mestizos en todos lados
La última vez que tocaron en Uruguay fue en el ’97 y en esa ocasión me lo perdí, y no fue porque no me gustara Café Tacuba, simplemente no me enteré. Es que por aquella época los medios no le dieron casi importancia y la publicidad del toque fue prácticamente nula. Así que aquel concierto en Zorba de Solymar fue un privilegio para los pocos que se enteraron y los pudieron ver en vivo.
En estos seis años que transcurrieron, los Tacuba pasaron de ser casi unos desconocidos, a ser una de las bandas más populares y mejor conceptuadas de América Latina. Una década de carrera a sus espaldas, dos álbumes muy buenos como "Café Tacuba" y "Re", una verdadera obra de arte como "Revés/Yosoy", dos EP’s de covers y un flamante nuevo disco, dan prueba certera de ello.
Fue precisamente "Cuatro caminos" su nuevo material, el pretexto para que Café Tacuba se presentara en el Cine Teatro Plaza en el marco de los Recitales Patricia (de paso se colabora para la ONG H2O). Porque si bien tocaron canciones del nuevo CD ("Puntos cardinales", "Eres"), los mexicanos repasaron temas de todos sus trabajos: desde un comienzo a todo "Revés", pasando por los temas más conocidos: "La Ingrata", "Esa noche", "El ciclón" y las estupendas versiones de "Como te extraño mi amor" y "Ojalá que llueva café", y un cierre de show a todo "Déjate caer". Luego vinieron dos bisses que incluyeron entre otras canciones "El baile y el salón" y "Chilanga banda".
Ante un Plaza abarrotado de gente, que se mantuvo de pie durante todo el concierto, Rubén Albarrán (alias Gallo Gas, Elfego Buendía o Rita Catalagua), Emmanuel del Real, Joselo y Quique Rangel, más Alejandro Flores como invitado en violín y guitarra, desplegaron todo su virtuosismo musical y hasta sus habilidades para bailar, en un recital que, a pesar de que en la tertulia en donde estábamos la voz de Gallo Gas no se escuchaba del todo bien, estuvo plagado de buen rock, rancheras, corridos, psicodelia, funk y toda la música de uno de los grupos más interesantes de la actualidad. Ojalá que llueva más Café por estos lados.
Nicolás Hidalgo