SieteNotas

La Otra, Música desde el alma

16/9/2000

Si fuera un matiz sería tenue, si fuera una textura sería suave, sería una delicia si fuera un sabor, y apenas perceptible y exquisita si se tratara de una fragancia. Pero no es ni un color, ni una textura, ni un sabor, ni una fragancia; es música: arte para ser oído, alimento para el alma. No son una banda, no son un coro, no son un grupo vocal. Son cuatro voces femeninas en soledad y en armonía que, sin enchufes y sin instrumentos logran conmover hasta la fibra más íntima. Es música popular a capella. Es la otra versión, la otra propuesta, la otra canción. Son La otra.

Ana Prada, Beatriz Fernández, Sara Sabah y Lea Bensassón son el cuarteto vocal La otra (ex Tu hermana). Cuatro mujeres bien distintas entre sí, que comparten sin embargo un elemento común: gusto musical y talento vocal, que se traduce como ellas mismas definen en "un cócktel bien interesante".

Apadrinadas nada menos que por Ruben Rada, durante estos dos años de vida, han sido teloneras de artistas de la talla de Simply Red y Buena Vista Social Club y a nivel nacional han participado en presentaciones de artistas como Mariana Ingold y la murga Contrafarsa.

Con el objetivo de difundir la música popular uruguaya han recorrido el interior del país y cruzado la vecina orilla, y del mismo modo estarán próximamente en tierra carioca participando, como únicas representantes uruguayas, en el festival regional Sinhá.

Además de haber incursionado en el mundillo publicitario, han realizado parte de la banda sonora de la película uruguaya Maldita cocaína del director Pablo Rodríguez que será estrenada próximamente en el circuito comercial montevideano, y han sido seleccionadas por el Fondo Nacional de la Música (FONAM) entre 176 proyectos, para recibir apoyo para la grabación de su primer trabajo discográfico.

Sobre esto y muchas cosas más, www.deluruguay.net conversó con Sara Sabah y Lea Bensassón dos de las cuatro integrantes de La otra.

A pasitos de Tres Cruces, en el centro de la capital, en el sexto piso de un coqueto edificio, está ubicada La Rada Producciones, escenario de este encuentro. En un ambiente super acogedor donde recepción, living y cocina se confunden, conviven junto al fax, la computadora y el equipo de audio, un pizarrón de acrílico donde están agendadas las presentaciones de los artistas de La Rada que el afán de "cholulismo" impide esquivar, además de cuadros, posters y discos de oro y de platino del maestro.

En ese clima, con galletitas y barra de chocolate mediante, y sin que el grabador las perturbe en lo más mínimo, Lea y Sara hablan con total libertad en lo que, más que una entrevista se convierte en una charla informal, interrumpida a veces por los llamados telefónicos de felicitación, que recibe Lea por tratarse de su cumpleaños número 32.

- Cuatro mujeres solas haciendo música, cosa rara acá y además sin instrumentos, ¿cómo surge eso?

Lea: Bueno, surge de las dos que estamos aquí. Surge porque venimos cantando desde hace muchos años en coros y en formaciones vocales más grandes y cantando en bandas, con músicos, y siempre hubo como una inquietud así de armar un grupo vocal femenino, yo había armado uno y no funcionó, no llegó a salir a la luz, entonces se frustró esa idea y quedó como dos años parada, y cuando conocí a Sara, ya la conocía de antes, pero cuando entró en la banda de Rada y empezamos a hacernos más cómplices (risas) craneamos este "maleficio" y se nos ocurrió retomar esa idea y buscar dos personas con unos timbres que complementaran los nuestros: yo soy media "gravosa" y Sara es aguda y buscábamos alguien en el medio y alguien en la punta de abajo más grave. Y bueno yo había visto a Beatriz Fernández en una murga de mujeres en un parador y me sorprendió su timbre, y Sara me sugirió a Ana.

Sara: yo vi a Ana Prada en La Calera y las "convocamos", para usar una palabra que está de moda ... y se dio la química que se precisa.

Lea: El primer año que trabajamos fue de exploración a todo nivel, o sea ensayos, probar voces, probar cómo quedan unas con otras, quién puede cantar melodías, quién puede armonizar, quién tiene más oído para aprender una cosa más rápido, o sea explorando el método de laburo: primero nos grabábamos las líneas de cada una, después se hizo como una dinámica más de presentar el arreglo e irlo trabajando, Sara en general es la que hace los arreglos, yo a veces traigo alguno pero como que tenemos dos métodos bien distintos de trabajar: lo mío es así a intuición pura, lo de Sara es intuición más preparación y aparte gran facilidad para dirigir al grupo, para llevarlo para algún lado, tiene libreta de conducir grupos (risas).

