Dice que se preguntó por primera vez por el futuro cuando los compañeros le anunciaron que se iban de la banda. “Nos miramos todos los que quedábamos y nos preguntamos si teníamos ganas de seguir haciendo música juntos”. Emiliano Brancciari no tiene dudas de estar transitando una nueva etapa y mira el horizonte con optimismo. “Es inevitable pensar en una etapa nueva y nos hace muy bien”, dice el cantante y guitarrista, a pocos días de lo que será uno de los conciertos de su vida.
Repuestos, con el mejor disco de su carrera bajo el brazo y el recuerdo fresco de la presentación en el Estadio Charrúa de Montevideo, el grupo de rock más popular de Uruguay se apresta a tocar por primera vez en el legendario Obras de Buenos Aires. Desde un hotel del microcentro porteño, una agobiante tarde otoñal, el único sobreviviente del trío original y el trompetista Martín Gil, conceden unos minutos de charla para explicar lo que fue y será de No Te Va Gustar.
En los tiempos que corren, no son muchas las bandas en Argentina que se dan el lujo de llenar Obras, ustedes van a hacer dos, ¿qué significa eso para la banda?
Emiliano: Obras sigue siendo para nosotros un escenario muy importante y un escenario al cual queríamos llegar a tocar solos, y por suerte se nos va a dar. Para nosotros es un orgullo llegar a tocar a un lugar donde tocaron todos los que nos gustan, todos los artistas y las bandas que admiramos siempre. Comparado con Uruguay, por capacidad y por lo que significa, es lo mismo que cuando tocamos por primera vez en el Teatro de Verano.
¿Se acuerdan cuál fue el primer toque que hicieron en Argentina?
Emiliano: El primero fue en el 2000, en un pool de Adrogué. Íbamos a tocar en un festival al aire libre pero llovió y ya que habíamos venido, terminamos tocando para los amigos. Después ya empezamos a venir con La Zurda, a partir del 2003, ellos iban a tocar a Montevideo y nosotros veníamos a acá, y ahí es como que empezó todo, ya iba gente a vernos. De pronto dijimos: “uy y estas cincuenta personas de dónde salieron”, y a partir de ahí cada vez que vinimos el público fue creciendo.
Tanto La Vela Puerca como ustedes, con sus matices, tienen una búsqueda musical muy similar, ¿qué creen que el público argentino encuentra ahí que no pasa con otras bandas que vienen de Uruguay?
Emiliano: Quizás es un espacio a llenar, por ahí hay otros matices que en Argentina ya están cubiertos por bandas del mismo género o similares, creo que el público encuentra algo que no encuentra en las bandas de acá.
Martín: Creo que es una mirada a las canciones desde la identidad uruguaya; la manera que trabajamos las canciones tiene mucho que ver con la vida de allá, con la música que escuchamos, no sólo es la influencia de la murga o el candombe, sino la manera que vivimos la música y el rock en Uruguay, que es distinto a la Argentina.
También el público vive el rock de manera diferente ¿no? Pareciera que no existe tanto la idea de estrellato como acá.
Emiliano: El uruguayo es mas tímido, no es molesto, si te admira va y te felicita y no más que eso; no hay ningún tipo de acoso, podés ser el presidente y podés andar por la calle tranquilo que nadie te va a molestar.
Martín: Aparte, si te quieren ver es muy probable que te encuentren en una situación común, te van a ver comprando la carne en la carnicería o haciendo las compras.
¿Cómo les fue con la presentación del disco en el Charrúa?
Martín: Fue una presentación en un estadio abierto de fútbol que está remodelado completamente y fue casi la reinauguración del lugar. Fue un show grande con más de 15 mil personas, con pantalla gigante, donde participaron Ruben Rada y Fernando Cabrera y tocamos íntegro el último disco y un montón de canciones de los discos anteriores.
Hubo un homenaje a Eduardo Darnauchans también ¿no?
Martín: Sí, con Cabrera hicimos El instrumento, y fue uno de los puntos más altos de show. Personalmente yo era admirador de él, me gustaba mucho lo que hacía, fue uno de los grandes trovadores uruguayos.
También hicieron un tema de Tótem con el negro Rada. ¿Cómo fue eso?
Emiliano: A Rada lo llamamos el último día de la grabación del disco y le dijimos: “mirá, es el último día y queremos que participes en una canción”. Nos dijo: “bueno, a las tres de la tarde estoy ahí”. Fue y nos partió la cabeza a todos. Nos dejó el mejor Rada en el disco. Después estuvo en el Charrúa y tocamos un tema de Tótem con el negro como frontman; fue increíble, para mí fue el sueño del pibe.
¿Que significó para la banda la participación en el disco de Mario Benedetti?
Emiliano: Nosotros sentimos orgullo de haber hecho algo junto a alguien que admiramos tanto. Mario es un referente de todos, lo leemos desde chicos y lo invitamos porque la canción pedía algo más.
