“La sugerencia que damos, y está escrita en la información del disco, es escucharlo a buen volumen y con auriculares. Después, por nuestra experiencia y por lo que nos han comentado, ha sido muy buena compañía en caminatas diurnas, nocturnas, en un avión despegando, en viajes en ómnibus, en madrugadas festivas, domingos de tarde, en soledad y hasta para parejas frenéticas”.

¿Por qué 750 mg? ¿Tiene una explicación?

Matías Rodríguez: Se refiere a la dosis habitual en adultos de un popular antibiótico que nos acompaña desde la infancia. Es un disco que tiene bastante de fiebre, en tanto lucha por eliminar elementos nocivos.

¿Qué elemento o situación disparó la composición de los temas?

La música empieza habitualmente con alguna de las guitarras, después vamos discutiendo la estructura, las partes, armando y desarmando arreglos, etc. Puede depender de lo que venimos escuchando, del humor del día, de lo que hayamos almorzado, hasta del clima. Las letras son más personales,  en este disco tienen un gran eje que son las pérdidas, relaciones que no funcionaron, pero también incluyen vivencias grupales y crónicas montevideanas.

¿Qué caminos musicales transita el disco?

En este disco buscamos algo distinto a lo que habíamos hecho en los anteriores; esto es ser más concisos, dejar espacios, no rellenar todo con notas y arreglos, trabajar más como unidad. Como referencias musicales más presentes en el momento de pensarlo podemos nombrar a: Melvins, Queens of the Stone Age, Black Sabbath, Fugazi.  

¿Es un disco para escuchar dónde, en qué momento, con quién?

La sugerencia que damos, y está escrita en la información del disco, es escucharlo a buen volumen y con auriculares. Después, por nuestra experiencia y por lo que nos han comentado, ha sido muy buena compañía en caminatas diurnas, nocturnas, en un avión despegando, en viajes en ómnibus, en madrugadas festivas, domingos de tarde, en soledad y hasta para parejas frenéticas.

¿Cuáles son las tres canciones que más te gustan y por qué?

“Hall”, “Pelo Pelirrojo”, “Así mejor”. Muy intensas y divertidas de tocar en vivo. Patadas en el pecho.

¿Se te ocurre alguna anécdota sucedida durante el proceso de grabación?

El proceso de grabación en sí fue muy disfrutable. Se grabó en el mediodía de un viernes y la noche del domingo. El clima fue bastante festivo, con amigos yendo a ver la grabación, nivel de humor liceal, etc. Grabamos en vivo, tocando juntos. Tal vez el mejor momento fue cuando después de terminar una toma muy intensa miramos a la cabina buscando a Javier Longhi (ingenerio de grabación) esperando su opinión, y escuchamos que estaba teniendo una conversación sobre autos de juguete de colección sin haberse molestado en poner rec.

¿En el disco participan distintos músicos invitados? ¿Qué cosas fundamentales han aportado directamente a las canciones?

En el disco participan dos invitados: Leito Vozdelmudo en “El Gallo”, y Gabo Barros en “Días de Humo”. Leito es el cantante de Cuco, una banda que nos encanta, y es un hermano de la vida. Le dimos la música y la letra, el mérito de la melodía y de la bestial forma de cantar es suyo. Con Gabo la búsqueda era alejar al saxofón del típico uso en el rock rioplatense, digamos, y llevarlo más al terreno free jazz.

¿Y quién se encargó de la producción musical y qué elementos esenciales aportó?

La parte de producción corrió por cuenta de la banda y de Javier Longhi. Javier aporta el oído fresco, nosotros llegamos ya saturados de los temas a la hora de grabar y por ahí hay errores, o algunas cuestiones no muy apropiadas que ya ni notamos. Javier metía cuchara en esa cosas y tenía voto de miembro de la banda en las discusiones. Alguien que tuvo influencia en la preproducción fue Marcelo Fernández, de Buenos Muchachos, que nos empujó a acentuar la economía de recursos.

La última, ¿qué cosas creés que han cambiado en su música y en el medio musical en estos años de trayectoria?

Cada disco de la banda es una Polaroid de lo que nos va pasando, de lo que estamos viviendo, escuchando, hasta de la relación de cada uno con su instrumento. El medio musical sigue siendo complicado, Montevideo es una ciudad jodida en ese sentido, y mientras hace unos años había mayor amplitud de propuestas, ahora parece todo más centralizado en el pop más cancionero. Por suerte también hay otro conjunto de bandas (Power Chocolatin Experimento, Hijo Agrio, Martes Martir, Trío Vilardebó, Vincent Vega, etc) con propuestas bastante jugadas y por fuera del estándar.

Data

Artista: Cadáver Exquisito

Título: 750 mg.

Sello: Caracol Rojo/Perro Andaluz

Año: 2015

Arte: Dante Sangiacomo

Grabación: Javier Longhi

Producción: Cadáver Exquisito y Javier Longhi

Extras

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