El segundo año fue más de disfrute, pero el primero fue más de preocupación: estaré con las personas correctas, me llevaré bien, me pelearé, me bancará esto, soportará dos veces por semana un ensayo, fue como de instrumentación de métodos, y también de probar los gustos musicales, los gustos no sólo por el lado de cómo emitir o cómo cantar, sino también de la música que consumimos cada una, porque en realidad todas tenemos como el factor común de la música pero tenemos gustos distintos: si bien hay como lugares comunes: Brasil es un lugar común, después hay como tendencias: Sara es más clásica, más conservadora para los instrumentos; a mí me gusta más una formación funky, de bases rítmicas; Beatriz tiene como mucho menos información o sea no ha consumido mucha música de ese tipo, pero sí tiene toda la veta canto popular, música disco, oldies; y Ana tiene toda esa cosa brazuka así muy metida, todo lo que los Drexler le han aportado, además viene de Paysandú y tiene una veta criolla, folklórica, entonces es como un cócktel así interesante.

Lo mismo pasa con las personalidades de cada una, o sea en realidad... no tenemos nada que ver, no sé como nos aguantamos: todas tienen edades bien distintas, gustos bien distintos, novios bien distintos, comen distinto, o sea somos todas distintas pero hay una cosa común que es la música, que es cantar.

- Tener la voz como único instrumento debe tener sus complicaciones ¿no?

Sara: No sé, es diferente: tenés que tomar las notas, escucharlas, armar los acordes; las cosas se tiene que formar sólo con las voces, entonces es un disfrute distinto, tiene otro volumen, tiene otra sonoridad, es distinto.

Lea: Se notan muchos detalles.

Sara: Claro vos por ejemplo estás ronca y yo qué sé, pifiaste, hiciste un mí un poquitito más debajo de la afinación real y chau se nota, no es una viola que sigue tocando...

Lea: Si cantás en un grupo vocal donde todas se sostienen de todas, no hay tu tía, o sea ya ha pasado ataques de tos arriba del escenario, ha pasado alguien desconcentrado porque viene con una carga fuerte de todo el día de laburo y no hay un violero que se ponga a hacer un solo, ahí tenés que salir para adelante con lo que tenés que es la garganta.

Sara: Además armar un tema lleva tiempo, no es que podés agarrar la guitarra y tocar y ya tenés un tema armado con un instrumento y un cantante, tenés que arreglar el tema y el proceso de aprendizaje lleva su tiempo, o sea es una evolución, tiene que madurar el tema, muchas veces tocamos con el tema prendidito así porque nos encanta tanto... esa es la parte como kamikaze.

Lea: de adrenalina. Por ejemplo el tema Misilis blues; o sea nosotros tuvimos una historia con nuestro nombre así, un poco heavy: cuando arrancamos nos llamábamos Tu hermana, hicimos una serie de presentaciones bastante bien promocionadas, estuvimos en la tele, todo bárbaro, y en una de las presentaciones apareció una gente al camarín a reclamar el nombre, a decir que era de ellos y que se lo habíamos sacado, de mala onda, acusando mal, y nosotros habíamos registrado el tema, estaba en proceso de registro la marca y se opusieron y hubo amenazas telefónicas: el papá de uno de ellos es un señor popular, un conocido locutor de televisión y medio como que nos amenazó, que nos iba a sacar plata y se puso medio dura la cosa y en ese momento tuvimos que tomar una decisión así sin querer, de sacarnos el nombre con el cual veníamos trabajando hacía un año y promocionándonos y todo, y nos hizo mal, o sea nos trancó la creatividad, nos trancó el diálogo entre nosotras, nos trancó un montón de cosas, estuvimos un tiempo con un nombre provisorio que era Cambio de firma el cual odiábamos, y nos presentamos en un par de lugares porque cuando sucedió el lío ya teníamos algunas presentaciones agendadas y hubo que hacerlo, pero estábamos como sin identidad, y surgió ahí arreglar un tema que el estribillo dice "sister remember your name," el arreglo lo hizo Rada, primero el arreglo estaba buenísimo y segundo estábamos tan ansiosas por cantar ese tema que lo empezamos a hacer en vivo, habiéndolo ensayado dos veces, entonces fue madurando en vivo, el tema ahora suena impresionante: es uno de los favoritos de la gente, es un caballito de batalla, es un tema de Quincy Jones y Lionel Richie que se llama Misilis blues pero ta es anecdótico: lo usamos por lo de "sister remember your name" y después quedó.

