El peso de los años también llega para los rockeros uruguayos y algunos nombres que fueron protagonistas de la rebelión cultural de los 60 y 70, se borran de la memoria -aún de los más fanáticos- y su música se pierde a pesar del rescate de sus canciones, las que afortunadamente circulan en las páginas web de los nostálgicos y los cazadores de vinilos. Sin embargo, surgió una excepción: Fray Blues, una joven banda fraybentina se atreve a incursionar en la música de 40 años atrás, con singular suceso.

Las nuevas generaciones suelen ver con respeto los años dorados de la música uruguaya, pero el camino que han emprendido –salvo excepciones- guarda poca relación con la senda abierta por Tótem, Psiglo, Días de Blues o Dino. Cierta vez un periodista musical opinó: “Dino era viejo cuando era joven. Ahora que es viejo, es joven” y quizás explica -más allá del juego de palabras- la supervivencia del padre de la milonga-rock, convertido en uno de los pocos íconos vivientes de la música popular uruguaya, quizás a la par de Rada y los hermanos Hugo y Osvaldo Fattoruso.

La suerte es dispar para los “jóvenes de ayer”, quienes hoy rondan los 60 años o más. Buena parte de ellos emprendió el camino del exilio político o económico en los duros años 70 y muchos optaron por no regresar al terruño, mientras que los que se quedaron o retornaron, han tenido una suerte dispar.

Como un intento de rescate de los años dorados, suelen darse algunas esporádicas reuniones de los músicos de esa generación –con algunos invitados jóvenes- para recrear el cancionero y el espíritu de esos años, ya sea en su vertiente rockera-blusera o de candombe beat.

Estos fenómenos de tributo a la música de tres o cuatro décadas atrás, suele ser un hecho exclusivamente montevideano, pero surgió una excepción en Fray Bentos: cuatro jóvenes de entre 15 y 28 años conformaron Fray Blues, una banda tributo al rock uruguayo de los 60 y 70, que nació a raíz de la apertura de la exposición “Veinte bandas orientales del siglo veinte”, realizada en la capital rionegrense en mayo del año 2010.

El nombre ya de por sí los liga a la generación de sus padres: fue sugerido por Jorge “El Flaco” Barral, radicado actualmente en España, con quien los integrantes de la Banda suelen mantener una diálogo más o menos frecuente.

“Nos comunicamos con Barral, Bertolone y Graff para decirles que pensábamos versionar “Esto es nuestro”, entonces el Flaco nos sugirió el nombre y nos pareció bárbaro”, aseguran con orgullo.

La banda nacida en los pagos del Pájaro Canzani está integrada por Gonzalo Pérez (guitarra), María Belén Irigoyen (guitarra y voz), Gaspar Medina (bajo) y Danilo Rodríguez (batería).

La exposición posibilitó que Fray Blues recorriera otras localidades del Departamento como Nuevo Berlín, San Javier y Young, lo que se convirtió en una verdadera cruzada de difusión del rock uruguayo, complementada con talleres en escuelas y liceos, donde pudo verse a escolares y estudiantes investigar sobre el rock uruguayo, sus figuras, su música y el entorno cultural y social en que se desarrolló.

Escuchar a Fray Blues significa sumergirse en el mundo de Totem, Días de Blues, Dino, Psiglo y el Pájaro Canzani -a quien esta banda fraybentina reivindica como un primerísimo referente- con el sonido crudo y directo de ayer, pero con los arreglos de hoy.

La elección de los temas no fue difícil. “Había mucho para elegir –señalan- y de a poco fueron saliendo `Milonga de pelo largo´, `Esto es nuestro´, `En un lugar un niño´, `Dedos´, `Y por eso canto blues´, `Esa tristeza´, `Vuela a mi galaxia´, `Negro´, `Amigos sigue igual´, `Príncipe azul´, sólo para empezar. Después nos dimos cuenta que meternos con esos temas y con esos tipos que son grandes, era una responsabilidad de la gran siete, porque ¿quién se anima a cantar temas de Rada o hacer temas de Psiglo? Nos dimos cuenta que le debíamos respeto a esa gente y, al mismo tiempo, atrevernos a versionarlos. Creo que lo hemos venido haciendo bien”.

Este cuarteto fraybentino tiene previsto continuar en esa brecha a pesar de las múltiples dificultades que acosan a los grupos del Interior: “Acá todo es más difícil porque los espacios para la música alternativa no son muchos, entonces hay que crearlos y no siempre se consigue apoyo. De todos modos, la gente que nos escuchó entendió la propuesta que no es sólo algo para la nostalgia, sino una muestra de canciones que no tienen edad. Algunas parecen escritas ayer”.

Los propios medios de difusión de la localidad vieron con simpatía el nacimiento del grupo, tal como consigna el periódico Zona Oeste, que bajo el título “Los más jóvenes se hacen escuchar”, realizó una crónica del debut señalando que “llamó poderosamente la atención el nivel de estos jóvenes músicos que a su talento interpretativo sumaron un indudable virtuosismo”. Se menciona una base rítmica “poderosa como hacía mucho no se veía”, una primera guitarra “que asombra en cada ejecución”, “a lo que se suma la precocidad de María Belén Irigoyen quien con solo 14 años posee unas condiciones vocales excepcionales y talento para la guitarra”.

El grupo enfrenta un desafío para una banda que todavía no ha llegado al año de vida. Fueron invitados a oficiar de teloneros de No Te Va Gustar el próximo sábado 23 en la denominada “Fiesta de la Libertad”, en el Parque Anglo de Fray Bentos, junto a Trascartón y Rwanda Reggae. Esta movida, inédita en la capital rionegrense, se desarrollará entre los días 21 y 23 del corriente, previéndose que se convertirá en un verdadero megaespectáculo con figuras tales como Los gauchos patones de Sociedad Anónima, Agarrate Catalina y Larbanois-Carrero, entre otros.

Será una buena experiencia de conocer el sonido que llega del Litoral uruguayo, rescatando el sonido y el espíritu rockero de los 60 y 70 de la mano de Fray Blues.