Nace hace veinte años y algo. Su infancia es una etapa difícil, sobre todo para sus padres, quienes inventan toda clase de estrategias para despertarlo temprano. Lo llevan al jardín de infantes, de nada sirve decirle que va a jugar con sus amiguitos: sus únicos juguetes son un tarro de legos, el Mecano y las piedras de sus padres geólogos.
Ir a la escuela es una actividad hostíl. Comienza a jugar a las cartas en sus ratos de ocio y termina haciendo trucos de magia en
cumpleaños para gente más grande que él.
Se compra su propio juguete y aprende a tocarlo. Para suerte de todos, logra ir al liceo de tarde y su juguete nuevo cada vez suena mejor. Comienza la Escuela Universitaria de Música a donde concurre durante varios años hasta terminar el liceo. Obedeciendo la tendencia familiar comienza la Facultad de Ingeniería además de la Licenciatura en Interpretación Musical y en Composición.
El problema de la imposibilidad de levantarse temprano desencadena un conflicto entre las dos instituciones, por lo que se despide de ambas y se convierte en autodidacta. Comienza las clases en el sótano de su casa y no hay recreos. Haciendo páginas web, arreglando computadoras sanas y dando clases en academias explotadoras consigue los medios para armarse un pequeño estudio.
"Después que te exponés al afuera empezás a sentir que tenés que seguir haciendo y manteniéndote. De todas maneras, yo vivo muy tranquila con eso y sólo grabo o me presento cuando tengo algo para decir".
Malena Muyala, 3/3/2007