En realidad todo eso después nos dimos cuenta que nos dio un montón de aprendizaje: de no ser tan inocentes, de trabajar más profesionalmente: cuando se te ocurre una idea - esto es para todos los músicos uruguayos - tenés que ir y registrarla, o sea gastarte una plata y registrar el nombre y averiguar si no hay alguien más, porque gente con mala onda hay en todos lados: este grupo que nos vino a hacer todo este sabotaje no toca, ya se separó, no está acá, nadie sabe de ellos, y nos hicieron un daño grande: nosotras estuvimos muchos meses así, como para salir de eso, sin que se nos ocurriera un nombre, y en realidad La otra es un nombre que tampoco fue elegido por unanimidad en el grupo, o sea fue tipo bueno, tenemos que tener un nombre y se nos ocurrían todos nombres a reaccionar contra eso que nos había pasado: entonces era la otra hermana, la hermana mayor, la hermana menor, la hermana segunda y todo tenía riesgo, y al final como a nadie se le ocurría nada quedó La otra, que ahora le tenemos un poco más de cariño, pero fue una cosa que nos marcó muchísimo y nos pareció super injusta; igual nos pareció importante hacer valer el producto más allá del nombre cuando estábamos recién empezando y de última hoy, la vida nos ha dicho que hicimos bien, porque la gente ya sabe que hay un cuarteto vocal femenino trabajando y el nombre vendrá después, con el disco.

- ¿Y por qué era Tu hermana?

Lea: Fue de bobera, tiramos mil nombres y estábamos con Ney Peraza y dijo: si no lo van a usar demenlo a mí, y dijimos ese mismo vamos a usar. Aparte nos parecía que tenía que ver porque era femenino y porque tenía el doble juego: por un lado una cosa de maternidad y por otro lado una cosa de si no te gusta tu hermana; todas tenemos el sentido del humor muy marcado, las cuatro, en eso también hay una cosa común: Sara es muy divertida, Ana es el payaso virutita y Beatriz tienen el mejor humor negro del mundo (risas) o sea son como distintos tipos de humor, pero el humor está todo el tiempo, en realidad cuando estamos juntas parecemos cuatro liceales, somos insoportables.

- Así que humor, música ¿qué otras cosas tienen en común?

Lea: Humor, música, comunicación. Es una experiencia de comunicación total creo que todas lo tenemos: Ana y Bea son psicólogas o sea laburan con gente; Sara es docente y está en contacto con gente todo el tiempo y aparte si no tiene clases igual ella camina dos cuadras y saluda a 20 mil personas (risas); yo también soy una tipa así super comunicativa y he estudiado eso y aparte me dedico a trabajar mucho con gente, y la experiencia para adentro nuestro es de comunicación, es de comunión, y para afuera también.

Sara: Botas, (risas) todas usamos botas.

Lea: Nos gustan las botas, somos todas hijas de la dictadura.

Esas son las similitudes pero después las diferencias son miles, empezando por las experiencias de vida: o sea Sara tiene 26 y Bea que es la más veterana tiene 38, yo tengo 32 hoy (risas) y Ana tiene 29. Sara vino acá a los 11 años, Ana viene de Paysandú y yo vengo de un lugar bien distinto a Bea, que es del Prado.

Sara: fue un casting exitoso (risas) se cruzó así justo la gente que se tenía que cruzar, por lo menos eso creemos por ahora.

- Si tuvieran que definir que es el cuarteto en una sola palabra ¿qué dirían?

Lea: Popular me parece que es una buena palabra, en el sentido de gusto por la música popular.

- ¿Y qué no es el cuarteto?

Sara: El cuarteto no es masculino (risas).

Lea: No es un coro... y no es un grupo vocal, es un cuarteto vocal que es bien distinto: por ejemplo Uxalá es un coro, De profundis es un coro; La Suite Montevideo es un grupo vocal: son siete, es mixto.

Sara: Nosotros somos un grupo de mujeres que cantan.

Lea: ¿Qué no es el cuarteto?, no sé... no es una banda, no es un coro, no es un grupo vocal, no somos "las chicas de Rada" (risas).

Sara: Una vez tocábamos en un bolichito en Paysandú, divino el lugar, divina la gente... y en las entradas decía "Las chicas de Rada" (risas) guau.... Somos aprendices de Rada y nos encanta que esté siempre con el grupo, es un privilegio, pero las chicas de Rada, sonó así, tipo conejitas (risas).

