SieteNotas

La Matinée, con ritmo acompasado

29/1/2004

Bailan, se detienen y marcan el paso. Son hombres de otro tiempo: jóvenes veteranos que lo intentan nuevamente, una y otra vez, como dicen: "hasta que salga".

Tienen encima una musicalidad envidiable. Tienen una fe ciega en el colectivo que formaron. Tienen el director más fino, influyente y creativo del último siglo. Tienen un poeta como letrista y varios cupleteros fuera de serie patinando sobre escenarios.

Tienen todo listo. No les falta nada. En un país acostumbrado al cultivo de la nostalgia, esta Matinée es un lujo, es una guiñada preciosa y fugaz que Dios Momo nos brinda aquí y ahora, para deleite del corazón y la cabeza.

Para rozarlos, para disfrutarlos, para pasar por la experiencia de la que hablaban nuestros abuelos. Para sentir la murga y aprenderla por dentro, es que hablamos con Doroteo Ibáñez (cuerda de segundos) y con el Edú Lombardo de siempre.

La previa...

Mucha gente los mira sin percibir que en ese instante está pasando delante de sus ojos un pedazo del mejor Carnaval posible de la historia uruguaya.

Mucha gente ya los sigue desde el ensayo, haciendo correr la voz de que algo nuevo está naciendo, que su cuna se mece en la "Peña Vivir" y que por eso a eso de las 20:45, el aire de la barriada del Porvenir se llena de mística.

Entonces entre poesía y humor popular, La Matinée da comienzo. Con fuerza, con denuncia, con esperanza, con añoranza. Nada queda en el banquillo. Un escenario dado vuelta, los muchachos sentados en ronda. Todos escuchamos atentos los consejos de "Pitufo", quien ha dejado por un momento a un lado su guitarra para explicar y corregir algún tono.

Todos prestan, diría, una extremada atención a cada indicación, a cada nuevo movimiento; parece como si se exigieran a sí mismos una sana perfección. Cada uno está en su mundo, ese mundo enlazado a un abrazo desconocido para muchos...

Edú "Pitufo" Lombardo da paso ahora a Fernando Toja quien se encarga de armar esta notable escena. Ahora todos de pie, escuchan atentos sus indicaciones... Ellos, por suerte, no tienen tiempo de darse cuenta de lo que pasa delante, ocupados como están en preparar el Carnaval del futuro, dando vida nuevamente a lo que ayer se moría...

El público sentado delante, siempre en silencio, acompaña cada movimiento. Y mientras algunos observan, otros repasan en la memoria y tratan de adivinar cuántas murgas distintas se conjugan en este nuevo núcleo. Enrique por ejemplo, que volvió al paisito para disfrutar del Carnaval, dice que él ha visto muchas murgas, pero cree La Matinée ha creado un puente que anidará en los barrios y en las almas, que unirá el pasado y el presente.

Un corte, una quebrada y nuevamente le toca al "Pitufo" dar el tono: "un, do, tre... va, con un lenguaje actualizado / te venimos a encarar / y damos gracias a los nietos / que nos supieron enseñar".

Así, envolviéndonos con la magia de antaño, "hoy dicen presente otra vez". Cantan el placer de cantar, se ríen como niños y trabajan sin descanso bordando esa filigrana, ese aparente mínimo detalle, esa belleza preciosa que asombra y emociona. Dicen que fue un disfraz el que les dio cita, pero saben que representan un siglo de murga identidad.

¿Cuál fue la alquimia que le dio vida a esta Matinée?

Edú: Esto surge a partir de una idea de unos compañeros que querían hacer un cortometraje con toda esta gente, que en realidad se está haciendo. Y a partir de ahí empezamos a juntarnos y a trabajar todos juntos y nos integramos al final y decidimos salir acá.

¿Por qué cambiar?

Edú: Porque a veces, llegan momentos en la vida en los que uno necesita respirar y tomar un aire. Experimentar y ver otras cosas en otros lugares. Trabajar con otra gente que, para mí es un aprendizaje. Cuando dije en Contrafarsa que me iba por un año, lo que dije fue que, el crecimiento iba para afuera y para adentro, o sea que creo que a Contrafarsa también le va a servir como crecimiento.

¿Qué tiene de distinto este grupo, cuál es el desafío para vos en esta nueva etapa?

Edú: El desafío de disfrutar del Carnaval como fiesta que es... El desafío de tratar de armar un buen espectáculo y disfrutarlo... El desafío de convivir con todos estos maestros de hace mucho tiempo... Es el eterno desafío de aprender.

¿Qué cosas sentís que has aprendido y qué te parece que les podés enseñar?

Edú: Yo creo que enseñar no, es sólo mostrar mi trabajo. No creo que tenga para enseñarles nada. Sí, el poder compartir lo que yo hago, de la forma que lo hago y ellos de la forma en que lo hacen. Es como una devolución también ¿no?

¿Por dónde pasa la historia de esta Matinée?

Edú: Son estampas. El espectáculo seguramente se va a llamar "Estampas de Matinée". Son estampas de la decadencia en diferentes bloques, mostradas desde diferentes estampas de la decadencia del Uruguay y del mundo y que, muchas veces nosotros perdemos la cabeza y entramos en ese lugar también.

¿Qué te costó más a la hora de marcar los arreglos y coordinar este coro?

Edú: Mirá, en realidad yo estoy sorprendido de la disposición que hay para el trabajo. La cuestión que creo es la más complicada es la de tratar de fijar, de memorizar, no la parte cantable porque ellos la memorizan, sino la parte de las letras. Pero estamos laburando duro en eso.

Tanto en la parte musical como en los arreglos, como siempre se nota tu mano. Esta vez has hecho una selección muy rica que combina varios estilos y que pasa por...

