“He escrito las canciones de este disco en etapas muy distintas: para evitar lágrimas porque me dejaban novias o era un inmaduro sentimental -o incluso por ser demasiado maduro-, para purgar enojos por problemáticas sociales, por nostalgias u olvidos o porque me dijeron que con la “guitarrita” no llegaría a ninguna parte”.
¿Por qué Mundos dormidos? ¿Tiene una explicación?
Empecé a componer hace quince años, cuando yo tenía 16, 17 años. Las canciones desde entonces se han ido multiplicando y metamorfoseando, con diferentes propuestas según distintas etapas de mi carrera.
Esas canciones siendo “universos” o “mundos” completos, cerrados, estuvieron “dormidos” por todo este tiempo mientras yo toqué como músico acompañante de Tabaré Arapí, el Grupo Vocal Universo, Heber Rodríguez, o formé parte estable de grupos como El Cuarteto Guitarras del Uruguay, Maciegas o el Cuarteto Ciruja. Este año decidí hacer mis canciones desde hace tanto abandonadas, para que suenen esos “Mundos dormidos”.
Pero otra explicación es que la canción Invención dice: “y en tu aparición se irá escondido/ un cielo, tus mundos dormidos”. Es una metáfora muy bonita que no me pertenece: es una intertextualidad con Idea Vilariño que dice “concédeme esos cielos, esos mundos dormidos”. Idea está muy presente a lo largo del disco, cerrándose de hecho con una poesía suya como lo es Tendrías que llegar.
Esto es muy significativo en este trabajo: cada canción es un mundo con capas distintas de interpretación y muchos años de “pienso”. Pero el nombre surgió en el proceso de grabación del disco. Me lo sugirió Vicky -mi pareja- y la artista plástica Denisse Torena puso fin a mi tren de dudas al mostrarme los bocetos que surgieron a partir de esa idea.
¿Qué diferencias y qué similitudes podemos encontrar entre este disco y el anterior?
Es mi primer disco como solista, pero toco la guitarra y canto en más de quince discos de música popular uruguaya y participé activamente en discos como el del Cuarteto Ciruja, en Salud de Maciegas, En la Noche Alta o Mariposas Azules de Tabaré Arapí, y en cada uno de ellos dejé una parte importante de mí. Participar en los procesos de grabación, con arreglos o composiciones propias es una similitud.
Pero en Mundos Dormidos seleccioné temas míos, pensé la estética, escribí los arreglos y ejecuté casi todas las guitarras, algunos bajos, guitarras de 12 cuerdas y acústicas y un cuatro venezolano. Once de los doce temas me pertenecen y en Tendrías que llegar logramos una versión que la considero propia. Pero fundamentalmente es un disco que al llegar al estudio ya tenía los sonidos en mi cabeza, con mucho trabajo propio de estudio donde llevé grabaciones que hice de grillos del fondo de mi casa, de la playa de Parque del Plata, del tren al pasar por Colón o de guitarras invertidas o pequeños efectos con guitarra eléctrica, todo hecho con los mínimos recursos pero mucha dedicación y profesionalismo.
¿Qué elemento o situación disparó la composición de los temas?
Es una pregunta difícil sin una respuesta clara. He escrito las canciones de este disco en etapas muy distintas: para evitar lágrimas porque me dejaban novias o era un inmaduro sentimental -o incluso por ser demasiado maduro-, para purgar enojos por problemáticas sociales, por nostalgias u olvidos o porque me dijeron que con la “guitarrita” no llegaría a ninguna parte.
Tal vez influya mi amor por la literatura o por la música (he compuesto mucho luego de estudiar obras que me han impactado), cierta incapacidad de adaptarme a la vida o buscar hacer catarsis con canciones. A veces las canciones surgen por meros ejercicios, o claro está, por el placer que genera componer por componer. El espectro es muy amplio por suerte, para que queden ventanas abiertas para seguir componiendo.
¿Qué caminos musicales transita el disco?
Creo que hay una estética que unifica al disco pero hay varios caminos. Hay un sonido muy asociado al folclore aunque el disco no llegue a ser netamente folclórico. Es un disco muy milonguero. Está entre el campo y la ciudad. El sonido de cuartetos de guitarra que configuran un sonido típico uruguayo es uno de esos caminos. La guitarra clásica uruguaya con raíces muy profundas en nuestra música popular también intenta estar. Otro camino es la marca clara de Astor Piazzolla y en Invención buscamos además de un sonido piazzollesco un sonido Pink Floyd que sin duda me ha marcado de forma indeleble, así como algunas guitarras invertidas o pequeños efectos sonoros que hay a lo largo del disco que tienen que ver con ese grupo o con los Beatles. Y hay músicos omnipresentes como Darnauchans, Serrat o Zitarrosa que sin duda conforman mi ADN cultural.
