"El mar sonando contra el murallón. El sonido suavemente ondulado de la marcha camión. La resistencia a la aculturación. La huella de identidad cultural del Uruguay". Así define Raúl Castro a nuestra principal fiesta popular.
Una figura emblemática del carnaval, que, aunque hace más de 20 años que está, conserva el entusiasmo y multiplica el optimismo: asegura con la firmeza del convencido que la murga tiene un futuro maravilloso, y cita a Pablo Picasso para describir la proyección del carnaval del Uruguay: "Pinta tu aldea y pintarás el mundo".
Febrero tiñe a la ciudad de viejos colores, la empapa de viejos olores y hace que Montevideo se parezca más a Montevideo y que Uruguay se parezca más a Uruguay.
El espejo mágico del carnaval, prueba fehaciente de que no somos un pueblo gris, permite que la muy fiel y reconquistadora se reinvente año a año entre la lonja, la madera, las caras pintadas y la marcha camión, y que se siga reflejando en los cuadros de Figari, de Barradas y de Páez Vilaró.
Todavía en enero, cuando se respiran los mismos aromas y se perciben los mismos matices, conversamos con "el lungo" Castro, el creador de Falta y Resto, una institución del carnaval; un tipo que cuando habla, dice, y cada vez que dice, lo hace como si estuviera en un tablado, recitando.
¿Cuántos carnavales hace que estás arriba del escenario?
Arriba del escenario hace 21 carnavales. Si dios quiere este va a ser el carnaval número 21.
¿Y cuándo empieza la vocación por el tema carnaval?
A los 7 años, en mi barrio, en la murga de pibes Los Caminantes, que fue una murga que fundamos como dice el tango "con el bombo y los platillos de latón".
Desde los 7 años y después profesionalmente hace 21...
Sí, profesionalmente hace 21 años que estoy con la Falta. Hice una tentativa durante el año 1974 para salir en los parodistas Las Ranas, pero era durante la dictadura y nos prohibieron, entonces me frustré bastante, hasta que logré inventar Falta y Resto.
¿Y por qué Falta y Resto?
Falta y Resto porque es la voz del truco que uno dice cuando tiene el partido casi perdido, cuando vos no tenés casi chance de ganar. Es como una bravuconada, es como decir: perdido por perdido me juego la vida; antes de que vos si quiera sepas si vas a tener armas para luchar, yo te digo que si tenés, te peleo, porque me juego la vida en este partido.
Pero no es blanco y negro como se ha pensado: la falta y el resto no son opuestos: son rojo y negro, son complementarios. Una cosa es la falta y otra es el resto, lo que falta no es lo mismo que lo que resta.
Es toda una historia ahí, que ni yo sé bien lo que quiere decir (risas) pero que es muy mágica y muy atractiva.
Bien. Y durante todos estos años, con toda esta trayectoria que tenés ¿cómo pensás que ha ido evolucionando el carnaval, o sea ves un desarrollo, una transformación?
Sí, creo que ha evolucionado desde sus inicios el carnaval uruguayo, porque tiene un beneficio muy grande que es que la Asociación de los Directores de Carnaval DAECPU es una asociación ejemplar, porque ha podido mantener, más allá de los vaivenes políticos y económicos del país, una estructura de un festival de teatro popular, callejero, de más de un mes y medio, como no hay en el mundo. Eso hace que, junto con la competencia y el talento de los uruguayos, evolucione siempre.
En los 20 años que hace que yo estoy en la murga, en el género, he visto evolucionar desde vestuarios hasta músicas, arreglos corales y formas de canto, pero creo que mantiene su esencia el género y nosotros personalmente peleamos para que así lo haga, para que mantenga la esencia de lo que es esa cosa tan indescriptible, que es el sonido de la murga uruguaya.
Y en todo ese proceso, ¿identificás algunas etapas, hay por ejemplo "un antes y un después de"?
Sí, hay etapas en el proceso general de la murga, pienso que la primera etapa de formación de principios de siglo pasado fue muy rica porque fermentó en esto. Después de las que yo puedo definir te diría que está la murga demostrativa, la murga que cuenta el cuento cantado: que es la murga del año '50. La murga más política: la de los '60 y '70. La murga satírica y denunciante: que es la de los '80. Y ahora me parece que la de los '90 es más humorística, más parecida a la de los '50, pero con otros aditamentos que los trae la modernidad, la revolución tecnológica, etcétera. A nivel de amplificación por ejemplo, ha habido un desarrollo - aunque nosotros todavía no lo veamos tan reflejado en los tablados como quisiéramos - muy grande: antes el murguista tenía que cantar de costado, para dirigir la voz al micrófono sin sacar la vista del público, porque se cantaba con un micrófono solo y a veces sin micrófono.
