Payando y rimando

Durante todos los viernes del mes de Octubre, se realizó en la discoteca Key la tercera edición del ciclo que reúne a los admiradores del Hip–Hop: Payadores Urbanos, siendo el 26 la gran final en la Sala Zitarrosa.

En Payadores Urbanos se improvisa lírica sobre beat, es decir, sobre una base que fue marcada en este caso por DJ Deep. El rapero o “MC” (Master of Ceremony) es quien por medio de sus versos se expresa improvisando rimas. Se lo considera como un arte verbal, callejero y popular. Los encuentros son batallas, que se ganan con creatividad, rimas (que además deben tener contenido y coherencia) y actitud.

De este modo, a la Zitarrosa llegaron dieciséis finalistas, quienes fueron subiendo al escenario en dúos que sorteaban los conductores del evento y luego eran eliminados por el jurado especializado.

En estos duelos se intenta pegar bajo en el oponente para ganar los aplausos del público y para hacer más difícil la respuesta del contrincante. Eran dos rounds por duelo, cada MC contaba con un minuto para mostrar sus mejores armas y luego esperar la respuesta de su rival, puesto que en el siguiente los roles se invertirían; actuaciones muy similares a los payadores de campo que conocemos.

El grupo de breakdance Elemento Suicida abrió el espectáculo: chicos y chicas girando sobre su cabeza apoyada en el piso o en sólo una mano. Luego de su presentación, se lució Dj Deep con una apropiada selección musical notoriamente aprobada por los presentes que no dejaban de mover sus brazos y cabeza, tal como lo indica el baile de Hip-Hop. También seleccionaba los “beat” de fondo para todas las batallas.

Luego sí, la primera ronda de finalistas fue subiendo en duplas para batirse a duelo. Todos los participantes rondaban los dieciocho años y buscaban rimas de abajo de las piedras para sorprender. En un principio las temáticas mencionaban principalmente su cultura, el arte de rapear, la Sala Zitarrosa y la Plaza de los Bomberos, donde la mayoría se junta a desarrollar este arte vocal.

Acto seguido, los gritos pidiendo riña se fueron haciendo oír y los participantes comenzaron a buscar rimas que hirieran a sus oponentes: allí se mencionaron a sus hermanas, madres, novias, sus ropas, sus bandas (el que perteneciera a alguna) y ni que hablar cuando alguno se trancaba en el medio del recitado… También inventaban debilidades, por ejemplo, con referencias al lugar de origen: el Cerro, Capurro, Maldonado o Solymar, buscándoles una rima que los perjudicara.

Los duelos seguían pero también pasaron por el escenario La Teja Pride y Contra Las Cuerdas, ambos con un corto set de temas. El grupo argentino MC Marciano se destacó en el escenario, generando una muy buena impresión a los conocedores del género.

Volviendo al certamen, los cuatro semifinalistas fueron El Simple, Vicky (la única representante del género femenino y que se bancó las más crueles referencias de todos los chicos con los que compitió), El Rasta y R Loco (ganador de las dos ediciones anteriores).

A la final pasaron el imbatible R Loco y El Rasta, quién se llevó a toda su hinchada de Solymar e iba dispuesto a arruinar a todo aquel que se metiera con sus rastas, su filosofía y su lugar. “Te pateo y te arrebato el trofeo”, decía, pero no alcanzaron sus presentaciones, ya que el ganador nuevamente fue R Loco, un joven con una inventiva difícil de superar, que aunque le tiraran un ladrillo, lo retrucaba y lo rimaba con veinte palabras.

Desde aquí las felicitaciones para todos los MC que participaron y sorprendieron a más de uno con su originalidad.

Gisselle Noroña