Cursi, una mirada distinta
15/9/2002
Tres años después de editar su disco debut, Cursi vuelve a la carga con “Del 2 al 70”, trabajo en el que la banda reafirma su desprejuiciado perfil musical; un “zapping”, como ellos mismos dicen, que pasa de lo alegre a lo melancólico sin pagar peaje ni perder coherencia. Nuevamente en formato trío (Fabián Krut y Diego Drexler en guitarra y bajo respectivamente, con la incorporación de Irvin Carballo en batería), Cursi goza de buena salud y está comenzando a tocar en vivo con nuevos elementos abajo del brazo...
- Comparando con el disco anterior ("Cursi"), uno nota que "Del 2 al 70" ya es un segundo disco, hay cambios. ¿Ustedes en qué lo notan?
Fabián - Nosotros lo notamos en cantidad de cosas. Primero que hay mucho más trabajo en conjunto a la hora de componer con Diego, por ejemplo hay muchas más composiciones hechas juntos. Además en el disco anterior habían temas como "Gotas de luna", por ejemplo, un tema que lo grabé con Ney (Peraza) y que fue un poco el que disparó que se formara la banda, porque lo invité a tocar a Diego el bajo y ahí medio que se armó la idea. Entonces ese lo dejamos por cariño porque fue el tema que... fue como el punto de partida. Ahora más que nada la identidad de la banda se plasma porque hay más tiempo juntos haciendo cosas y craneando arreglos.
Diego - Además no es solo el segundo disco de la banda, sino que es el cuarto disco del estudio (Cerro de las Espinas). Entonces está todo ¿viste? Empezás a saber cómo aprender de los errores y las virtudes de los discos anteriores. Porque Gonzalo (Gutiérrez) trabajando en los discos de Daniel (Drexler) ya empezó a ver que "en esta zona de la casa hay que grabar así, esta bata la ponemos así, acá hay que meter así porque no se qué". Y bueno, también le abrimos mucho la puerta a Gonzalo en este disco. Está producido por nosotros y por Gonzalo, en una coproducción, pero le abrimos la puerta como canal. Nosotros le mandábamos una idea y el la sabía bajar a tierra.
Fabián - Claro, era una interacción así. Es el segundo disco que hicimos con él también, entonces ya... Aparte lo bueno de eso es que le abrimos la puerta pero se la cerramos cuando queríamos.
- El sonido es mucho más parejo, sin duda
Fabián - Claro. Porque también está bárbaro abrirle la puerta, pero en el primer disco habían cosas en que de repente nosotros estábamos más verdes ¿viste? Entonces en alguna cosa, "páh, no estamos muy convencidos... no sé"... y quedaba así. Ahora hay una cuestión más de "no, no, sacamos esto", hay más una pelea sana.
Diego - Y él también nos cerraba las puertas cuando era necesario... o sea, fue más visceral también.
- Más crudo ¿no?
Diego - Más crudo, más de que las tomas si íbamos a grabar una voz y veíamos que no andaba no la grabábamos ese día. Como que la idea era: tirábamos dos o tres voces y si veíamos que no venía bien "tá, pará". Y bueno, también lo que fue muy importante fue la entrada de Irvin a la banda, entrando para grabar baterías. Nos permitió trabajar con mucha libertad y con seguridad.
- ¿Por qué el tema de la seguridad?
Diego - Porque sabíamos que los elementos estaban arriba de la mesa. O sea, vos grabás el primer disco y no sabés si lo vas a terminar ese primer disco. La gran pregunta es que no sabés si lo vas a terminar; estabas grabando un primer disco... con Cursi ¿qué va a pasar? El segundo disco por lo menos sabías que tá, lo íbamos a terminar, no sabíamos si iba a quedar lo que queríamos o lo que esperábamos pero por lo menos sabíamos que lo íbamos a terminar. Entonces... como que tá, trabajás con más seguridad.
- Lo escuché más de guitarras este disco, más sólido, está más concreto ¿Cómo lo ven ustedes?
