Trotsky Vengarán, ¿tocando fondo?

16/11/2000

Sin olvidarse de hablar en serio, Trotsky Vengarán se sigue divirtiendo. Hugo, guitarrista, cuenta la historia de la banda, la experiencia de haber grabado para una multinacional y la de haber sido producidos en este último disco, a editarse, por Jaime Roos.

Templo del Gato

- Guillermo y yo íbamos juntos al Seminario, de hecho nos conocimos cuando teníamos dieciseis años y no sabíamos... o sea, nos gustaba mucho el rocanrol pero no sólo yo nunca había agarrado una guitarra en mi vida sino que él tampoco nunca había probado cantar, entonces siempre teníamos la idea de tener una banda...

- ¿Cuál era esa idea de tener una banda?

- Era armar quilombo. O sea, la idea de la banda era divertirnos.

- Teniendo además como referencia a Los Estómagos...

- Sí, bueno, Guillermo es el hermano de Gabriel (Peluffo), somos amigos de los Buitres y de Los Estómagos. En ese momento era cuando empezaban los Buitres, pero claro, la referencia la tenés ¿no?, nos gustaba la misma música a Guillermo y a mí. No sólo escuchábamos las mismas bandas de afuera sino que también íbamos a los recitales de acá. Cuando éramos guachos íbamos a Graffiti, a Cabaret Voltaire, había como una movida under. Si bien no era nada masivo ahora no hay tanta convocatoria, ahora es como más desarmado, como que vos podés ir a un boliche o a otro. Y sobre todo ahí tomás contacto con las bandas, porque una cosa es escuchar la radio o un disco y otra cosa es ir a ver una banda en vivo y estar cerca. Yo me acuerdo de ir a los recitales, mirar como tocaba Parodi, como tocaba Víctor Nattero... bueno, ahí como que le empezás a tomar el gusto, vos decís: "tá, quiero estar del otro lado, quiero estar arriba de un escenario".

- ¿Llegaste a ir con Guillermo al Templo del Gato?

- No, ahí no nos conocíamos. Guillermo creo que tenía trece o catorce años; el cuento es que Gabriel lo llevó y como no podían entrar menores lo escondió abajo de una mesa. O sea, fue con un amigo y salieron de abajo de la mesa sólo para ver el recital, aparte en esa época venían las racias y se podía armar lío ¿no?

- Al principio entonces: diversión.

- Sí, sí, las primeras canciones eran... o sea, lo primero que hicimos fue aprender canciones de los Ramones, aprender canciones de los Cramps que nos gustaban mucho en ese momento, y después, a las canciones que cantábamos en el recreo de la escuela le poníamos música de rocanrol y las cantábamos. Salíamos y cantábamos: "Me quedo en bolas...", yo que sé, "No te vayas amorcito chi qui pum chi qui pum..."; todas canciones de recreo. Pero claro, tocábamos para los amigos. Me acuerdo de llegar a tocar en recitales donde no había tantos amigos nuestros y era muy chocante, porque la reacción de la gente era tipo: "Y estos pibes ¿qué están haciendo?", o sea, pasábamos mucha verguenza. Después, cuando empezamos a hacer las primeras canciones yo que sé...

- Se pusieron serios.

- Claro, sí, sí, hubo un momento que dejamos. Fuimos gradualmente dejando esa cosa que era puramente humorística, era de cachada de adolescente, y fuimos evolucionando a cosas más serias. Creo que nunca perdimos el humor. Siempre, en cualquier disco de Trotsky, hay letras que son directamente humorísticas; y si no, hay letras que son muy irónicas que a veces es difícil ver. Pero digo, eso se mantiene desde el primer disco y hasta este último también.

Salud, dinero y dinero (1994)

- Y salió el primer disco.