Lea: Sonó onda "Los ángeles de Charlie" (risas).

- A propósito de Rada, ¿cómo es tenerlo de padrino?

Lea: El "padrinazgo radístico" fue impresionante: Rada fue incondicional siempre, re apoyó la idea todo el tiempo o sea vino a los ensayos, aportó acordes, cosas que ve que están mal y viene y en dos minutos, vos estás trancado con algo y a él se le ocurren cuarenta soluciones para salir y aparte... alimento... o sea nosotros ensayamos siempre a última hora del día y estamos muertas, venimos de laburar todo el día y llegan las 7 de la tarde y no hay un equilibrio así de estados anímicos, imaginate mujeres: primero pinta charla y Rada aparece siempre con sandwiches y masas (risas) y claro cantás de otra manera.

Sara: De repente llegás y vos tenés pila de ganas de trabajar, y yo que sé, una pasó un muy mal día y...

Lea: Hay que sacarle lo mejor como se pueda, hay que conquistarla con Coca Cola.

Aparte de Rada pintó alrededor del cuarteto una movida de músicos muy interesante, que nos escucharon cantar y les gustó la propuesta. Cabrera por ejemplo, que es un compositor, cantautor mayor, un día apareció en un show, vino a elogiarnos y otro día trajo una canción compuesta para nosotros. Grabamos con él, hizo los arreglos, después trajo otra canción; es como un satélite del cuarteto, es así como un protector, es maravilloso. Después Urbano, Ney Peraza vino también a colaborar, el Pitufo Lombardo que al final nunca trajo una canción pero siempre está: nos enseña a tocar alguna cosita de percusión o sugiere canciones para el grupo. Mariana Ingold también nos dio un tema, fuimos a la casa; o sea empezamos como un viaje de recorrida dentro del mundillo musical uruguayo que nos trató con mucho respeto y con mucha generosidad, igual los medios y todo, pero esa parte fue fundamental porque con esa parte se armó el repertorio del cuarteto.

- Y ese repertorio está integrado básicamente por músicos uruguayos...

Lea: Sí, la propuesta es hacer versiones de temas uruguayos, en definitiva esa es la meta del cuarteto, o sea hacemos otras cosas porque nos gustan y no podemos zafar de hacerlas: cosas de Caetano, cosas de Police... pero la idea es difundir la música uruguaya: que esa música llegue a la gente por otro lado, porque esa música por la radio no le llega a nadie y de última es lo que está haciendo ahora Jaime Roos: finalmente después de no sé cuantos años de carrera va a grabar un disco de versiones de temas de otros y eso le hace mucho bien a la música uruguaya, porque necesitamos autobombo entre nosotros: somos cuatro y no podemos estar separados. En Brasil por cada autor hay veinte mil versiones de un tema que el mismo año lo puede grabar Caetano, Gil y Marisa Monte y están todos de fiesta, no hay esa cosa: "a no, si este lo graba yo no lo grabo" hay más esa cosa de disfrutar y compartir lo suyo. Y me parece que acá estaría bueno que pasara porque acá hay muchos músicos, muchos compositores. ¿Por qué tuvo que venir Milton Nascimento y grabar "Milongas y servilletas", por qué ningún uruguayo lo agarró antes sin ser su propio autor... Como que se necesita ese autobombo, quererse un poco para adentro entre todo el ambiente musical ¿no? Dejar la chacra un poco y darse para adelante entre todos.

- Y esas versiones son siempre a capella, ¿nunca se han planteado incorporar algún otro instrumento además de las voces?

Lea: Sí, lo de cantar a capella es como la primera piedra de la cosa pero no es la última, o sea también queremos probar otras cosas, nada es fijo en el cuarteto. Nos gustaría probar unas cosas con algunos músicos. Por ejemplo la experiencia de grabar con Cabrera un tema de él y que él produjera la grabación fue de mucho aprendizaje.

Hace poco tuvimos una propuesta de grabar un jingle, una música para un corto publicitario y también aprendimos un montón: aprendimos a grabar controlando los tiempos: tanto de 10 segundos, esta parte de 20 segundos, no sé: es una mezcla de gusto por hacer las cosas y también de afán de dedicarte profesionalmente a eso, o sea creo que dentro del cuarteto hay una cosa en común que es: ojalá podamos dedicarnos a esto y vivir de esto porque nos encanta hacerlo, entonces por eso aceptamos ir a fiestas privadas y podemos cantar determinado repertorio o aceptamos grabar un disco para ver si nos podemos proyectar un poco, o nos llaman de un festival de Brasil que mandamos unas cosas onda bueno a ver a dónde quedamos y quedamos seleccionadas y nos super motiva porque es otra experiencia nueva: nunca competimos, vamos a ir a competir con no sabemos quien, en un festival regional...

