talentosos y coquetos
El Plaza está abarrotado. Acaba de terminar la actuación de los locales Astroboy, merecidamente aplaudida y festejada.
Los plomos hacen su tarea on the stage mientras el público aguarda abajo. Y lo hace sin el fanatismo cocotero de las hinchadas de fútbol, pero con mucha expectativa de disfrutar de una buena dosis de rock sofisticado y provocador.
Transcurren algunos minutos y la intensidad de las luces empieza a descender. También disminuyen los ruidos y las voces.
En medio de la oscuridad y cuando el silencio es casi total, se escucha el registro seductor y desfachatado de Adrián Dárgelos que escupe: “Estoy mirando a tu novia y qué”.
Entre un mar de aplausos, se encienden los focos y se adivina en un atuendo rojo intenso y ceñido al cuerpo, la silueta del líder de una de las mejores bandas argentinas del momento: Babasónicos.
De ahí en más dos horas de glamour, talento y muy buena música.
Música que se paseó entre el rock furioso y la canción melódica, entre el dance perverso y el bolero dulzón, confirmando que los diez años de trayectoria, los siete discos editados, los numerosos premios obtenidos, la creciente popularidad y el cada vez más unánime reconocimiento; no son casuales.
Entre el Sai Baba y Los Supersónicos, entre David Bowie y Camilo Sesto, estos “podridos en prestigio” brindaron uno de los mejores shows del año, para regocijo del “putito” y la “putita” que todos llevamos dentro.
Analía Camargo