Creo que en estos años 2000, la murga va en aras de mantener esa bohemia y esa forma tan característica, pero a la vez de ir renovándose hasta convertirse en uno de los espectáculos más importantes del mundo. Porque la murga uruguaya tiene todo, es como una gran zarzuela de actualidad: habla de lo nuestro pero habla del mundo entero, porque como no sé que autor o que escritor decía "pintando tu aldea, pintarás el mundo" y la murga uruguaya pinta al Uruguay, pinta al mundo. Y lo hace en una forma muy atractiva: con una estética distinta a la del norte: que es la batería, con tres guitarras eléctricas y el teclado, con los personajes bailando adelante; esto es diferente: bombo, platillo y redoblante son parte de la historia, los murguistas son parte de la historia, son los que cuentan y cantan la historia que va armando la murga y lo hacen todo desde la alegría, a veces no desde la risa, pero siempre desde la alegría.
Y eso es mágico, es una forma de comunicarse muy novedosa para el mundo, por eso yo le auguro un futuro maravilloso a la murga uruguaya.
Yo te iba a preguntar eso mismo: ¿cómo veías el carnaval del nuevo siglo, del nuevo milenio?, o sea que lo avisorás...
Sí, salado, muy bonito, muy bonito, porque creo que nos estamos dando cuenta los uruguayos de que tenemos "la gallina de los huevos de oro" a nivel turístico, a nivel cultural que es el carnaval del Uruguay. El respeto que se ha ganado por luz propia el carnaval, creo que ya rompió la barrera de la pregunta de si es posible, de si es viable; si está bien, si está mal. Creo que ya está: es nuestro, es la llamada del sur, y en todo el Río de la Plata se lo conoce, estoy hablando de Buenos Aires pero no estoy hablando sólo de Buenos Aires: se conocen las murgas uruguayas, se conoce el carnaval uruguayo te diría que prácticamente en todo el continente: hay murgas en Bolivia imitando a las uruguayas, hay murgas en Santiago de Chile imitando a las uruguayas, hay gente que está haciendo nuestro género y no son uruguayos. Es muy salado, es muy fuerte eso, es muy pesado: ni siquiera las murgas españolas de las cuales provenimos, han llegado al nivel musical y coral que tenemos nosotros, o sea que... en murga... somos campeones del mundo (risas).
Vos decías que hay bolivianos, chilenos, gente que no es uruguaya que está haciendo esto, y en ese sentido hay gente hablando del candombe por ejemplo, que le molesta que artistas de otros países se "apoderen" de nuestros ritmos, y tal vez esté bueno eso de que se expanda sin importar mucho el origen o quien lo haga, ¿vos que pensás del tema en el caso de la murga?
Yo pienso que como decía Zitarrosa "cuando el pueblo las canta ya nadie sabe el autor". Si la música trasciende las fronteras, es su mayor garantía de continuidad y de eternidad. No solamente no creo que esté mal que otros hagan la música nuestra, sino que lo aliento, porque es mi mayor orgullo y vos cuando tenés un orgullo tenés que lucirlo, si te lo quedás para vos solo, más que tu orgullo es tu egoísmo, y bueno, depende de cómo sea cada uno: yo quiero que el candombe sea mundial y obviamente la murga ni que hablar, y más allá de que no la conozca el 99.9 por ciento de la gente que la debería conocer, sé que la van a terminar conociendo, no tengo duda ninguna.
Y ahora no sé si es una impresión personal, pero hay como un auge ¿no? muchos pibes participando en encuentros jóvenes de murga y teniendo su murga en el barrio; también con el candombe, no sé si antes también existía y estaba menos...
