SieteNotas

Canciones para no dormir la siesta, Más que una leyenda callejera (Cap.2)

16/12/1999

LOS OCHENTA

En 1981 también encontramos al conjunto teniendo como punto de salida el Teatro Circular y moviéndose por todo el país, con la característica de que si bien era un conjunto muy voluminoso, eran siete integrantes - más 4 asistentes -, no se le hacía asco a ningún tipo de escenario. Se cantaba en cualquier lado y prácticamente con cualquier tipo de recursos, y el espectáculo funcionaba igual. Esto es un dato muy interesante porque, en todo ese período en la Música Popular, se trabajó con recursos de gran austeridad, con recursos tecnológicos realmente muy pobres y las cosas que se presentaban, de todas maneras, funcionaban.

En el año 1982 Canciones para no dormir la siesta se afinca en el Teatro La Candela de Pocitos, que de alguna manera contribuye a levantar. Era el heredero de la antigua sala Shakespeare and Company (donde debutaron Los que Iban Cantando), que antes se había llamado La Claraboya Amarilla, donde estuvo mucho tiempo Alfredo Zitarrosa.

En 1983 se edita Canciones para Usar, un disco fundamentalmente utilitario, donde se sugerían una serie de juegos musicales de interacción con el oyente. Por esos mismos años Canciones, que siempre había hecho grandes ciclos en teatro, los más prolongados, fundamentalmente afincado en teatros pero ya habiendo accedido a giras por el interior del país y a los más diversos escenarios, produce los espectáculos masivos más grandes de su generación, a través de "Los Derechos del Niño", que se presenta en el Palacio Peñarol con dos funciones consecutivas (once mil personas en una sola tarde). Nunca un solo número había llevado tanta gente en un mismo día. A la semana siguiente, nueve mil personas en el Cilindro Municipal. Cosas muy grandes que se recuerdan poco, quizás porque hay una tendencia a no incluir la música uruguaya para niños dentro de la Canción Popular uruguaya. Siempre ha habido un olvido de parte de los periodistas y de los críticos en no incluir esa opción. Es un grave error de parte de los "especialistas" en comentarios.

En el 84 encontramos a Canciones para no dormir la siesta afincado en el Teatro Circular. Allí realizaba las temporadas más largas, incluso mucho más largas de lo que se estila ahora en materia de espectáculos para niños, empezando a principios de año y terminando prácticamente en diciembre, cosa que ahora es impensable.

1985 es un año que marca un descenso en su actividad, descenso muy pronunciado, registrándose una breve temporada en el Teatro El Galpón y en el mes de setiembre un gran espectáculo en el Palacio Peñarol. Predominaba el criterio de hacer pocas actuaciones pero de gran repercusión, de gran contundencia; entonces, Canciones festeja sus 10 años en el Palacio Peñarol, simultáneamente con la aparición de uno de los grandes hits masivos nacionales del grupo que fue Chim pum fuera, que trajo aparejada la consecución del Disco de Platino para los años sucesivos. Es el momento en que el grupo cambia de sello discográfico y accede al Palacio de la Música, al sello Orfeo, donde se graba Diez Años (Chim pum fuera), y en años sucesivos, Había una vez y Cht!, todos discos de Oro y Doble Platino para el primero.

En 1986 se registra un cambio cualitativo muy significativo para el grupo y es su ingreso al Carnaval. La llegada a los escenarios de Carnaval, portando una tecnología moderna , produjo una incidencia distinta, por la cual el grupo llega absolutamente a todos los barrios donde antes no se había podido presentar por razones técnicas o porque no había escenarios disponibles, eso multiplica la venta de discos y catapulta al grupo. El Carnaval le dio una presencia definitiva en la memoria de la gente. Realiza, además, una gran temporada en el Teatro Carlos Brussa, hoy desaparecido, y se hacen giras constantemente por el interior del país. Es de hacer notar que en Uruguay prácticamente nunca hubo managers ni productores, y menos en el caso de un conjunto de música para niños. Sin embargo, Canciones para no dormir la siesta se las arregló para recorrer el interior producido por maestros, maestras, padres, gente común que organizaba espectáculos masivos en Estadios, en lugares muy grandes y con mucho éxito, y sin ser profesionales, sin tratarse de organizadores profesionales. Eso es un detalle que me interesa remarcar, porque de una manera demuestra que las cosas, pese a la carencia de infraestructuras, se hacían igual.

El año 1987 también encuentra a Canciones realizando Carnaval luego de un gran éxito en el año anterior (también en lo económico). Luego se produce una temporada prolongada en el Teatro El Galpón, y el compromiso de edición con ORFEO desemboca en la edición de Había una vez, Disco de Oro.

