La BCG, ¿nacida para perder?

15/2/2001

17.45hs. Club Paysandú.

Frente a frente, sentados en una de las pocas mesas, mesas que están vacías, Jorge Esmoris, esperando un nuevo ensayo, habla sin máscaras ni maquillaje del Carnaval de antes y del Carnaval de ahora; del Concurso; de la esencia de una (anti) murga aplaudida por la gran mayoría y por sobre todas las cosas respetada, que supo ganarse su espacio e imponer, cueste a quien le cueste, una ¿nueva? forma de hacer y de vivir el Carnaval.

farsa

- ¿Cómo crees que va a ser este Carnaval 2001?
- Calculo yo que va a ser similar al del año anterior y al de los últimos años.

- ¿Y cómo vienen siendo?
- Y distintos, en el sentido de que hicimos menos escenarios pero me parece que la cantidad de gente se mantiene. Digo, por lo menos la venta de entradas se mantiene igual en los últimos años, pero con esa nueva modalidad de grandes escenarios y que acaparan un poco todo el público; que eso bueno, va un poco en detrimento de la cantidad de escenarios que hace cada conjunto pero ha ganado en espectacularidad. Vos vas a un escenario de esos grandes y estás ante cinco mil personas. Ya te da una cosa especial. Pero más o menos creo yo que ha cambiado, una cosa que nadie se dio cuenta: que el Carnaval ha cambiado y que todavía se mantiene con estructuras que tendrían que renovarse.

- Que actualizarse.
- Sí, sí, me parece entre otras que ya es muy largo, justamente en esa realidad de que creo que son cinco escenarios comerciales, once escenarios municipales que además creo que abren solamente quince días, entonces frente a esa realidad me parece que estirarlo cuarenta días...

- Es agotador...
- Me parece que sí, que ya está como... el propio tiempo lo ha acotado al Carnaval; pero bueno, son cosas que el tiempo también irá haciendo ver.

- ¿Qué diferencias encontrás entre este Carnaval y aquel de tu niñez?

- Era de mucho más escenario. Yo iba al Goes pero caminábamos unas cuadras e íbamos al tablado; existía el tablado del barrio. El Goes dentro de todo era una club pero después por la zona tenías un tablado de esos que la gente iba parado o llevaba su silla de su casa y se sentaba... Pero también los espectáculos hoy por hoy me parece que son de otro... no te voy a decir de otro nivel, pero son distintos. Se preocupa más por el canto, hay otra preocupación, digo, si se entiende más lo que se canta, te guste o no eso ya son estilos estéticos, pero bueno, cada conjunto ha apostado o apuesta al espectáculo, a dotarlo y rodearlo de otros rubros, ya sea vestuario, escenografía, puesta en escena...

- Hay otro ciudado.
- Hay otro cuidado, y también el público ha variado.

- ¿Cuándo empezaste en el Carnaval?
- En el Carnaval empecé en el ´85, o sea que a esa altura tenía... veintinueve años. Yo arranqué con la BCG...

- ¿Cuál era, es la propuesta de la BCG?, ¿en qué se diferencia de las demás?
-
La BCG trata de rescatar o recrear las murgas y los Carnavales del principio del siglo. Digo, era una cosa mucho más festiva, más que se apostaba a la ironía, al sarcasmo ¿no?

- También más en contacto con el público...
- Sí, supongo que sí, porque el público también tenía una participación más activa ¿no? El Carnaval así, tal cual se considera ahora de Concurso, fue por el año ´50 que empezó. Antes era más bien una cosa mucho más... el corso, el asalto, baile de disfraces, de máscaras, y yo tengo memoria no de haberlo vivido sino de que me lo iban transmitiendo ¿no? Y como que ya en el ´50 o en el ´60 todo el mundo te decía: Carnavales eran los de antes.

- ¿Crees que a partir de que hubo un Concurso la cosa cambió?
- No, supongo yo que bueno, obviamente después, al haber un Concurso, siempre está el tema de la competencia y bueno, todo el mundo... o sea, nadie quiere salir segundo ¿no? Nosotros en ese aspecto, de antemano, como salíamos más como un espectáculo artístico que como una murga o como un conjunto que salía a concursar, salíamos a hacer una visión de la murga, obviamente el tema del Concurso nunca estuvo cuidado. Es normal que un conjunto empiece a ver rubro por rubro, yo no sé ni cuáles son los rubros.

