SieteNotas

Francis Andreu, corazón tanguero

21/5/2004

Tiene 19 años recién cumplidos y no hay palabras para describir lo que genera arriba de un escenario. Se podría decir que es esa voz potente y grave la que hace erizar la piel de cualquiera que la escucha o que es esa personalidad avasallante la que la hace brillar desde donde se la mire. De lo que no cabe duda alguna es de lo que vuelve a Francis Andreu una esencia encantadora: el tango que le brota del alma y que le parte el pecho cada vez que una canción se desprende de sus labios.        

 ¿Cuándo empezaste a sentir interés por el tango?    

Desde que tengo uso de razón. Nunca fui de decir: "Qué horrible esto". Desde guacha ya me gustaba la música en general y por el tango siempre tuve cierto cariño por un tema de abuelo.  

¿Por qué "por un tema de abuelo"?          

Yo canto tango por él. Él es el culpable de esto. Era el típico veterano con la spica Clarín las 24 horas del día. Se sentaba y se la ponía atrás. El tipo miraba tele y tenía la Clarín prendida. Entonces como que me críe queriendo al tango. 

¿Existe en vos una parte emocional vinculada al tango, ya sea a cantarlo o a escucharlo, más allá de lo que significa tu abuelo?   

Claro, es eso: más allá del amor que le tengo a mi abuelo yo canto, por ejemplo, Garganta con arena y es como que me quiero matar, no puedo creer las cosas que me pasan. Canto Desencuentro y no puedo creer que a alguien se le haya ocurrido hacer esa maravilla. Lo siento tanto, aunque no lo haya vivido, que es como que se me parte el pecho, es como una puñalada que me emociona hasta los huevos y no sé qué me pasa. Hay temas que los canto y se me pone la piel de gallina. Y cada vez que terminamos de tocar el Ney (Peraza)

¿Sos consciente de que ese puede ser el motivo por el cual lográs una reacción tan positiva en la gente?          

Y puede ser. A mí me encanta tocar en los boliches porque vos ves la cara del pinta que está ahí y ves cómo reacciona, si llora o si no le gusta. Cuando canté en el Teatro Colón en Argentina no sentí nada. En las bolicheadas es como un swing que va y viene. Yo todo lo que doy siento que también me llega. Y me parece que va en eso, en el interactuar con la gente; eso emociona. Yo salgo de cantar y es como si me hubiera pasado una aplanadora por arriba porque largo tanta energía y desprendo tanta cosa extraña que es rarísimo.  

¿Creés que cualquiera puede cantar tango?     

Para cantar tango tenés que sentir. Tenés que ser alguien muy pasional y tener cierto dejo de nostalgia, porque el tango es muy nostálgico. Yo pienso que cualquiera puede cantar lo que se le cante. Yo con mi hermano canto baladas de Cristian Castro y de Cae; nos ponemos románticos y nos cagamos de risa y lo cantamos con todo el swing y con todo el poder. Pero el tango es un género muy especial para cantar porque tenés que tener cierto dejo de no sé qué... no es de arrabal, porque el tango melódico también tiene que tener eso... no sé cómo explicarlo. Pero cantar tango no es tan fácil como parece. 

Mencionaste recién a tu hermano Bruno, ¿te gusta lo que hace en Once Tiros?    

Me gusta. Me cabe esta movida de ahora: No Te Va Gustar, Once Tiros, La Vela Puerca. Está buenísimo que haya surgido esto... Bueno, surgió con la Abuela Coca hace mucho, pero ahora es lo que está haciendo el "boom" en nuestro país, es lo que mueve después de Jaime (Roos) y del Negro (Rada)

¿Te parecería bueno que el tango se volviera más popular entre la juventud como lo es actualmente el rock?   

El tango es popular en todos lados y para la gente de todas las edades menos en este país. En Argentina hay locos de ocho años tocando el bandoneón. Allá los guachos se crían escuchando tango, lo maman, y es una movida cultural que es alucinante. Todo lo que hacemos nosotros es copiado. Lo poco bueno que tenemos es el tango y la murga y la murga tampoco es nuestra porque es española... pero el tango es rioplatense. Entonces algo nuestro que tenemos vamo´ a encarar, vamo´ a estudiar, vamo´ a saber qué pasa, por qué es rioplatense y por qué surgió y dónde surgió. Yo pienso que nos falta aprender mucho, leer mucho, nos falta culturizarnos más de lo nuestro. Hay maravillas como La Cumparsita, que la escribió un uruguayo y nadie sabe ni quién fue, ni dónde nació y no les importa. Me parece que es un tema de cultura.      

Capaz que los jóvenes ven al tango como algo viejo...          

Para mí es muy actual. Las letras son re actuales, lo que pasaba antes también te va a pasar ahora. Me parece que el tango lo que describe es la vida cotidiana, la vida tal cual es. Capaz que lo dice de otra manera por un tema de lunfardo, porque antes estaba de moda decir otario y piantao y ahora está de moda decir boludo. Es un tema de vocabulario.        

