Canciones para no dormir la siesta, Más que una leyenda callejera (Cap.3)
16/12/1999
LA DISOLUCION
La situación económica había traído por consecuencia que el conjunto fuera muy difícil de contratar. Se cobraba una cifra que en ese momento de crisis casi nadie podía pagar. No existía aún claramente la figura de los sponsors, que luego serían moda. Anotadas todas las dificultades que habían surgido en el último período, o sea, problemas de todo tipo interno, diversificación de objetivos, una respuesta un tanto decepcionante del público, muy pocas presentaciones y sin renovación de contrato en la televisión, finalmente se llegó a un 10 de junio donde se realiza la última aparición. Una tarde muy triste, frente a ochenta y cinco personas, en la Parrillada "El Ceibo" de Malvín, suspendiendo tres de los cuatro recitales pactados en el local.
Así, Canciones para no dormir la siesta, el grupo que siempre había estado involucrado en todas las causas populares, protagonizando las grandes jornadas -desde el más modesto barrio hasta el Estadio Centenario-, donde la música popular uruguaya fue portavoz clara de la necesidad de una apertura democrática, fue finalmente abandonado por su propia gente.
La cultura del neoliberalismo, los cambios rápidos que se dieron después de la dictadura en el plano político- cultural, determinaron que el grupo no tuviera la respuesta y los apoyos necesarios para continuar su trayectoria. Canciones para no dormir la siesta, en quince años de carrera, realizó sobre 1100 presentaciones en público. Había recorrido los más grandes escenarios de todo el Uruguay. Y también los más pequeños.
FUERA DE FRONTERAS
Las incursiones en el exterior fueron increíblemente muy pocas. Se registran algunas apariciones en Buenos Aires, en el Estadio de Obras Sanitarias, en medio de una gran embajada musical y alguna presentación en la cancha de River, en época de la Dictadura, y poco más. Quizás la perspectiva de Canciones hubiera sido, para seguir adelante, el insertarse en la plaza porteña, donde seguramente su carrera habría sido eternizada por el gran mercado. Pero ninguno de sus integrantes estaba dispuesto a radicarse en Buenos Aires. Se prefirió intentar la televisión como forma de perpetuarse y la televisión no funcionó, por las causas que anotamos y porque Canal 10 tampoco tenía, en ese momento, una buena estructura de ventas para un producto que era muy vendible. La situación de auto-libretistas era incómoda para los cantantes. No se contaba con libretistas externos, con oficio y conocimiento de la interna grupal. El programa de Canciones le llegó tarde al grupo, y éste no pudo hacer el esfuerzo necesario como para sobreponerse a esa tardanza.
LA HERENCIA
El grupo dejó el antecedente de haber sido el conjunto que implantó la modalidad "recital de música para niños", con todo el aderezo y con todas las características muy particulares que debe tener ese tipo de actividad. No es lo mismo hacer un recital de música para adultos que hacer un recital de música para niños. Hay una serie de coordenadas muy distintas que Canciones para no dormir la siesta demostró que debían ser respetadas y que era conveniente tener en cuenta. Cosas tales como sustentar el interés de la audiencia a través de la participación directa del público en la configuración del espectáculo. El niño y el adulto que lo acompañaba pasaban muchas veces a formar parte del mismo, cosa que después adoptaron otro tipo de agrupaciones como por ejemplo la Antimurga BCG, en la que claramente se ve una influencia de Canciones - diversificada - en lo que tiene que ver con el contacto físico con el público. Dejó en los pocos uruguayos que continuaron haciendo música para niños, las bases para desarrollar un oficio. Probablemente, sin tanta resonancia como tuvo el grupo en su momento, los viejos integrantes de Canciones - Jorge Bonaldi, Susana Bosch y Nancy Guguich - y aún algunos que no lo eran, como Mariana Ingold o Julio Brum, recogen muchas influencias y las desarrollan en algún sentido. Quizás los más coherentes espectáculos de música para niños se vieron después de la disolución de Canciones. Quizás no fueron tan vistosos ni tuvieron tanta repercusión masiva, pero fueron mucho más afinados en una serie de conceptos, tanto en lo musical como en lo estético. Tal, el legado en cuestiones fundamentalmente técnicas. En lo que tiene que ver con cuestiones anímicas y emotivas, en la población hasta el día de hoy, año 2000 casi, se percibe un recuerdo y un afecto que no ha variado. Probablemente sería un gran éxito hacer un revival de Canciones para no dormir la siesta a diez años casi de su desaparición. Quizás sería un gran éxito y probablemente un gran negocio hacer una tribuna Olímpica del Estadio Centenario, o diez o quince Teatros Solís, giras por el interior y videos. Esa es una posibilidad que queda abierta. Es muy discutible si se deben hacer esas cosas o no, porque a veces pueden llevar a decepciones como ha pasado con otros grupos que lo han intentado en nuestro medio, pero es una posibilidad de futuro.
DISCOGRAFÍA
Canciones para no dormir la siesta (1979)
Canciones para no dormir la siesta vol. II (1981)
Canciones para usar (1983)
Los Derechos del Niño (1983)
Los Derechos del Niño vol. II, llamado también Los Parchados (1984)
Diez Años de Canciones para no dormir la siesta, llamado también Chim pum fuera (1985)*
La cassette Antología (1989) es un volumen también oficial porque tiene re- versiones seleccionadas por el propio conjunto. *Fue el disco más vendido en toda la historia de Canciones para no dormir la siesta. Existen también una serie de refritos, antologías y selecciones realizadas por el sello Sondor, que no están autorizadas por los integrantes del grupo.