Motosierra, los chicos malos vuelven a la carga
30/9/2006
Desde su debut, en el año 2000, compartieron escenario con importantes referentes del rock internacional. Participaron de varios compilados junto a numerosas bandas y su discografía fue editada por sellos de Finlandia, Polonia, Alemania, Japón, Argentina y Brasil, ocupando un lugar destacado en la escena mundial.
Su estilo, mezcla de varios géneros punk, hardcore, heavy metal y de una fuerte influencia del rock de los ´70, que se funde en un sonido crudo y acelerado, logró un alto reconocimiento frente a la crítica extranjera, siendo su primer disco, “XXX”, elegido por la revista japonesa “The Beat”, como mejor disco del año.
Ahora los chicos malos regresan para presentar su reciente trabajo, “Life in Hell”, reafirmando, como ellos mismos expresan, su auténtico espíritu: “Un club de amigos que están para la joda”.
Desde sus comienzos la historia de Motosierra se caracterizo por dos aspectos: por componer en inglés y por su importante trayectoria en el extranjero. ¿Esto hace que sea una banda atípica dentro de la movida del rock uruguayo?
Marcos: Cuando nosotros empezamos a ensayar, a los dos meses dijimos: esto no le va a gustar a nadie, ni siquiera nos van a dejar tocar acá. La escena era muy diferente de lo que es ahora, estoy hablando de siete años atrás. En la década del ´60 cantar en español era una terrajada. Desde los ´80 en adelante cantar en inglés era un pecado. La primera banda que yo escuché cantar en ingles acá eran Los Chicos Eléctricos. Después nosotros retomamos un poco eso y sigue siendo como una especie de pecado. Creo que las únicas bandas que hacemos eso ahora somos nosotros y Astroboy. A mí no me importa porque no me interesa dejar un mensaje o lo que sea. Todo el mundo escucha música en inglés, nadie sabe lo que carajo cantan y les gusta igual. A mí me interesa mucho más la parte musical y de actitud. Yo no te voy a dar un manual para que vos entiendas lo que yo hago. Yo quiero que a vos te guste, te entre, y no te lo tengo que explicar, es estúpido que te explique lo que quiero decir. Y cuando tengo que decir, no quiero decir nada porque el rock and roll es una cosa adolescente, y el adolescente no quiere decir nada, lo único que quiere es revelarse contra todo.
Lo que diferencia a esta banda del resto, es que no hacemos algo que se pueda llamar rock nacional uruguayo. Hacemos un tipo de rock and roll que es más internacional, no sólo por el hecho de estar cantado la mayoría en ingles, sino porque el tipo de música no tiene raíces autóctonas de la música uruguaya, sino que es rock and roll a secas. Y rock and roll que tiene mucho de la parte más cruda del asunto. Mucho de punk y de metal y de hardcore, cosas más crudas. Y eso lo hacemos por un par de cosas: primero porque estamos medio viejos y tenemos años escuchando, venimos de otra generación, no tenemos veinte años, tenemos todos arriba de treinta. Y segundo, yo creo que la gente no conoce muchas bandas de afuera.
Empiezan la carrera al revés de lo que sucede comúnmente; primero salen a trabajar en el exterior y luego a nivel local. ¿Cómo se dio ese proceso?
Nosotros tuvimos la gran suerte, gracias a que somos gente que se preocupa por hacer una cantidad de cosas respecto a bandas, movidas que hay por fuera, sellos... Entonces vos te empezás a juntar con la gente que está en la misma que vos, es un gueto de rock and roll que hay en todas partes del mundo, gente ultrafanática del rock, la que se mueve por llevar esas cosas adelante y vos te conectás con esa gente. Internet te da una gran mano para eso. Gracias a Internet nosotros conseguimos entrar en el tributo de una banda que se llama Turbonegro, que es una banda de Noruega, una que ahora esta bastante de moda. Esa banda tuvo un nombre muy grande en Europa, se separaron y nosotros buscando en Internet, encontramos que el sello que la editaba estaba haciendo un llamado a bandas de todo el mundo para que mandaran temas para hacer un tributo, estamos hablando del año 2000.
Fue un compilado que funcionó muy bien, se editó en vinilo, en CD, con nombres grandes como Queen of Stone Age, Nashville, Pussy, que es como ACDC que tocan dos minas, era una cosa muy importante. Nosotros entramos, vimos que había un tributo y dijimos: somos fans de esta banda, vamos a mandarle un demo. Grabamos una versión y le mandamos. Hacía un año que estábamos formados. Habíamos grabado un demo de cuatro canciones que lo habíamos grabado con Max Capote, cuando todavía no era Max Capote, era Fabián, y no teníamos ninguna otra experiencia previa en estudio. Grabamos un demo en Sala 2, en el estudio de Alvin, el baterista del Cuarteto y quedó. Y desde ese momento se nos abrió la puerta para editar en Europa. Porque inmediatamente nosotros editamos nuestro disco (“XXX”). Un amigo argentino, Charly Lorenzi, tenía un sello que se llama No Fun Records, que fue uno de los primeros y de los últimos en mover ese tipo de rock and roll underground que a nosotros nos gusta acá, en el Río de la Plata. Grabamos ese disco, funcionó muy bien, se editó en Europa y nos hizo un nombre. En un año, teníamos un nombre hecho. Éramos la banda “rara” de Sudamérica.