Fabián - Sí, además de todo en este disco la diferencia con el anterior también es que en un momento tuvimos la necesidad de decir "bueno, la mezcla la tenemos que hacer afuera, tenemos que salir". Nos dimos cuenta que necesitábamos así, una mirada de afuera. Porque ya te digo, nosotros estamos con Gonzalo, el disco anterior lo mezclamos nosotros con Gonzalo, en realidad lo hizo él, prácticamente. Pero en este necesitábamos que viniera otro tipo de afuera y leyera todo eso que habíamos hecho en Piriápolis. Yo creo que eso también le aportó muchísimo al disco. Este disco lo mezclamos en Buenos Aires, en lo de Román (Varas). Pero ojo: no es que lo fuimos a mezclar ni a El Pie, ni nada... Buscamos en Buenos Aires un lugar que tuviera que ver con la manera en que lo grabamos: un pibe que estuviera laburando, que supiera ¿entendés? Nosotros queríamos un Gonzalo pero que en vez de estar en Piriápolis estuviera en... "Arenales y no se qué".
- ¿Pero al loco le dieron toda la potestad para mezclar como quisiera?
Diego - No, el loco no sabíamos como iba a ser. Y cuando llegamos él planteó todos los días un laburo que era de dos a ocho de la noche. "Todos los días nos sentamos y van a estar conmigo". Lo bueno es que el loco nos metía el peso, pero él quería que estuviéramos nosotros ¿viste? Y lo bueno era que... o sea, hubo temas que le sacamos hasta diez pistas.
Fabián - Sí, limpiamos mucho.
Diego - Y con lo bueno de los porteños, que hay algo que me gusta mucho así de los porteños que es que van derecho al palo; "bó, este tema tiene que sonar así, ¿para que está esto acá?" Entonces rescataba la esencia de los temas y tá, estuvo bueno, estuvo muy bueno. Entonces todos los días nos juntábamos, agarrábamos un tema por día y le dábamos. Estuvimos viviendo dos semanas en Buenos Aires , haciendo eso, para mezclarlo nada más.
- Fabián, en la parte cantada vos en algunas canciones como que arriesgaste un poquito más...
Fabián - Sí, sí. Es que yo creo que también muchas veces la voz se empieza a ganar a través de que le empezás a sacar cosas que hay atrás. La voz empieza a tener un rol... Hubo violas que me acuerdo que las sacamos porque dijimos "esta viola está compitiendo con la voz solista" ¿entendés? Yo creo que eso empieza a ganar todo, muchas veces. Pero creo que hicimos un laburo así... distinto.
Diego - Sin prisa pero sin pausa. No nos apuramos pero en ningún momento nos detuvimos. Y también algo que empezamos a ver es que por ejemplo cosas que hacíamos nosotros en la forma de grabar, por ejemplo cuando estábamos haciendo algo, cantando algo, y queríamos que hubiera un elemento: entonces grabábamos cinco elementos. Cinco elementos haciendo cinco firuletes y todos compitiendo entre sí. En este momento, y eso tiene que ver con la crudeza que hablábamos, decimos "si acá está la voz, está la base: un elemento. Pero que ese elemento se la banque". Muchas veces metíamos cinco porque no nos animábamos a dejar uno, porque capaz que no se la bancaba.
Fabián - O porque te encariñabas... tipo "esa viola vamos a ponerla un poquito más atrás, pero está buenísima"
Diego - Entonces vino el porteño y la escuchaba, "esta viola, ¡boludo!, esta viola sacala".
Fabián - claro, vino un loco así que nos decía "está buena pero sacala, ¿para qué?".
- Para vos que estás con el bajo, que siempre con la batería están "hombro con hombro", ¿qué aporta Irvin?
Diego - Ya con la entrada de Irvin, que fue por febrero del 2001, empezamos a ver el tema de cambiar la historia. Y primero que nada, claro, empezamos a ensayar. Entonces los primeros ensayos fue como que yo dejé de lado a la banda y miré al Irvin nada más. Porque el primero que se vio así revolucionado por la situación fui yo, porque claro, soy el bajo, y me tuve que concentrar pila. Para mí fue como que nos hizo exigirnos más, zarpado. Ya pensar que ibas a grabar fue... porque como que es muy preciso el loco, es como muy ...derecho. Lo que es, es; lo que no es, no es. Y puntualmente lo primero que me pasó a mí fue que dije "bó, me tengo que concentrar, esto es en serio" (risas). Sentí exigencia. Como que me pasó una piedra que tuve que devolver, y eso nos llevó a que cambiara la postura de la banda. También hizo que surgieran temas nuevos, por esa forma de estructura de trío nuevo.
