Hace frío y en la estación de ANCAP que está en Agraciada y Paysandú, el viento sopla más fuerte que en el resto de Montevideo. Dentro del 24 horas que tiene la estación, me espera Agustín con una cerveza para compartir: "Casi siempre nos juntamos acá, el lugar tiene mesas y la cerveza te la cobran como en cualquier almacén".
Agustín Pérez es bajista y con quiénes se junta casi siempre ahí, es con el guitarrista Aldo Fierro y el baterista Marcos Cambeiro (alias el Negro). Los tres forman Zenith: el grupo de metal uruguayo que el día anterior, en una muy prolija conferencia de prensa (que incluyó como obsequio a los presentes un EP con dos temas) presentaron en sociedad "A la hora de morir".
Vestido de riguroso negro (como corresponde), Agustín se entusiasma al hablar no sólo del debut discográfico de Zenith, sino también de los comienzos de la banda, de la música en general y del rock en particular.
En la conferencia de prensa decían que con este CD cierran una etapa, ¿qué etapa cierran?
Una etapa de un trabajo de casi seis años, que tuvo un comienzo con ensayos, como la clásica banda de barrio que se conoce por medio de la amistad y uno empieza a tocar un instrumento y después el otro también y cuando se encuentran en un momento se dicen: "y si hacemos una banda". O sea que empezó totalmente como hobby, haciendo covers de Metallica, Nirvana, Black Sabbath y a partir de allí vimos que se volvió una costumbre ensayar todos los sábados. Surgió la oportunidad de tocar en un cumpleaños (todo un evento), después vino un toque en un colegio, en el Regina y vimos que había onda y nos divertía y nos gustaba y ya lo encaramos más profesionalmente. Hasta surgió la posibilidad de hacer un primer show, que fue en la terminal de ómnibus del 180. Hicimos nuestro primer show con bandas invitadas, que se llamó Mercadito Rock uno. Tuvo tanto éxito (porque nos ayudó la comisión del barrio, la gente apoyó, se hicieron canastas familiares) que surgió el Mercadito Rock dos. Las bandas que habíamos invitado (una de esas era Wizard), nos invitaron después a Café Marraqués en Pocitos a seguir tocando. Y de repente nos encontramos que nos invitaban de acá y de allá, y así como fue Café Marraqués uno, fue el dos. Después tocamos en la parte de Joven Tango en el Mercado de la Abundancia, que hacían recitales: nos invitaron a tocar ya con prensa y ahí surgieron dos espectáculos más. Así nos fuimos entreverando y fuimos definiendo el estilo de la banda. Fueron pasando los años, toques, toques, toques y si bien habíamos grabado demos, nunca pudimos cerrar la etapa. Por eso yo decía ayer lo de cerrar: se cerró y se selló con el disco. Ya está el disco, cerramos esta etapa y se abre una nueva.
¿Y cuál es la nueva etapa que se abre?
Es la de difundir el disco. O sea: que más gente de la que ya nos conoce pueda conocer la propuesta de la banda. Hacer las cosas más profesionalmente, con otra cabeza, con una experiencia detrás y siempre yendo a más; esa es un poco la consigna. Y vamos a seguir trabajando, se van a seguir cerrando etapas y se van a seguir abriendo otras etapas nuevas.
Recién decías que sin darse cuenta entraban al circuito musical. Ya dentro del circuito: ¿qué es lo que más extrañan de la primera época y qué es lo que no extrañan?
Se extrañan muchas cosas, hay mucha nostalgia. Antes nosotros estábamos dos horas llamando a nuestros conocidos diciéndoles que íbamos a tocar; eso ya no lo hacemos más. Nuestra difusión es por medio de afiches, de los medios y también por el boca a boca. Lo que nos gustaba de antes era que todo era bien del under. Si bien ahora seguimos en el under, pero ya con otra mente: más profesionales, con los toques mejores organizados, tratando de darle lo mejor a la gente. No sólo con lo que tiene que ver con el sonido, sino en calidad musical: de repente un arreglo antes no nos convencía mucho pero lo dejábamos, sin embargo ahora buscamos no la perfección, pero sí algo que nos deje conformes realmente y no pasarlo por alto como antes. Y la experiencia te va dando mejor calidad si se quiere. Hay mucho para trabajar, pero estamos en eso.
