SieteNotas

La Fiesta de la X 2006 en Parque Batlle

11/11/2006

EL ARTE DE LA CELEBRACION

Lejos del pogo y del agite, sobre la Avenida Benzano y en un improvisado escenario (un banco de cemento que muchos dudaban si resistiría), Américo del Uruguay ofrecía su propio show. Este veterano, con una evidente cabellera teñida de rubio, micrófono en mano, vociferaba, tratando de encontrar el tono, algo que pretendía ser una canción y que con mucho esfuerzo podía entenderse como un “himno a las papeleras”. Lo cierto es que Américo, al mejor estilo “Sandro” (pretendía imitarlo en canto y baile), supo atraer las miradas de todos los que pasaban y por momentos se preguntaban si no se trataría de una cámara oculta...

Y es que, evidentemente, ese fue el ejemplo más auténtico del verdadero espíritu de la fiesta, porque más allá de los grandes escenarios, la alegría se palpitó en las calles: padres, niños, adolescentes, parejas, solteros, ex, anónimos y famosos, todos confundiéndose en una gran masa inquieta, dinámica, vibrante. Un festival de camisetas, banderas, cantos y consignas, de energía incontenible, de piropos casuales, susurrados al pasar, de charlas pendientes, de reencuentros inesperados.

Bajo esa magia del expresar-se todas y todos se congregaron en un mismo espacio para ver-se. La mayoría, a pesar de que muchos caminaban sin rumbo cierto con el único objetivo de ver qué pasaba, tenía claro qué era lo que le interesaba, y por ello iban. Quizás por eso, algunas preocupaciones se convirtieron en comentarios recurrentes (“¡cuidado!, que sin el mapa no somos nada”, o “¿no se colapsarán las líneas?”), cuando intentaron contactarse con sus conocidos para llegar al punto de encuentro. Otros, acaso incentivados por el frío que por momentos fue intenso, se agruparon alrededor de los fogones, buscando un poco de tranquilidad lejos del bullicio.

Si bien es cierto que el público compartió el condimento más sabroso, la propuesta artística aportó un toque más que interesante para que el gusto fuese realmente picante. La expresión artística es por esencia diversa, puesto que por definición es subjetiva, íntima. Así entonces, la multiculturalidad se evidenció a través de diferentes sonidos, representaciones callejeras, cine y teatro.

Tablón por tablón

Cinco escenarios reunieron distintos estilos. El América, por ejemplo, que abrió con un invitado internacional (La Bersuit), congregó a dos de las bandas más populares del momento (La Trampa y Trotsky Vengarán) y la mayor cantidad de gente, sobre todo adolescentes que lucieron sus “trapos” agitadamente. Del mismo modo, actuaron Bufón, La Saga, Buenos Muchachos, La Triple Nelson, Chala Madre, El Fuerte Punto Baz, Cursi y Doberman.

Para los que quisieron una buena dosis de rock nacional, el escenario De Acá ofreció un mix de varias bandas, también con un alto grado de concurrencia, especialmente durante la actuación de La Teja Pride. Por allí pasaron Planeta Urbano, Histeria, Vientos de Libertad, Juan El Que Canta, Vendetta, La Conjura, Gasoil, Guatusi, D-Cero, Malacate, Los Terapeutas, Lapso, Germán Arteaga, Crepar, Contra las Cuerdas, Ritalina, Sally Spectra, Pasados de Rosca y Sonora Kemante.

Por su parte, Motel/Tendencias aportó una agenda interesante que se movió entre el techno-electro-pop de Dani Umpi y su “tribu”, el hardrock de Psimio y la seductora voz de Max Capote. Además, participaron Rendher, Laura Gutman y Los Branigan, Interama (Arg.), Closet, La Hermana Menor, The Supersónicos, Autoramas (Br.), Pompas, Orange y finalmente Vieja Historia.

A pocos metros de distancia, se encontraba Folklore/Murga/Tango. Aquellos que decidieron empezar a sentir el carnaval por adelantado, pudieron disfrutar de la batería de Curtidores de Hongos, Sinfónica de Tambores, escuchar los clásicos de Momo versionados por Los Mareados o simplemente divertirse un rato con Sociedad Anónima. Por el contrario, los que prefirieron algo más tranquilo, optaron por disfrutar de un tanguito a cargo de Mónica Navarro, que esta vez, ante la ausencia de su banda (La Tabaré), participó con su nueva propuesta; o revivir los temas inolvidables de “El Príncipe” a través de Mateo X 6. Pablo Estramín, Perfiles, Cerno, Carlos Paravis, Chino Hernández y CIA., Maia Castro, Fernando Torrado y La Tríada, completaron el total de presentaciones.

