Jesús Figueroa, Una vuelta necesaria
16/3/2000
La grabación y posterior presentación del disco Azulema lo trajo a Uruguay tras más de veinte años de ausencia. Jesús Figueroa, otrora cantante de Opus Alfa, habla del disco y de su vida en el norte.
- El primer año que recuerdo haberme ido de Uruguay, la primera etapa ¿no?, fue en 1967.
- ¿Por qué te fuiste?
- En esa época me fui porque tenía mucha necesidad de experimentar un lugar nuevo donde pudiera mostrar la música. Me fui con una banda, te estoy hablando antes de Opus Alfa, si yo te cuento esta etapa también tiene que ver el hecho de que un día yo me fui muy joven para Buenos Aires, era la época en la cual los grupos de acá hacían música beat, no era rock todavía, se cantaba en inglés y se imitaba lo mejor que uno pudiera cualquier cosa que viniera de afuera. Esa era la onda. Esa etapa fue muy especial porque cuando volví, estaba entre ida y venida pero hubo un tiempo que me quedé en Buenos Aires, volví ya con una influencia de hacer cosas en español. Y ahí fue cuando vino la etapa de Opus Alfa que prácticamente fue empezar un poco en inglés y después seguir con la composición en español. Después vino la otra parte, la parte desde 1974-75 en la cual vuelvo a Buenos Aires y de ahí me voy a Estados Unidos en el '77. Entre otras cosas pasó que estuve en Roma, antes de quedarme finalmente en Estados Unidos instalado, también fue en el año '77, fui a Roma con una banda de música devocional, en la cual el músico conocido que había en esa época era David Lebón, que dirigía la banda.
- ¿Era música devocional?
- Devocional. Claro, música hecha con una actitud ¿viste?, para un maestro espiritual. Después de esto me instalé en Miami y seguí haciendo este tipo de música y tocando en algunos bolichitos. Muy diferente el clima de Miami a nivel musical de esos años, te estoy hablando antes de toda esa camada de música latina establecida por el Miami Sound Machine y toda esa gente que vino después. Una época en la cual el español no tenía tanta fuerza en el mercado americano.
- Y seguiste haciendo cosas allá...
- Y seguí haciendo cosas allá, pero ya empieza una etapa de mi vida en Estados Unidos en la cual estás en contacto con una nueva realidad, tu familia no está cerca, no hay nada cerca, tenés que vivir, tenés que tratar de seguir para adelante, y bueno, empecé también a experimentar la otra parte que yo tengo, que soy artista pintor. A sobrevivir de todo un poco ¿entendés?, eso es lo que quiero decir. Hasta que finalmente en el año '80 voy a Los Angeles por una razón personal, o sea, me enrosqué con una tipa, estoy ahí como seis meses, me vuelvo a Miami para volverme a Los Angeles finalmente a establecerme. Y ahí me quedé hasta hoy en día que estoy viviendo ahí.
- ¿Y por qué esta vuelta a Uruguay después de veintipico de años?
- Siempre quise volver, lo que pasa que hubieron muchos años que fueron años bastante especiales en mi vida.
Porque... tuve una época en que yo viajé mucho por el mundo, la época de Miami. Anduve por muchos países, en los cuales algunos me tocó vivir por equis razón, como en España, un poquito en Inglaterra y muy poquito en Francia. Me tocó vivir por razones de no tener dinero para volver rápido y cosas de esas. Entonces la necesidad de viajar al lugar de origen era mucho más grande ¿no?. Pero por alguna razón, muchas veces relacionada con la plata, otras veces relacionada con proyectos que estaban por aparecerse y no se daban, pasaron como diez años que fueron así, con respecto a eso, a no concretar ¿no?. Y creo que fue después cuando pasó un hecho en mi vida muy significativo que fue la muerte de mi madre cuando realmente abrí los ojos y dije ¡pah!, hay un lugar, hay una familia, que se yo, está una historia que tengo ahí, tengo que volver, tengo que ir a ver que pasa ahí, en que quedó todo eso ¿no?. y yo fui uno de los pocos músicos que se fue y se quedó, y nunca se comunicó más con el lugar. Porque muchos, el caso de los Fatto (Fattoruso) y Rada, han viajado y han vivido en otros países pero siempre han grabado algo, han vuelto, han mandado esa información, han tenido un contacto con la prensa, con los medios del lugar...
- Vos desapareciste
- Yo desaparecí directamente. No me volví a comunicar con nadie.
- Ni llegó material tuyo...
- Ni llegó material mío, es más, yo estoy lleno de material de todos esos años. Porque yo en todos estos años de Los Angeles tuve un estudio de música. La época en que surgió la importancia de tener un estudio en la casa, home studio. No es el estudio que te imaginás, así impresionante que hoy los músicos tienen, sobre todo los músicos que han hecho mucho dinero. En esa época fue como que salió al mercado las máquinas de cuatro canales, salieron efectos para esas máquinas, era como que era la posibilidad de que un músico pudiera trabajar en su casa en vez de ir al estudio a pagar por horas para sacar una idea. Y a veces salían productos que podían ser master para un disco.
- ¿Y nunca sentiste la necesidad de mandar material para acá?
