Emilio Pérez Miguel publicó “Ayer La Lluvia” en junio de 2013. Anunciado como “un libro sobre diversas formas de amor”, se presentó más de 15 veces, en escenarios muy distintos a los habituales para un libro, siempre con bandas jóvenes y (a veces) hasta debutantes. Y un año después, se convirtió en un disco con música de artistas uruguayos, argentinos, españoles y ecuatorianos,
El evento despedida es en la Sala Zitarrosa, el próximo domingo 3 de agosto. Es una instancia a beneficio del H. Pereira Rossell, y se pide asistir donando juguetes. Se destaca la participación de los argentinos Cuentos Borgeanos, la banda de Abril Sosa (baterista de Catupecu Machu).
Esta es una mirada al libro que dio lugar a todas estas actividades, logrando que las formas artísticas crucen las barreras de la creación misma.
El amor no es solo cosa de ellas, las musas bellas que hacen de nuestra existencia una que valga la pena. No, el amor no se trata sólo del hombre perfecto, el vestido blanco o una historia amarga en la cual el hombre es el tirano y ella la víctima perdida en un mar de traiciones. Nosotros también sentimos ese dolor en el pecho cuando una relación se termina, cuando una no se llega a concretar; y el corazón noche y día anhela ver a esa persona una vez más.
Emilio Pérez Miguel, un joven periodista montevideano, músico, escritor y difusor de cultura a través de Musicko.com demuestra todo esto en las páginas de “Ayer La Lluvia”.
El libro incluye once relatos cortos que contienen distintas historias de amor, con sus causas, consecuencias y las emociones que se sienten en los momentos cúspides, como pueden ser en los minutos finales con una novia de años, hasta esa primera vista en la que los ojos de uno y otro se perforan de una manera que hace al mundo detenerse.
Cuando terminas de leerlos, y tu cabeza empieza a hacer juego con lo que sintió alguna vez tu corazón, comienza allí una duodécima historia que ocupa todo el resto de las páginas del libro de Emilio.
“Cuando Estabas Ahí”, es una historia basada en experiencias de la propia vida de su autor, quien ha sido testigo (y parte) de situaciones muy similares a las que allí suceden. Ésta relata cómo se entrelazan las vidas y amores de varias personas unidas por el estudio (concretamente, la carrera de Traductorado de Inglés que se dicta en la Universidad de la República Oriental del Uruguay), y no deja de lado las relaciones de algunos de sus padres. Pero en sí la historia se enfoca en estos jóvenes, que a través de los años van sufriendo pasiones y sintiendo poco a poco los huecos que deja el tiempo.
La característica de los personajes sucede ser muy nuestra, muy uruguaya, muy argentina, muy “rioplatense”. Es hermoso leer y en verdad entender lo que sienten ellos cuando dicen “Cortala, ya fue”, “¡Pará flaca!, “¿Qué te pasa?”, ”¡la puta madre!”, “¿Me oíste loco?”, y por supuesto, “te quiero”.
Vale también destacar que, a diferencia de una historia europea o norteamericana, los sucesos de “Ayer La Lluvia” están ubicados en Montevideo, más que nada en la zona céntrica de la capital uruguaya. Es lindo y muy diferente cuando los sucesos se dan en comercios, plazas, lugares y calles las cuales conoces y te sientes directamente identificado.
Hace que la historia tome un tono casi personal, y realmente te adentra en la vida de cada uno de estos personajes.
Y un año luego vino el disco, con 17 canciones donde Emilio cuenta lo que pasó desde que editó “Ayer La Lluvia” al día de hoy. Si el libro era una obra “sobre diversas formas de amor”, el disco trata “sobre lo que forma el amor” ya que Emilio cuenta una historia que le tocó vivir en estos meses a través de la música de estos artistas que actuaron en sus eventos, o que dieron forma al libro apoyándolo en su proceso de creación y exposición.