- Y las únicas representantes...

Lea: Sí, vamos sólo nosotras por Uruguay y no es un festival de coros, es un festival de música, van bandas, no sé si hay otro grupo vocal, no tenemos información. Esos desafíos así me parece que nos forman a cada una como cantante y nos forman a las cuatro como grupo.

- Y hablando de aprendizajes también hicieron la banda sonora de una película ¿cómo fue eso?

Sara: Hicimos un fragmento.

Lea: Sí, cantan otros también, canta Malena y tocan otros músicos salados.

Sara: Fue divino porque la composición era divina, Goycoevchea la rompe y fue lindo como experiencia, aprendimos mucho, en el estudio aprendés, aprendés a cantar.

Lea: Morimos por ver la música asociada a las imágenes, porque todo el tiempo te están contando sobre que vas cantando, pero no sabés y aparte eso varía después, varió el título de la película también, nos agarró ahora "Maldita cocaína" y piramos y dijimos uh donde nos habremos metido (risas) pero bueno, "qui lo sa".

- Tocaron en Paysandú, tocaron en Lavalleja, tocaron acá, en Buenos Aires también, ¿cómo es el público, es siempre igual, cómo reacciona frente a esta propuesta que de por sí es bien diferente?

Lea: No, el público es bien distinto. Acá por ejemplo es el público más difícil, eso pienso yo, no sé...

Sara: Como es una propuesta diferente a la gente le da curiosidad y eso es super positivo porque hace silencio, escucha. Pero depende: en la peatonal Sarandí es un público divino y es un público determinado y en el Plaza es otro público.

Lea: Claro, depende: nosotros teloneamos a tres artistas en el Plaza: Rada, Simply Red y Buena Vista Social Club, nos fue siempre bien entre comillas, pero el mejor fue el último, el de Buena Vista.

El de Rada tenía toda la adrenalina de la primera vez y de estar en un lugar tan grande, pero claro subimos al escenario y la gente no sabía quiénes éramos, éramos muy nuevas y estábamos muy nerviosas - igual sonó divino - pero era el público de Rada entonces ahí estábamos como apadrinadas, era como tocar en el living de tu casa. Después Simply Red ese sí fue un público así desafiante ¿no? Porque era un público no sé,como más concheto.

Sara: Gente que escucha música en inglés y que entiende lo que está diciendo el grupo británico.

Lea: Con Simply Red nos costó entrar, nadie se callaba la boca, "abajo", decían y no sabíamos si era por nosotros, si era que se bajaran los que estaban parados, no entendíamos, pero a partir del segundo tema que fue en inglés Every breath you tak,e ahí fue un silencio así, sepulcral y mucho respeto, y al final nos dimos cuenta que ese recital nos re sirvió, porque después en la calle te encontrabas con gente que te decía: ¿vos no cantás en un grupo vocal? o sea que conoció al grupo ahí y que de última le gustó.

Y el de Buena Vista claro es un público bien musical y ese fue el mejor público: mucha gente que también nos conoció ahí sabemos que ya es nuestra, pero depende del lugar: fuimos teloneras de Boney M en el Punta Cala y descubrimos que hay lugares a los cuales no tenemos que ir. O sea nos encantó que nos invitaran, pero realmente era un público que le importaba nada que estuviéramos ahí, que habló todo el tiempo, era la noche de la nostalgia y es como que un grupo vocal tenés que ser muy delicado de a donde vas y eso lo vamos aprendiendo sobre la marcha.

En Buenos Aires tocamos en dos lugares bien distintos: un lugar más como cool así, que es una disquería café que se llama Notorius que estuvo muy bien el toque para nosotras; y después en La sala del otro lado que es como una salita más alternativa de teatro, y si bien eran públicos bien distintos entre sí, hubo como un factor común y fue que del repertorio lo que más le gustó fue la música uruguaya y capaz que eso acá no te pasa; allá vino una señora y preguntó quién era Cabrera porque quería comprar un disco. Es como muy loco: acá por ay te preguntan de quién es el tema ese en inglés que cantaste, acá siempre las propuestas de la gente son "por qué no hacen un espiritual", "por qué no hacen una cosa de jazz de la Manhattan Transfer", la gente acá quiere ser extranjera y eso tiene que cambiar.

