Psimio, el futuro ya llegó
24/1/2003
673 bandas se presentaron en Pepsi Bandplugged: el concurso que durante el 2002 mostró las más variadas propuestas musicales. 6 fueron los grupos que llegaron a la final, y 2 eran en principio las bandas ganadoras: una elegida por el jurado y otra por el público. El público eligió, pero el jurado no se puso de acuerdo, así que dieron un empate entre dos bandas en el primer lugar. Una de esas dos bandas es la integrada por Sebastián Casafúa en voz, Gabriel Turielle en bajo, Marcelo Bentancourt en guitarra, Daniel Anselmi en Fx samplers e Irving Carballo en batería. Con ustedes: Psimio.
Cuando entraron en el concurso: ¿pensaban que iban a ganar?
Marcelo: No pensábamos en eso. Pero el tema con el que entramos en el concurso a nosotros nos gustó mucho y nos parecía que era bueno. En realidad nunca pensamos: "bueno, vamos a ganar", pero que teníamos posibilidades siempre estuvo claro.
Daniel: Todo esto siempre depende del jurado, de cómo lo vea. Nosotros tampoco sabíamos bien qué elementos iban a evaluar, porque por parte del jurado, la parte subjetiva siempre está, aunque no quieras. Entonces, debido a que la formación de la banda y el sonido podían ser un poco diferentes en comparación a lo que venían siendo los ganadores de los concursos anteriores, eso nos tiraba un poquito atrás.
¿Y qué les parecieron las otras bandas?
Marcelo: Había buenas cosas y había algunas que no nos gustaban. Pero había un nivel bastante bueno, el hecho de que hayan empatado dos bandas en el primer puesto te tira una punta de esto.
Tomando en cuenta que los ganadores de los años anteriores fueron El Peyote, La Vela y La Triple Nelson: ¿les crea esto un grado de responsabilidad?
Marcelo: Responsabilidad no, te da pilas, te hace abrir los ojos de que a partir de esta plataforma se pueden hacer cosas, de que es un buen empuje.
Sebastián: Yo más que por el lado de la responsabilidad, lo veo por el lado del compromiso. Es una posibilidad que se les dio a dos bandas de setecientas, o de muchas otras más que por ahí no clasificaron. Si tuvimos la suerte o el talento, o lo que sea, de llegar hasta ahí; me parece que no da para desaprovecharlo. Mucho más considerando lo que dijiste vos, de que las bandas que ganaron, son bandas que después pudieron llegar a algo... En realidad nos asusta un poco, porque decís: "puta, El Peyote, La Vela Puerca..." son bandas que, más allá que te gusten o no, la están haciendo o la hicieron. Entonces decís: "¿nosotros podemos llegar a hacer eso?", creo que estamos capacitados, depende de nosotros mismos y del empuje que pongamos.
En algún momento del concurso, ¿ustedes se pusieron en lugar del jurado?
Daniel: Estaba salado.
Irving: Aparte veías que el puntaje cambiaba todos los fines de semana; podía pasar cualquier cosa.
¿Hablaron en algún momento con la gente del jurado?
Irving: Cuando le pasamos la plata. (Risas).
Me refiero a después, no a antes de que le dieran el premio.
Daniel: Muy poquito.
Irving: No queríamos darle lugar a que se arrepintieran. Agarramos la plata y salimos corriendo. (Risas).
Daniel: Algunas cosas que nos dijeron medio espontáneamente fue que la versión de Unbelievable [el tema de E.M.F.] había sido muy buena. Ese fue un punto fuerte, salió muy bien.
Marcelo: Era un tema que veníamos haciendo hace bastante. Bueno, el concurso de Milenio lo ganamos con ese tema.
Daniel: Gracias E.M.F.!!!
Marcelo: Hacía tiempo que no lo tocábamos y llegó la propuesta de hacerlo y bueno...
Irving: Fue estrategia pura. Para esa vez en Milenio hicimos una versión que era diferente, ahora creo que logramos una cosa que la vez pasada no habíamos logrado, y aparte creo que el día del concurso el tema salió como nunca había salido.
Ahora: si ustedes estuvieran en el jurado y no participaran ¿cuál de las 5 bandas finalistas hubieran elegido? ¿A Lapso?
Marcelo: Yo sí.
