Hermán Klang en Espacio Guambia

8/11/2007

Humor e ironía desde el teclado

El músico, cantante y compositor Herman Klang sea quizás poco conocido en la escena de la música local. Pero como él mismo dice en su tema “Presentación”, no son “una banda que toque muy seguido pero esperamos empezar a tocar más seguido cuanto antes”. Aquí Herman comienza hablando con el público a medida que su teclado lo acompaña como si fuera un eco de su voz.

La carrera de este artista tiene como momentos destacados su participación en la banda Patakín y en la obra teatral "La Piaf", con Laura Canoura. Trabajó también junto a músicos como el Eddy Peñalver, Príncipe, Rossana Taddei, Daniel Drexler, Urbano Moraes, Horacio Buscaglia, Francisco Fattoruso y Alberto Magnone.

Fue, además, fundador de Malena Morgan, una de las bandas ganadoras del Festival de la canción organizado por la IMM en 1994, y del Segundo Encuentro de Música Instrumental de 1995. En 1999 la banda editó el disco ¿Cómo?, distribuido por Ayuí.

Luego de la presentación de su álbum solista: Bueno buenas noches, Herman Klang retorna a los escenarios junto a su banda La Bataclana, integrada por Nicolás Mora en guitarra, Gustavo Echenique en batería y Gerardo Alonso en bajo.

Al ser pianista y compositor, su estilo recuerda al de Leo Maslíah, perfilándose además hacia el humor, la ironía y lo absurdo.

Rossana Taddei además de participar en el disco como artista invitada participó también esta noche con su voz y expresividad durante uno de los temas. Otro de los invitados fue su compañero en la obra musical “Muy rico todo”: César Martínez. César subió al escenario mientras Herman parecía que estaba conduciendo un auto en lugar de tocando el teclado. Del instrumento salían frenadas y todos los ruidos propios de alguien conduciendo un coche.

Martínez lo interrumpe con su silbato y le dice que va muy rápido, por eso lo hace parar de su silla y caminar por el borde del escenario para comprobar su estado alcohólico. Herman pasa la prueba y de este modo puede seguir tocando, esta vez, ambientando un cuento narrado por Martínez.

El espectáculo fue muy íntimo y a pesar de la poca concurrencia de público la música atrapó a cada uno de los presentes.

En su repertorio, incluyó una serie de temas a las que él denomina Melodías dúctil fútil. Antes de arrancar contó que surgieron porque no sabía cómo terminar cada una de esas melodías, así que las dejó cortas, duran apenas unos segundos y algunas tienen letra y otras no. Comentó además que el público nunca sabía bien cuando aplaudir, si cuando terminaba cada una o al final de toda la interpretación. Esta vez, conociendo esa anécdota, cada vez que Herman daba vuelta una hoja de la carpeta verde (que siempre lo acompaña) con todas sus canciones, el público aplaudía inmediatamente, por las dudas.

Uno de los momentos en los que también se ganó aplausos y gritos fue cuando presentó un enganchado de diferentes himnos patrios que interpretó con su teclado. Sí, himnos patrios, el uruguayo fue el que le sirvió de base pero lo enganchó con varios entre los que se reconocían fácilmente el francés y el estadounidense.

Como proclaman en el tema Presentación, seguramente van a tocar más seguido y más gente podrá arrimarse para conocer a Herman y La Bataclana.

Gisselle Noroña

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