Sara: Igual hay de todo... En Lavalleja también fue rarísimo, cantamos después de Braulio López, era en la calle, hacía mucho frío y la gente se estaba yendo. Se quedaron sólo jóvenes rastas que estaban ahí tranquilazos, así, opa vamo'a ver esto (risas) y fue muy lindo: se quedó poca gente pero fue muy linda gente. Después cantamos en Paysadúr y estuvo bárbaro además Ana es de Paysandú entonces sentimos que estamos como en casa.

Lea: En Buenos Aires también tenemos a Gabriela Martínez que es la bajista de Las pelotas y es al sonidista nuestra: se viene de Buenos Aires para hacer el sonido a la peatonal igual, es divina y cuando vamos allá nos quedamos en la casa de ella, entonces es como que hemos armado un...

Sara: Tenemos así, un novio en cada puerto (risas).

Lea: Me parece que los públicos son bien distintos. Nos encanta salir de Montevideo, está buenísimo.

Sara: Nos gustaría curtir más el interior de la República: Treinta y Tres, Tacuarembó, teatros o salitas o lo que sea, conocer y estar cerca de la gente que uno nunca está. No hay acceso.

Lea: No reciben información, reciben mucho más información de Argentina que nuestra, por los cables y por el litoral.

Sara: Mala información.

Lea: Bueno pero mala información de Argentina recibimos todos, acá también.

Sara: Es una lluvia que nos viene.

Lea: Es una lluvia ácida (risas).

Sara: Como en Magnolia, una lluvia de ranas que nos viene de Argentina

Lea: Y siempre hay algún uruguayo colado también... (risas) mucho veneno...

Pero yo pienso que como en todos los países hay público para todo y que también hay que aprender a aceptar que a mucha gente le puede gustar lo que hacés y a mucha gente no, que nadie tiene la verdad, la posta, inclusive la gente re popular, yo lo veo con Rada, le pasa eso. La gente, el público tiene derecho a elegir, lo importante es que uno sepa que está haciendo lo que le gusta y que esté convencido de lo que hace.

- En materia de proyectos van a grabar un disco...

Lea: Sí, presentamos el proyecto de grabar el primer disco al FONAM y de 176 proyectos fueron seleccionados 77 y ahí entramos nosotros y un poco en coproducción con Zapatito discos vamos a hacer el primer CD de La otra, lo vamos a grabar en enero y va a salir en marzo o abril y ahora estamos un poco con la mirada puesta ahí, decidiendo el repertorio...

- ¿Tiene nombre?

Lea: No todavía no tiene nombre

Sara: En realidad no pensamos en el nombre... qué bueno... vamos a tener trabajo... (risas).

Lea: Estamos pensando en las canciones y en si va todo el disco a capella o si ponemos instrumentos en algún tema, en que estudio grabamos, en cómo queremos encarar la imagen del disco.

Nos interesa tener un disco porque es un arma para trabajar y aparte porque estamos copadas con el estudio: cada vez que hemos ido al estudio a grabar nos sentimos bárbaro, nos divertimos como locas, entonces como que nos seduce mucho meternos unos cuantos días juntas en el estudio con el negro, a plasmar lo que estamos haciendo, esa cosa de registro, de bueno me dediqué todo este tiempo a esto y esto es lo que hice y lo ves físicamente ahí y no sé, cuando tengas 70 años y tengas hijos y nietos va a estar ahí, y también porque sentimos que por ejemplo cuando fuimos a Argentina nos faltó, porque un disco es como un arma que te justifica tu presencia en el mercado musical: viene un periodista de otro país y quiere saber quién sos y no pudo ver el concierto y te pregunta "tenés alguna grabación" y no da darle un demo, porque un demo no tiene una foto tuya, no tiene el entendimiento global del proyecto, un tema no representa a nadie.

Sentimos que es un paso de crecimiento importante tener un CD, no para vender discos, sino para respaldar una gestión, y a nivel internacional es muy importante tener un disco, no sos nadie si no tenés un disco y en el mundo de la industria musical en este momento, lamentablemente, sobre en todo las multinacionales, a los artistas se los valora por las unidades vendidas: o sea ¿cómo te llamas? Pepito, ¿Cuántos discos vendiste? Y a partir de ahí empezamos a conversar.

No es hacer un disco para vender masivamente, ni para hacer giras internacionales, lo hacemos para registrar un trabajo, para que el que te vio en vivo y tiene ganas de ponerte en su casa, pueda hacerlo.

Requiere mucho trabajo. Hay mucha gente que tiene la fantasía de que porque trabajamos en la Rada Producciones, tenemos un montón de cosas resueltas. O sea es verdad que tener a Rada como padrino te da una mano, pero nada de lo que conseguimos nos vino de arriba y lo puedo asegurar.

