Me invitaron a escuchar unos temas. Tomé asiento y me acomodé en una silla con rueditas, frente a una laptop, en medio de los parlantes. Cerré los ojos. Recordé lo que en algún momento me explicaron: “elegimos temas para versionar que te llevan a un pasado, o que resultan familiares por haberlos escuchado tantas veces”. Era cierto. Las mezclas hacían que las letras y voces de los autores, resaltaran y me pusieran la piel de gallina. Daban ganas de subir el volumen, bajar las luces y ponerse a bailar.
¿Es posible que Omar pinche música, dispare temas con sus laptop y haga remixes electrónicos de temas del cancionero uruguayo? Aunque el nombre del nombre no se asocie con la electrónica, Pablo e Ignacio son los fundadores e integrantes del grupo Omar. En una entrevista realizada a los músicos, contaron “a dúo” cómo surgió el proyecto y adelantaron el contenido de su primer CD.
¿Cómo surgió el proyecto?
De adolescentes tocábamos en bandas de rock y de a poco fuimos descubriendo a Marilyn Manson, Tools, otra gente que hacía mezclas increíbles, ¡puta se puede mezclar! Hace dos años arrancó este proyecto pero venimos trabajándolo hace cuatro.
Omar: ¿Por qué el nombre de un nombre?
Buscamos elementos que le dieran a nuestra música una identidad. Llegarle a la gente, sin trabajar para una elite que escucha música electrónica. Venimos del rock. Queremos hacer de esto algo masivo, más "popular”. Ahí nace el vincularlo con cosas nuestras. Omar salió de Omar Gutiérrez, él es icono popular en nuestro país. Nos parecía buenísimo que la gente que no curte música electrónica, se pueda sentir identificada, bailando y cantando una canción que le mueva algo, o le suene conocida.
¿Cómo es un show de Omar?
En los shows, cada uno opera una laptop, disparando voces, sonidos, temas propios y reinterpretaciones de canciones, en su mayoría de artistas nacionales, pero también internacionales como el tema “Lágrimas de diamante” de Paulinho Moska. Músicos invitados comparten escenario con nosotros y una pantalla acompaña las versiones de los temas con proyecciones.
¿En qué se basaron para seleccionar los temas versionados?
Los temas que seleccionamos nos traen recuerdos. Zitarrosa, Laura Canoura, La Tabaré, Los Olimareños. Los elegimos porque algo nos decía. “De todas partes viene los orientales”, de Los Olimareños es una letra oscura, de lucha y nos gusta metida en nuestro contexto. “Lagrimas de diamante”, de Paulinho Moska, nos gusta la letra y cómo lo canta Paulinho. Ese tema significa algo entre nosotros dos.
Omar tuvo varias presentaciones y algunas desafiantes que ayudaron a su crecimiento y experiencia. Uno de los temas más divulgado es la versión remixada “Detrás del miedo” de Laura Canoura, que musicaliza la publicidad de yerba Canarias.
¿Qué momentos recuerdan y destacan de esos encuentros en el escenario con otros músicos?
En Pachamama invitamos a Cabrera, que participó en el disco, a cantar. En la mitad del tema Cabrera subió al escenario, las bases electrónicas empezaron a crecer hasta que explotó y él seguía cantando arriba, fue una locura.
Vivimos la experiencia de tocar con Jorge Drexler en la playa Ramírez, hicimos un remix del tema “Frontera”, era el último tema del show. Había alrededor de veinte mil personas. Inesperadamente Drexler nos dijo que sigamos tocando. Entre fogones, la gente que quedaba, alrededor de dos mil, no paró de bailar. No era un público electrónico. Había de todo, la mayoría había ido a ver a Drexler.
Con Paulinho Moska tuvimos un buen acercamiento. Le mostramos el trabajo y le encantó. El Solís fue increíble, tocamos el último tema “Lágrimas de diamante”, la gente se paró, se puso a bailar y Mosca recorría el escenario de una punta a otra.
Tocamos en la presentación del disco de Supervielle, en Milenio. Con Babasónicos fue una buena experiencia también.
¿Y con qué otros artistas les gustaría compartir escenario?
A nosotros nos gustan los desafíos. Tocar con Drexler, con Moska, tocar con alguien que haga otra cosa diferente a nosotros. Tocar con un dj está bueno, pero nos gusta ese otro tipo de desafío. ¿Quienes son, para ustedes, referentes de música electrónica en Uruguay?
Castelli fue la primer persona que vimos que estructura sus temas de la manera que a nosotros nos gusta hacerlo. Juan Campodónico es como un amigo y productor de Omar. Pero fue referencia también con el Peyote.
¿Cómo ven el desarrollo de la música electrónica en los últimos tres años?
Hace diez años la música electrónica era para un tipo de gente, se hacían “Raves” encanutadas en algún rincón del centro, todos producidos, nosotros íbamos y nos encantaba, eran todos más grandes. En los últimos tres años se generó algo, la música electrónica se expandió a otro tipo de gente. Ya no es una elite, es gente que está en otra cosa y le llegan géneros como el tango, pero trabajados con bases electrónicas. Se trata de expandir. No tenés que empastillarte para escuchar este tipo de música. Podés ir a la playa y escuchar electrónica.
Y el disco, ¿tiene nombre?
Creemos que el disco se va a llamar Omar. Son doce temas. Elegimos a La Tabaré, “Zona de combate”, Cabrera, “El tiempo esta después”, Paulinho Moska, “Lágrimas de diamante”, Canoura, “Detrás del miedo”, Drexler, Los Olimareños, Rumbo, dos temas nuestros que canta Alejandro Balbis, con una letra del vocalista del Peyote. El disco es variado, tiene grabaciones de instrumentos, hay redoblantes, guitarra, bombo de murga…
¿Como lo definirían?
Es un disco por un lado progresivo y por otros es más canción. Lo defino como un álbum de fotos de momentos de nuestras vidas.
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