Barraca explosiva

Nekro en Fun People, Boom Boom Kid en su proyecto solista… Carlos Rodríguez en su DNI. ¿Quién preveía un nombre tan común detrás de ese anormal fenómeno que se sube al escenario con sus rastas bicolores? Ya dos cuadras antes de llegar a La Barraca se adivinaba la cercanía del toque: olor a marihuana, vino suelto y ropa oscura caracterizaban la puerta del local.

Boom Boom Kid subió al escenario mencionando a Los Traidores y su “Montevideo Agoniza”, ganándose la simpatía de una Barraca casi llena. Cuidando a su público le alertaba sobre las descargas eléctricas sobre el escenario: “Tengan un cuidado increíble, los equipos están pegando patadas… No me toquen porque doy electricidad, y eso que tengo zapatillas de goma”. Aún así, seguramente más de uno se haya ido con una vuelta de voltios de más, ya que el pogo era irrefrenable en una noche esperada por muchos.

Y es que Boom Boom Kid suele visitar nuestro país una vez por año, por eso sus fanáticos viven los toques casi como un ritual que comienza temprano con la obvia compañía del alcohol, y se termina entrada la madrugada, repitiendo la cantidad de veces que sean necesarias cada uno de los momentos cúlmines del toque. Incluso este contó con una aclaración, cosa poco usual de parte del cantante: “Soy náufrago, no soy hippie”.

En esta oportunidad Boom Boom Kid no sólo le dejó a su público un toque de casi hora y media, del cual el cantante tuvo que rogar para bajarse –“Esta es la última canción si no me quieren muerto”, fue su chiste antes de la despedida–, sino que también estuvo personalmente en el local 31 de la galería Andfor, donde se conseguían las entradas, vendiéndolas él mismo y autografiando los diversos materiales de la banda que traía la gente.

El nacimiento de Boom Boom Kid está relacionado con otra de las bandas de Nekro: Fun People, que se disolvió en el 2000, aunque siguen presentándose en vivo una vez cada tanto. Esta agrupación nació en 1995 y junto a su último disco –“Angustia no, no”- presentado a mediados del 2000, se vendieron los primeros simples del proyecto solista del cantante: “Abrázame” y “I do”. La recién nacida se completa con Chelo en batería, Pelado en el bajo e Ignacio Rezzano en guitarra. Ya un año después de sus inicios editaron su primer disco: “Okay Dokey” con 22 temas; le siguió “Smiles from Chappanoland” en el 2005 y, un año después, un compilado de singles y lados B titulado “The many, many moods of Boom Boom Kid”. Su llegada a Uruguay fue para presentar el EP que acaba de terminar: “Wasabi”, que incluye siete canciones, entre ellas un cover de Richi Valens: “We belong together”.

Fuera de estas ediciones, Boom Boom Kid cuenta con múltiples grabaciones, ya que el cantante suele plasmar continuamente su producción en cualquier tipo de formato. Tiene su que ver con la concepción de la música como medio de expresión, como instrumento catártico, que cobra aún más sentido en su explosiva mezcla de hardcore – punk.

Andrea Martínez