La mayoría de las canciones son inéditas, y casi todos los artistas son uruguayos. Se trata de músicos emergentes: Nicolás Sánchez, Gino Tunessi, Nacho Toso, El Niño Que Toca Fuerte, Buentiempo, Mariana Sayas… todos ellos aportaron un tema al disco cada uno. Y Martín Kamil contribuyó dos temas, al igual que Puzzle y Josefina Martino.
Según Emilio, el disco “Ayer La Lluvia” tuvo un ensamblado espontáneo. Por eso, sorprende lo cohesivo de su narrativa, sorprende que personas en lugares tan apartados y en momentos vitales tan distintos terminaron contando una historia tan definida, con elementos recurrentes, en puntos tan bien precisados.
Hay (por ejemplo) un elemento cromático muy evidente, que recorre el disco de punta a punta. Va desde el “recordando los colores de los tiempos libres” de Josefina Martino, pasa por el “yo creo que veo en blanco y negro, suelo soñar con su sombra” de Martín Kamil hasta llegar al “los colores no me dejan reaccionar” de Puzzle, al final mismo del compilado.
Y las miradas. El hecho de mirar silentemente el uno al otro define el disco. Y no es aventurado decir que “Mirame” de Nicolás Sánchez es la columna vertebral de “Ayer La Lluvia”, tema por el cual Emilio siempre se ha sentido maravillado ya que (según él) “así es como debe sonar el amor”.
El primer tema lo expresa ya con su título, “Tus Ojos Cuando Te Miro”, y la última frase de la última canción es justamente “mira el cielo, ya se fue/ahora mírame”. Y cuando la narrativa se vuelve más descorazonada, encontramos una letra como “y me cuesta entenderlo/tu mirada se quedó aquí” de Gabriel González, músico ecuatoriano que ha aportado su “Antología de Verano”.
Porque cuando el disco promedia, viene una seguidilla de canciones extranjeras. El argentino Frans Banfield y su banda de Galicia (Los Hijos del Rigor) interpretan “En Cada Acorde Una Bala”, tema producido por Guido Nisenson, el encargado de trabajos como “Alta Suciedad” de Calamaro. Y el ex-Catupecu Machu Abril Sosa contribuyó “Contando Desde Atrás”, tema que proclama “solo la inquietud te salva”, una máxima que se aplica tanto a él como a Emilio, quien anunció su retiro como escritor hace 2 meses, del mismo modo que Abril abandonó Catupecu Machu en lo que pareciera ser el mejor momento de la banda.
Curiosamente –o irónicamente– una canción titulada “Nudos” (de la argentina Maca Mona Mu) señala el desenlace del disco. Tema palpitante si los hay, con un arreglo de cuerdas que arranca aplausos y admiración. Y no menos estremecimientos. Creo que tiene mi letra favorita de todo el disco, “ahora te veo en todos lados y no te puedo tocar, decís que mis manos son la representación del mal”.
Pero el símbolo del disco (y de la obra toda, en verdad) son los espejos, A lo mejor es una extensión de eso que Emilio siempre dice, de que “el otro nos completa”. Y los espejos aparecen no solo en las letras de las canciones, sino también en la estructura propiamente del compilado. El disco comienza acústico, y termina igual, con “Música En El Viento” donde la banda argentina Albrío se ve acompañada por la aclamada Daniela Herrero.
Y el disco termina así, como empezó.
Se dibuja un círculo, y la música está en el viento, y el cielo ya se fue.
¿Y qué es lo que queda?
Nostalgia.
Recuerdos. Recuerdos lindos, grises, agridulces, oscuros.
Recuerdos.
Sea como libro o como disco, eso es lo que nos deja “Ayer La Lluvia”.
Una historia diferente, para que nuestra cabeza recuerde que a todos nos sucede prácticamente lo mismo.
Todos sufrimos por amor.
Video de Nacho Toso (Mi Tren)
Evento final de “Ayer La Lluvia” en Sala Zitarrosa (a beneficio del H. Pereira Rossell, con Cuentos Borgeanos, Nico Sánchez, Control Z y Puzzle)
https://www.facebook.com/events/437162553091424/
El disco: www.soundcloud.com/ayerlalluvia
El libro: www.facebook.com/ayerlalluvia
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