- Lo importante es divertir a la gente.
- Seguro. Lo que pasa que automáticamente vos al hacer un espectáculo no pensás en los rubros, pero están todos, porque un espectáculo está conformado por vestuarios, con maquillaje; y sobre todo en esta expresión que es lo más parecido a una farsa. Y bueno, la farsa tiene su maquillaje, su vestuario, y eso naturalmente vos lo hacés o cubrís, pero no pensás: "bueno tá, con este voy a hacer tantos puntos...". De antemano sabés que es una cosa que va a ser resistida ¿no?, cada vez estamos más cerca de la gente y cada vez más lejos del Concurso, es esa relación. La BCG yo la defino como nacida para perder. Es un poco eso, pero esa derrota es nuestro triunfo. Es una cosa media curiosa pero se vive, sobre todo con un público que de repente no es el habitual de Carnaval; y eso lo sabemos porque lo vemos en el tablado.

- En el año ´85, ¿elegiste hacer murga para hacer o decir lo que no podías por otros medios?
- No, obviamente en el ´83 hicimos un espectáculo teatral en función de las murgas. En el ´85, al decidir salir en Carnaval, vos tenías que adaptarte a un reglamento sin perder digamos el origen de la BCG: por qué nació... Bueno, y lo incluimos en el Carnaval, hasta el punto digamos siempre en el origen que durante seis años, los primeros seis años de Carnaval, fueron ocho sanciones que tuvimos. Todos los años teníamos sanciones diferentes por el tipo de cosas que hacíamos.

- ¿Por no respetar el reglamento?
- No, por hacer cosas que no estaban ni prohibidas ni autorizadas. Simplemente como no estaban en el reglamento... y después todos los años se cambiaba el reglamento por cosas que nosotros hacíamos, hasta que al final me parece que gané y ya hoy por hoy prácticamente la BCG se diluyó en casi todos los grupos, digo ¿no?, es notorio que prácticamente todo el mundo agarró... cuando nosotros aparecimos, la sanción más severa que tuvimos fue por la puesta en escena. Hoy la puesta en escena es un elemento que creo que hasta lo puntean... A nosotros nos sacaban puntos por hacer una puesta en escena.

- Quiere decir que cambiaron un poco la cabeza...
- Sí, pero ni siquiera fue nuestra intención, ni lo es ahora. Nosotros salimos este año a hacer... somos como el caballo del lechero. Tenemos bien claro cuál es el norte, cuándo atacás el sur y ahí vamos, y lo que pasa al costado bueno, responde a los del costado. Nosotros seguimos para adelante con la nuestra siempre defendiendo lo que hacemos pero sin atacar a los demás. Nosotros hacemos esto y pagamos los precios que haya que pagar para poder seguir haciéndolo.

- Por ser antimurga, por ser distintos en la propuesta ¿se sienten un poco alejados de la "familia de murgas"?
- No, no, de repente nosotros no participamos mucho de la interna digo, por el tema de que generalmente el concurso es lo que tal vez lleve más problemas o haya más encuentros y desencuentros.

- ¿Los hay?
- Y sí, siempre hay, ya te digo, nadie quiere salir segundo. Nosotros como en eso nos dicen: "Tienen que ir tal día al Teatro de Verano". Vamos. Dicen: "Tienen que volver tal día". Volvemos. Si: "No vienen más". No vamos más. Punto y aparte ¿no? Jamás nosotros criticamos al jurado, ni dijimos que el jurado esto... Nunca, y supimos salir varios años últimos.

- ¿Y ellos a ustedes?
- Y... la voz de ellos es el puntaje. Sabemos de antemano que hay, porque me lo han dicho a mí, jurados que dicen: "lo que hacés vos no me gusta". Y nosotros jamás decimos nada. Nosotros ni siquiera votamos a favor ni en contra cuando se hace esa asamblea para aprobar un jurado o desaprobarlo. Nosotros no participamos, nunca hablamos con el jurado tampoco en reuniones que se hacen a veces para ver cuáles son los criterios.

- Es la postura que tienen.
- Seguro. Primero porque que laburen tranquilos, que hagan lo que tengan que hacer y nosotros lo que tenemos que hacer.

al pan pan...

