Los Shakers, El mejor grupo de rock latinoamericano de la década del ‘60 (Cap.3 - La Conferencia Secreta)
16/3/2009
LA CONFERENCIA SECRETA DEL TOTO´S BAR
Durante 1967, Los Shakers han hecho muy pocas ediciones discográficas. Tan sólo se destacan dos simples: el rarísimo ‘Marabú’/‘Si lo supiera mamá’ (cantado en español, una especie de homenaje a los autores Víctor Soliño y Ramón "Loro" Collazo), y el que incluye la muy buena composición ‘Adorable Lola’ (‘Lovely Lola’), con ‘When I’m sixty four’ del otro lado.
De hecho, para mediados del 67 ya tienen compuestos casi todos los temas que piensan incluir en el próximo larga duración. Pero es a partir de la edición del Sgt. Pepper´s de Los Beatles en julio, que terminan de definir la estética y el concepto del disco. Así, durante el segundo semestre de ese año y un par de meses del 68, se dedican a crear y escribir los arreglos para las canciones, y a ensayar las más nuevas. Se va gestando entonces la que será considerada la mejor obra que un grupo de rock haya realizado en el Río de la Plata en la década del 60: La conferencia secreta del Toto´s bar.
CAIO VILA — La ejecución del disco fue rápida, pero llegar a la grabación fue un proceso muy lento por la inestabilidad que ya estaba existiendo en el grupo. Ya teníamos cada uno en la mente la disolución cuando grabamos el disco. La grabación finaliza el 23 de abril de 1968, y se piensa que el disco estará a la venta en invierno. También se tiene proyectado editar en simple el tema ‘Acostumbro ver televisión los martes 36’, como el posible hit del álbum. Ninguna de estas cosas ocurre, y Los Shakers se separan a mediados de año.
HUGO FATTORUSO — De a poco el asunto se fue poniendo viejo y por el 66 ya andábamos con ganas de largar Los Shakers. Estábamos metidos dentro de un mercado en que los tipos te obligan a hacer lo que se vende, intentando gustarle a la gente. Sonábamos fenómeno, pero tocábamos estilos que sabíamos iban a complacer al público.
OSVALDO FATTORUSO — La separación de Los Shakers fue un poco de desgaste, un poco de crecimiento. Crecimos nosotros, no queríamos jugar más a hacer una bandita de rock que sale a hacer clubes, giras, lo que sea. También la compañía, que nos descuidó un poco, y nuestro manager. Por ahí quizá no hubo forma de resolverlo. No debe haber sido culpa de ellos exclusivamente. Pero no me dolió. Ya era. Ya habíamos crecido. Ya habíamos cambiado la cabeza.
CAIO VILA — [...] Yo pienso que en ese momento no nos dimos cuenta porque nos reunimos y separamos de común acuerdo, sin saber por qué. Pero para mí fue indudablemente una cuestión de recuperación de identidad. La habíamos perdido siendo muy jóvenes, manejados por la máquina.
La influencia del Sgt. Pepper´s en La conferencia es muy marcada. En su concepción, con un comienzo con un solo track que contiene dos temas sin silencio entre ambos y un final del disco con una obra magistral; el tema ‘Yo recuerdo mi mundo’ con cintas pasadas al revés, el elaborado ‘Señor carretera el encantado’ con la inclusión de un cello interpretado por Pelín, muy a lo ‘Strawberry fields forever’, las similitudes de ‘Mi tía Clementina’ con ‘When I´m sixty four’, y de ‘Acostumbro ver televisión los martes 36’ con ‘Getting better’. No faltan las típicas melodías de los primeros tiempos con ‘Siempre tú’, ‘El pino y la rosa’ y ‘Oh, mi amigo’, ni los correctísimos tratamientos vocales e instrumentales en la balada ‘Una forma de arco iris’ y en ‘B B B Band’.
GUILHERME PINTO — [...] Algunas orquestaciones ya no imitan sino que anticipan trabajos de los Beatles (los glisandos de cellos en ‘Yo recuerdo mi mundo’ son muy parecidos a los que surgirían posteriormente en ‘Glass Onion’, el arreglo por cortes de ‘Más largo que el Ciruela’ precede al de ‘Martha My dear’). Los Shakers van inclusive más lejos que sus modelos británicos en el acercamiento a la tradición céltica (‘B.B.B. Band’). [...].
Pero lo más notable del disco se encuentra en los dos temas que incorporan otros elementos musicales. Uno de ellos es ‘Candombe’, compuesto por Hugo y Osvaldo e inspirado en lo que viene haciendo Manolo Guardia (Los Shakers no tienen aún conocimiento de la existencia de El Kinto). Pero además, en este ‘Candombe’, Hugo mete un solo roquero de guitarra algo distorsionada en el puente instrumental del medio, mucho antes de que Santana fuese conocido.
