El cello y la guitarra se guiñaron y dijeron: Tango?
Y por qué no..?, respondieron 10 cuerdas.
Y así fusionan, desde el alma clásica del violoncello
y el cuerpo de la guitarra, un nuevo sonido en el
cual el Tango muestra lo que tiene de cielo y pasión.
Germán Prentki: cello
Julio Cobelli: guitarra
-www.germanprentki.de-