Estaba más tapado o tal vez no había tanta eclosión, tanto boom; porque además hay que ver que en Buenos Aires está también ese boom de la música uruguaya, y que nosotros siempre nos vemos reflejados, es como un espejo, increíble ¿no?: mucha gente que de repente de otra manera no le hubiera dado bolilla a la murga y al candombe, ahora como en Buenos Aires entró, está como avalado, y resulta que era de ellos mismos; pero bueno no importa la manera, "son tan extraños los caminos del señor" (risas). La manera como sea no sé, pero sé que la murga va en franco ascenso, más te digo, en una de las letras de la Falta de este año 2001 decimos: Nuestra bohemia juventud / enamorada del tablado / ya se aburrió de consumir / el rock and roll pre programado / Somos la barra de la esquina / de esta América Latina / que ha decidido hacerse oír / del Río Bravo a las Malvinas; bueno esa más o menos es la idea: creo que Latinoamérica puede perfectamente escucharse e inventarse en murga, hacia allá vamos (risas).
Y en ese proceso que hablábamos del carnaval en nuestro país, la Falta de algún modo marcó un estilo, es como "una de esas murgas" ¿no?, si tuvieras que definir el estilo de la Falta ¿cómo lo definirías?
Riesgo, creo que es riesgo. Tratar de no quedarse con la fórmula que tuvo éxito el año anterior. Esa me parece que es su mayor virtud. A veces le pegamos y a veces le erramos como a las peras; por suerte ¿no? porque si le pegáramos todas sería aburridísimo y ya nos hubiéramos ido del carnaval, pero como siempre el desafío año tras año te motiva mucho.
Además el éxito en el carnaval es un éxito muy pequeño, muy cotidiano, porque es nada más que el panadero te diga, o la vecina te diga: vi la murga y está espectacular, o que los muchachos del sindicato te inviten a participar en una de sus fiestas, ese es el éxito, porque no es ni siquiera muy económico más que zafral.
Es también como una droga: uno después que lo vivió, lo quiere volver a vivir y en esa búsqueda se te van los carnavales y es una búsqueda hermosa, divina.
¿Y la Falta para este año?
Mata, es la mejor (risas) el que se la pierda no sabe lo que se pierde (risas). Está buena, está buena.
Hablabas de no repetir la fórmula del año anterior, entonces ¿hay fórmulas en el carnaval?
Y los letristas medio que nos "achanchamos": cuando nos va bien en una nos parece que podemos seguir escribiendo de esa manera, que encontramos la piedra filosofal, pero después la realidad te demuestra que la gente te empieza a pedir cosas diferentes, te demuestra que nunca segundas partes fueron buenas, empezás a entender lo que es la angustia creativa. Te volvés soberbio y decís que todos están en contra tuya por eso no te siguen premiando, después te das cuenta que eras un soberbio y te bajás del caballo y empezás a pelear desde abajo, para volver a encontrar ese año el collar que ganaste el primer día.
Y eso es la vida del murguista, del pintor, de todo creador, del artista en general. La murga lo que permite es el resguardo en una cantidad de gente que está alrededor tuyo y que te acaricia cuando te pegan muy fuerte, y comparte y multiplica tu alegría cuando ganás; eso está buenísimo.
Esa cuestión de equipo similar, en cierto sentido, a un cuadro de fútbol...
Sí, totalmente. Hay mucha similitud, de ambientes, de experiencias, de vestuarios entre una murga y un equipo de fútbol. Porque además han estado emparentados a lo largo de todo el siglo pasado y espero que de este también, porque muchos jugadores de fútbol fueron murguistas, y muchos murguistas fueron jugadores de fútbol. Y porque en los vestuarios de cualquier cuadro de fútbol uruguayo, cuando se quiere festejar algo, se termina cantando una murga, y una murga cuando está preparándose para carnaval, le faltan pocos días y hace las jornadas largas, siempre algún picadito hace, está muy emparentado.
Si tuvieras que decir, qué no es la Falta, ¿qué dirías?
¡Qué linda pregunta!... ¿qué no es la Falta?... nada, es todo.
¿Y qué no es la murga?
¿Qué no es la murga?: complacencia... cobardía... ¿qué no es la murga?... tradición... nariz levantada... soberbia... estrellato... pureza, tampoco es pureza...
¿Por qué no es pureza?, porque hay mucha mezcla...
Porque... una vez un carnavalero me enseñó, que el carnaval - y esto tal vez no es para decirlo pero lo voy a decir igual - "es como un balde de mierda en donde vos tenés que meter la mano y sacarla limpia".
