El desfile de Llamadas no se terminó. La violencia frenó una de las mayores fiestas callejeras del país. De las treinta y ocho comparsas pudieron desfilar veintiséis y la fiesta perduró alrededor de siete horas, pero los incidentes cortaron el repiquetear de los tambores que traían la tradicional fiesta, a la noche montevideana.
Telas, trajes, modelos exóticos en las vestimentas que llevaban los bailarines en sus cuerpos, se destacaron por ser el elemento visual más llamativo de la noche. Una elaboración que crece año a año, situando al desfile en un evento con una calidad y preparación cada vez mayor.
El desfile se extendió de nueve de la noche, hasta casi las cuatro de la mañana. La primer comparsa en salir fue Tronar de Tambores siguiéndole Sarabanda, Yambo Kenia, Serenata Africana, C1080, Elumbe, Candongafricana, La Gozadera. Luego de la llegada de La Gozadera hubo un corte en el transcurso normal del desfile. Por un bueno rato sólo se veía un vacío en la calle y gente que pasaba caminado por el desfiladero, todos sin saber qué estaba sucediendo. Lamentablemente ocurrió un accidente: una bailarina de tan solo 19 años, de la comparsa Candongafricana sufrió un paro cardíaco mientras bailaba, luego de un ataque de asma. La trasladaron al hospital Maciel y falleció esa noche. Luego de un tiempo, el desfile transcurrió y de a poco se vieron flamear las primeras banderas de Senegal para después dar paso a La Carolina, Ruanda La Figari, Mi Morena, Los Chin Chin, La Zabala, Kandombeira, Candombe Zambo, La generación Lubola , Candombe Aduana, Triniboa, Las cuerdas de Ejido, La Fuerza, Afrokan , Yaundé, La Jacinta, Complejo Kndombero. A una cuadra y media de terminar el desfile, en Isla de Flores y Magallanes, se notaba el cansancio de los participantes, algo lógico a esa altura del recorrido, pero eso no quitaba la energía de los bailarines y el sonido de las cuerdas que era el mismo y con igual fuerza que en su comienzo. Las gotas de sudor de los tamborileros, los pies ampollados de las bailarinas, el calambre de los brazos de los valientes que no pararon de mover las banderas y jugar con el público, la clásica mama vieja, otros tamborileros que con sangre en las manos y sin dejar de tocar pintaban sus lonjas con sangre y sudor, fueron algunas de las imágenes que se vieron a una cuadra de terminar el camino.
Faltaban doce comparsas por desfilar cuando se tomó la decisión de no continuar con el evento. Los líos en la calles fueron incontrolable y estas Llamadas 2006 terminaron así, con 25 personas detenidas entre ellos tres menores y una mujer, y un revuelo de violencia registrados sobre todo a la altura de Isla de Flores y Ejido, que tuvo como consecuencia la suspensión de esta gran fiesta. Algunas comparsas que no pudieron desfilar se trasladaron a la playa para descargar esas ganas de tocar y participar del encuentro tradicional uruguayo, que tanto ensayan durante el año. El jurado resolvió que las doce comparsas que quedaron por desfilar lo hicieran en la Rural de Prado, en fecha a fijar, donde serán evaluados. El desfile de Llamadas continúa, aún sin decisión del ganador por parte del jurado, promete ser unos de los desfiles de Llamadas más largos, en la historia de su existencia.
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