el Popo (Romano) es porque es un bajista zarpado, me gusta mucho la onda de él, y aparte se toca todo; y bueno, fue el último bajista que tocó con Mateo, entonces me parecía que era como el tipo ideal. Armé un dream team en la cabeza que funcionó.
¿Qué es lo que se intenta rescatar de ese particular universo que significa el arte de Mateo, tan idolatrado por unos y a su vez tan resistido por otros?
Originalmente, cuando planteamos el show, más de la mitad del repertorio eran temas inéditos, o sea, eran temas que Mateo los había tocado muy poco en vivo o nunca. Canciones como “Nene”, “Doña Martinica”, “Siesta de Mar de Fondo”, una cantidad de canciones que en ese momento no las conocía nadie. Entonces, uno de los objetivos del show venía por ahí, uno de los fuertes era: “vamos a hacer temas que nadie conoce”. No fue: “vamos a hacer los temas que todo el mundo va a pedir”. Nunca hicimos “El Príncipe Azul”, ni “Esa Tristeza”, no porque no sean temas lindos, sino simplemente porque el objetivo venía por el lado de mostrar temas que tenían otra riqueza diferente.
Originalmente, éramos bastante fieles a las versiones originales en la mayoría de los temas. Se podía decir que hacíamos covers de Mateo. Y en muchos temas pasaba eso, por un lado, porque nos parecía que la versión original era inmejorable, entonces la respetábamos muchísimo. Y por otro lado, por un tema de respeto a Mateo, que es una forma de respetarlo que con el tiempo nos dimos cuenta que no era tal. Por un lado, porque si uno quiere ser fiel a la música de Mateo, tiene que haber un lugar para la improvisación o para lo que pinte en el momento. Yo iba a ver a Mateo hacer el mismo show, al mismo lugar, semana tras semana y el show era siempre diferente. El tipo era muy raro que una canción la hiciera dos veces igual. Todo el tiempo las estaba cambiando: la estructura, el ritmo, la letra. Todo el tiempo estaba haciendo cosas nuevas… se aburría muy rápido. Su objetivo era la búsqueda, estaba siempre buscando y cuando encontraba ya no le interesaba más y agarraba para otro lado. Entonces, para ser fiel a ese espíritu esencial en la música de Mateo, nos empezamos a dar más libertad.
¿Se puede decir que el objetivo es acercar su obra a las nuevas generaciones?
En realidad, no era nuestro propósito. Si pensábamos hacer cuatro shows, nuestro objetivo no era abarcar muchas generaciones. Pero en los hechos se dio, terminó dándose así. La mayor parte de la gente que va a ver a MATEO X 6, nunca vio a Mateo en vida. Entonces terminamos con ese rol sin habérnoslo propuesto y con esa mochila, porque también es un peso. Es una responsabilidad saber que uno está interpretando cosas de alguien que nunca vio al autor de los temas, que lamentablemente se lo perdió, porque no hay shows completos de Mateo bien grabados y mucho menos filmados. Entonces, la gente se ha perdido mucho de lo que era el tipo arriba de un escenario. En los discos se trasmite una parte de su riqueza, pero el tipo arriba del escenario era “otro planeta”. Nunca vi a nadie parecerse, ni por asomo, a lo que era el tipo arriba del escenario.
¿Se le debía este homenaje?
En realidad, nunca fue planteado así. Los que integramos MATEO X 6 desde el principio, de una planteamos eso y lo decíamos en público, que no pretende ser un homenaje a Mateo, sino simplemente disfrutar de sus canciones nosotros y compartirlo. Nunca fue presentado como un homenaje, pero mucha gente lo entiende así. Y bueno, cada uno que interprete la película como le parezca.
¿Cuál es el aporte más trascendental que Mateo ha dejado a la música uruguaya?
Por un lado, un tipo muy valiente, un tipo que nunca siguió ninguna corriente de nada, siempre buscó su camino. Trató de ser fiel a sus inquietudes y eso también, durante mucho tiempo, lo llevó a estar bastante marginado y poco comprendido. Se habla mucho de que Mateo estaba adelantado a su época. Yo no sé, porque eso implica ver el tiempo en una dirección. Yo creo que el tipo estaba para otra dimensión. No sé si es posterior, agarró para otro lado. Todos íbamos en una flecha, en una dirección y el tipo agarró para la derecha o para la izquierda o para arriba o para abajo, no sé, pero va para otro lado. A mí, lo que más me gusta de Mateo es que, todavía hoy, lo escuchó al tipo y, para empezar, le creo cada nota que canta y toca y crea. No veo atrás de eso el tener una idea y después vestirla para que suene linda y sea aceptada. Rescato muchísimo la búsqueda. El no conformarse. Porque el tipo inventó muchas cosas que después salimos muchos usándolas en creaciones o en interpretaciones, y el tipo, con muchas cosas que creo, podría haberse quedado en ese plano y seguir toda la vida y vivir cómodo y tranquilo. Pero esa valentía de decir: “esto ya sé como es, voy a agarrar para acá que no tengo la menor idea”, eso, me parece recontra valioso. Y cuando lo escucho al tipo, me meto en su viaje, en su montaña rusa, de no saber para dónde va la cosa muchas veces y sentirte al borde del abismo y salir planeando.
Breves
Reencuentro, esencia... magia
Edú “Pitufo” Lombardo- Rescatar un poco la magia que tenía Mateo en su composición, en su musicalidad, en su visión de contenido, en sus letras, en su manera de tocar.
Popo Romano- La música de Mateo ya de por sí es mágica, cada actuación es descubrirle cosas nuevas. Es una música que está viva, que está fresca y es como que el tipo al DIA de hoy sigue componiendo.
Alberto “Mandrake” Wolf- El hecho de cantar esas canciones significa un poco como tocar himnos de mi corazón.
Jorge Schellemberg- Todos fuimos amigos de Mateo, algunos tocaron con Mateo, todos lo consideramos un maestro, un referente de la música uruguaya y la idea original fue: hay un montón de canciones que si no nos juntamos para tocarlas no las toca nadie.
Juan Carlos Ferreira- Las satisfacciones nunca son las mismas, siempre son diferentes. Para nosotros siempre está bueno tocar, pero doce años implica más que tocar.
“MUSICACIONES”
“Siesta de Mar de Fondo” - Pitufo.
“Nombrar una sola es dejar un montón por el camino” - Popo.
“Kin Tin tan” - Schellemberg.
“Me emocionan todas las canciones de Mateo” - Mandrake.
“Me gustan todas las canciones, no tengo una preferida - J. Carlos Ferreira.
“MATEO X 6”
“Amor a la música” - Ney.
“Un maestro” - Pitufo.
“Divertido” - Popo.
“Adelante 50 años” - Mandrake.
“Síntesis” - J.Carlos Ferreira.
“Un adelantado - Schellemberg
Natalia Castelgrande