Sara: Aparte no canta Rada.

Lea: Exacto. Y la gente que nos ha venido a buscar para telonear, por ejemplo el productor Belgrano Rock que fue el que hizo lo de Simply Red nos había visto en el Teatro de Verano con la Contrafarsa; después la novia del dueño de ZYX Producciones nos vio con Simply Red y le gustó, entonces esos son méritos propios, ahí no hay Rada que valga, ni hay "tomaste por el atajo" o sea, no sé, es como que hay que ser más positivos con las cosas me parece en Uruguay, hay que mirar un poco qué se está haciendo y ser positivos, dar para adelante no para atrás. Eso es muy de los uruguayos.

- ¿Y cómo somos los uruguayos? ¿Somos cómo dicen un pueblo gris?

Lea: No, sabés quiénes son grises otras generaciones, nosotros no, o sea supongo que la mayoría de la gente que vivió el proceso de la dictadura acá y que tiene hijos desaparecidos... o sea me parece que hay una historia de país que es innegable, no podemos no ser grises, lo mismo le pasa a Chile y lo mismo le pasa a Argentina y lo mismo le pasa a la mayoría de Latinoamérica. Me parece que es un país que se recupera de eso todavía. Yo no tengo miedo a ser grises, le tengo mucho más miedo a la mediocridad: o sea hay gente que no es gris pero es mediocre, hay mucha gente que no le pasó nada heavy en la vida y es mediocre: no se interesa por leer, no se interesa por ir al cine a ver algo fuera del circuito comercial, su diversión es consumir lo que la publicidad le dice que consuma y asegurarse el bienestar de él y de sus cuatro alrededor, o sea le tengo mucho más pánico a un país mediocre que a un país gris, gris puede ser una característica de un país sin problemas, mediocre es una cagada.

Me parece que nos somos grises por ejemplo a nivel musical hay una corriente nueva importante de bandas, un resurgir La vela puerca, La abuela Coca, Kongo bongo, Snake, El peyote, hip hop, rock and roll, hay terrible movida, lo que pasa que la gilada no la ve.

Sara: pero no todo el mundo se entera... ese es el tema, no tenemos suficiente música uruguaya en las radios...

- El eterno tema de la difusión...

Lea: Lo otro increíble es que por ejemplo un tipo de 30 años para entender quién es Leo Maslíah tenga que ver La papafrita en Telemúsica, o sea esa mentalidad de si el argentino lo acepta entonces vale, eso es medio de subdesarrollado mental, o sea no puede ser que un argentino te parezca que es superior a ti, si él lo eligió entonces tu lo tenés que elegir, como que hagan ese programa en el 4 de noche con este tipo Leo Rossenbasser, que me encantó cuando estuvo con Tinelli, pero realmente hay mil personas haciendo cola y estudiando para estar en la tele y acá agarran y traen a un tipo de afuera con una propuesta espantosa y nosotros tenemos que comernos eso, o sea si viene de enfrente todo bien, bueno lo compraste en la lata, te entiendo te sale más barato, pero producir acá un tipo así, no el tipo la propuesta, es realmente tétrico, de esa mediocridad es de la que te hablo, o sea me asusta mucho más esa mediocridad que lo gris, porque lo gris puede tener su poesía y puede ser la indiosincracia de un lugar, pero la mediocridad es salada, o sea que sea más importante qué ropa te comprás y dónde veraneás que cuál fue el último libro que leíste hace que seas mediocre, que estés en otra, entonces qué te va a llegar la música uruguaya, no existe, quién te la pone en frente para que te llegue, si vos no vas a salir a buscarla, entonces es como la gallina y el huevo, pero me parece que hay mucho de educación en las casas y en los colegios y en los liceos.

Yo cuando iba al liceo no tenía la posibilidad de que me enseñaran un candombe, era una época horrible y te enseñaban cualquier mierda y ahora hay esa posibilidad, hay como un proceso de revalorización de la cultura nuestra, o sea que Rada esté en los libros de quinto año de escuela me parece que es una cosa como milagrosa, que hayan discos para niños de música uruguaya: en Argentina está María Elena Walsh, Piojos y piojitos y Caramelito en barra, hay tres y acá vos ves el catálogo sólo de Ayuí de música para niños y es espectacular, y eso en los colegios en la parte institucional, de organizaciones lo están tomando y está buenísimo, me parece que a la larga va a redundar en que la gente tenga una curiosidad por eso y en algún momento a las radios no les va a quedar más remedio que pasarlo.