- Irvin es integrante, o sea, no es invitado
Diego - Es integrante de la banda. El está ahí, y es como que... es el golero. Es el responsable del show, el responsable de que empiecen los temas. O sea, nosotros estamos adelante porque el está ahí, con un rol súper importante, asume toda la responsabilidad y la agarra con todo. Y nos proyecta a nosotros para ir para adelante. Además de que abrió todo el tema de empezar a tocar en vivo con secuencias. Porque estamos en trío pero el disco no es un disco de trío. En el disco está Gonzalo tocando teclados, tocando violas, nosotros tocando otras cosas y haciendo coros, y gente invitada también.
- ¿Ya tienen pensado como lo van a resolver eso en vivo?
Diego - Sí. Tocamos todo el verano, hicimos como quince toques ya empezando a ensayar esa estructura de trío; porque no sonaban los temas. Primero que nada lo que nos dimos cuenta es que no van a sonar igual que el disco...
Fabián - Pero antes hubo una discusión larga y dijimos "¿qué hacemos, llamamos a un tecladista? ¿metemos un tecladista, metemos un violero?". No sabíamos que hacer, porque hay temas, por ejemplo "Del 2 al 70", que el alma del tema es un teclado "ta-tan ta-tan", eso es el alma del tema, lo que necesitábamos era eso ¿entendés? Nosotros tres no lo podíamos hacer. Y después viene otro tema en el que el alma del tema es una viola que hace "tin-tun", ponele, algo importante. Entonces o armábamos una banda de ocho tipos o... Y bueno, las secuencias por ahora nos vienen solucionando muchas cosas a nivel práctico, porque tá, tenemos la secuencia para que haga ese teclado "ta-ra-ra", que aparezca ahí y ya está. Por otro lado también si llamás a un tecladista y le decís "yo quiero que toques eso nomás", de repente viene el tipo y se embola. ¡Se carga el teclado, hace la prueba de sonido y después "ta-ra-ra"! Después dice "¿y ahora que hago?". Entonces tá, es jodido también. Con las secuencias lo venimos resolviendo bien eso.
- Me imagino que debe ser difícil también decir "bueno: apreto 'play', sale la música y yo sigo tocando arriba"
Diego - Claro. Obviamente los temas los tuvimos que empezar a ensayar distinto. Empezar a tocar nosotros distinto y empezar a resolver con los elementos que tenemos, lo cual es algo bueno también.
Fabián - También empezar a ensayar más en serio.
Diego - Más onda... no más en serio. Pero pensando de que te mandás una cagada y es una cagada horrible, no es que me equivoqué y la arreglamos.
- ¿Qué quisieron hacer con el último track del disco? Ese "Maquillaje" que dura como trece minutos...
Fabián - Esa canción es la que sufrió más cambios drásticos, sobre todo en la mezcla. Porque queríamos que, o sea... Cursi también es un punto no solo ecléctico por los ritmos, sino también por la actitud ¿viste?
- Porque hay una cultura "Cursi" que manejan ustedes a nivel de letras, de músicas; hay un código ¿no?
Fabián - Y sobre todo lo que queremos hacer es mostrar todo; la faceta oscura, la faceta gozadera frívola, boluda, que es válida... las facetas de todo.
- Yo no sé cuánta gente puede darse cuenta si los escucha por primera vez de ciertos guiños medio humorísticos o irónicos que aparecen en algunos temas. Porque de repente lo agarran para otro lado, como diciendo "páh, estos pibes son unos terrajas"...
Diego - Bueno, pero si piensan eso y ven que el nombre de la banda es Cursi, entonces funcionó el mensaje. El tema es que es como una lectura desprejuiciada ¿no?, no es que nos riamos de nadie o que nos creamos que no se qué; lo hacemos porque nosotros somos así también. Y como que nos atrevemos desprejuiciadamente a tratar de hacer un funky setentoso nos salga como nos salga. Y después hacer un tema que sea re para abajo. Pero somos así, no nos podemos encasillar en algo; por eso somos Cursi también ¿no?
Juan Castel