- Y ahí sí. Juntamos plata para hacer las primeras grabaciones y después tuvimos la posibilidad de grabar... Cuando nos enteramos que Nacho, nuestro primer guitarrista, se iba, dijimos: "bueno, vamos a grabar todos los temas que tenemos hasta ahora más o menos bien para tener un recuerdo, digamos". En esa época todavía no había posibilidades, no nos planteábamos la necesidad de salir en disco, de hecho era una época donde no había muchas bandas, en cambio ahora hay muchísimas y algunas son muy buenas. Y bueno, grabamos y después de grabar nos surgió la posibilidad de salir en un CD por el sello Ruta 66 -Monitor era el sub-sello- que iba a hacer cosas nacionales. Un sello que tuvo una vida bastante corta; por suerte les dio el tiempo para sacarnos el disco a nosotros, que ya te digo, es otra cosa, es la influencia de cinco tipos que tenían puntos en común pero tenían cosas muy diferentes. En esa época estábamos muy influenciados, aparte de por el punk que quizás no se traslucía tanto en la música, escuchábamos mucho los Beastie Boys, Nacho era un fanático total de ACDC, todos somos fanáticos de ACDC, pero Nacho era un enfermo. Entonces, muchas de las bases son muy temas tipo ACDC. Si se quiere es como más variado. Creo que a mí me gusta más la línea de ahora. Como que después tomamos lo mejor de ese disco, ya como cuarteto, para hacer el Clase B, y trabajamos una línea más parecida a lo que es ahora. Y tá, es un disco que está agotado, calculo que habrá salido una sola tirada porque después el sello se fundió. Ponele que habremos vendido entre discos y casetes ochocientos, novecientos y ahora no lo encontrás.

- Siempre contaron con el apoyo visual.

- Sí, la ventaja es esa, pero a veces uno dice: "¿hasta donde sirve hacer clips?". Porque tampoco es tan inmediato el éxito acá.

- Tampoco hay canales de difusión...

- Y no. En esa época ni siquiera estaba TV Ciudad. El primer clip que hicimos, que fue para Reflejo, que es un tema que salió en el disco, ganó un concurso en Lima de Video Joven. Un video que fue premiado y todo y acá lo pasaron en un par de programas un par de veces y tá. Igual siempre los hacemos, porque Guillermo... bueno, Guillermo le ha hecho clips a mucha gente, sería absurdo que no le hiciera clips a Trotsky. Aparte yo ahora también trabajo en este medio entonces como que juntamos amigos que los hacen gratis. No somos una banda que precise plata para hacer un clip, a no ser que tengamos una idea onda: ¡vamos a chocar un auto! Pero clips de banda así, como los que tenemos, es juntarnos un día, llevar la cámara y filmar; tenemos esa ventaja. Pero sí, el apoyo visual siempre fue importante.

Nino Bravo

- Clase B es un disco distinto, además del humor de tapa, hay covers...

- Vos sabés que el Clase B, a riesgo de parecer pretencioso, yo lo veo como un disco conceptual, porque nunca más nos pasó que, o sea, el disco se tenía que llamar Clase B porque éramos una banda Clase B. Aparte de un gran amor por el cine Clase B que tenemos nosotros, de las películas de ciencia ficción viejas y eso, siempre cuando decís Clase B lo primero que te viene a la mente es el cine Clase B. Pero nosotros bromeábamos entre nosotros porque somos una banda, digamos, una banda Clase B. Como que estaban las bandas Clase A y nosotros éramos una banda Clase B. Pero fue un disco que salió muy rápido, lo hicimos en un mes todo el disco. Me acuerdo que yo estaba alquilando una casa en Costa Azul, estaba de vacaciones, y los otros tres terminaban de trabajar, agarraban el auto, se iban para allá y nos juntábamos en lo de Guillermo. Y por día sacábamos por lo menos dos temas, era como una canilla. A veces nos daba verguenza y decíamos: "tá, vamo´a ver esto si está bien porque no puede ser que nos salgan temas tan rápidos". Me acuerdo el caso de temas de ese disco como Otra vez, temas como Tenés que trabajar, no sé, me acuerdo de esos que salieron en una noche. Y después claro, teníamos esos covers que bueno, por ejemplo Un beso y una flor es como uno de los grandes hits que tenemos hasta el momento. Se le ocurrió a Guillermo hacer un cover de esa canción y yo no me acordaba: "no sé de que canción me estás hablando", y cuando me mostró el disco era lo que escuchaba mi vieja en Aquí está su disco...

- Pero ¡que romántico! (risas)

- Lo romántico del punk (risas). Y tá, Nino Bravo, que considero que es un gran cantante.

- Y después, ¿te fuiste metiendo en su vida?

