La noche en que los guitarristas se hicieron cantantes
Las personas que pagaron hasta 300 pesos para entrar al Teatro de Verano Ramón Collazo la noche del jueves primero de noviembre no recibieron aquello por lo que habían abonado. No vieron completa a ninguna de las dos bandas centrales que se presentaban esa noche: Ataque 77 y Las Pelotas, ya que faltaron los dos vocalistas.
Amables Donantes abrió la noche a las 21 horas en punto con casi una decena de canciones. La banda integrada por Herardo Trápani en voz, Guzmán Vila en batería, Rafael Conteri en bajo y Carlos Lugli en guitarra y segunda voz, presentó un espectáculo predominantemente rockero, con agregados de metal y una pizca de hip hop en su sonido.
Ya previamente al comienzo de la banda telonera la mayoría del público vitoreaba por la banda punk argentina y aunque –afortunadamente- supieron respetar su música, al tiempo que se despidieron comenzaron nuevamente los cánticos: “pan y vino, pan y vino, pan y vino, el que no vino a ver a Ataque ¿para qué carajo vino?”. Los plomos de la banda revolucionaron el escenario hasta dejarlo pronto para la que en un principio iba a ser la única banda central de la noche.
Subieron Mariano Martínez, Leonardo De Cecco y Luciano Scaglione al escenario, los músicos de la banda, y las voces de “Ciro, Ciro” se hicieron sentir desde las gradas del Teatro, continuó el: “¿Dónde está, y Ciro dónde está?”. Mariano Martínez, guitarrista y segunda voz de Ataque 77, tomó la palabra para justificar la no presencia del cantante: “Nuestro compañero Ciro Pertusi está pasando un momento muy difícil que es la despedida de su madre, que se está despidiendo de este mundo (...) A último momento tuvimos la opción de venir o no y decidimos venir a visitarlos igual”. Las caras en el público reflejaban desconcierto, no faltaron quienes pensaron que era una broma y siguieron cantando para el frontman argentino. Le acercaron a quien estaba tomando las riendas de la noche un celular desde el cual habló el propio Demián Ciro Pertusi con voz emocionada: “Yo me encuentro en Buenos Aires, decidí quedarme junto a mi madre que está pasando un momento muy crítico. Su vida está pendiendo del destino, de las manos de Dios (...) Yo sé que ustedes van a entender, por eso he decidido estar lejos de mis compañeros esta noche y estar con ella... para que pueda irse en paz y sea lo mejor (...) Pido nuevamente disculpas, esto no es ningún pretexto. Por favor apoyen a Leo, a Lucho y a Mariano”. Mencionó que es al primer recital que falta y se despidió con el deseo de verse pronto con su público uruguayo.
Iniciando la parte musical del espectáculo Mariano le hizo un pedido al público: “Cuando vean que yo paro de cantar, ustedes cantan, ¿ok?”. Y abrió una lista de 22 temas en la que recorrerían principalmente el disco en vivo, Trapos: El cielo puede esperar; El jorobadito; Soy rebelde; Vacaciones permanentes; Espadas y serpientes; Chicos y perros; Hacelo por mí; y No me arrepiento fue su último tema. Algunos temas del disco anterior, Antihumano: Usted que analiza... No tengo bandera ni nación... Los buenos mueren... Setentista. Algunos viejos, como Sólo las Águilas se atreven; No te quiero más, no te quiero más; ¿Por qué te vas? y el cover de Bob Marley “Redemption Song”. Una única canción del nuevo disco que se suponía que estaban presentando, Karmagedon, “Buenos Aires en llamas”. Y dos covers de Ramones: “Do you wanna dance?” en español y “Beat on the brat” –una versión que no fue tan notable como debería haber sido-. Sin grandes diferencias con lo que había sido el espectáculo del año pasado, pasó Ataque 77 y a su retirada la acompañó una cierta cantidad de público, no tan grande como cabía esperar, unas tres mil personas iniciaron la noche y quizás mil menos la terminaron con Las Pelotas.
La banda que en un comienzo iba a tocar en el Teatro de Verano y lo cambió por amenazas de mal clima al Cine Teatro Plaza, que luego tuvo que mudarse nuevamente al destino inicial por falta de una autorización y que finalizó acompañando a Ataque esa noche, subió al escenario e interpretó 27 temas.
Únicamente quien hubiera leído algún diario o hubiera ingresado a la página web de la banda sabría que el que cantaba no era Alejandro Sokol, voz principal de la banda, sino Germán Daffunchio, segunda voz, ya que el cantante original tuvo un accidente del cual hoy ya está recuperado. En el espectáculo, nadie lo mencionó. El nuevo cantante subió, con gorro y lentes de sol, y durante toda la noche fue quien encabezó la banda, incluso con detalles jugosos: previo a la interpretación del tema reiteradamente pasado por la radio “Será”, ironizó: “voy a hacer un tema que nos hizo súper famosos. ¡Gracias totales!”, generando la risa de gran parte el público. En una apuesta audiovisual que contaba con proyecciones de diversas imágenes sobre el escenario, recorrieron todo su disco nuevo, tocaron el inolvidable “Uva, uva, uva” de Sumo y también su clásico Capitán América.
La banda integrada por Alejandro Sokol, Germán Daffunchio; Gabriela Martínez en bajo y coros; Gustavo Jove en batería; Sebastián Schachtel en teclados y Tomás Sussmann en guitarra y coros; dejó el Teatro de Verano atrás con su clásico Shine.
Y así terminó una noche memorable, más por las faltas que por las presencias.
Andrea Martínez