"El uruguayo es más decidor, por lo que te decía hoy de la tradición del buen texto. De repente las grandes voces no fueron importantes, sino la forma de decir. Y en ese sentido hemos tenido maestros invalorables: Zitarrosa, Viglietti, tipos que por su condición de locutores, siempre respetaron mucho la puntuación, lo cual generó que en la audiencia hubiera una recepción mucho más clara del texto; porque como te decía antes, no es la musicalización de una fonética, sino de un texto, de una idea".
Eduardo Larbanois (Larbanois-Carrero), 17/5/2001