Hay cientos de historias contadas en la intimidad pero que nunca han visto la luz. En este espacio, intentaremos mostrar las caras b de los músicos, indagando en sus recuerdos del barrio, las vivencias de la infancia y las anécdotas de la juventud con la barra de amigos; hechos estrechamente ligados a la composición de tantas y tantas obras musicales.
¿De qué barrio sos?
Me crié en Carrasco, viví en Malvín, Ciudad Vieja, Pocitos, La Lucila (Bs. As.), Bolivar (Bs. As.), Roses (Cataluña), El Pinar, vivo en Solymar, y me siento montevideano del barrio Sur donde trabajo.
De niño jugabas a…
Trompo, bolita, fútbol, y demás juegos que se puedan jugar en una familia de 6 hermanos y muchos amigos.
¿Goleador o golero?
Pescador y a veces golero. Muy malo en el fútbol aunque me encanta jugar.
¿Muchas peleas?
Un par inolvidables. Hasta sangrar. Después prefiero paz.
¿Te tocó cacerolear?
Por supuesto, en esos momentos vivía en Pocitos, con mi padre preso por la dictadura. Abollé varias cacerolas con toda la leche.
¿Hacían corso en el barrio y/o había tablado? ¿Qué recordás?
Siii, alucinante! No me olvido la fiesta que se armaba cuando aparecía el corso. Además los padres de la zona cerraban una calle para armar aquella guerra de agua.
¿Bailes?
Y si… primero en la casa de compañeros luego a fiestas y de a poco en discotecas, las lentas eran lo mejor.
¿Tímido o encarador?
Muy tímido. Ya de grande, con un período de “profesionalismo mujeriego” que daba asco. Ahora, tranquilo.
Una playa o plaza.
Playa por supuesto y si es solitaria mejor, y un cerro en medio de las sierras.
En el liceo, ¿estudiabas, payabas o directamente te rateabas?
Estudiaba cuando empezaba a teclear, payaba cuando no estudiaba y me rateaba cuando tenía algo mejor. Me gustaba el liceo, tanto que perdí 2 años pero llegué a recibirme de Constructor y llegué a tercer año de facultad de Arquitectura, hasta que descubrí mi vocación en un semáforo.
Una locura de adolescente.
Volver de polizón en el estrella del norte, de la Quiaca a Bs. As., y muchas más que no son contables.
¿Pasaste la noche en un calabozo?
Por suerte en Uruguay nunca, sí en La paz Bolivia pero nada muy horrible, mi contacto con la cárcel era como visitante y con eso me alcanza y sobra.
Un recital como espectador que no puedas olvidar.
El de Lenine en La Pataia, el de Santana en Gibraltar, el de Jethro en Porto Alegre, el de Gabriel en Bs. As. El de Sting en Madrid y el de Jaime en Fray Bentos.
¿Seguís en contacto con la barra?
Sí, tengo barras de diferentes lados y diferentes edades, mayores y menores que yo. Más que barra, amigos queridos.