Psiglo, Héroes de papel (Cap.9 - César Rechac)
16/3/2000
CESAR RECHAC, las cuatro cuerdas de Psiglo
El corazón del gigante charrúa
César Eduardo Rechac Casa nace en Montevideo y su infancia transcurre en Punta Carretas, donde alterna su etapa escolar con la práctica de deportes (naturalmente, hincha del club de fútbol Defensor) y con estudios de piano y solfeo, durante cuatro años. Al llegar al liceo, y bajo el embrujo de los Beatles, César descubre realmente su vocación por la música y resuelve dedicarse totalmente a ésta. Al respecto, recuerda: mi padre me dijo la consabida frase "o trabajás o estudiás". Yo ya no quería seguir los cursos "normales", había encontrado mi vocación por la música y quería vivir de, por y para ella. Ahora, en aquel momento no era nada fácil lograr eso." Con el pelo muy largo, como correspondía a la época, Rechac circula por las famosas "Cuevas" de la época, al tiempo que comienza a ensayar con amigos, para conformar un grupo basado en cuatro guitarras. César, que se inicia como guitarrista y por ese entonces que era lo que más le gustaba, es designado para encargarse de la base rítmica, por lo que pasa al bajo, previo hacer uso de la clásica inventiva de la "viveza criolla" uruguaya.
En aquellos años, era muy difícil conseguir instrumentos, por lo que adapta su guitarra a las nuevas necesidades. Le quita dos cuerdas, le cambia el puente y le corta los dos "cuernitos" tipo Stratocaster que llevaba en la caja. El invento funcionó muy bien el punto de vista sonoro, pero ofrecía algunos reparos en lo referente a la estética. Durante mucho tiempo, fueron famosos en el ambiente musical la "folklórica" estampa de César Rechac y su "pera con mango". Entre ensayos, tocadas y trasnochadas, César entra por primera vez a un estudio de grabación, con un cuarteto encabezado por Gastón "Dino" Ciarlo, para registrar el tema de éste: "Celeste es el color". Algún tiempo después, el grupo emigra a Brasil a probar suerte, para lo que establecen su base de operaciones en San Pablo. Allí conocen a los músicos de los "infiernillos", pequeñas boites con música en vivo que se encuentran una al lado de otra en un barrio de esa ciudad. César y sus amigos comienzan a trabajar en ellas, cubriendo las suplencias de los músicos estables en sus días de descanso semanal. Así, el lunes tocaban en un local, el martes en otro y de esa manera pasaban toda la semana durante algunos meses. De esa etapa César recuerda: "Yo hasta ese momento solamente tocaba rock. Allí, movido por la necesidad, tuve que aprender a hacer otros estilos, samba, bossa-nova, etc, lo cual me llevó a enriquecer muchísimo mi técnica , a la vez que a imbuirme de una disciplina que después me serviría de mucho, tanto en la música como en otras facetas de mi vida".
A su regreso de Brasil (donde César llega a participar de un programa de televisión norteña junto al entonces ascendente Roberto Carlos), Rechac se une a Gonzalo Farrugia y Luis Cesio, amigos de su barrio adoptivo, La Figurita. Con ellos y junto a otros músicos se dedican a ensayar durante horas, sobre la base de temas de los Beatles. Por entonces, conocen a Jorge García Banegas, quien venía de tocar con otro grupo más por entonces no tenía teclado. Al poco tiempo, García Banegas se arma de su insigne instrumento y es así que nace la base de PSIGLO, con el cual prosiguen haciendo versiones de temas de Carlos Santana, Cream y Steppenwolf para, lentamente, darle lugar lentamente a sus propias composiciones en español. "Comenzamos a sentirnos muy motivados por el rock en nuestro idioma, pero el cantante que teníamos por entonces no tenía sus ideales en torno a eso. En esa época, tomamos contacto con la obra de Ruben Melogno y nos abocamos a echarle el anzuelo". Ruben mordió plenamente y el PSIGLO que conocemos comenzó su camino al éxito.
En su vertiginoso desarrollo, PSIGLO quiebra todos los límites que se interponen en su camino. Así, tras una serie de exitosas presentaciones en las más prestigiosas salas de Montevideo llega su primer fonograma, un simple compuesto por el hoy inédito "Gente sin camino" y "En un lugar un niño". Tras el suceso de esa obra sigue el primer longplay: "Ideación", con el que PSIGLO inaugura la historia de los discos de oro en Uruguay. La lista de los logros de esa banda es impresionante, más su vida no sería eterna. "Hay grupos que se definen en una línea y en ellas dejan la vida. Eso nos pasó a nosotros en Uruguay. Psiglo podía hacer frente y luchar contra cualquier dificultad, pero no es posible componer e interpretar una obra que era fundamentalmente libre, cuando a los autores e intérpretes de esa obra se les restringía la libertad fuera del disco que componían". Por razones obvias, en 1974 PSIGLO deja nuestro país y se dirige a Buenos Aires, momento en el que César Rechac vuelve a su primera novia, la guitarra, reemplazando a su amigo Luis Cesio que por motivos familiares y laborales debe quedar en Montevideo.