¿Ya tienen un estilo musical definido dentro del heavy?
En nuestro primer demo que tenía doce temas, cada tema era algo diferente: había desde baladas hasta metal, pasábamos tintes de punk que eran las influencias y ahí algo se formaba. Entonces dijimos: "bueno ¿qué hacemos nosotros en realidad?". Entonces fuimos definiendo un estilo con los temas a través del tiempo: fuimos descartando temas y fuimos agregando temas nuevos. Y hoy por hoy la banda tiene un estilo constituido que es trash-core: es un 70% de trash y de repente un 30% de hardcore. Las influencias son diferentes en los tres integrantes: yo por ejemplo me inclino más al trash, pero de repente el baterista se inclina más al hardcore, y todo ese conjunto y esa mezcla de ideas, hacen lo que es Zenith hoy. Pero es un estilo desde el trash.
¿Cuándo empezaron a grabar este disco?
Lo empezamos a grabar en abril de 2003 en GR Producciones de Gustavo Rubertoni. Lo grabamos en una toma los tres instrumentos y después le fuimos agregando segundas y terceras tomas, las voces y una mezcla final que se terminó el 3 de agosto. Ahí dijimos: "ya está, es la masterización final, ya está el disco totalmente grabado, digitalizado y no hay nada para sacar, ni nada para agregar". Es un disco de doce temas, con tres covers de tres bandas latinoamericanas: "Rotos" de Sepultura, "Autodefensa" de Chopper y "Tu eres su seguridad" de Hermética.
¿Por qué eligieron esos temas?
Primero que nada porque son las influencias de cada uno de nosotros... En realidad Chopper es una influencia de los tres, entonces "Autodefensa" fue el tema elegido y no hubo discusión. Hermética es una influencia más del baterista y mía, y ese tema fue elegido por un montón de cosas: el tema sentimental, la letra... Sepultura también es una influencia de los tres y es una banda que nos ha marcado el camino porque ellos nacieron de las favelas y lograron ponerse en las esferas más altas del metal mundial.
¿Qué dijo el batero cuando se enteró que iban a hacer el tema "Roots"?
Lo que dice siempre: "y bueno vamo’ a encararlo". En si los Sepultura son grandes músicos y es muy difícil imitar a un gran músico, generalmente uno se queda por el camino... Entonces lo hicimos a la manera de Zenith, como todos los covers que hacemos (también hemos tenido otros covers en nuestra historia, pero estos quedaron grabados). Y "Roots" a la manera de Zenith está perfecto: es la versión, es el estilo, tiene arreglos y diferencias. Yo estoy muy orgulloso de cómo lo toca el Negro: lo ha encarado bastante bien, no tuvimos ningún tipo de trabas en ese sentido y no discutimos por el tema elegido.
¿Quién hace los temas?
Mirá, las letras generalmente las escribe Aldo o yo, que somos los dos cantantes de la banda, y entre todos ponemos la música. Generalmente se trae la letra, se busca una música y después se compacta todo. O puede ser al revés: puede surgir la música primero y después se le agrega la letra. No tenemos un estándar, es cómo vengan los ánimos en ese momento, cómo vengamos a los ensayos. No hay una regla a seguir: todo sale a cómo viene en el momento.
¿De qué hablan los temas?
Cada tema es totalmente diferente. Hay temas de amor, de traiciones, cosas cotidianas de la vida... todo lo que se nos va ocurriendo en el momento. Tampoco hay un estándar para eso... hay un tema que está dedicado, hay temas que impulsan a luchar por lo que uno quiere... Tampoco nos metemos en una bolsa, es decir: esta banda es política, o esta banda es religiosa, o esta banda tiene tal mensaje. Cada canción tiene su mensaje, ésa es la idea: que cada canción uno la digiera de la manera que le llegue.
¿Por qué le pusieron "A la hora de morir" al disco?
En "A la hora de morir" la letra habla de cuando algo muere, algo concluye. Entonces, mismo con la pregunta que me hacías hoy de que termina una etapa, bueno, muere la etapa. Entonces "A la hora de morir" va por ahí: la letra es de una persona que está condenada y que le llega la hora y no hay vuelta, que ya el diablo le está golpeando las puertas y hay que abrirle. Esto se puede involucrar a todo ámbito de la vida: desde un trabajo a un amor, lo que sea, a todo lo que tenga que ver con la finalización de algo.
