El Congo en Sala Zitarrosa
11/5/2005
Que los cumplas feliz
El pasado miércoles 11 de mayo, y nuevamente con lleno total, El Congo repitió la presentación oficial de su disco: Verdeverdad, en la Sala Zitarrosa; un día especial porque en esa fecha estaríamos festejando el cumpleaños número sesenta de Bob Marley.
El regalo lo hizo El Congo y también la gente que no paró de cantar y bailar en todo el espectáculo.
A las 20:30 horas se congregó un buen número de personas en la puerta de la Zitarrosa. La sorpresa la dio la seguridad del local, que revisó una por una a las más de cuatrocientas personas que asistieron al espectáculo. Ésto no alcanzó para amargarle la noche a nadie: sobraban los motivos para que la noche fuera una fiesta.
El Congo puso toda la carne en el asador y contagió a los presentes de pique con una puesta en escena impresionante. Los bailoteos que veíamos arriba del escenario, se transportaron a la gente que respondió con creces.
La idea era reproducir cada uno de los trece temas del disco Verdeverdad; y verdaderamente lo lograron. De todas formas, y más allá de haber respetado fielmente al disco, hubo lugar para la improvisación tanto vocal como instrumental.
Trombón, saxo y trompeta; piano, repique y chico; y un dúo de coristas femeninas fueron algunos de los invitados. Llegaron a ser catorce músicos en escena, y fue sorprendente lo bien que sonó todo en conjunto. Por momentos hicieron reggae clásico, luego le agregaron ritmos latinoamericanos… pero uno de los picos del recital fue ver la fusión con el candombe de la mano de la cuerda de tambores. Esta fusión permitía que estos dos géneros, tan distintos pero tan semejantes, convivieran perfectamente.
Cuando ya había pasado un buen rato de toque y pensábamos que ya nada nos iba a sorprender, llamaron a escena a Andrés Beltrán (vocalista de Chalamadre), para tocar unos temas del cumpleañero. Interpretaron “War” y “Bufallo Soldier”, y la gente se quedó boquiabierta viendo la manera en que el vocalista imitaba la voz de Marley.
Hasta el más escéptico podía sentir al espíritu de Dios Marley sobrevolando la sala. Era cerrar los ojos y escucharlo cantar desde el cielo.
En definitiva, la banda mostró su nuevo material, festejó con su gente y conmemoró al más grande que el reggae ha conocido.
Rodrigo Ribeiro