el ritmo del barrio

Hay una vieja discusión respecto a si el arte debe oficiar de vehículo de denuncias políticas o no. Si debe tomar partido en relación a injusticias sociales o no. Si debe ser usado como forma de generar conciencia, de transmitir ideología o no. Ambas posturas poseen adherentes y detractores.

Si vos sos uno de los que está a favor o comparte esa idea, posiblemente La Renga te

resulte una banda jugada, contestataria y solidaria. Si sos uno de los que está más bien en contra o no coincide con esa actitud, probablemente el grupo de Almagro te parezca panfletario, predecible y complaciente.

Sea cual sea tu opinión, no podés negar que el combo Chizzo (Gustavo Nápoli), Tete (Gabriel Iglesias) y Tanque (Jorge Iglesias) en vivo suena ajustado y contundente y despliega sendas dosis de adrenalina y potencia.

Si no lo sabías, las actuaciones en nuestro país en los festivales Rock de Acá II (1998) y Rock del Plata (2000), en el lanzamiento de su película “Insoportablemente vivo” en Plaza Mateo, en la presentación del CD homónimo en el Teatro de Verano (ambas en 2002) y en el cierre en el departamento de Durazno de la primera edición del multitudinario Pilsen Rock (2003); probablemente te lo demostraron.

No obstante si todavía te quedaban dudas, el pasado 18 de setiembre en el Velódromo Municipal seguramente se disiparon, porque el pasaje de La Renga por Uruguay fue fulminante.

El lanzamiento oficial de “Detonador de sueños” su más reciente trabajo discográfico fue la excusa para el recital que significó la sexta presentación de la banda en tablas nacionales.

Aproximadamente a las 23 horas y luego de la apertura a cargo de los locales Vinilo y Luz Roja, subió a escena La Renga y dio comienzo a un show para muchos memorable. 

Fueron casi tres horas que confirmaron que desde aquel primer toque de año nuevo en Mataderos hasta ahora, desde aquel primer CD independiente “Esquivando charcos” hasta este archipromocionado “Detonador de sueños”, ha pasado mucha agua debajo del puente.

Dieciséis años, cuatro discos, un filme, numerosos discos doble platino y un respaldo incondicional, casi futbolero de sus cada vez más fans. 

Fueron casi tres horas que demostraron que a pesar del tiempo transcurrido y de los cambios acaecidos La Renga sigue siendo banda de barrio, sigue siendo potencia y distorsión, sigue siendo denuncia y compromiso... Sigue siendo rock and roll.

Analía Camargo