SieteNotas

Beatriz Lozano, El Tango desde la Lírica

28/12/2006

Nacida en Montevideo, Uruguay y egresada del Conservatorio Gioacchino Rossini de Pesaro en Italia, es considerada actualmente una excelente intérprete de música Sacra y Lieder. El Pantheon y Palazzo Venezia en Roma, la Academia Chigiana de Siena, el Teatro de Ópera de San Remo, el concierto junto al asesor musical del Teatro Scala de Milán, Quirino Principe, los Teatros de Tradición de innumerables ciudades italianas, etc., fueron algunos de los escenarios de sus recitales en los últimos años. En Italia, asimismo, graba para “Master Studio”, “Bérben” e “Imaie”.

Dotada de una extraordinaria voz, es artista de la Asociación Cultural Astor Piazzolla de Pesaro y desarrolla una intensa actividad en dúo con el pianista argentino Hugo Aisemberg, en una labor de difusión del repertorio de Argentina y Uruguay. Sus recitales en Buenos Aires, Munich, Hannover, Milán, Roma, Florencia, Bologna y Padua, han tenido gran éxito de público y crítica.

Por estas semanas se encuentra de visita en Uruguay, retomando sus raíces con el tango y la tradición cultural rioplatense. Tal es así, que en diciembre se presentó en concierto junto a la pianista Beatriz Lockhart, estrenando dos obras de la compositora uruguaya Elizabeth González con motivo de la presentación del álbum “Alternativa”.

Piazzolla fue uno de los más notorios maestros de tango en llevar el género a otras esferas de la música. Creó la famosa opereta “María de Buenos Aires” junto a Horacio Ferrer, y una extensa obra escrita en Europa (mucha con texto en francés), interpretada en gran parte por una de sus más destacadas cantantes, Milva, una intérprete atípica en el género, que se despega bastante de la clásica tanguera. En esa línea, ¿qué te llevó como cantante lírica a incursionar en la obra de Piazzolla?

Me acerqué a Piazzolla a raíz de una invitación del pianista argentino Hugo Aisemberg para cantar con el “Grupo Novitango” y representar culturalmente la ciudad de Pesaro (Italia) en un encuentro entre gobiernos que se realizó en Liubliana, capital de Eslovenia. En el Castillo de esta ciudad, monumento histórico del país, se hizo un concierto con un programa de tangos tradicionales y obras de Piazzolla. Fue mi primera experiencia en absoluto en este género y la disfruté y valoré mucho ya que Novitango es el grupo más importante y de mayor nivel musical de toda Europa. Está integrado por Hugo Aisemberg al piano, Bruno Tommaso en contrabajo, Juan Lucas Aisemberg en la viola y Francesco Manna en flauta.

Qué curioso… más allá que Italia es en Europa tierra tanguera, ya que por ejemplo la mayoría de los creadores del tango desde Julio de Caro hasta Astor Piazzolla (incluyendo a los más contemporáneos) son hijos de italianos, estás hablando de Pesaro, patria de Gioacchino Rossini y del Belcanto que elige ser representada culturalmente a través del tango y de Piazzolla. ¿Cómo se entiende este fenómeno?

Este es el fenómeno Piazzolla. Sin temor a equivocarme puedo afirmar que Astor Piazzolla es uno de los compositores del siglo XX más interpretados en los últimos veinte años en Italia. Desde su muerte se ha afirmado completamente en el panorama musical italiano. Su música integra los ciclos de conciertos de las Asociaciones Culturales y de las Grandes Temporadas de los Teatros de Estado (hasta hace poco imposible!) y se la escucha en publicidades de televisión, invitándonos con un toque de conmovedor placer y de tango, a beber un conocido licor nacional. El nombre Piazzolla “funciona” también a nivel discográfico y de industria editorial: no existe casa discográfica, por menor que sea, que no presente en su catálogo al menos una versión de “Adiós Nonino”, o instrumentista que no pueda darse el gusto de tocar una trascripción de “Libertango” para su instrumento preferido. Esto desde Lombardía hasta la Sicilia, es algo que sucede en toda Italia. Piazzolla se interpreta aún más porque se encuentra la música escrita; las piezas del inmenso catálogo de obras se venden en cualquier casa de música italiana.

Sucede que muchos devotos del tango son muy conservadores y les cuesta abrirse a nuevos estilos, a la fusión del tango con otros géneros. ¿Te ha pasado de encontrar un público reticente a este modo de cantar?