Irving: Es complicado.
Daniel: Realmente había un nivel muy heavy. Dependía mucho de los criterios que tomaras.
Irving: Porque si de repente te guiás por los estilos, de pronto nos pueden copar cosas diferentes ¿no?. Pero si agarrás y empezás a mirar las canciones de las otras bandas, la de Graffolitas cumple todos los requisitos: un estribillo bárbaro... y además el otro día en el Teatro de Verano lo demostraron: contagiaron a todo el público. Desus4 estuvo bárbaro también...
Daniel: Es muy difícil hacer de jurado cuando sos músico, porque hay una cantidad de cosas que tomás en cuenta que a veces las exagerás. Te quedás en una cantidad de detalles, a veces perdés la visión panorámica de la canción, te quedás en determinados arreglos, determinadas cositas... es difícil.
Irving: Más complicado que tocar bien es hacer una buena canción, entonces si vez que los tipos no tocan bien, bueno, sabés que tocar bien se va a aprender, pero hacer buenas canciones es más complicado. O el tiempo es más largo para aprender a hacer ese tipo de cosas, pero aprender a tocar, vas, te encerrás en tu casa y aprendés a tocar, no hay misterios. Pero el hacer buenas canciones es mucho más jodido.
Daniel: El tema de Lapso como canción está bueno, el de Graffolitas también, Vinilo son unos mounstros tocando...
Irving: Lo otro que pasó es que había variedad de estilos. Eso es lo que complicaba un poco el resultado final, que fueran diferentes, que los tipos cantaran diferentes inquietudes.
¿Sirven de algo los concursos? Me refiero a si vale la pena armar una banda para presentarse.
Daniel: No.
Sebastián: Vos fijate que las bandas que llegaron a la final son bandas que vienen tocando hace tiempo, y que no se armaron para el concurso. De hecho nosotros hasta dudamos en presentarnos.
Marcelo: Nos anotamos el último día. Fuimos el sábado al mediodía: cerraban a las doce el concurso y caímos una y media. El tipo que nos atendió dijo: "y bueno, dejalo por ahí".
Irving: De última dejalo.
Sebastián: Fuimos los últimos en llegar y los últimos en irnos.
Tocaron con Cabezones, Timmy Otool y Carajo, con la particularidad que fueron ustedes quienes los trajeron: ¿cómo es organizar los toques ustedes mismos?
Irving: Es un stress horrible.
Sebastián: Este año vamos a ver si achicamos con todo esto de traer bandas de afuera, porque el resultado no justifica tanto la locura, el stress y hasta la guita que se pierde produciendo espectáculos de esa manera. Vamos a concentrarnos mucho más en hacer cosas internas de la banda: grabar el disco, grabar videos y tocar de una manera mucho menos rebuscada de lo que lo hicimos el año pasado. Pero es realmente complicado, los medios son limitados, la gente que va es poca, la entrada no la podés cobrar muy alta, las bandas cobran un cachet y además tenés que alojarla, tenés que darle la guita de los pasajes... es una locura.
Daniel: Es un stress. Cuando llegás a tocar, llegás con cierto queme que cuesta sacártelo de arriba.
Irving: No solo te saca la concentración, te saca tiempo de ensayo, el estado físico para ensayar y estar pronto para ese día. Ahí te das cuenta que lo tuyo es tocar, los productores de espectáculos que se dediquen a eso.
Daniel: A raíz de todo eso, este año tuvimos una actividad mucho más limitada.
Sebastián: Nos desgastó muchísimo como banda: estuvimos un par de meses sin ensayar, sin vernos a raíz del agotamiento que nos hizo quemarnos internamente.
Daniel: Y decidimos mantener solo la parte de responsabilidad para el concurso y continuar con una cantidad de ideas que teníamos en pausa para un momento como este, que pudimos juntarnos con ganas. Obviamente el ganar esto fue un impulso para encarar de nuevo. Igual ya había un cierto encare, porque el momento de refresco un poco nos sirvió.
Irving: Creo que el premio mayor como banda fue lo del viernes en el Teatro de Verano: la respuesta de la gente fue el premio del concurso.
Sebastián: Sí, es cierto.