- No, mi madre era muy fanática de Nino Bravo y siempre me decía: "¡Ah, Nino Bravo!". Ya se había muerto cuando yo tomé conciencia... pero hasta el día de hoy bromeamos con la cantidad de chantas que había en esa época: Camilo Sexto, no sé, mil, te podría decir mil. Pero Nino Bravo es un tipo que después, ya de grande, escucho discos del tipo y bueno, es un muy buen cantante, entonces no nos da verguenza haber hecho un cover de él. Aparte después vino toda esta bataola de covers de Roberto Carlos y de Alberto Cortéz que hizo Ataque 77 en el último disco y nos reimos de cuando nos decían: "pero ¿van a tocar una canción de Nino Bravo?, están locos ustedes, son unos terrajas...". Me gusta mucho la versión que hicimos. Es una canción que la tocamos con gran placer.

- También es banda de sonido de una película: El hombre de Walter...

- Sí, es banda de sonido de El hombre de Walter, que es una película de Carlos Ameglio, una película independiente. Y bueno, el director es conocido nuestro, de hecho es nuestro jefe (risas). Y el clip tiene imágenes de la película. Lo grabamos en el salón de baile del Hotel Carrasco porque la atmósfera de la película remitía siempre a esos lugares medio lujosos ¿no? Era interesante el hecho de ver una banda como nosotros tocando en una atmósfera tan elegante.

- ¿Qué les dio el Clase B?, ¿qué cambió en la banda?, ¿empezó a sumarse más gente?

- Sí, empezó a sumarse más gente. Creo que definimos la línea que estamos trabajando hasta ahora y entonces sí, ahí empezamos a recibir público. En la época de Clase B nosotros tuvimos mucha difusión con Un beso y una flor. Eramos una banda bastante difundida. Participamos en un par de espectáculos grandes que hubo como Rock de Acá y otras cosas en el Teatro de Verano con una muy buena respuesta de público. Nos consolidamos como banda. Es un disco que a mí me gusta muchísimo, me gusta por ejemplo más que el Yo no fui.

- Además se siguieron divirtiendo...

- Sí, sí, sí, ese disco tiene versiones que nos hacen reir mucho; nos divierte mucho.

- ¿No es raro que una banda de punk se divierta?

- No, no, o sea, me encanta, de hecho me gustan mucho las bandas que se toman a sí mismas con humor. Cuando yo veo o me doy cuenta o me parece que una banda está enojada ya te hace pensar: "bueno, pero ¿por qué estás enojado?, si te va bien, si vendés discos". Entonces yo no quiero que por decir: una banda punk, signifique: "¡vamo´a romper todo!, ¡no hay futuro!, no sé qué", porque si punk es esa definición, nosotros no somos una banda punk. Nosotros somos una banda que escucha música punk pero ya te digo, tenemos treinta años ya, todos laburamos, digo, punk podés ser a los diecisiete, ya seguir siendo punk a los treinta... es como que hay algo que no está funcionando. No reniego, pero yo no podría tocar, ni yo, ni Guillermo, ni Cuico, ni Nicolás creo que podríamos disfrutar estando en una banda donde tenés que subirte al escenario como de mal humor o como diciendo: "estoy en contra de esto, estoy en contra de aquello".

- No les caben las letras contestatarias.

- No, tenemos letras contestatarias, pero hoy por hoy no somos una banda contestataria. Cuando éramos chicos sí, yo quería tener una banda contestataria. De hecho el nombre de Trotsky sale porque la idea nuestra era tener una banda que estuviera en contra de todo, porque claro, a los diecisiete tenés pila de cosas en la cabeza que está bárbaro que sea así. Entonces, como era la época de la Perestroika dijimos: "bueno, a uno que seguramente van a reivindicar en todo esto es a Trosky, que se había abierto del régimen comunista". Entonces decíamos: "tá, una banda que esté en contra de las cosas se puede llamar como Trotsky". Por ese lado salió, era la idea, pero yo creo que lo bueno de Trotsky es la combinación, o sea, tocando música medio hardcore no somos una banda de pachanga, en el sentido de que todas las letras son graciosas, porque hay letras como Ni olvido ni perdón que son super en serio ¿viste? Eso sí pero tá, nosotros nos reimos de nosotros mismos, yo que sé, hacés una letra... por ejemplo la versión de Do you love me? que tenemos en el Clase B o una letra con un mensaje para la humanidad, el tema que vienen los extraterrestres todos borrachos, o sea, son cosas graciosas que después las tocamos divirtiéndonos al mismo tiempo.