No he recibido directamente ninguna crítica, puedo pensar que algunas personas hayan quedado un poco perplejas, pero no me detuve mucho a analizar este aspecto. Algunos críticos dijeron que era sugestivo mi “Oblivion” y un sitio de tango de Venecia lo elogia promoviéndolo con el título de “Oblivion lírico”. Me acerqué a esta música fantástica con tal entusiasmo y felicidad que no me interrogué en un principio si mi forma de cantar se adapta o no al tango, no pensé en limitaciones de ese tipo, me parecía normal, así como fue normal para mi cantar otras obras de autores contemporáneos a Astor. Además tenía toda mi confianza en Aisemberg que me habia escuchado e invitado para formar el plantel de músicos de la Asociación. En fin, dentro de este género me dedico casi exclusivamente a la obra de Piazzolla que es música universal y que considero puede ser interpretada por una voz lírica.

¿A que te referís cuando hablás de música universal?

En Italia algunos musicólogos asocian a Piazzolla a otros autores a los cuales se les atribuye el rol de “salvadores del Novecientos”. Es el perfil de un músico completo, no sólo de un simple compositor, y como Bela Bartók, quien fuese su compositor más amado, utilizó sus raíces y los temas de tradición popular y los estilizó hasta transformarlos en una música adulta que se abre al mundo entero y se transforma en arte. Piazzolla posee un lenguaje universal, inmediato; desde el punto de vista rítmico, armónico, melódico; mezcló tantas cosas que consiguió un producto con el cual todo el mundo se siente identificado.

He oído hablar de la Asociación Cultural Astor Piazzolla de Pesaro como la primera institución que lleva el nombre de este compositor. ¿Cuál es la misión cultural que cumple la misma en Italia y en Europa?

Desde el año 1978, se creó en la ciudad de Pesaro (donde naciera el gran Gioacchino Rossini), un movimiento tanguero promovido por el pianista argentino Hugo Aisemberg, titular de una cátedra de piano en dicho Conservatorio y primer divulgador y cultor de la música de Piazzolla. La Asociación está considerada el punto de referencia más importante en Europa para la música y la cultura de Argentina y Uruguay. Promueve y difunde el tango -especialmente la obra de Piazzolla- del folklore y de la música culta de estos dos países sudamericanos. Realiza esta tarea a través de la organización de conciertos, festivales, conferencias, cursos y seminarios que se cumplen con la colaboración de excelentes músicos y musicólogos. Posee un archivo de gran importancia, único en lo que se refiere a partituras y que ofrece además material fotográfico, videos, discos y libros. Con la fundación de la “Asociación Cultural Astor Piazzolla de Pesaro” se comenzó a divulgar desde esta pequeña ciudad del Adriático hacia el resto del país el “sentimiento musical” del Tango de Piazzolla. Y así empezó la fiebre y el contagio a otros músicos y a otras instituciones. Con las reformas de los Conservatorios del Estado, se creó en el Conservatorio “Castelfranco Veneto” un laboratorio-taller de música culta afro-americana y un espacio de este proyecto, dirigido por Aisemberg, dedicado exclusivamente al estudio del tango desde sus orígenes hasta llegar a Piazzolla. Igual oportunidad se puede aprovechar en las ciudades de Macerata, Matera, Pesaro y Roma y en los Seminarios Internacionales de verano de la ciudad de Turín, organizados por la Asociación “El barrio tanguero”.

¿Qué ecos has tenido presentando este repertorio en Europa?

Cuando comenzamos los conciertos con el maestro Aisemberg, luego de varios meses de estudio, de lectura de obras y de decisión del repertorio, en alguna ocasión dimos recitales de obras de clásicos universales como Mozart, Schubert y Schumann e incluimos Piazzolla, que recuerdo eran las 4 Canciones Porteñas con textos de Jorge Luis Borges. El maestro Aisemberg fue el primero en ejecutar obras de Piazzolla junto a otros grandes de la música. Creo que fue en 1971 que en uno de sus conciertos de piano solo tocó Beethoven y Piazzolla. En esa época era impensable formar un programa de concierto con estas características. En la actualidad, luego de cuatro años de continuas presentaciones del duo en Italia y fuera del país, nos llegó el momento de plasmar nuestro trabajo en un disco y lo haremos para la etiqueta discográfica DNA de Pesaro.