En el exterior funcionan muy bien, ¿pero es difícil insertarse a nivel local? Actualmente hay una corriente del rock fusión que se impone como la más popular o masiva. Parece como si este estilo de rock más duro estuviera siempre relegado a un plano más underground, a una movida más de culto.
Siempre buscamos intentar salir de acá. Lo que hacemos nosotros esta mejor visto, funcionaría mejor afuera que es donde hay más plata. A lo que vos apuntás cuando tenés treinta y pico de años y decís para qué aprendí a tocar la guitarrita, es para en un momento empezar a vivir de esto y si vos puteas en inglés, con este tipo de actitud es muy difícil que acá te vaya bien. Nosotros siempre supimos que iba a costar, nosotros no hacemos las cosas pensando en lo que le va a gustar a alguien, hacemos las cosas como nos sale a nosotros y como nos sale a nosotros es de esa manera medio visceral. Se supone que el rock and roll siempre va a hacer las cosas contrarias a como son. Y si el rock está tan establecido en este momento, está bueno que el rock and roll sea contestatario de eso, que haga las cosas de otra manera, si no es aburrido.
¿Pero han sabido ganarse un grupo de seguidores?
Nosotros tenemos siete años de tocar. De la primera camada de gente que nos fue a ver, yo creo que no queda nadie. Yo he visto renovarse al público. Es la tercera generación esta, la de ahora, de guachos que nos vienen a ver. La primea generación no sé donde está, tendrán hijos, se fueron, se dejaron de pavadas. Después vi pasar otras generaciones de guachos, que un poco los influenciamos y eso es algo que nosotros no teníamos planeado. Generación de guachos que después armaron sus bandas. Era un grupo muy reducido, no pasaban más de doscientas personas, que ahora armaron bandas como Silverados, Hablan por la espalda, Santa Cruz, Guachas; una cantidad de bandas que crecieron viéndonos a nosotros. Y ahora yo estoy asistiendo a ver una tercera generación, que tiene entre dieciséis y dieciocho años, que les gusta el punk rock y nos viene a ver y ven que por lo menos hay algo hecho profesionalmente. Porque si hay algo que no pueden decir de nosotros, es que no lo hacemos de una manera profesional. Nosotros tuvimos una ventana muy grande de acceso a las nuevas generaciones, que fue el Pilsen Rock y hace poco el show con Marky Ramone, donde nos vino a ver una cantidad de guachos que nunca nos habían visto.
En el 2001 graban su primer disco “XXX”, editado por el sello argentino No Fun Records. Luego sale su segundo CD “Rules!!!”, editado por el sello japonés Myrmecoleo Records y por Laja Records en Brasil. Además participaron en varios discos compartidos con numerosas bandas extranjeras. Su ultimo trabajo es “Life in Hell”. Si bien tienen una importante trayectoria discográfica, este disco es una apuesta fuerte ya que es el primero en editarse en Uruguay. ¿Cómo vivieron, cambio de bajista mediante, su preparación?
Este disco es un disco bastante especial, porque lo empezamos a componer con el bajista anterior. Ya veníamos componiendo temas desde hace un año y medio y en febrero se va el bajista y nos quedamos con la incertidumbre de qué hacíamos, y los tres que quedamos decidimos grabar este disco y buscar un reemplazo. Y eso fue lo que hicimos. Empezamos en marzo a grabarlo y terminamos en junio en grabarlo y mezclarlo. Después surgió la propuesta del sello Bizarro para editarlo acá en Uruguay. Grabad, mezclado y masterizado en el estudio “Arizona”, de Hereford, lo grabó y masterizó Federico Lanwagen.
Tiene catorce temas, cinco en español y el resto en ingles. ¿Por qué deciden agregar más canciones en español?
Lo hicimos, primero, para cambiar un poco y también por el hecho de que iba a salir en Uruguay, entonces dije: bueno, vamos a tirar un par de temas más en español. Prefiero escribirlos en inglés porque me gusta más el idioma para como suena una canción de rock and roll, pero de hecho compuse en español, no tuve problemas con eso.
En cuanto a la temática ¿Por dónde transitan?
El disco se llama “Life in Hell” así que es eso. La temática es un poco hablar de lo que nos pasa a personas que elegimos este tipo de vida en este país a la edad que tenemos.
A pesar de que aun no ha sido editado, está previsto que salga en Octubre seguramente; ya hay dos cortes de difusión que están sonando y ya han hecho algunas presentaciones previas
Hay temas que ya tienen más de un año y medio, entonces ya algunos los presentamos cuando fuimos a tocar a Brasil el año pasado, cuando tocamos en Buenos Aires. Nunca lo tocamos todo entero, pero por separado hemos tocado casi todos los temas en alguna oportunidad.
¿Dónde lo van a presentar en el exterior?
La idea es ir a Buenos Aires, después volver a Brasil y después a Europa, ésa es la meta última.
¿Qué es lo que esperan que les deje este disco?
La expectativa que tenemos es trabajar, es tocar. Porque las bandas no ganan vendiendo discos, ganan tocando. Nosotros queremos que el sello venda el disco para tener más promoción, para acceder a tocar más y en mejores lugares. La idea última es tocar.
Natalia Castelgrande