La otra canción a la cual nos referimos es ‘Más largo que el Ciruela’, tema que cierra el álbum y que se constituye en la primera fusión de la historia entre el rock y la música urbana del Río de la Plata. Además de los arreglos de cuerdas y vientos escritos por Hugo y Pelín, se incluye un bandoneón –tocado por el propio Pelín– dentro de una melodía que remite inmediatamente a Astor Piazzolla. El encargado de tocar el violín es el mismísimo Antonio Agri, mítico violinista argentino que formó parte del quinteto de Piazzolla durante varios años.
La conferencia secreta del Toto´s bar se edita a fin de año en Argentina, y en febrero del 69 en nuestro país. La compañía Odeón se desentiende totalmente del disco, y en la vecina orilla no tiene la más mínima difusión, llegando a ocupar un tímido puesto veintiséis en el ranking de la revista Pinap. A pesar de pasar inadvertido comercialmente, y del hecho de que, para la fecha de su edición, ya resulta un anacronismo continuar cantando en inglés, La conferencia deslumbra e influye sustancialmente a una buena camada de músicos jóvenes del Río de la Plata. En las "historias de rock argentino", esta obra es destacada de la siguiente manera:
La obra cumbre –y al mismo tiempo el "canto del cisne"- de Los Shakers, fue "La conferencia secreta del Toto´s bar", un disco conceptual que el grupo empezó a gestar durante 1967, y salió a luz a fines de 1968. Paradójicamente, la mejor placa de este conjunto no pudo ser presentada en vivo pues, a causa de desgastes internos, Los Shakers se separaron apenas concluyeron de grabar la obra. Para muchos el mejor trabajo editado en la década del 60 en el Río de la Plata, "La conferencia..." fue un disco injustamente olvidado. Inspirado estéticamente en el "Sargento Pepper" de The Beatles, la obra deslumbra por arreglos rítmicos e instrumentales inusuales para la época, y significaba un anticipo de lo que luego sería la fusión del rock y el pop con géneros americanos como la bossa, el candombe o el tango.
[...] Pero hubo que esperar a 1968, con la grabación de su última placa "La conferencia secreta del Toto´s bar", para apreciar en toda su fuerza y originalidad las posibilidades del grupo. Un disco de compleja elaboración [...] un álbum magistral [...] todavía hoy sorprende por su riqueza. [...]. Después de un disco tan brillante, quizás no quedaba a Los Shakers otra cosa que separarse.
Desintegrado el grupo, y habiendo dejado de recibir los ingresos provenientes de sus numerosas actuaciones, los muchachos comienzan a darse cuenta de un detalle que hasta ahora no habían considerado con seriedad: no han cobrado aún un solo peso por concepto de ventas de sus discos. Esas ventas han sido cuantiosas, y se prolongarán hasta finales del siglo con varias reediciones en formato compacto realizadas en Uruguay, Argentina, Brasil, Canadá, Inglaterra y España. Lamentablemente, no sólo no han cobrado, sino que no cobrarán jamás: el contrato original que firmaron con la compañía los exime de derechos sobre todas las regalías.
HUGO — Es tan desastrosa la situación económica respecto a Los Shakers, que no sólo no tengo ganas de escuchar sus discos, sino que además no agarramos un puto peso. O sea: la guita que en su momento ganamos fue solamente tocando en escenarios. De todo eso que se vendió (discos) y de lo que se sigue vendiendo, los CD ... no vemos un mango... Aclaro que cuando yo hice el grupo no pensé en hacer guita. Como todas las cosas que hago, porque yo no tengo cabeza para hacer dinero. Bueno... en realidad no tengo cabeza para nada y menos para hacer dinero.
Increíble, pero cierto. Había que empezar de nuevo. Todavía en Argentina, Hugo trabaja como fotógrafo y, junto a Osvaldo, acompaña a varios artistas. Llegan a juntarse con los integrantes de Los Gatos para presentar el espectáculo Canciones para argentinos jóvenes en el teatro Payró. Para cumplir con un contrato pendiente con Odeón, graban el larga duración La bossa nova de Hugo y Osvaldo, en el que dan rienda suelta a sus inquietudes bossanovísticas en diversas canciones, incluidas ‘Chicalanga’ de Manolo Guardia y ‘Me gustas demasiado’ de George Harrison. Hugo parte para los Estados Unidos, y al poco tiempo (agosto de 1969) Osvaldo le sigue los pasos. Desde allá seguirán derrochando talento y manteniéndose muy atentos a sus raíces.
Reediciones en formato compacto:
Los Shakers (EMI CDO 0.19-2) Además del primer LP de Los Shakers incluye: "Michelle", "Muchachita", "Submarino amarillo", "Quiero ser tu hombre", "My Bonnie" y "Pelota de goma roja".
Shakers for you (ICPN 7243 8 29992-2) Además del LP Shakers for you incluye: "No molestar", "Adorable Lola", "Déjame ir", "Solo quiero estar contigo", y "Hasta luego cocodrilo".
Los Shakers (La conferencia secreta del Toto’s bar) (ICPN 7243 8 36827-2) Incluye el tercer álbum de Los Shakers.
Fernando Peláez