Recién hacíamos referencia a “los hijos de Italia”, que, siendo inmigrantes, comenzaron en Buenos Aires y en Montevideo a fines del 1800, a darle forma al tango. Si uno recorre la lista de nombres de los principales referentes tangueros, encuentra en su mayoría orígenes italianos. El propio Piazzolla solía hablar sobre sus características “tanas”, sobre las historias de su familia nacida al sur de Italia.

Sin embargo, llama la atención que grandes intérpretes de tango no hayan calado hondo en la península itálica donde el tango está asociado casi exclusivamente en su totalidad a la figura de Astor Piazzolla, ¿por qué tu elección de hacer este repertorio y no otros del género?

Nunca pensé realmente de hacer este repertorio hasta el momento en que me llamó Aisemberg. En todos estos años en Italia di casi cuatrocientos conciertos con programas europeos de Lieder, música sacra con orquesta y de repertorio del siglo XIX para canto y guitarra junto a Massimo Agostinelli, una colaboración y una especialización que dura once años. La obra de Astor me apasiona mucho, me gustan también los textos, los poetas que eligió para sus canciones: Horacio Ferrer y Jorge Luis Borges principalmente. Sus canciones, sus tangos se parecen a lieder, donde la música se fusiona impecablemente con el texto poético. Otro de los motivos por el cual me acerqué a trabajar en este género es porque pienso que existe una gran “exageración Piazzolla” en Italia, que ha disminuido la dignidad compositora de este músico. Por ese lado siento el deber, como me lo hicieron notar otros artistas sudamericanos, de ajustar y encaminar la divulgación de este gran músico. Y cuando digo “dignidad compositora” se me representa inmediatamente un ejemplo: el acordeón, definido por Astor como “mostaza en el helado” y el recuerdo de haber asistido a innumerables conciertos de música de Piazzolla con orquesta y acordeón solista. (*) También otra situación insólita fue el artículo que me llegó a las manos una mañana de un concierto con Aisemberg y el musicólogo Stefano Zenni en Roma, en ocasión del Festival “Neo Tango” organizado por Porsche Italia en las principales ciudades italianas. Fue con gran asombro que en la portada de espectáculos del diario italiano “La República”, uno de los más importantes del país, se dan los detalles de nuestra gira con una foto de archivo de bailarines y cantantes de flamenco.

Sé que además de intérprete de esta música estás participando como docente en los seminarios dedicados al estudio de la obra de Piazzolla y de la música académica de Argentina y Uruguay en varios cursos de perfeccionamiento en Italia. ¿Cómo es la reacción de los músicos italianos y europeos ante el estudio o la ejecución de un tango de Piazzolla?

Los músicos europeos que no tuvieron ningún tipo de contacto con nuestra realidad, con nuestra cultura y que llegan a Piazzolla no sabiendo nada de lo que pasó antes, o sea que se enfrentan a una partitura de Piazzolla partiendo de Piazzolla, llegan con muchas carencias desde el punto de vista interpretativo. Los rioplatenses tenemos a nuestro favor el saber y haber escuchado lo que existió antes: conocemos el tango, la milonga, el tango canción, nuestra música popular y la tenemos incorporada, la llevamos en nuestra identidad. Oímos la música de Julio De Caro, de Aníbal Troilo y Osvaldo Pugliese, otros colosos del género y quedamos deslumbrados ante una grabación de Julio Sosa o al oír la línea de canto de Carlos Gardel, y ni que hablar de los versos de Horacio Ferrer. Toda esta información que acumulamos durante años, que forma parte de nuestra identidad cultural no se puede obtener en pocos días.

Los intérpretes europeos realizan esta música nuestra con gran interés y pasión pero no ven a Piazzolla como un fenómeno del tango sino que se acercan a él como a cualquier otro grande, como pudiera ser Bartók o Stravinsky. La llave de la grandiosidad compositora de Piazzolla está en la interpretación viva y tanguera de su música ya que en la partitura sólo tenemos un esquema que no fija los detalles y el modo interpretativo, a grandes líneas nos brinda la estructura formal.


(*) En Italia, como en muchos lugares de Europa, el tango se interpreta con acordeón. En Italia la llaman fisarmónica. Según coinciden los musicólogos, el fenómeno se da ante la dificultad de conseguir bandoneones en Europa, tanto al momento de comprarlos como de mantener el instrumento (afinación, reparación, etc.). Por lo general aquellos que tienen bandoneón, lo han comprado en Buenos Aires.

Por más información sobre Beatriz Lozano y su música, ingresá al sitio web del Centro Astor Piazzolla di Pesaro www.centroastorpiazzolla.org

Ana Karina Rossi 

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