¿Les costó convencerlo?
Emiliano: Al principio nos dijo que no quería decirle que sí a algunos y a otros no, pero igual le dejamos la canción y la leyó. Nos llamó ese mismo día y nos dijo que sí. Para nosotros valió el doble porque aceptó después de conocer la canción.
Todo es tan inflamable aparece en el momento de más popularidad de la banda y a la vez coincide con el alejamiento de dos de los miembros originales, ¿cómo se explica?
Martín: La explicación es que se cumplió un ciclo para las personas que se fueron. Esta movida es muy absorbente y termina siendo en el compromiso, el total de tu vida. Ellos eligieron hacer otras cosas y fue su opción. No se dio ningún mal relacionamiento; de hecho participaron en el show de la presentación del disco y nuestra idea es que estén también acá en Obras. Si tenés vocación de hacer otra cosa o te sentís inquieto puede ser muy frustrante, tenés la vida por delante y tenés que decidir por eso.
Emiliano: Ellos tienen todo nuestro apoyo y nosotros el de ellos. Yo creo que es un acto de valentía, porque cuando las cosas están mal es fácil irse de un lugar, pero cuando las cosas están bien y querés cambiar de aire porque tenés otras inquietudes, es difícil tomar la decisión y es muy valiente, por eso tienen todo nuestro apoyo.
En el disco anterior escribieron una canción que se llamó “Fueron”, y que reflejaba un poco el momento político de Uruguay. ¿Sería muy distinta esa canción hoy?
Emiliano: Siempre sería distinta. Esa canción no hablaba particularmente de ese momento, sino de todo lo pasado, porque no viene de cinco años atrás, o diez, viene de mucho más tiempo; me parece que ahora la canción sería distinta, porque evidentemente las condiciones son distintas, lo que pasa es distinto y me parece que ahora hay un poco de esperanza, más allá de que no coincidamos con muchas cosas del gobierno, porque de hecho son políticos y nosotros no; por eso hay muchas cosas con las que no vamos a coincidir nunca quizás, pero hay otras que sabemos que se están haciendo bien y es muy difícil de cambiar cosas que son así desde hace tanto tiempo. Sí se hacen cosas bien y se hacen muchas cosas mal, pero la canción sería diferente.
En Argentina se instaló un debate a partir de que, desde el Estado se monopolizan espacios para el rock en un momento en que no hay casi lugares para tocar. ¿Generó algún conflicto en la banda haber tocado en la cumbre de presidentes?
Emiliano: A nosotros no nos generó nada porque en realidad queríamos tocar en el Estadio Centenario y dar música en un espectáculo que no era más que eso; fuimos, dimos un show para la gente que estaba ahí, ni siquiera había ningún presidente mirando, y la Cumbre a nosotros nos pasó por el costado. En ese sentido Uruguay es muy distinto, en eso somos muy distintos. Nosotros y muchos otros artistas, tuvimos mucho apoyo de la Intendencia de Montevideo desde siempre; la cultura es muy importante en Montevideo. Cuando asumió el primer gobierno de izquierda en la Intendencia, se empezaron a hacer cosas y a darle bola a la cultura y nosotros estamos agradecidos, más allá de que nunca tocamos en un acto político partidario. No nos interesa ir a buscar votos para nadie. Fuimos apoyados por el hecho de ser un generador de la cultura de Montevideo. Si hubiera sido un gobierno de derecha le agradeceríamos igual, es apostar a la cultura, es fundamental para cualquier tipo de gobierno.
Martín: De hecho buena parte del desarrollo de la cultura, como la Murga Joven, lo que fue la Movida Joven en su momento, las comparsas juveniles, son proyectos que se encararon desde la Intendencia. Estamos agradecidos también por la generación de un movimiento, no es un agradecimiento personal, realmente los proyectos que se han lanzado le han dado vida a mucha gente en el ámbito del arte y la cultura; es muy rico lo que se logró en los últimos años.
En varios de sus shows cierran tocando el himno nacional. ¿Por qué?
Emiliano: El himno lo hemos tocado en varias oportunidades por dos cosas, primero que nos sentimos orgullosos de ser de acá y segundo que es musicalmente muy rico y es uno de los más lindos himnos junto con La Marsellesa.
¿Cómo se sienten tocando en lugares como Alemania o Suiza?
Martín: Está buenísimo, es una conquista, es salir a conquistar corazones y mentes con música.
Emiliano: Las letras las entienden algunos, otros no entienden, pero les llega la música, la melodía y la energía de la banda que está tocando. Y nos ha ido muy bien, es nuevo para nosotros llegar sólo desde lo musical, es una alegría para nosotros darnos cuenta que a gente que no habla tu idioma le gusta lo que hacés y se compra los discos porque le gustó el show.
Daniel Hofer