¿Es un disco para escuchar dónde, en qué momento, con quién?
Seguramente es un disco para la re-escucha, o al menos eso intenta ser. Y toda re-escucha es bueno que tenga elementos distintos: lugar, hora, compañía. Denisse al trabajar en el diseño e ilustraciones del disco me decía que es “un disco a medias luces, nocturno o de ese momento después del atardecer”. También me han dicho que trae calma y probablemente eso sea al provocar una escucha atenta.
¿Cuáles son las tres canciones que más te gustan y por qué?
En realidad me gustan las doce. Han variado las preferencias desde que lo grabé así que este es el orden de hoy, obligado a elegir sin pensar: diría Invención por su final instrumental en el que Javier Alves y Néstor Vaz lograron esa fusión que buscaba. Tuve por ser la última canción que compuse y estar llena de recuerdos de mi niñez y emocionarme si la canto desprevenido. Y Tendrías que llegar por la magestuosa simplicidad de Idea Vilariño y la hermosa armonía con que la musicalizó Pepe Guerra.
¿Se te ocurre alguna anécdota sucedida durante el proceso de grabación?
Fue un verdadero placer grabar con Daniel Blanco y todos los músicos amigos. Fue muy divertido. Recuerdo el proceso de grabación de la percusión de Décimas para que a mí me coopten: Pablo Taranto grabó una batería muy incompleta -funcional a toda la percusión que luego grabaría-, lo que motivó a muchos chistes sobre el carácter vanguardista del tema porque todo era “muy moderno” y nadie iba a entender nada. Lo mismo pasó con la guitarra base de Dos Quemados que grabé: sola sonaba muy extraña.
Fue muy lindo también cuando Heber Rodríguez comenzó a grabar el guitarrón sobre el metrónomo solamente y al final empastó a la perfección con la cuerda de tambores que ya estaba grabada, porque no lo esperábamos. En fin, muchas historias que nos resultaron lindas o graciosas e hicieron de la grabación un momento muy especial.
¿En el disco participan distintos músicos invitados? ¿Qué cosas fundamentales han aportado directamente a las canciones?
Pablo Taranto fue de los músicos con más participación y que más aportó a los temas: cortes, acentos, trabajar la rítmica de forma especial. Su swing además empasta a la perfección con el de Heber Rodríguez que aportó mucho con su guitarrón y con sus maravillosos coros. Javier Alves interpretó una guitarra eléctrica en Invención que es fundamental en ese tema. Néstor Vaz participó en tres temas siendo su bandoneón una pieza clave. Leo Méndez con un estilo roquero y tanguero y Mario Piñeiro con un estilo más folclórico tocaron bajos en distintos temas. Fueron muy importantes y sin ellos sería otro disco.
¿Y quién se encargó de la producción musical y qué elementos esenciales aportó?
La producción musical la realizó Heber Rodríguez para el Sello La Canción Nuestra. Fue fundamental su aporte al venir ensayo a ensayo y al ir al estudio con una carpeta, organizarme, hacerme razonar sobre cómo trabajar más a gusto y hacer rendir mejor los tiempos, escuchar atentamente cada guitarra y hacerme sobre todas las cosas cantar cómodamente y sintiéndome seguro. Y además, su amistad que no puede valorarse.
La última, ¿qué cosas creés que han cambiado en tu música y en el medio musical en estos años de trayectoria?
Yo comencé muy vinculado al folclore y con el tiempo me aproximé más a propuestas más experimentales. Luego me fascinó el tango y con el Cuarteto Ciruja hicimos un trabajo interesante. Hoy día soy fruto de los grupos y músicos que acompañé, de esas fusiones e intercambios.
Para con en el medio musical tal vez sea yo el que más cambió. Hoy creo que hay muchos jóvenes interesados en ritmos de la región, cosa que afines de los ‘90 no. Hicieron un interesante camino ya que casi todos vienen de otros géneros. Eso es una gran riqueza y suerte.
También creo que hoy está más claro el concepto de producción por suerte, pero también hay más palabras en inglés para cada momento o hecho (lo que habla de una importación a veces de procesos sin análisis) y en ocasiones -no generalicemos- falta un poco más de intuición, de grasa en el asado si se me permite la expresión. Cada vez veo menos errores aunque no sé si siempre salgo conmovido sabiendo que algo inexplicable, de eso que se trata el arte, pasó.
Data
Artista: Pablo Cabrera
Título: Mundos Dormidos
Sello: La Canción Nuestra
Año: 2014
Arte: Denisse Torena
Grabación: IFU, Daniel Blanco
Producción: Pablo Cabrera, Heber Rodríguez-La Canción Nuestra
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