- Y la gente los entiende.

- Sí, sí, o sea, nuestro público ya aprendió que no puede venir al recital... no viene a recibir dogma de cómo hay que conducirse en la vida, ni qué está bien, ni qué está mal. Nosotros nos subimos y tocamos. Y la verdadera base de los recitales de Trotsky es que nosotros nos divertimos mucho. Nos gusta mucho hacer la música que hacemos y nuestro deseo es que la gente se divierta, que se contagie de esa alegría viéndonos. O sea, nosotros, tocar en vivo, tocar, grabar discos, tener una banda, a pesar de que es muy difícil acá, nos produce alegría, es como decir: "bueno, yo si no tuviera la banda no sé qué haría". Yo estoy feliz de poder tener una banda de rocanrol.

Yo no fui (1999)

- Y el Yo no fui es el tercer disco. Lo grabamos para una multinacional, una decisión que en su momento parecía muy buena pero que después terminó siendo compleja.

- ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de grabar para una multinacional?

- Las ventajas... cuando nos ficharon digamos, las ventajas eran que íbamos a poder tener una distribución masiva, que íbamos a tener un aparato publicitario detrás... Yo que sé, nosotros no nos creímos el cuento del gueto onda: yo no voy a venderme, quiero ser una banda independiente. Puede ser que funcione donde hay mercado para bandas independientes como EE.UU, Inglaterra o el que sea, pero acá era la opción. Como músico lo que querés es que tu música tenga la mayor cantidad de posibilidades para que la gente la pueda escuchar. La idea era que nos iban a distribuir en Argentina, que nos iban a distribuir bien acá y tá, y que iba a haber una determinada publicidad, entonces... y aparte bueno, por ejemplo, fue la primera vez que grabamos un disco sin tener que poner un peso de nuestro bolsillo, un disco que para los cánones nuestros es un disco caro, es un disco que nosotros no lo hubiéramos podido pagar nunca.

Nos llevaron a Buenos Aires a grabar, se fueron estirando los plazos de la grabación, no por causa nuestra, y terminamos estando un mes y medio.

- Demoró bastante en salir ¿no?

- Sí, se demoró en grabar y se demoró en salir. Lo terminamos de grabar en setiembre del ´98 y salió en julio del ´99.

- Incluso teniendo y lanzando antes los clips.

- Teniendo antes los clips... pero tá, pasás de ser cabeza de ratón a cola de león, o sea, éramos el último orejón del tarro de Universal. Porque aparte firmamos con Polygram y después se fusionó con Universal, entonces Polygram Argentina que era la que nos "manejaba", empezó a tener presupuesto para una sola compañía con un catálogo de dos compañías. Entonces obviamente, para los pibes de la compañía el disco de Trotsky era un disco más. Para vos es tu disco y teóricamente querés que le den la máxima cantidad de bola posible. Nunca sucedió eso, de hecho ni siquiera la distribución acá fue demasiado buena.

- Así que lo prometido...

- No, no. Siempre sabés que te venden la píldora, pero una vez que vimos lo que habían gastado en el disco dijimos: "bueno, por lo menos van a tratar de recuperar la inversión". No te digo que me lleves a tocar a Buenos Aires como la salvación del rock ni la onda que llega de Uruguay; no, no, mirá, no sé, lo mínimo. Nos lanzaron en Argentina pero tiraron los discos en las bateas, o sea, podés encontrar un disco de Trotsky y no saber lo que es Trotsky.

- Y más allá de todo, ¿qué rescatan?

- Me gustan mucho las canciones que tiene el disco, yo creo que ese disco... no sé qué pasó, nosotros estábamos convencidos de que al disco le iba a ir mejor de lo que le fue...

- Ta´ caro...