Hace 15 años era impensable que Concierto FM pasara música en español y hoy pasan a Los Fatales, o sea bárbaro, bienvenidos Los Fatales, al fin, a mí me alegra, qué suerte que se le reconoce el laburo de miles de años a gente de acá, te guste o no te guste lo que hagan. Prefiero eso a escuchar la bomba de Ricky Martin, ojo me encanta Ricky Martin, me encanta como trabaja, además es muy lindo (risas) pero claro musicalmente tiene la misma canción hace miles de años con distinta letra (risas). Si tuviéramos la misma chance de ser mostrados como cultura...

Sara: Como pasa en Brasil 50 y 50, las radios tienen obligación de pasar música brasilera.

Lea: Igual también hay un sector de la población que quiere ser yanqui.

Sara: Y hay otro que no tiene acceso a nada por la pobreza.

Lea: Pero por lo menos te ponen todas las cartas arriba de la mesa y vos elegís. Acá esconden cartas y son cuatro los dueños de los medios; no son todos los medios, hay mucha gente que tira para adelante: Canal 4 es un canal argentino y ahí está Omar Gutiérrez que no sé, es como un gladiador, yo me saco el sombrero, Andrea Amoroso estuvo en canal 5 no sé cuántos años con Toda la música es Juana de Arco, hay gente: Alfa FM es como un bastión así, ya no es más pero fue durante muchos años la única radio que pasaba música uruguaya. En este momento Metrópolis FM está tomando ese color, o por lo menos está dando un espacio, entonces ahí conviven Shakira y Rossana Taddei y está buenísimo, y no la separan a Rossana Taddei como en "la hora de los leprosos", es en el mismo nivel porque aparte los discos suenan mejor, los técnicos de grabación se han superado, están equipados y los discos suenan mucho mejor que en la época que grababa Tótem, técnicamente, entonces no hay por qué marginar: si vos sos un programador musical o si sos un gerente de una radio no podés poner como prioridad tu gusto personal o la tendencia en Argentina, o la tendencia en Europa "el número 1 del ranking europeo", todo bien hacé un espacio para el ranking europeo, pero también hay acá cultura y tu vivís acá.

- La última ¿Cualquiera puede cantar o tiene que haber un talento?

Sara: Tiene que haber como materia prima pero no necesariamente tiene que haber voz, tiene que haber algo que vos puedas expresar con tu garganta.

Lo que sí se puede es educar técnicamente, mejorar si tenés problemas, es un instrumento que se puede manejar; tiene que haber sí afinidad con la afinación: es importante que la persona sea una persona que escuche y que reconozca que lo que está emitiendo tiene que ver con lo que está tocando, lo que comúnmente llamamos oído tiene que existir, pero a mí me parece que cualquiera puede cantar de alguna forma, porque el canto es algo muy simple, técnicamente no exige nada: es como suena tu aire después de pasar por tus resonadores, o sea el efecto hasta acá es el mismo para todo el mundo: todos tenemos pulmones, el aire sale, pero mi sonido va a ser mi sonido y el sonido de ella va a ser de ella.

El artista, el cantante, es aquel que desarrolla una técnica y que le gusta y tiene talento, pero todos podemos cantar, todos tenemos algo para hacer con la voz; claro el talento es importantísimo, pero es importante para un ejecutante de violín y para un médico.

Lea: Además cantar es un poco hablar, es sacar para afuera, es medio catarsis, a mí me pasa eso: yo puedo estar con el peor ánimo, mal de salud o que sé yo, y ponerme a cantar y olvidarme, y después terminás de cantar y te pasan cosas físicas también, por la respiración: porque cantar es una experiencia de mucha concentración y de respiración y respirar ayuda siempre, respirar bien, entonces te pasan cosas como que te cambia la presión en la cabeza o se te acomodan las cosas, no sé, es igual que cuando estás así super oprimida y largás un grito gigante, es re catarsis; por eso la gente que canta en la casa mientras hace cosas es una manera de autoacompañarse, pero también es una manera de que no le cueste tanto hacer lo que está haciendo, o sea es la búsqueda como de un disfrute, de un sacar para afuera y en ese sentido me parece que es más allá del don, es animarse también, por eso la gente muy reprimida no puede cantar, porque cantar es una forma de decir y de sacar para afuera y de desnudarte un poco, de mostrar algo muy tuyo que es la voz, es como el espejo, las fotos: es mostrarte como sos y los demás te ven, pica, y no way.

Analía Camargo

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