1988 - Para ese entonces, Canciones para no dormir la siesta había logrado cosas importantes como ningún otro artista de la Música Popular uruguaya, conseguiendo que Canal 10 filmara, produjera y publicara programas especiales, con gran audiencia, de hora y media de duración. El Canal 10 insistiría con los años en hacer este tipo de programas a lo cual el conjunto se negó porque quería tener su propio espacio. Eso se consiguió al año siguiente. Canciones continúa trabajando en Carnaval, en el Interior del país y, en vacaciones de julio, realiza una gran temporada en el Cine Princess, con localidades agotadas permanentemente. Era un espacio muy grande de trabajo, y allí Canciones emitiría su Canto del Cisne...

6 de enero del ´89, Parque Central, el principio del fin

El 6/1/89 Canciones y Canal 10 producen un super - espectáculo en la cancha de Nacional. Ese espectáculo marcó, realmente, un avance en lo tecnológico. Era uno de los primeros recitales nacionales, donde había tres pantallas gigantes amplificando en imagen todos los detalles, frente a una concurrencia masiva de público. Canciones presentaba ya su formación final, con Coco Fernández y Guzmán Peralta. También, tecnológicamente, presentaba unos cambios realmente muy avanzados para su tiempo. Esa aparición fue el preámbulo de la existencia de Canciones en la televisión. En la última semana de mayo de l989 Canciones debuta con su propio espacio en la televisión. En ese momento, el otro grupo que había logrado el milagro de tener un ciclo en la televisión uruguaya había sido Los Tontos, poseedor de un programa en Canal 4. Esos son quizás los dos únicos antecedentes de conjuntos uruguayos que realmente tuvieron

EN VIVO Y EN DIRECTO

El programa televisivo se estrena a fines de mayo. Iba en vivo y en directo desde el estadio cerrado de Defensor, con una hora y media de duración. Era, por supuesto, un programa distinto todas las semanas, un esfuerzo de libreto sostenido, y eso se mantuvo hasta fin de año. El Programa de Canciones fue uno de los elementos definitorios en la vida del grupo porque impulsó su disolución.

Las expectativas que el conjunto tenía de éxito y de permanencia no se cumplieron. Evidentemente Canciones para no dormir la siesta no lograba adaptarse a la televisión, en tanto los propios músicos tuvieran que hacer los libretos y correr además con todos los entretelones de producción. Esto producía una situación interna de gran stress, que hacía muy cuesta arriba el mantenimiento del espacio. La operativa del propio programa, haciendo una emisión en vivo, era muy complicada, pero además el stress produjo internamente nuevos desgastes. Y una de las razones fundamentales de la disolución, fue el rumbo que tomó el rating del programa.

El grupo humano ya venía desgastado por toda la trama de relaciones internas entre sus integrantes. Después de quince años, los objetivos evidentemente se habían empezado a diversificar, ya no era la misma idea grupal, conjunta del principio, sino que cada uno de por sí había acumulado y pergeniado objetivos personales y existían enfoques encontrados en relación al encare del trabajo con niños.

El rating no respondía a los intereses del conjunto. Se llegó a un punto en que el rating demostraba que la gente, en el mismo momento de emitirse el programa, prefería ver a Silvio Soldán, que en ese entonces tenía un programa de entretenimientos , con estudiantes argentinos y algunos uruguayos. Los números demostraban, claramente, que la gente se volcaba a ver ese programa, cuando simultáneamente se emitía Canciones... en el otro canal.

Podría decirse que la causa fundamental de la desaparición de Canciones para no dormir la siesta, fue que cuando más necesitó el grupo el apoyo del público, no lo tuvo.

CINE RADIO CITY

De modo que el año 89 estuvo pautado por el programa de televisión, más una temporada que tampoco funcionó como quería el grupo en un enorme escenario como era el Cine Radio City. Por diversas causas, la concurrencia no fue masiva pese a que el conjunto estaba en la televisión y pensaba y apostaba todos los boletos a que la cosa iba a funcionar. Pero no funcionó. La verdad es que el Cine Radio City, que tenía una capacidad muy grande, tres mil personas, tuvo un promedio de concurrencia, en esas vacaciones de julio, de unas doscientas personas. Esto también, anímicamente, fue muy destructivo para Canciones para no dormir la siesta. Esos dos factores, más las dificultades de contratación que había, - Canciones se había vuelto un número caro - trajeron un año 90 de una disgregación muy grande, con muy pocas presentaciones en público.

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