- Pero... tá, podés tener siempre esa sensación, pero realmente yo creo que es un disco muy sólido, es un disco que tiene muy buenos temas, y me hubiera gustado que se le diera una oportunidad. No se le dio. Aparte estábamos atados de pies y manos, porque si vos vas diciendo: "soy una banda independiente, hice este clip", te dan una oportunidad. Pero si vos sos una banda de un sello grande no podés ir por la tuya porque los tipos dicen: "no, vos no me traigas nada, me tiene que traer el sello". Porque aparte allá, no sé exactamente acá, pero si en Argentina, la difusión de las canciones en la radio, la difusión de los clips en la televisión es pautada como la difusión de la publicidad. O sea, el sello dice: "pasame a estos pibes, vamos a imponer este tema", y de alguna manera se los recompensa a la radio o al canal de música o con publicidad o con otros medios que generan dinero; es una pauta...

Lo que rescatamos es que por primera vez probamos un método de trabajo profesional de verdad. O sea, la diferencia entre la grabación de Clase B y la grabación del Yo no fui es abismal; por el estudio, por los instrumentos, por el estilo de grabación, por las cosas que aprendés. Entonces, lo que tratamos de hacer en este disco que vamos a sacar con Koala es una co-producción donde nosotros tenemos más control sobre... bueno, sobre el material siempre tuvimos control absoluto, pero ahora tenemos más control sobre todo el proyecto, sobre los tiempos del proyecto, entonces dijimos: "bueno, hagamos lo que hicimos en el Yo no fui, lo que estuvo bueno", entonces fuimos al mismo estudio a grabar las bases, con el mismo ingeniero...
 
Jaime Roos

- ¿Cómo se va a llamar el disco?

- Mirá, el título que estamos manejando es Mal herido, de todas maneras como no salió todavía...

- ¿Cuándo aparece?

- Estamos tratando de hacer todo para que salga este año, pero tal vez no nos den los tiempos. No sé si sabés que el productor del disco es Jaime Roos...

- Sí, lo sé... ya vamos a hablar de Jaime (risas)

- Si vamos a hablar mejor me callo. Pero, o sea, él está sacando su disco también, entonces estamos tratando de sacarlo este año. Si no sale este año sale a más tardar en marzo. Le falta el puntillazo final a la grabación y la mezcla.

- ¿De qué habla el disco?

- Mirá, es un disco más serio, yo no sé... no sé cómo llamarlo. Pero es más... no sé si es serio, no sé si es... no quiero decir para abajo, tipo un disco más pa´bajo o más bajón, pero hay menos hardcores, hay canciones más lentas, no sé a qué se debió. Cuando nos juntamos para hacer las canciones las ideas que fueron saliendo fueron saliendo así y nos quedamos con eso, y a mí me gusta mucho, me encanta. Tiene trece temas, tiene dos baladas, canciones de amor pero así, que nunca habíamos hecho, tiene hardcores como siempre, que es el estilo que nos sale más de taco.

- Siguen una línea...

- Es un poco más abierto. Yo creo que el Yo no fui era más guerrero, había muchos hardcores, muchos temas tipo Ramones, este como que es un poco el pie en el freno; pero tampoco es un disco de lentas, hay que escucharlo.

- Bueno, ahora sí, y Jaime ¿cómo llegó a ustedes?

- (Risas) Jaime...

- ¿Cómo apareció en sus vidas? (Risas)

- (Risas) Jaime: señor de bigotes que escuchábamos... no, Jaime empezó a trabajar con Guille que le empezó a hacer los clips...

- ¿Les gustaba su música?

- Yo debo de parecer un lambeta... Jaime Roos es mi héroe. Cuando comenté que nos iba a producir Jaime hubo gente que dijo: "¡pa, qué bueno!", hubo gente: "¡qué!, ¿¡con Jaime!?, ¿¡qué están haciendo con Jaime!?, lo uruguayo no, esa cosa no va más". No sé si pensaban que nos iba a cambiar en algo el estilo. Yo soy fan de Jaime Roos, aparte es un músico que respeto mucho. Y cuando lo llegué a conocer, por intermedio de Trotsky... o sea, vos empezás a tratar a la persona cuando la ves todos los días, cuando la escuchás hablar de las canciones y de la vida ¿entendés? y decís: "bueno, tá, estoy con un tipo que es un señor, que es un caballero". La ventaja de Jaime es que es un tipo muy directo, si te tiene que decir algo te lo dice, no es un tipo que te done la píldora.

- Y se acercó...