Irving: Está todo bien con el premio que nos dieron, yo me enamoré de un tambor... (risas). Todo la promo que hizo Pepsi, que se portaron bárbaro con nosotros... pero el tema es que como banda, tocar en el Teatro de Verano, por primera vez para nosotros fue lo mejor. Aparte la respuesta de la gente: nos pidieron un bis... para nosotros fue inesperado.
¿Quién hace los temas?
Daniel: Todos. Aparte van mutando muchísimo, a veces arranca con una idea de una cosa y después lo vamos arreglando... yo qué sé, es un proceso. Agarrar una metodología de grupo es una cosa muy laboriosa, sobre todo porque diferentes temas requieren diferentes laburos y partes de los integrantes. Llegar a un consenso en eso, digo, pasando por arriba de democracias estúpidas y de todo ese tipo de cosas... cuando entrás en una banda hay un poco de inmadurez y de justicia tonta, que es algo así como: "bueno, ahora en este tema vamos a hacer todos 1/5 del tema"; eso arruina los temas totalmente. Porque a veces viene un tema de uno que ya está bien así conceptualmente y no hay porqué agregarle otras cosas. Hay que pelear contra esas ansiedades, deseos e inseguridades de todos.
Marcelo: Al principio lo hacíamos.
Irving: Pero te vas dando cuenta como tienen que salir las cosas: ensayo y error ¿viste?. Eso de ir a la sala a ver que pasa, no corre, es una pérdida de tiempo.
Marcelo: En nuestro caso, hay otros casos en que funciona. Nuestra metodología fue mutando de a poquito y se transformó en eso.
Daniel: Es que te lleva a armar mejores canciones. Una canción en general no es un rompecabezas, una buena canción tiene que poder cantarse con una guitarra...
Irving: En un fogón.
Daniel: Ahí va, en un fogón, eso de pique. Después los arreglos, si le ponés las máquinas, el bajo así, o la distorsión; eso es secundario. Y generalmente una buena canción nace de una cabeza, o a veces se complementa entre dos y después el resto de la banda la produce, o la arregla de determinada manera.
Irving: Y es la manera más rápida de hacer una canción.
Daniel: Y suena compacto, suena coherente: la progresión de acordes, la melodía, la interacción musical, la letra... yo estoy muy a favor de que el vocalista haga sus propias letras, más allá de que vos le puedas tirar ideas. Porque una cosa es cantar letras de otro, y otra cosa es cantar algo que lo trabajás, lo sentís, lo adaptás a tu voz; para mí eso es fundamental.
De ahora en más ¿qué pasa?
Sebastián: El disco.
Marcelo: Toda banda lo que quiere es un disco. Se empezó a grabar, después paramos por ese impasse que hablamos hace un ratito, y la idea es arrancar ahora con los temas que ya estaban, hay ideas nuevas y tá, esperar que nos edite alguien.
Irving: Y si no lo hace nadie, bueno, tratar de hacerlo porque el disco tiene que estar.
Daniel: Es el momento. Porque la banda está teniendo un cambio que va a llegar un momento que vamos a decir: "todo esto que hicimos es una mierda". Tenemos que grabarlo antes de tirar todo al carajo.
Irving: De ahora en más es grabar los temas y empezar a tocar nuevamente cuando empiece el año, que acá empieza en marzo.
Marcelo: Hay toques programados, la gente de Pepsi se está moviendo, van a hacer recitales en la playa...
Irving: El interés mayor es el disco.
Un balance de 2002.
Marcelo: Positivo, para mí fue positivo.
Sebastián: Para la banda terminó muy bien.
Daniel: Terminó en paz. Era lo que necesitábamos para balancear el principio. Estuvo bueno haber bajado al infierno para que después todo esto no nos pegara en un stress excesivo que nos paralizara. Lo tomamos bastante naturalmente dentro de todo.
Sebastián: Vos fijate que el año fue muy curioso, fue capicúa. El primer toque del año fue ante 2000 personas en Buenos Aires, al aire libre, en Palermo, con bandas conocidas de allá. Fue salado para nosotros: hasta el momento había sido el toque más grande que habíamos tenido. Después el año fue para abajo por todo lo que pasó en Uruguay; y lo terminamos para arriba de vuelta tocando para 4000 personas en el Teatro de Verano, con mucha gente agitando con nosotros.
Nicolás Hidalgo