¿Sentís el compromiso de llevar el tango a esas generaciones más jóvenes justamente por tu edad?     

Para nada. No me importa a qué público llego. Yo no tengo el sueño de algún día mover a las masas adolescentes. A mí la verdad no me importa a quién muevo o a quién no. Yo soy feliz por lo que hago, lo disfruto y si hay alguien que se emociona lo voy a seguir haciendo siempre.            

Sin embargo, aunque no esté entre tus planes, te van a ver muchos jóvenes que no conocen nada de tango o que no les gusta y quedan encantados. Creo que eso se debe a tu talento y a cómo hacés las cosas. ¿Estás orgullosa?

Orgullosa no. En realidad es muy raro lo que me pasa porque no es que digo: "Ahora tengo que ir a cantar" y me pongo en plan artista. Soy ahí igual que con mis amigos; como que no cambio demasiado. No es sobreactuado,  entonces tampoco me doy mucho cuenta. Por lo que sí me siento orgullosa y está buenísimo es porque locos que no tenían ni idea de tango ahora cantan canciones por mí y se las saben todas.            

¿Y no te da orgullo gustarle a la gente simplemente por cómo sos?     

No me genera ningún orgullo ser como soy. Es algo que surge en el momento y la gente tira buena onda siempre. Como que no me doy cuenta... en realidad no me doy cuenta de nada, no sé ni dónde estoy parada. Yo toda esta movida que estoy curtiendo ahora no la entiendo. El otro día fuimos a Melo y la gente nos pedía autógrafos en la calle y no entendíamos nada. Yo qué sé, al Nico (Ibarburu)

¿Dudaste en algún momento por miedo o por no estar segura de que era esto lo que querías?     

Dudé una vez y nunca me voy a olvidar. Yo debuté el 6 de agosto con Alberto Magnone en El Ciudadano y el 23 había un show en la Zitarrosa con los Ibarburu, el Canario Luna y toda la banda de Magnone. O sea, que el segundo show de mi vida fue con el Canario Luna

¿Así que tu sueño de piba no era ser una cantante famosa?         

No. No lo tenía en los planes. Yo quería ser agrónoma. Nunca tuve el sueño de pop star que tenían todas las guachas. Es más, tampoco lo quiero. Quiero seguir así.

¿Y cómo terminaste cantando en un trío con Nicolás Ibarburu y Ney Peraza?

En Chile tuvimos una cena en la casa del embajador y cuando volvimos al hotel nos pusimos a cantar boleros con Nicolás y vimos que había cierto swing. No es fácil entenderse musicalmente y nosotros nos mirábamos y sabíamos qué hacer y el Nico me dice: "Che, ¿y si hacemos algo juntos?". Entonces llegamos a Montevideo y nos juntamos; empezamos a hacer boludeces, nos hicimos muy amigos, salíamos de joda juntos, sacábamos la guitarra en un bar y empezábamos a tocar y todo muy así. Un día estábamos en el Bar 2000, en frente a la casa del Nico viendo el partido con el Nego Haedo y me dice: "¿Si llamamos a Ney Peraza?" y lo llamamos. Ney escuchó un demo mío y dijo que sí. Ese trío hoy es demencial.  

¿Te tuviste fe desde un principio? 

No, al contrario. Yo decía: "No, yo no voy a encarar con esto". Viste como soy yo que un día quiero una cosa y al otro día no la quiero más, que soy muy inestable. Además yo tenía la imagen de que esto era noche, músicos, droga y cuando les dije a mis viejos ellos me dijeron:"Todo bien pero sos una niña y ese ambiente es muy heavy, no es el Liceo Francés". Yo vivía en un termo, era equitación y Liceo Francés, más burguesa no podía ser. Era sacarme del termo: tomá, curtí vida, andá llevando, conocé, aprendé lo que es ser homosexual, lo que es la droga, lo que es la noche y todo muy temprano. Entonces para mí estuvo muy salado. Fue un cambio de vida tremendo.           

¿Tu familia entonces te apoyó o no?        

Siempre me apoyaron. Me dijeron: "Si es lo que querés, vamo´ arriba". Eso se los agradezco muchísimo... En realidad se lo agradezco a mi hermano porque él fue quien me abrió el camino en la música, porque a los diez años dijo que quería ser guitarrista y mis viejos piraron. Y yo murguera: iba al club Nueva Palmira, iba a Sayago a escuchar música con doce años y mis viejos me llevaban, me aguantaban la cabeza. Yo bailaba como un murguero y mi vieja decía: "¿Qué es este engendro?". La tipa no podía creer. Mi viejo fue siempre mucho más encarador, le gustaba que yo curtiera esa movida y que también fuera al Liceo Francés y que tuviera todas esas cosas para moverme. 