La situación en la Argentina no presentaba en aquellos tiempos muchas diferencias con lo que sucedía en tierra uruguaya, por lo cual la banda no tuvo el suceso que sus integrantes esperaban y necesitaban. Frente a eso sus miembros deciden encaminarse a Europa, punto en el que César oficia "adelantando" de este nuevo viaje de descubrimiento. Rechac llega a Madrid en abril de 1975, con la doble función de ver el ambiente y actuar como custodia de los intereses de sus compañeros. En efecto, y al ser el primero en viajar, Ruben Melogno y Jorge García Banegas le entregan todo su dinero, con la idea de que al llegar a España César lo depositara y los libera a ellos de la responsabilidad de guardarlo en Argentina sin gastarlo. Apenas Rechac observa un poco el panorama musical español se encuentra con la sorpresa de que no era ni remotamente similar al que le habían pintado en el Río de la Plata. Con el dictador Francisco Franco aún en el poder, la península ibérica estaba lejos de la ola de apertura de unos años después. Si bien existía un movimiento de rock español (el rock "mesetario", con protagonistas de destaque como Leño, Ñu y Coz (con los hermanos De Castro de Barón Rojo), el mismo era más que subterráneo y lo que reinaba en la Madre Patria eran las orquestas de baile, que no contaban con un estilo determinado e interpretaban desde temas de Elvis Presley, pasodobles y jotas tradicionales del folklore español a los éxitos de cantantes solistas melódicos. Un par de meses posteriormente a su arribo y ya junto a Jorge y Ruben, toman la decisión de, al no poder lograr una continuidad como PSIGLO, abocarse al trabajo como músicos estables de una banda de respaldo a un solista.
Así, los tres charrúas más otros músicos ururguayos forman el grupo base de "Los Marismeños", músicos andaluces de una gran cordialidad y bonhomía. "Eso fue estupendo. Los marismeños nos permitieron, a un grupo de uruguayos asustados en un país donde todo nos era extraño, permanecer juntos dándonos fuerzas mutuamente. En todo momento nos trataron sin ninguna clase de prejuicios por nuestra condición de extranjeros." Tras una exitosa etapa con los Marismeños en la que recorren España de punta a punta,, César pasa a integrar junto a Ruben Y Jorge, el grupo de la cantante Paloma San Basilio. Rechac permanece en ella durante siete u ochos años, con los que participa de grandes giras, grabaciones, etc. Mientras tanto, y movido por un principio de respeto a sí mismo como profesional de la música, César resuelve aumentar sus conocimentos musicales ingresando así al Real Conservatorio de Madrid, donde estudia durante cinco años solfeo y guitarra clásica. Al respecto, se refiere hoy: "Si bien fue una etapa de enriquecimiento y compartir salones con músicos de la talla de Armando y Carlos De Castro (posteriormente miembros de Barón Rojo), esa fue una etapa difícil, por cuanto estudiaba mucho y trabaja aún más. Por la mañana me levantaba y empuñaba el instrumento de inmediato, me ejercitaba en los distintos métodos y luego iba al Conservatorio. Por la tarde tenía ensayos, y a la noche galas (actuaciones). Todo se complicaba aún más cuando teníamos grabación de maquetas para los discos. Creo que al dormir, en lugar de roncar, cantaba notas musicales". Toda esa preparación rinde sus resultados. César comienza a ser reconocido y reclamado como músico de "estudio", por lo que participa en innumerables grabaciones de diversos artistas.
Asimismo, su presencia es una figura conocida sobre los escenarios españoles debido también al requerimiento de sus serviciois por parte de artistas extranjeros de renombre como Albano y Romina Power. A todo esto, Rechac pasa nueve años sin volver a Uruguay. Las cartas y los visitantes le cuentan que aún PSIGLO suena en el país, pero César cree que son simples exageraciones de gente que lo aprecia y quiere hacerlo sentirse bien. Al regresar de visita a Montevideo en sus vacaciones anuales, costumbre que a partir de ese momento se vuelve un ritual ineludible, no cabe en sí mismo de asombro al ver que, efectivamente, PSIGLO se mantiene muy presente en el mundo musical uruguayo. Eso refuerza aún más su deseo de volver a hacer música con sus amigos. En esta etapa del reencuentro, donde una vez más oficia como "adelantado" del "Psiglo Ibérico", al ser el primero en arribar a Montevideo para el concierto reunión del 23 de marzo de 1993, encierra para César Rechac nuevamente un gran desafío, además de una gratísima experiencia imborrable, en cuanto señala que "al existir una experiencia tan grande uno se encuentra al hecho de que está obligado a no defraudarla. Sin embargo, ni mis compañeros ni yo tuvimos temor frente a eso, dado que esta vez y como nunca, no fueron nuestras manos las que tocaron, sino el corazón y ese no se equivoca". Rechac, sigue alimentando la idea de reunirse: grabar el adeudado tercer LP del inmortal mito y leyenda de la historia de la música uruguaya. Seamos realistas: pidamos lo imposible....Solo el tiempo lo dirá...
Ernesto Sclavo ernestosclavo@hotmail.com
Colaboración: Liliana Fernández Churi