Se puede, es difícil pero se puede, porque en definitiva es también una mágica fuente de juventud y de alegría y de swing y de onda también, de las dos cosas: es falta y resto, es el yin y el yang; por eso te decía es muy difícil decir qué no es, porque después de decir no es tradición, y un poco es también; y no es cobardía y sí también hay cobardía ¿entendés cómo es?, como que está todo metido ahí.
Ambigüedades y ambivalencias siempre
Ambigüedades y ambivalencias constantes, como el hombre; es una manifestación humana de las más grotescas y sublimes la murga, porque además no se necesita más que querer reírse un rato y tener gente alrededor que también quiera reírse un rato y pintarse de payaso. Porque al subirse a un tablado hombres grandes como somos nosotros, a hacer payasadas, ya te habilita para decirlas sobre otros.
Claro, el hecho de estar arriba del escenario lo habilita a uno para hacer determinadas cosas y de algún modo también lo legitima...
Porque se arriesga a ponerse la nariz roja del payaso, y a que le digan que es un payaso, y a que no lo tomen en serio...
Pero muchas veces se dicen cosas muy serias arriba del escenario...
Claro, como cuando la salida de la dictadura: las murgas nos animábamos a decir y hacer cosas que de repente en otros ambientes no se podía, porque estaba disfrazado por el arte carnavalero, por la artesanía popular.
A propósito: ¿qué mensaje le darías a los fanáticos de ese "arte carnavalero" que andan navegando por el "ciberespacio"?
Que espero que esto que yo digo, aquellos que lo vean, que lo lean, o que lo escuchen, no lo tomen como un sueño simplemente y que los que puedan ayudar para que la murga se propague, que lo hagan.
El tema de la difusión también influye...
Es fundamental. Hacer escuchar mucha murga, escuchar, prestarle atención a lo que dicen las murgas uruguayas, que está bueno. Descartar como en todo tipo de arte lo que a uno le gusta y lo que no le gusta, sin más trámite, y no pensar que porque vienen de un género determinado las cosas son buenas o malas: yo he visto murgas espectaculares y sinfonías espantosas, he escuchado música clásica alucinante y he visto murgas horribles; las cosas no son por el género de donde vengan, ni por la clase social de donde provengan, son por lo que son y actúan en cuanto a la propia realidad: si crean o no belleza para el artista y para la gente que las admira.
Y en ese sentido, la murga se ha convertido en una manifestación artística mucho más popular que antes... popular en el sentido de que ha logrado que otra gente, de otros sectores, que antes no la escuchaba porque tenía ciertos prejuicios, hoy por hoy la escuche, y compre discos, y la consuma
Sí, ha trascendido un poco la marginalidad y me parece notable; pero bueno ese es el primer paso, todavía queda mucho: hay gente que da vuelta la cara cuando escucha la palabra murga lamentablemente, pero cada vez son menos. Además hemos tenido la suerte los murgueros de que compositores, cantauatores musicales uruguayos y rioplatenses, le hayan dedicado a la murga sus últimos trabajos: ahora hasta el indio Solari de Los Redondos está haciendo cosas con murga - más allá de que se permitió criticar a las murgas uruguayas cosa que no nos cayó muy bien, pero que de todas maneras se aguanta por venir de quien viene y se lo respeta porque como toda visión es respetable - pero Jaime Roos, la Versuit con la cual nosotros hemos tenido la suerte de grabar, grupos de rock and roll uruguayos como La Vela Puerca o La Abuela Coca también; no sé, me parece que la música uruguaya, la música rioplatense se tiñó bastante del color murguero y está bueno, está bueno, está tribunero, está lindo.
La última: hoy hablando de la evolución de nuestro carnaval, decías que a pesar de todas las transformaciones, el género mantiene su esencia y que es indescriptible, pero si tuvieras que definirla ¿qué dirías?
Que es el sonido de la bohemia, del mar sonando contra el murallón.
Es el sonido suavemente ondulado de la marcha camión, como nuestro suelo. Es el fresco viento de la noche en Montevideo y en toda la costa.
Es las bombitas amarillas de los tablados.
El sonido de la murga, es la bohemia del 2000.
Es la resistencia a la aculturación de Halloween. El sonido de la murga uruguaya, es la huella de identidad cultural de mi país.
Analía Camargo