Ahora que mencionás al diablo, ¿la gente que no está metida en esto se sigue creyendo el cuento de lo satánico?
Síiii, se lo sigue creyendo. La gente que no sabe lo que es esto, piensa que el metalero es el rudo, el malo, el que viene golpeando puertas, el que viene vestido de negro con cadenas, que es satanista. Además, el símbolo del saludo del metal son los cuernos y entonces eso apoya más todo esto. Piensan que muchas bandas de metal toman sangre en vivo y pisan pollitos... Es inevitable y no sé cuánto tiempo va a pasar para que se den cuenta de que eso no es así. Es totalmente lo contrario: hay metaleros de todo tipo de pensamientos e ideales, desde ateos, hasta creyentes de diferentes religiones. Yo en particular estoy alejado totalmente de eso y si bien los tres somos ateos, ninguno profesa ningún tipo de ideal en ese sentido. Pero el prejuicio sigue estando y creo que va a estar por siempre.
Pero reconozcamos que ustedes se sienten pertenecientes a ese grupo social y no hacen mucho para desmitificar todo esto. Son como una especie de tribu urbana.
Es verdad. Inclusive nuestros amigos son toda gente que comparte nuestra cabeza musical. No es algo que uno lo busque, se da así porque los lugares que uno frecuenta son los toques y en los toques uno conoce a ese tipo de gente. Ahí es donde se da esa relación particular.
No somos sectarios, tenemos amigos de todo tipo, pero generalmente la mayoría son correligionarios del metal.
En la conferencia de prensa decías que antes de escuchar heavy metal escuchabas tango y folklore...
Es cierto. Eso creo que le sucede a la mayoría de las personas. Uno se influye por lo que escucha la gente cercana a uno. En mi caso eran mis viejos: mi viejo era tanguero de ley, gardeliano de pura cepa y a mi vieja le encantaba el folklore. Entonces mi oído se educó a eso: Olimareños, Zucará, Washington Carrasco, Francisco Canaro y ni hablar de Gardel... bueno, todo lo que es el tango en general. Después cuando yo tomé mis propias decisiones con lo que tiene que ver con la música, lo primero que encontré en mis manos fue Black Sabbath.
¿Y cómo llegó a tus manos?
Primero de liceo, tenía doce años y me dicen: "escuchá este disco". Al principio me costó entrarle, pero después me enamoré perdidamente de Black Sabbath: fue y es mi banda de cabecera. Después fui conociendo más discos de Black Sabbath y a Ozzy Ozborne y después pasó el tiempo y me encontré con otras bandas: Iron Maiden por ejemplo. Y más hacia la actualidad empecé a escuchar más rock en español con V8. Después todo el linaje de V8: desde Orcas, Hermética, también Rata Blanca, O’connor, Malón, Alma Fuerte... Y ahí con Alma Fuerte logré dar con la banda que para mí tiene los sentimientos más extremos: es una de mis bandas favoritas.
¿Y Zenith tiene influencias folklóricas?
Yo por lo menos sí. Inclusive para el segundo disco tenemos pensado hacer una versión metal de "Orejano": la canción del Pepe Guerra y va a ser la primera experiencia con esto.
Y sí, las influencias están, no lo podemos evitar. Las influencias del folklore están, no tan extremas como en Herrumbre o Hermética, pero están: si uno escucha el tema "Vida de pueblo", hay frases como "canto mío" que es una frase típica de campo. O sea, hay algunos tintes de folklore en las letras.
Sin ser heavy metal: ¿qué cosas escuchás?
Bueno, rock nacional, es inevitable. Como todo el mundo empecé escuchando Traidores, Estómagos, Buitres... Todo lo que es el rock viejo y mucha murga también: mucho Jaime Roos, mucha música popular. Inclusive a fin de año armamos una especie de orquesta popular entre todos los familiares: tamboriles, guitarras... y tocamos canciones populares.
La última: ¿cuándo terminan los conciertos?: ¿cuando no tienen más temas o cuando se cansa el baterista?
Cuando no tenemos más temas. El baterista al principio se cansaba, pero ahora como empezó a estudiar, está un poco más técnico y aguanta todo lo que venga.
Nicolás Hidalgo