- Obviamente el sabía que Guillermo tenía una banda, un día le dijo: "bo, pasame algo para escuchar". El primer disco que escuchó fue el Clase B, nos dijo que le había gustado... Jaime vivió en Holanda en la época del ´77-´78, o sea, no es un tipo que no tenga ni idea de lo que es el punk, por más que de repente no escuche el punk de ahora, lo que se hace ahora, pero es un tipo que le gustan mucho los Clash, Pistols, le gustan bandas de esa época, es un tipo que sabe mucho de rocanrol, no es un tipo que llega a Trotsky con una cabeza de lo que hace sólo él...

En la época del Yo no fui, en el medio de la locura que teníamos en Buenos Aires porque las cosas no caminaban, me acuerdo que tuvimos una especie de charla técnica con él. Nos dio unos consejos muy buenos. Sinceramente nos dijo que Yo no fui era uno de los mejores discos de rock uruguayo que había escuchado, y bueno, esa es la típica opinión en la que yo me baso. Si a mí no me da bolilla X persona bueno, pero si Jaime Roos me dice: "mirá, este es uno de los mejores discos que escuché", es un referente que yo me voy a creer. Y bueno, y jorobando le dijimos que siempre habíamos querido hacer una versión de una canción de él, que de hecho la hicimos en este disco, que se llama Una vez más, una canción del ´82, ´83, está en el disco Mediocampo. Y sí, nos dijo que sí, que era una canción que él la veía como para que la pudiéramos hacer nosotros. Y en un momento dijo: "...porque yo los podría producir". Y fue: já-já. Le dijimos: "tá, tá, mirá que nos vas a producir". Y quedó por esa. Un día viendo la tele, viendo una entrevista que le estaban haciendo en Toda la música, le preguntan cuáles son los planes para este año, para el 2000, "bueno, voy a sacar mi disco, voy a producir el disco de Trotsky...". Y ya fue onda: ¡bo, esto es verdad...! Nos enteramos por la tele.

- Además por el canal oficial.

- Claro, y bueno, tuvimos la pre-producción con él y fuimos a grabar al Abasto. Ahora está terminando su disco y va a venir a darle los últimos toques a la grabación del nuestro.

- ¿Qué aprendieron de Jaime?

- Un montón de cosas. Yo aprendí que el fuerte nuestro de repente no es la técnica sino que es el feeling que le ponemos a la música. El fuerte nuestro y supongo que el fuerte de muchas bandas. Porque nosotros estamos lejos de ser virtuosos. Yo creo que somos una banda competente en el estilo que hace. Yo por ejemplo, si hay una guitarra en un campamento me tengo que ir, porque si me dicen: "tocate una", yo no sé tocar canciones en la guitarra. No sé. Yo sé tocar las canciones de Trotsky y las canciones de alguna otra banda. Debo saber una cantidad sumamente limitada de acordes, no tengo ni la más puta idea de nada, no sé de escalas, no sé nada, no me interesa aprender, o sea, yo quería aprender a tocar la guitarra para tener una banda... Y bueno, el día que no pueda tocar en la banda porque sienta que mis compañeros tocan mejor que yo, o me pondré las pilas para aprender o me iré. Pero creo que nosotros crecimos juntos como músicos y creo que al día de hoy somos una banda muy competente, que el estilo lo toca bien. Obviamente te repito, no somos virtuosos, pero a Jaime le gusta mucho el feeling que transmite la canción. Es otra cosa que yo lo siento con otras canciones de otras bandas y creo que antes me daba verguenza admitirlo hasta que él dijo que le pasaba lo mismo; y en realidad todos dijimos: "a mí también me pasa" (risas).

- (Risas) ¿Con qué?

- Y yo que sé, yo escucho canciones de los Ramones y me emociono. Me emociono de que me viene una lagrimita a los ojos, pero no es porque la canción sea de amor, es porque la canción... cuando vos la vas escuchando hay una sucesión de cosas que están puestas... no sé como explicarte esto, pero están puestas de una manera que cuando cierra el círculo vos decís: "esto es perfecto". Y ojo, son los Ramones, son también tipos muy básicos. Me pasa con eso y me pasa con otras cosas. Eso nos lo decía él y yo estoy de acuerdo y ahora me doy cuenta; hay notas que te pegan de una manera y te arrancan un sentimiento. Capaz que parezco un sarlanga pero es eso; se ve que a él eso se lo provocamos nosotros.

Carlos Bassi

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