UN BUEN ACTOR

Antonio Birabent llegó a Uruguay el 16 de diciembre para que los uruguayos y uruguayas –más las últimas que los primeros- lo viéramos, no sólo como actor, sino también como cantante.

El espectáculo central, que tuvo lugar en Dos, fue teloneado por la banda local Orange, que empezó su performance a las 22 horas, cuando éste era anunciado para las 21, des-horarios ya usuales... La banda interpretó ocho de sus canciones, todas con claras influencias del pop británico, desde Oasis hasta los míticos Beatles. Su música es tan simple como linda –sin intenciones peyorativas en ninguno de los dos adjetivos-.

Vale dedicarle un párrafo al lugar: Dos abrió sus puertas hace sólo unos meses y ya contó con presencias como las de Trotsky Vengarán, Buenos Muchachos y La Chancha. Con una capacidad para setecientas personas, cuenta con un muy buen sonido que permite el goce de todos los espectáculos que se brindan allí.

Desde el momento en que el hijo de Moris subió a escena, la velada fue a todo pop. Desde la música, hasta las ciento veinte mujeres que habían en el lugar meneando sus caderas, siguiéndola. El solista motivaba a sus seguidoras, que respondían con alaridos y miradas seductoras cada vez que él se dirigía a ellas.

Desde el escenario se escucharon temas de toda su discografía, como Turista y Libélula, del disco “Azar” (1997); Siete vidas, de “Morir y matar” (1995); no faltaron los hits Buenos Aires y Montevideo, de “Buenos Aires” (2003); tampoco lo hicieron las canciones de su último disco, “Tiempo y Espacio”, 2005, entre los cuales se destacan Hombres justos y Mujer de arrabal.

No se puede pormenorizar la carrera musical de Birabent, que grabó nueve discos desde sus comienzos en 1993, fue guitarrista de la banda de su padre en los 90 y participó en la banda sonora de la película “Tango Feroz”. Aún con todos esos galardones, por lo menos los temas que interpretó esa noche, eran todos aburridamente iguales y monótonos.

Un pop radial, sumamente liviano, en el cual lo único que resaltaba era la voz del cantautor, mientras los músicos se limitaban a tocar lo que tenían que tocar, mirándose entre ellos y dedicándole sonrisas de dudosa sinceridad al cantante.

El 13 de enero, regresa Birabent, esta vez a Punta del Este, para todas las chicas bonitas que lo quieran volver a ver.

Andrea Martínez