Si tuvieras que agradecerle a alguien por lo que sos ahora en lo musical, ¿a quién le agradecerías?     


Hay cuatro personas que fueron fundamentales en mi vida, en cómo me manejo y en lo que hago: Alberto Magnone, Nicolás Ibarburu, Ney Peraza y el Enano (Teysera). Cada uno por lados distintos. Magnone por enseñarme tantas cosas y por darme la oportunidad de debutar con él. Nicolás por quererme tanto y aguantarme la cabeza como me la aguanta; por ensayar para mí y romperse en eso y por empezar a estudiar tango por mí. Ney porque es una especie de guía espiritual y el Enano porque me hizo sacarle el miedo a lo que es la fama entre comillas, por enseñarme a manejarme con la gente. Yo iba por la calle y me saludaban y me quería esconder abajo de una piedra y gracias al Enano hoy lo manejo con mucha soltura. 


¿Cuál es tu relación con el resto de los músicos uruguayos?       

Me llevo con todos. Lo bueno de este país es que todos los músicos nos cuidamos entre todos y más si somos de diferentes géneros por un tema de que apreciamos lo que hace el otro. Yo soy muy amiga de Tabaré Rivero y de Mónica Navarro, primero porque me parece que La Tabaré es la mejor banda que tiene este país y segundo porque nos encanta el tango y entre nosotros nos agitamos la cabeza. Y con la gente de La Vela también, con No Te Va Gustar… obvio que con mi hermano también... es como que todos somos compañeros; no hay competitividad. Aparte como soy la más chica de toda la barra y soy nena me miman y eso está buenísimo.        

¿Admirás a algún músico uruguayo en particular? 

A muchos. Me parece que este país tiene tantos galones musicales, tanta cosa linda para escuchar. Pero en verdad al que más admiro, que digo: "¡Puta madre!, hay que tener huevo", es a Jaime Roos. Para mí Jaime es indiscutiblemente el uno de este país.            

Tenés una amistad muy estrecha con él...         

Yo sé que Jaime 
siempre va a estar ahí cuando yo lo necesite y me va a hacer el aguante... es flor de tipo. Cuando canté como invitada un tema con la Filarmónica en el Radisson lo llamé a él y le comí la cabeza como por una hora. No es lo mismo cantar con dos tipos que cantar con setenta.  

Vos siempre admiraste mucho a Adriana Varela y fue a partir de que fuiste a verla cantar que su productor te descubrió. ¿Qué significa ella para vos?      

Adriana Varela son palabras mayores. Es la guacha que dijo: "Esta nena tiene que ya empezar a cantar tango". Me dijo que quería ser mi madrina artística y que no quería nada, sólo ver en qué estaba, ayudarme, y como que también ella me abrió las puertas a lo que es esta movida.    

¿Creés que la forma en que el productor te descubrió en aquel toque de Adriana en El Ciudadano fue casualidad o estaba en tu destino que así fuera?           

Destino marcado. Eso era clavado que era para mí. Hoy toda la gente que me rodea, toda la gente que amo está por eso y soy la persona más feliz del mundo por eso.    

La vida que tenés ahora, yendo y viniendo, viajando, constantemente en la vuelta, ¿cómo la llevás?        

La llevo de fiesta, estoy de fiesta. Me encanta viajar con los muchachos.            

¿Tenés pensado sacar un disco?    

Tenemos ofertas para grabarlo pero me parece que me falta mucho, que me falta curtir mucha cosa. Hay que dejar de tocar un tiempo, hay que dejar la noche, hay que levantarse a las seis de la mañana y ponerse a laburar y ahora no es momento. Está en los planes pero no tan próximos. 

¿Tenés algún sueño relacionado con el tango como conocer a determinada persona?  

Me encantaría haber nacido en otra época y haberme casado con el Polaco Goyeneche y haber sido amante de Zitarrosa. Esa sería mi vida.         

¿Y cuál sería tu ideal de vida proyectándote desde este presente que tenés ahora?         

No tengo ningún ideal. Estoy ahora donde estoy por cosas de la vida y voy a seguir así, sin idealizar. Más bien que tengo proyectos y cosas que quiero hacer, como viajar mucho, cantar mucho y hacer mucha plata para poder bancar a todos los geriátricos y a todos los guachos que se mueren de hambre. Eso lo tengo clavado y lo voy a hacer.   

¿Cambiarías lo que estás viviendo por cualquier otra cosa en el mundo?

No. Por nada del mundo cambiaría nada de nada. Estoy feliz con lo que estoy haciendo y cada vez amo más a la gente que me rodea y el corazón me va a explotar. Cada vez me estoy dando más cuenta de que esto es para mí. Le agradezco a lo que me haya llevado a esto porque hoy soy la persona más feliz del mundo.        

Viviana Scirgalea

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