Edú: Hay de todo. Hay algunos temas de Murga Madre y después hay varios autores nacionales como Jaime Roos y Fernando Cabrera. Y por supuesto que también hay músicas de diferentes estilos: hemos logrado una combinación que va desde un rap hasta una milonga, pasando por el bolero y sin olvidarnos del tango... Hay de todo un poco.

¿Quién los acompaña en la parte de letras?

Edú: Las letras son de Marcel Keoroglián, Carlos Soto, Fernando Toja, yo escribí alguna cosita y Carlos Modernell... Son cinco letristas.

Son un grupo muy integrado y se ve, se percibe que participan en todo: se meten en los arreglos, preguntan, sugieren... ¿protestan?

Edú: No, no protestan, pero bueno, como habrás visto charlamos mucho: ellos tiran cosas y yo tiro cosas. Ellos tienen mucho oficio ya de tocar y hay algunas cosas que yo sí les pido porque necesito determinados golpes en determinado lugar, pero nada más que eso. Pero hay una disciplina de trabajo, ellos escuchan mucho y se concentran, tienen esa disciplina y eso es fundamental a la hora del laburo.

Si te tuvieras que quedar con una parte del espectáculo para regalársela al público, ¿qué nos regalarías?

Edú: Creo que sería el último cuplé que tiene La Matinée, que todavía no está el título, pero seguro sería el último cuplé.

La última: ¿qué esperas del espectáculo de esta Matinée en tiempos de nuevo Carnaval?

Edú: Nosotros tratamos de hacer un espectáculo que nos deje conformes, tratamos de divertirnos arriba del escenario; esto como primera cosa. Y que la gente se divierta y le guste. El resto es un accidente. Desde que uno se anota en un concurso y sabe con qué reglas juega. Pero creo que nosotros no armamos el espectáculo pensando en ganar. Pensamos el espectáculo para divertirnos y para que la gente se divierta. Después, si vamos a los tablados y el espectáculo gustó, ése es el premio. Si lo otro viene, bienvenido. Y si no viene, ya está el otro premio que es lo más importante.

Ahora le toca el turno a Doroteo Ibáñez, conocido también como "Cacho".

Contanos cómo fue que imaginaron esta Matinée.

Doroteo: Mira nació en el Buceo, en el rancho "El Camaleón", que es donde para el Canario Luna y bueno ahí se formó de las comidas que hacíamos. Íbamos con las familias, siete u ocho íbamos y bueno, ahí salió la idea.

Viejos murgueros y conocidos ¿desde hace cuánto?

Doroteo: Uh... Yo empecé en el ’50, Visancio empezó en el ’48 y todos tenemos muchísimos años de Carnaval. En la cuerda de segundos por ejemplo está Edén, que era de la Contrafarsa y es uno de los jóvenes; después está Juan que tiene 69 años; después yo, que tengo 66; el "Negro" Ángel que no me acuerdo de la edad, pero es veterano también; el "Tate" Tabeira con 67; Carlitos Prado con 60; Julio Mañana que tiene 62. A ver... del otro lado están: Polanco con 60 también; "Poroto" con 64; el "Beto" Mederos que tiene 65. A ellos se le suma Carlitos Salinas que es de los jóvenes con sus 54 pirulos y cierra Marcel en al punta que es más joven, tendrá treinta y pocos años y... bueno, "Pitufo" que también es de los jóvenes.

¿Y por qué eligieron ese nombre?

Doroteo: Estábamos buscando un nombre, teníamos una cantidad de nombres y un día, nosotros ensayábamos acá adentro en invierno y había un nombre en un pizarrón anotado. Entonces Salinas dijo: "ponele La Matinée". "Me gusta" dijo el "Pitufo" - porque era cortito- y bueno... quedó "La Matinée".

¿Desde cuándo están ensayando?

Doroteo: Desde el cinco de mayo. Empezamos dos veces por semana, después tres veces por semana, después nos vinimos para acá y "Pitufo" iba a ensayar, iba a darnos una mano hasta octubre, después se iba a ir con la Contrafarsa, pero resulta que un día, se entusiasmó tanto con las voces de nosotros que pidió permiso para quedarse y bueno... Después se incorporó Soto y Modernell y bueno aquí estamos, un sueño para nosotros.

¿Por qué volver? ¿Qué esperan encontrar en este Carnaval diferente?

Doroteo: Sí es algo nuevo, algo totalmente diferente, es empezar otra vez. Nosotros lo que aspiramos es entrar en la liguilla y poder quedar entre los diez primeros. Es lo único que esperamos. Yo pienso que vamos a estar ahí. Y después bueno, después de estar ahí en la liguilla veremos... veremos qué pasa.

¿Cuál fue la última murga?

Doroteo: La Milonga Nacional, en el ‘90... Sacamos el primer premio.

Vos que pasaste por más de un ensayo: ¿qué es lo que sentís distinto de aquellos ensayos con respecto a éstos?

Doroteo: Mirá, todo es distinto, completamente distinto. Nosotros por ejemplo ensayábamos sin micrófono y acá tenemos un micrófono cada uno y se ve que en los escenarios también. No estamos acostumbrados a cantar al lado de los micrófonos nosotros, por eso "Pitufo" nos pone siempre los micrófonos apagados para que nos acostumbremos, porque no estamos adaptados a cantar al lado de los micrófonos.

La última: ¿por qué subirse de nuevo al camión y cómo se siente, cómo te sentís vos nuevamente arriba del escenario?

Doroteo: Pah yo muy bien, muy bien. La verdad es que estaba solo, porque... falleció toda mi familia y cuando el Canario me comenzó a invitar en el rancho bueno... yo hacía catorce años que no salía... y con esto reviví, comencé otra vez...

Leticia Fraga

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