De camino hacia la Avenida Ricaldoni, el Estadio fue uno de los escenarios más destacados en cuanto a concurrencia, posiblemente por la presencia de los artistas internacionales que suministraron ese plus, para muchos, imperdible. Desde el momento en que Buitres dio la prueba de fuego, inaugurando la Fiesta a mitad de la tarde con un solcito picantón, se vaticinó que la gente estaba dispuesta a acompañar la propuesta. Después, Alejandro Dolina, popular conductor radial argentino, emitiendo en vivo su clásico “La Venganza será Terrible”, ofició como interludio de las actuaciones “locales” que a la postre se sucedieron (El Otro Yo, Snake y Astroboy). Posteriormente, la medianoche cedió el paso a los invitados: el glam de Babasónicos tiñó de rosa el Centenario y su ritmo hizo temblar a la tribuna. Dos horas después, la magia de las lentejuelas hicieron lugar al calor del brasileño Paulino Moska, quien presentó su último trabajo “Todo novo de novo”, un show enteramente disfrutable en el que la calidez de su voz y el buen trabajo de su banda lograron un espectáculo realmente lucido. Concluyendo, a la bossa le siguió el reagge de El Congo, y del punto final se encargó, a todo bombo, platillo y redoblante, Tabaré Cardozo y la murga Agarrate Catalina.

Hasta el amanecer…

Sumados como un todo a estos cinco escenarios, a miles de metros de distancia, los electrónicos, últimos en irse, tenían su propia historia. Entrando al Open Park Electrónica se podían escuchar los sets de los Djs más importantes del momento. La calle improvisaba una pista gigante y si todavía era temprano para empezar a moverse (aunque algunos no tan jóvenes no se resistían al ritmo), se podía disfrutar del show que las mismas barras ofrecían: una fiesta total. Loopez, Daniel Anselmi, Laia, Southmen, Javier Misa, Lexicon Avenue, Dj Koolt, Marcelo Castelli y Gastón Ackerman, fueron los responsables de amenizar la tarde-noche-mañana que duró la celebración.

Paralelamente y en el mismo sector, el escenario Hip Hop se hizo presente con la participación de diecisiete propuestas de lo más variopintas y de uno y otro lado del charco, como lo fueron Mc Nico L As, Dj Brasil & Vato, Grupo de Break Dance "Dragones", Eruditos, Kung Flow, Dj Kung Lao & Dj RC (Back to Back), Mc Marciano, Dj Deep, Mc C.H.S & Dj Deep, Dj Feeky G & Dj Lea (Back to Back) (Arg.), Emanero (Arg.), Sudacas en Familia y Dj Sapo (CLC). Asimismo, se desarrollaron otras actividades propias del estilo; léase break dance (llevado a cabo por el Grupo de Break Dance "Virrey") y graffiti, exhibido por Acu, Aero Arte y Cacer Crew. Finalmente, dos Carpas resguardaron a los que prefirieron un ambiente más relajado: la Carpa de la X, en la que estuvieron Felipe Reyes, Pablo Baute, Dj Sapo, Dj Paola Dalto y como invitado especial Edison Mouriño; y la de Rock Boulevard, comandada por Mario Gallinares y con los atractivos homenajes a Bon Scott y Pappo como telón de fondo.

Pero por si todo esto fuera poco, el teatro, a cargo de las compañías Acciones Creativas y Polizón Teatro, ofreció una perfomance de zancos y malabares enfatizando el ambiente festivo y recorriendo las calles con sus antorchas de fuego. “El bosque encantado” (destinado a los pequeños y no tanto) invitó a revivir los clásicos infantiles por medio de representaciones en vivo. La danza se manifestó a través del ritmo de capoeira (grupo Mucumbe) y el cine uruguayo, por su parte, gozó de su espacio emitiendo cortos del Instituto Nacional del Audiovisual. Por último, cabe destacar la presencia del colectivo Ovejas Negras, organización que lucha por los derechos de los homosexuales, y de Amnistía Internacional, organismo de los Derechos Humanos.

Una noche de paz

Por segundo año consecutivo, el Parque Batlle fue el lugar elegido para llevar a cabo el evento cultural más importante de Uruguay (las dos primeras ediciones se realizaron en el Faro de Punta Carretas y las tres siguientes en las Canteras del Parque Rodó). García Rubio, uno de los organizadores de la Fiesta X, señaló como conclusión en distintos medios de prensa, que a esta edición concurrieron unas 70.000 personas y aseguró que de todas las Fiestas esta fue la mejor, porque se cumplió con todo lo establecido.

A pesar de los típicos problemas, demoras en la agenda de los escenarios y la escasez de los baños, que hicieron de la oscuridad y los árboles los mejores cómplices, la organización, en general, funcionó adecuadamente. Y quizás uno de los mayores logros, fue que una vez más no aconteció ningún hecho de violencia, cumpliendo de esta forma con la consigna esencial del encuentro: “Una noche de paz”.

Es que para que haya fiesta sólo tiene que haber gente con ganas de divertirse, y la diversión cuanto más diversa, mejor, porque potencia las voces, las imágenes, las conciencias... ¿Será por eso que diversión y diversidad sólo están separadas por tres letras?

Natalia Castelgrande

Comentarios
27/11/2006 | Diego Sica
Aguante el congo!!!..que siga floreciendo el reggae!
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Un día como hoy, pero de 1986 ... Luego de tres días, culminaba el festival "Montevideo Rock I" en el Prado

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"...no soy un gran cantante, pero quienes sepan algo de canto sabrán que soy un orfebre, un artesano más que un artista en ese sentido, un buscador".
Eduardo Darnauchans, 17/6/2001
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