- Lo que pasa es que yo siempre fui en cierta manera muy exigente con lo que yo hago. Entonces nunca consideré que lo que yo grabé e hice era suficientemente bueno como para poder ser editado. Otra cosa que me pasaba a mi era que tenía un orgullo bárbaro con respecto a que yo quería que se editara algo mío en Estados Unidos, antes de volver a Sondor o a cualquier sello, pero nunca se dio. Se editó cosas mías participando en discos de otra gente, pero nunca algo mío, porque tampoco nunca mandé, porque lo que yo tenía sentía que no era lo suficientemente bueno en calidad como para poder mandarlo.
- Y ahora con tu vuelta ¿cómo ves Uruguay?
- Lo veo divino, o sea hay muchas cosas que considero que no puedo hablar con profundidad porque la ausencia es evidente ¿no?. No tengo un conocimiento de muchas cosas que han pasado en todos estos años, pero por haber nacido aquí, por observar, por tener una intuición de lugares del mundo intuyo que Uruguay es un lugar que tiene un increíble potencial, eso es lo que yo veo. Que en una época también lo vi, pero que lo veía muy oscuro la posibilidad de que sucediera algo rápido, ahora lo veo mucho más factible, y quizás por los medios que estabamos hablando ¿no?, por la gente que está conectada mundialmente a través de una red ¿viste?, de internet, por toda la comunicación que existe hoy vía satélite de lo que pasa en el mundo, Uruguay está más al día con todo lo que pasa. Pero al mismo tiempo nunca cambia la tradición esa de dejarla correr la cosa, de hacer lo menos posible para poder disfrutar más, hay una gran camada de gente que vive acá que necesita tener una noción mucho mejor de lo que es el futuro, de lo que es la posibilidad de poner una energía en algo y ser correspondida, y eso no existe por ahora.
- Vos viniste a presentar el disco Azulema, ¿qué podemos encontrar en éste disco?
- Yo creo que lo que podés encontrar en éste disco es como una diversidad de estilos musicales, de influencias que he tenido en estos años viviendo en el mundo, viviendo por Estados Unidos, además de una gran espontaneidad musical que sucedió por conectarme con personas que de pronto hay un entendimiento natural de la cosa. Me refiero a los músicos que participaron. Tampoco puedo decir que mi música sea muy especial ¿viste?, mil acordes o traigo todo una cantidad de cosas escritas en la cual hay que tratar de romperse la cabeza tratando de sacarlas, son canciones simples...
- Hay una cosa muy espontánea...
- Bueno, eso mismo, la espontaneidad de que hubo poco ensayo y que prácticamente salió todo ahí en el estudio. Ahora, hay una cantidad de cosas que yo no utilicé en el pasado. Si en algún punto me categorizaban era que yo era una persona que empecé con el blues, y fui uno de los primeros que hizo blues acá y todas esas cosas, y el rock. Yo también tenía cosas guardadas que quise hacer en esa época pero prácticamente la banda Opus Alfa tomó otra dirección, que era la posibilidad de hacer candombe o ritmos más latinos, yo siempre quise hacer algo así.
En este disco pude establecer un poco eso. O sea, prácticamente puedo decir que estando afuera de este país me di cuenta de la importancia de músicas y gente que promocionó esas músicas, como Rada, Mateo, El Kinto y toda la gente que promocionó la música folklórica de Uruguay ¿no?. Y un poco también algo que yo no participé mucho porque estuve afuera, quizá participé en el principio de todo eso, que fue el canto popular. Hay algo, hay una referencia pequeña en éste álbum de un tema que tiene cierta onda, que es El ranchito de Dios, una mezcla de folk con esa onda de canto popular, que sé yo, es una diversidad de diferentes músicas.
- Este disco está grabado con músicos de primer nivel, también tiene que haber cierta satisfacción personal de poder explotar musicalmente a esa gente ¿no?
- Por supuesto que yo tuve la posibilidad de conectarme con amigos que tienen una trayectoria musical en la cual es fácil por momentos entenderse. Y esto es medio sutil también lo que te digo porque no es tan fácil.
Porque de pronto las personas, a pesar de que musicalmente vos tengas una experiencia de años, lo que atraviesa tu persona en ese momento en tu vida puede llegar a ser a veces especial en la cual no estés fácilmente disponible a hacer todo lo que alguien te pide ¿no?. Me refiero a que juntar a los músicos para ensayar es muy difícil, por equis razones. Porque no hay guita, porque "estoy ocupado en esto", "no, que voy a ir hasta el centro, hace calor, hace frío". Son partes que yo las considero... no me gustan. A mi me gusta cuando la gente tiene una actitud profesional de entrada.
- ¿Qué tenés pensado hacer de acá para adelante?
- Por ahí está la posibilidad de que me quede un tiempito más para esos toques que pueden salir. Y después una cosa que tengo pensado es hacer varios proyectos a nivel grabación, tengo cosas de años guardadas, pero el proyecto que tengo más fresco es hacer algo solo, acústico. Canciones acústicas, y si puedo grabar todos los instrumentos yo sería lindísimo. No sé si va a ser posible, porque no sé donde voy a grabarlo ni sé el tiempo que voy a tener para hacerlo. Eso es lo que más quisiera poder hacer ahora. Si me hablás dentro de quince días o dentro de un mes cuando esté en Estados Unidos quizá todo cambie, porque es increíble como las realidades donde a uno le toca vivir cambian el sentido de lo que vos querés hacer.
Juan Castel