Maia Castro, una necesidad básica

30/9/2006

Una gurisa que le gusta cantar, que es súper autocrítica, que trata de superarse y pocas veces se queda conforme con lo que hace, ésa es Maia Castro. Tiene veintiséis años y hace uno y medio que realiza el espectáculo, de guitarra y voz, “Tango y más...”, junto al guitarrista Mauro Carrero. Además, estudió en la Escuela de Música, está preparando la tesis para recibirse de Antropóloga Social, forma parte de la “Antimurga BCG” y de la cuerda de tambores “La Melaza”, participó en varias bandas y recién en el 2004 empezó su camino como cantante solista. En noviembre, piensa grabar un disco que sea representativo de lo que es “Tango y más...”

¿Cuándo fue tu primer acercamiento al tango?

En realidad, en mi casa no se escuchaba mucho tango, mi padre oía a Alfredo Zitarrosa, a los Olimareños, entre otros... Donde efectivamente escuchaba tango era en la casa de un vecino, con el que jugaba de chica, y allí vivían dos guitarristas que escuchaban tangos... toda mi infancia escuché distintos cantantes de tango que iban a ensayar a esa casa.

¿Creés que eso te influyó para hoy estar haciendo el espectáculo “Tango y más...”?

Yo empecé haciendo un espectáculo que, si bien empezaba con el tango “Nostalgias”, era fundamentalmente de música brasilera, pero un día, Fernando Cabrera y Martín Ibarburu me dieron para adelante para hacer un espectáculo de tango. Cabrera me dijo que cantaba el tango moderno y eso me estimuló; yo busco una forma personal de cantar y eso es lo que vieron en mí, la forma de cantar. No soy muy melódica ni muy arrabalera en la interpretación, más bien puedo ir hacia un lado o hacia otro. Pero no voy a los extremos (explica). El tango es una música con la que me siento muy cómoda, y a partir de eso me empecé a cuestionar por qué no hacerlo.

¿Qué fue lo que finalmente te llevó a hacer este espectáculo?

En febrero del año pasado surgió la posibilidad de tocar en “Don trigo Enfrente” y en esos meses armamos el espectáculo que comenzó en abril. Hace un año y medio que estoy cantando junto al guitarrista Mauro Carrero.

¿Cómo definirías este “Tango y más...?

Es un espectáculo de guitarra y voz: la guitarra acompaña a la voz. Asimismo, le puse “Tango y más...”, para que la gente sepa que no es netamente de tango, se van a encontrar también con sambas, milongas, valcesitos, y dura alrededor de una hora con un corte entre medio.

¿Por qué siempre empezás el espectáculo con el tango “Nostalgias”?

Fue uno de los tangos que escuché cuando era adolescente y me encantó. Lo cantaba a capela y cuando entré a la Escuela de Música fue la canción que elegí para cantar. Capaz que por cábala siempre empiezo con este tango (se ríe), pero no es por la letra sino más bien por la melodía de la voz.

La Escuela de Música, ¿te ayudó a desarrollarte como cantante?

Yo estudié un año en la Escuela de Música. Pienso que se centra demasiado en lo lírico, falta una escuela pública que atienda también otros intereses musicales.

¿Cómo fue el proceso de selección de los temas que forman parte del repertorio del espectáculo?

Son tangos que me gustan desde el punto de vista de las letras y de las melodías de la voz. De hecho, el tango es una música que te conecta con el pasado, pero también es muy presente. Es una música de la cuidad, te conecta con lo que es Montevideo… es además una música muy sentida, eso es lo que me gusta del tango (cuenta con orgullo)... todos los sentimientos que transmite.

Hoy, ¿te definís como una cantante de tangos?

Me defino como intérprete y trato de hacer lo que me gusta y hacerlo lo más profesional posible. No quiero que se me encasille como una cantante de tango, a mí lo que me interesa es cantar.

¿Qué otras cosas te interesan?

Me gusta mucho la historia, la antropología social, de hecho estoy haciendo la Licenciatura en Ciencias Antropológicas y Sociales y estoy preparando la tesis. Me interesa el estudio de la cultura porque descubrís cosas.

¿Cómo conviven estos mundos en tu vida?

Si bien siempre me imaginé cantando, porque la música es algo que me relaja, es parte de mi, es como hablar, como respirar, es una necesidad básica, también quiero recibirme, porque me veo como antropóloga investigando.

¿Te veías también en “La Antimurga BCG”?

Mi padre estuvo siempre en La BCG desde que surgió y yo lo acompañaba desde los cinco años. Después mi padre se fue y a los quince años fui a una prueba y quedé en la murga hasta hoy.

También, desde febrero pertenecés a la cuerda de tambores compuesta por mujeres: La Melaza, ¿cómo entraste ahí?

Todo surgió por una convocatoria de “La Casa Azul”, que buscaba mujeres que tocaran tambor para el 8 de marzo. Me prendí con eso y luego seguí, me encanta tocar el tambor y el grupo es muy lindo.

“SIEMPRE SOÑÉ CON MI PROYECTO PERSONAL”

¿En qué bandas participaste?

En 1997 pasé a formar parte de Malena Morgan, una banda de rock and roll en la que aprendí mucho con el tecladista (Herman Klang), que era muy perfeccionista. En el 2000, editamos el disco: “¿Cómo?”.

En el 2000 fuiste convocada por Francisco Lapetina para integrar la banda Plaza Sésamo, con quién editaste el disco “Envuelto en llamas” en el año 2002. ¿Por qué te separaste de la otra banda?

Porque en el 2000, la banda Malena Morgan se separa y pasé a ocupar el lugar de corista en Plaza Sésamo, que era básicamente de pop, pero luego sentí la necesidad de cantar más y de a poco me gané un lugar más importante.

¿Cuándo empezaste tu camino como cantante solista?

Siempre canté en bandas, pero no tenía un papel protagónico. Recién en el 2004 empecé con un proyecto personal de música brasilera y ahora con veintiséis estoy en este proyecto. Siempre soñé con mi proyecto personal.

¿Cuál es tu proyecto para este año?

Pienso grabar un disco que sea representativo de lo que es el espectáculo “Tango y más...”. Si bien van a haber instrumentos invitados, la esencia va a ser la guitarra y voz. Son catorce temas que empiezo a grabar en noviembre.

Federica Inthamoussu Riet

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