- ¿Cuál es la propuesta de este año?
- Y bueno, sobre esa base seguir un poco de lo que es la... nosotros hacemos espectáculos de humor, como si fuese Les Luthiers, todos los años hace un espectáculo o cada dos años hace un espectáculo, bueno, nosotros lo hacemos todos los años. Y es un espectáculo de humor, cosas que a la hora de escribirlas o de pensarlas te causan gracia y que además son cosas que también tenés ganas de decir. Entonces hay cosas muy variadas ¿no?, cosas que tengan que ver con lo social pero desde el punto de vista humorístico, como cosas también yo qué sé, este año le cantamos al dentista ¿no?, hacemos una sesión de un dentista ahí en el escenario; pero tá, es como una canción de humor, no es cualquier cosa, no es viste: hacemos un cuplé, el cuplé habla de tal cosa, el popurrí donde pasa todo lo que hubo: la aftosa, la vaca loca, el contrabando...

- ¿La murga te permite hablar o decir cosas más libremente de temas que puedan comprometer, como por ejemplo de política?
- Sí, lo que pasa que no... es como si hicieses una obra de teatro. Obviamente en una obra de teatro vos vas a decir cosas, lo que pasa que decir cosas no es hablar de política para mí, no es decir... puede serlo, puede ser de muchas maneras. Vos podés hacer una obra absurda con un texto absurdo y podés estar hablando de muchas cosas, pero la BCG no es una cuestión así de al pan pan y al vino vino, una cosa... yo qué sé, te pueden decir dos más dos es cuatro, eso puede ser una propuesta. Nosotros de repente hacemos dos por cuatro dividido tres más seis, bueno, a ver cuánto les da. Capaz que da cuatro también, pero no decimos dos más dos es cuatro.

- ¿Y el grupo se ha mantenido?
- Sí, básicamente es la misma gente. Además si por X motivo alguien no puede salir un año generalmente se reengancha otro que un año anterior no pudo salir. Y el grupo por lo menos hace ocho o nueve años es el mismo, así, esencialmente es el mismo.

- ¿Qué tiene que tener o saber de antemano una persona para entrar a la BCG?
- Y primero que nada tiene que saber a lo que viene ¿no?, saber que por ejemplo... se sabe que se viene a una murga que pierde, que no canta canciones de esas que se pueden tararear, y que se tienen que romper el alma, que saltar, cantar, bailar y en todos los tablados ir igual y se tiene que pintar para ir a todos los tablados y tiene que llevar todo lo que lleva al Teatro de Verano a los tablados... Entonces sabe que viene a laburar y a ganar no mucho, poco.

- No es un alivio no competir.
- No, al contrario. Ya te digo, este año, por ejemplo, para poder hacer las cosas que hacemos, ya otros años nos pasó lo mismo, tenemos que llevar un camión y una bañadera, porque en la bañadera no entra todo lo que llevamos. Pero no lo llevamos solamente al Teatro de Verano: vamos con todo, y nunca pensamos en un espectáculo para el Teatro de Verano y otro para los tablados. Lo que no podemos hacer en los tablados por X motivos, por infraestructura, bueno, entonces desechamos esa cosa y tratamos de hacer algo que funcione tanto en el tablado como en el Teatro de Verano. La diferencia es que en el Teatro de Verano actuás cuarenta y cinco minutos y en los tablados por reglamento tenés que actuar treinta. A veces a los tablados llevamos más cosas por un tema de reglamento, en el Teatro de Verano no podés excederte tanto tiempo de música... decidimos esto, lo otro, y en los tablados ese problema no lo tenés. Entonces, a veces hacemos más cosas en el tablado que en el Teatro de Verano.

- ... Así que otro carnaval.
- Y otro carnaval. Y bueno, vamos a ver, un día va a ser el último. Un año va a ser el último.

- Sí, ¿estás cansado?
- Seguro, cansa primero por la dinámica que nosotros metemos en los tablados y también porque bueno, los costos se han disparado mucho. Ya no es tan fácil. A pesar de que nosotros trabajamos y metemos mucha mano de obra en todo lo que es vestuario y eso, y mano de obra que no cobramos obviamente, pero ya un tarrito de pintura te sale tres, cuatro veces más que el año pasado... Es complicado. La dinámica de Carnaval se hace complicada. Pero este año estamos, eso está claro.

Carlos Bassi

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